Capítulo 24- Verdad
—Dios mío… ¡Era verdad!
Wang Kai observó a la pareja con asombro: el que había llegado primero, alto y delgado, con una larga y oscura cabellera que enmarcaba su rostro, vestido con un extraño atuendo antiguo, y tras él una muchacha de cuerpo pequeño y aspecto frágil pero mirada severa, con una enorme espada que llevaba a su espalda.
—Señor Wang Kai —le dijo ShiWei—, le presento a Xie Yun y a la descendiente de la Espada del sur, Zhou Fei...
—¿Wang...? ¿Así que este hombre es el futuro dueño de estas tierras? —preguntó Xie Yun y se acercó a Wang Kai para observarlo de arriba abajo con descaro, hasta que sintió una pequeña tos de advertencia de Zhou Fei.
—Xie Mei Mei… Compórtate.
El aludido se quejó un poco, pero, obediente, se fue a parar al lado de la mujer.
—Yan ShiWei... —preguntó Zhou Fei—. ¿Por qué volviste a atravesar la puerta?
—Lo siento, pero es que logramos encontrar la tumba de Wang Li Bo. El señor Wang Kai es su sobrino...
El hombre se adelantó a hablar. Después de hacer una profunda reverencia que fue respondida por Xie Yun y Zhou Fei, les contó todo: la desaparición de su tío, setenta años atrás en su tiempo, el dolor de la familia y el alivio de su descubrimiento, y también que las autoridades le exigían cerrar la puerta del león para siempre. Esa era su última oportunidad de conocer esa tierra ancestral.
—¡Qué historia...! —Xie Yun, interesado, no se había perdido una sola de las palabras de Wang Kai—. ¿Podemos dejar que este hombre entre en la Tierra de los ríos y los lagos, A Fei?
Zhou Fei era una mujer brusca y de apariencia severa, pero sus ojos se iluminaban cuando su amado le hacía un pedido luego de brindarle sus más tiernas sonrisas, y sin decir una palabra, hizo un gesto afirmativo con la cabeza.
—¡Excelente...! Bo se pondrá feliz de verte, ShiWei. Últimamente ha estado bastante melancólico... —concluyó Xie Yun con una risita, hasta que volvió a sentir la tos de Zhou Fei y se quedó mudo, pero con sus brillantes ojos fijos en la chica, y una expresión alegre. ShiWei sonrió mientras ocultaba su rostro, para que la sucesora de la Espada del sur no viera la complicidad entre ellos.
—Deben esperar aquí —dijo Zhou Fei—. Tendremos que ir a Huarong a comprarles ropa. No pueden andar vestidos así por nuestro mundo.
—Sí, por supuesto —respondió ShiWei, dispuesta a instalarse en el suelo, bajo un árbol. El jardín secreto, el muro y la puerta del león habían desaparecido.
Más tarde, ya vestidos con su ropa antigua, se fueron en dirección al pequeño embarcadero, ya que Wang Kai tenía gran curiosidad por conocer la isla en donde habitaba Tong Ming. Como le había dicho ShiWei, las mochilas con sus pertenencias no podían entrar en la Tierra de los ríos y los lagos, y Xie Yun las escondió bien. Luego les permitió pasar.
***
El regreso de ShiWei fue una revolución en la isla. Los pescadores y sus familias la rodearon para saludarla, asombrados de volver a verla cuando entre ellos también se había corrido la noticia de su regreso a su mundo. Pero el hombre que venía con ella les resultó aún más extraño.
ShiWei buscó a Bo con la mirada, pero el chico no estaba por ningún lado. Alguien le dijo que Tong Ming lo había enviado a tierra firme para hacer unos encargos, y que iba a volver al día siguiente. Después de un rato, Wang Kai también desapareció: Tong Ming y Zhou Fei se lo habían llevado para tener una reunión privada.
Xie Yun se aburría sin su amada a su lado, y decidió conversar un poco con ShiWei. Sentados a la orilla del mar, se pusieron al día:
—¿Cuánto tiempo pasó desde que salí de aquí? —preguntó la chica.
