
Capítulo 10
Jugaba con el seguro de mi arma cuando la vi salir, me encontraba en una de las mesas del comedor cuando entró.
Llevaba una bata de dormir solamente y el pelo recogido cual apenas se acercaba lo dejó caer en cascada. Se sentó sobre mi regazo a horcadas sin decir palabra.
-Nena- gruñí cuando se movió sobre mi cuerpo, sentí su lengua tocar mi cuello y mi hombría endurecerse.
- ¿Quieres que te toque? - asentí para ella dejándome llevar por sus movimientos. -Solo debes decir quién es el jefe aquí.
-Eres tu nena
- ¿Lo soy verdaderamente? - abrí mis ojos ante ella y la noté desnudarse, luego escuché mi alarma resonar.
Había despertado con una enorme erección cual no tenía tiempo para bajar, tenía una reunión antes de que se me presentara al pelotón y debía prepararme.
Apenas entré al salón este se encontraba lleno, los murmullos no se hicieron esperar. -Kim- saludé para sentarme a su lado.
-Tanto tiempo Min
-Te creía en Busan, con la francotiradora.
-Fui trasladado a Ilsan, y me divorcié
-Ah, no sabía
-La gente suele decir, lo siento o alguna frase reconfortante
-Um, si te divorciaste fue porque querías, así que...- me encogí de hombros.
La reunión comenzó y luego de unos 20 minutos aquella castaña que había protagonizado mi sueño hizo entrada, le iba tan bien su uniforme que me vi apretando la entrepierna para evitar que siguiera doliendo por aún hallarse un poco firme.
-Un Gusto verte Kim Namjoon- me despedí de este cuando quien me daría el recorrido hizo acto de presencia, era pasado el mediodía, habíamos almorzado en medio de esta.
El chico parecía al borde del desmayo al hablar, era obvio lo nervioso que estaba, a lo lejos noté una pequeña cabellera castaña que conocía bastante bien, sinceramente no sé cómo es que logra escabullirse.
Caminé hacia el más alguien llegó antes, un capitán supuse por su uniforme, lo tomó de la ojera para alzarlo haciéndolo chillar.
-Pss, suelta al mocoso. - tampoco tenía que alzarlo así
- ¿Y tú quién eres para...- giró aún con el niño al lado
-Él va a patearte el trasero- se burló el niño -No le tiene miedo a nadie, solo a mi mamá.
-Cállate mocoso- miré al otro -Tu nombre
-Capitán Choi señor
-Capitán Choi, ¿no deberías ya haber soltado al mocoso y caminado a tu puesto?
-Sí señor, lo siento señor. Solo debo reportarlo, no puede haber niños aquí.
-Oh, un sapo- odio a los soplones -Vamos, quizás a la Comandante Lee le gustaría saberlo.
-Claro- este caminó tirando de la ropa del niño, pero alcancé a tomarlo para que este nos guiara.
-Estás en problemas mocoso maleducado. ¿Por qué te escapaste?
-No me escapé, estaba con mamá y un hombre fue a hablar con ella, quería ver el pelotón. Si evitas que me meta en problemas me portaré bien contigo.
-No tienes opción
-Si la tengo, puedo hacerte vivir un infierno si quisiera. ¿Ves mi oreja? Le dire a mama que tu la dejaste asi
-No harias eso
- ¿Por qué no? Puedo vengarme de ese idiota cuando quiera.
- ¿Sabes lo que es custodia legal? Es básicamente un papel que dice que yo decido lo que pasa contigo, tu madre no tiene siquiera como opinar pues ella no figura en tus documentos, así que si quiero que puedo enviar a un internado ruso y ella ni enterada.
-No harías eso, no a menos que quieras morir.
-Pruébame mocoso maleducado, pruébame. – ambos nos enfrascamos en una guerra de miradas que se detuvo al momento de llegar a la puerta de la oficina, le hice una señal con la mano para que entrara a mi oficina en lugar de la de su madre y espere porque el Capitán se pusiera en ridículo.
- ¿Dónde está?
-¿Esa son formas de hablarle a tu superior?- la puerta fue abierta y la castaña nos observaba.
-Señora, alguien trajo un niño aquí, el Mayor Min parece ocultarlo.- soplón.
- ¿Dónde está el niño?
-Venia tras de mí, pero se perdió en el pasillo - esta salió de la oficina por completo para regalarme una rápida mirada interrogante cual no respondí con más que un encogimiento de hombros para luego verla marcharse.
-Desearas haberme hecho caso cuando te pedí soltarlo. – volvi mis pasos a la puerta entre abierta de mi oficina y agradeci haberla dejado asi al salir mas temprano. –Ven mocoso- este salio de debajo del escritorio
-No me llamo mocoso, me llamo Mauricio
-Nos uniremos por un mal mayor, quiero ver de lo que eres capaz.
-¿Y yo que gano?
-La satisfacción de humillarlo
-Quiero que me enseñes a tirar con el rifle- alce una ceja.
-No hare eso, podría derribarte en un pestañeo
-El de alto alcance, para tiradores. – nuestras miradas retaban al otro de igual manera hasta que la puerta de la oficina se abrió.
- ¿Qué haces aquí?
-Hablar con el tío
-No soy tu tío mocoso
-Si, es cierto, no podría tener un tío tan cascarrabias
-Ni yo un sobrino tan maleducado y molesto
- ¿Qué tiene 5 años? - su madre parecía que le encantaba educar a los demás, más a su hijo le daba rienda suelta para hacer lo que quiera. –Vamos- lo llamo con la mano. –Lo que sea que planeaban cuando entre, no pasara. - dijo segura y aquello no hizo más que convencerme de hacerlo, ella no me manda.
Solo debo pensar en algo lo suficientemente humillante para hacerle entender al capitan Choi que no debe chivarse de sus superiores, y hacer al mocoso llevarlo a cabo, de esa manera yo no me metere en problemas y como el parece sufrir de inmunidad, todos ganamos.
.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro