01
Sanzu como principal seguidor se su rey habia notado algo raro en él, ultimamente su amado rey salía todos los días y regresaba con un ramo de flores nuevas, ya no eran solo rosas, también había girasoles, gardenias, tulipanes etc; con decir que la sala de reuniones de Boten parecía una maldita floreria. Al inicio esto no le molesto, si había algo que rey odiaba era la insubordinación motivo por el cual siempre procuraba no meterse en los asuntos personales de aquel, pero este problema ya lo había sobrepasado cuando Mikey llego a Boten totalmente sonrojado ignorando los reclamos de Kokonoi por gastarse el dinero en flores.
Los Haitani rieron interesados en el nuevo pasatiempo de su jefe, Hajime sacó el presupuestó, Mikey se había gastado 230,450.00 yenes en flores, en dolares serían casi 2000 y Sanzu no vio molestia en la expresión de su rey como creyó que habría, al contrario una sonrisa pequeña adorno sus labios.
— Él es como un girasol. — Susurró Manjirō sosteniendo el ramo de girasoles con el que llego.
Ahí fue cuando todas las alarmas dentro de Haruchiyo, acaso... ¿Su rey había conocido a alguien?
No podía ser verdad.
¿Cierto?
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Haruchiyo dio con la floreria a la que su rey iba casi a diario, solo tuvo que pagarle a Koko para que le diera la información, aprovecho que Ran y Mikey habían salido del pais para resolver el misterio de la flores de una maldita vez.
Los colores exteriores del establecimiento eran pasteles, una extraña combinación entre azul y amarillo para el fondo mientras puntitos de colores lo decoraban, una gran pared de vidrio dejaba divisar varias macetas estratégicamente acomodadas, el nombre estaba tallado en una madera cuidadosamente puesta sobre la puerta "Tokyo Garden".
Sanzu bufo, que clase de nombre de mierda era ese, era un nombre redundante. Claro que no iba a dejar que la extraña estética del lugar lo hiciera olvidar sus planes, así que valientemente se adentro. Dentro era demasiado brillante para los probres ojos del de cabellos rosas, todo estaba lleno de colores vibrantes, si pensaba que Boten se veia ridículo ese lugar se veía cien veces peor.
— Bienvenido ¿busca algo en especifico?. — Preguntó alguien desde un lugar que no pudo ver.
— No. — No quería perder su tiempo con personas insignificantes.
— Entiendo si necesita algo no dude en avisarme. — La voz era gentil — Acabo de regar las flores así que el piso está...
La persona en cuestion no pudo terminar de hablar pues, el cruel y despiadado Haruchiyo había caído de senton a causa del agua, hacía ya muchos años que no pasaba una vergüenza de ese grado, no desde que se volvió una de las cabezas de Boten, su rostro enrojecio y su ceño se fruncio. Sanzu estaba listo que asesinar al tipo esa era la mejor formar de lograr su silencio.
— ¡Oh por todos los cielos! ¿Se encuentra bien?.
Y ahí estaba un joven de cabellos azabaches y brillantes ojos azules extendiendole la mano con clara preocupación en sus ojos. Sanzu pensó en dispararle en ese preciso instante pero justo antes de hacerlo aquel desconocido dio una sonrisa, no era grande, a decir verdad apenas podría ser reconocida como una sonrisa.
Parecía un girasol, un pequeño sol.
Sanzu Haruchiyo había encontrado el girasol de Mikey.
"Mierda."
Pensó, ahora no podría matarlo.
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