—Más de un año, y sucedieron muchas cosas... —El hombre le contó que habían podido encontrar una cura para el Penetrante hueso azul, y que Yin HeCong había hecho él antídoto para él—. Por fin estoy curado, y juntos logramos derrotar a Disha. A Fei acabó con la vida de Shen TianShu y restauró la paz en la Tierra de los ríos y los lagos. Se transformó en una de las principales heroínas de nuestro mundo.
—¿En serio...? —ShiWei se alegró sinceramente por él, y también de que ese bello lugar ahora estuviera en paz.
—Sí, todo está tranquilo ahora —respondió Xie Yun, mientras observaba la tranquila orilla del mar—. A Fei y yo nos instalamos en las 48 aldeas, aunque de vez en cuando venimos a quedarnos un tiempo en esta isla, así yo puedo estar con Tong Ming, mi maestro. A pesar de pertenecer a la última familia real, yo no quiero el trono; solo quiero vivir en paz con ella.
—¿Y Da Dang Jia...? —le preguntó la chica, sonriendo al recordar que la líder de las 48 aldeas no lo quería mucho—, ¿te acepta como yerno?
—Creo que no le caigo bien —le respondió el joven, sonriendo también—. pero A Fei es más madura y se impuso a la voluntad de su madre. Y por suerte su padre me aprecia bastante.
—¿Así que ya son esposos...? —le preguntó ShiWei, con picardía.
Xie Yun la miró con la boca abierta:
—¡Pero qué pregunta más osada! —Después se rió al responderle que le había propuesto matrimonio varias veces a A Fei, y que a pesar de que estaban siempre juntos, nunca había recibido una respuesta afirmativa.
La máxima ambición de la descendiente de la Espada del sur era mejorar sus habilidades de lucha antes que convertirse en esposa y madre, pero su amor por Xie Yun era demasiado grande como para no terminar aceptando su propuesta. Todo era cuestión de tener paciencia, y eso era algo que al príncipe le sobraba.
***
Wang Kai, advertido por ShiWei de que no podía darle demasiada información sobre su época a la gente de la Tierra de los ríos y los lagos, les contó a Tong Ming y a Zhou Fei que por fin había podido encontrar el cuerpo de su tío y que lo había sacado de la cueva para llevarlo a su mundo y darle sepultura, y también que tenía órdenes de cerrar la puerta para siempre, por lo que había decidido visitar la Tierra de los ríos y los lagos por última vez.
El anciano monje y la sucesora de la Espada del Sur estaban un poco temerosos de que ese hombre hubiera aparecido allí, aunque nunca le explicaron la causa. Pero el origen de su temor se reveló al día siguiente, cuando Bo llegó a la isla.
Su encuentro con ShiWei fue muy emotivo: mientras el chico llegaba en el barco le pareció verla en la orilla, pero pensó que sus ojos lo estaban engañando. Ella comenzó a saltar agitando los brazos cuando lo vio, y Bo no pudo esperar a que el barco llegara: saltó al agua, que le llegaba hasta las rodillas, y corrió a su encuentro para fundirse con ella en un abrazo
—¡Bo! —gritó la chica, perdida en los brazos que la rodeaban.
—ShiWei… —No sabían cuánto tiempo iba a durar esa felicidad, después de la tristeza de la separación. Pero eso ahora no importaba: estaban juntos otra vez.
Por una de las entradas a la cueva de la Isla, apareció Tong Ming seguido por Zhou Fei y Wang Kai, que se quedó mirando a Bo con asombro:
—Pero...
Xie Yun observó con pesar los preocupados rostros de su maestro y su amada, mientras Wang Kai se fue acercando con pasos inciertos al joven recién llegado, que aún abrazaba a ShiWei.
Wang Kai cayó de rodillas ante Bo, con su rostro bañado en lágrimas:
—Tú eres mi tío... ¡Eres Wang Li Bo...!
Asombrada, ShiWei soltó al chico.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro