La historia me pertenece, los personajes son propiedad de Masashi Kishimoto.

Personajes con OoC.

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§ El Cierre §

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Hinata se dobló tomándose el estómago, por un momento creí que vomitaría su cena.

Gimio bajó y largo y mí corazón se estrujó por ella.

Cuando grito de dolor me acerqué rápido a ella, tomándola de los brazos cuando sus piernas le fallaban.

Mí pobre muñeca...

Ella lloró y la sostuve, quería decirle que no debía sufrir por ellos, que ellos no valían ni una maldita lágrima de sus hermosos ojos.

—¿Qué me hubiera pasado si no me daba cuenta de sus engaños?— sollozó.

—No pienses en eso ahora, bebé— le susurré.

No valía la pena, ella debía sentirse aliviada de sacarse de encima un par de sinvergüenzas. Pero parecía tan tierna de corazón, podía entenderla en su sufrimiento. No le diría cosas de la que ella se daría cuenta con el tiempo.

Ella levantó la mirada a mí. Sus ojos rojos por el llanto me rajaron el pecho. Su expresión era asombrada, como si no se hubiera dado cuenta de que había hablado en voz alta.

De un momento a otro ella se movió a Sakura y yo la dejé ir. Su cuerpo había dejado de temblar por el llanto y me sorprendió verla darle una buena cachetada en la mejilla de su amiga.

Auch..

Eso tuvo que doler...

—¿Cómo pudiste? ¡Eras mí amiga! ¡Eras mí hermana!

Di un paso a ellas cuando Hinata levantó sus manos y volvió a golpearla con mano abierta. Sólo la golpeó una vez, pero se notaba que ella no era de las personas violentas. Esto era un caso extraordinario para ella.

—¡Te amaba! Te amaba... ¿Por qué Sakura?— gimio.

Cuando la que había sido su amiga bajo el flacucho brazo que había subido para defenderse, Hinata se tambaleo hacia atrás.

—¿Qué sabes lo que es el amor? Eres una niña mimada, Hinata.

Mis dientes se apretaron cuando escuché su voz llena de veneno para mí muñeca. Caminé, listo para defender a Hinata por si ella quería devolverle el golpe que le había dado.

—¿A caso sabes que Sasuke tenía problemas de deudas por culpa de su padre?

¿De verdad esa era su estúpida escusa?

—¿Alguna vez le preguntaste? ¡No, claro que no! Sólo te importaba que color te pondrías en las uñas. ¿Qué sabes de problemas de dinero? ¿No?

No podía creer lo que le reclamaba a Hinata.

—Me lo hubiera dicho y yo lo habría ayudado. Si te lo contó a ti, por qué no me lo dijo a mí.

Porque es un maldito cobarde...

—¡Por favor Hinata! ¿En serio? Jamás amaste a Sasuke, sólo estabas cómoda al lado de él. Yo si lo amo, yo soy capaz de todo por él.

Odiaba meterme, pero este era el momento perfecto. Sakura se dejaría guiar por la furia y gritaría la verdad que yo necesitaba grabar.

Apreté los brazos de Hinata desde atrás, quería que supiera que tenía todo mí apoyo.

—Entonces admite lo que hiciste. Me rogaste que te follará, para después salvar a tu cobarde amante.

Ella hizo lo que esperaba. Parecía muy contenta con ella misma cuando contestó.

—Lo hice, y lo volvería a hacer.

Eso era todo.

Miré a Hinata, ya no podía seguir viendo cómo lloraba. Esto terminaba de una vez.

Saque mí celular y marqué a Bee.

— Fuair ​​mé é. Is féidir leo teacht isteach anois.*

Ellos no tardaron mucho en llegar. Ví a Temari tomar a Sakura para arrestarla y a los chicos reducir a Sasuke.

—¡Hinata! ¡No le creas! ¡No es verdad!

Mis dientes se apretaron.

Hinata ya había dejado de llorar y habría querido sacarla de allí, pero ella me pidió que la soltará. De verdad esperaba que no fuera a tratar de defender a la escoria, pero la solté de todos modos.

Ella pasó sus manos con furia por sus mejillas, limpiándose las lágrimas y caminó hacia la rata.

—No quiero saber más nada de ti, Sasuke Uchiha—. Respiré más aliviado al escucharla—. Si me hubieras dicho que tenías problemas de dinero te habría ayudado. ¿Por quién me tomabas? ¿No me conociste en todos estos años? No sé quién eres... Tendrás noticias de mí abogado para el divorcio.

Oohh...

Era caliente cuando se enojaba, mí polla se agitó con una afirmación.

Se volteó, mirando furiosa a Sakura sin esperar reacción de su futuro ex marido.

—Y con respecto a ti... Traidora. Te mereces pudrirte en la cárcel...

Eso era algo que yo podía hacer para ella.

Hinata me miró e intente ocultar mí excitación (podría pensar que era un enfermo).

— Perdón señor Naruto. Yo no sabía nada de esto, sólo tiene que ponerse en contacto conmigo si quiere un testigo.

Sonreí, porque, diablos, era una cosita rica enojada.

—No dudes que estaré en contacto, muñeca.

Pero no sería para el puto juicio...

Ella asintió y se fue caminando, su frente en alto y convencida.

Señorrrr, que pedazo de mujer.

No la perdería por nuestro mal comienzo. Tal vez le pediría una oportunidad para conocernos mejor. Era seguro que no querría meterse en una relación justo después de esto...

Pero de mientras...

Bee llamó mí atención.

—Naruto, ¿Qué hacemos con esto?

Miré a la pareja y sonreí..

— Llévalos a dónde tienen que estar...

Continuará...

* Lo tengo. Ya pueden entrar.