Desde que tengo memoria siempre me ha atraído uno de los amigos de mi hermano mayor, un rubio de tez pálida ojos azules y sonrisa encantadora que derretirían a cualquiera, bueno, a mi si

Cuando era más chica, siempre consideré a Inojin como una persona bastante fea, con esa sonrisa tan falsa que no engañaría a una mosca, con esa piel pálida parecida a la de un muerto que asustaría hasta a un fantasma, lo que más odiaba era la poca expresividad en su rostro, su sonrisa fingida era una de las cosas que me sacaba de mis cabales, pero de alguna manera, desde aquel día su sonrisa se volvió ..... Verdadera

-Mira, ¿No es ese Inojin-kun?- Pronuncio una niña de su edad -¡Se ve tan Guapo!-

¿No les ha pasado que en algún momento de su vida los hombres se vuelven el centro de su atención? No exageradamente por su puesto, pero el tema de conversación suele ser de ellos, de lo guapos que son, de altos que se pusieron, de su musculatura, de su sonrisa, de lo atentos que son etc. Pues eso le pasaba a Himawari actualmente, Siempre tenía que oír como sus amigas hablaban de lo atractivo que era su hermano y sus amigos

Era cierto que Inojin era un niño bastante feo, es más, aun recordaba el accidente de hace unos años como si fuera ayer y por supuesto que recordaba su aspecto físico

Si no mal lo recordaba, era bastante bajo al igual que su hermano mayor y que los demás niños como Mitsuki y Shikadai, recordaba como Sarada y Choucho los superaban bastante por casi una cabeza, cosa que ponía de bastante mal humor a su hermano mayor

Recordaba muy bien como ella con 7 años de edad y el con 10 años de edad le llegaba a la nariz, así es ¡a la nariz! De verdad que él y los demás eran bastante enanos

¡Oh! y otra cosa más, su cuerpo, era bastante delgado y flácido al igual que el de su hermano y el de sus amigos, esa era otra de los motivos de burla de Sarada y Choucho hacia ellos. Pero de alguna manera estaba bien, pues no muchas chicas se fijaban en él y no tenía competencia

¡!Pero Ahora!, oooh! Ahora! . ¡! No había chica en la aldea que no se figara en ellos!

Eran un grupo de adolescentes que no pasaban desapercibidos por ninguna chica, Inojin había crecido tanto en tamaño como en facciones.

¡Ahora sí que se sentía enana!, antes le llegaba a la nariz y ahora casi al principio del pecho y sus facciones ¡oh por kami!, su piel pálida con el paso del tiempo y las constantes misiones se fue bronceando poco a poco, pero claro que seguía siendo bastante blanco, su cabello había crecido un poco y era amarrado por una coleta baja

Podía jurar que sus ojos despedían un brillo hipnotizaste, sus labios se habían tornado de un rojo intenso bastante atractivo, su sonrisa era totalmente encantadora y su rostro era bastante atractivo

Las constantes misiones debían sacar algo bueno, Su cuerpo se había vuelto bastante musculoso sin llegar a la exageración, su abdomen se encontraba bien marcado y su espalda y brazos se habían anchado

¡Ella era una niña a comparación de el!, una niña de doce años enamorada de uno de los mejores amigos de su hermano de 15 años, ¿Casi como una telenovela no?

-Hola Inojin-kun- Dijeron de manera coqueta las dos chicas anteriores de su edad, Inojin las saludo con una mano en alto y una sonrisa fingida que pasaban desapercibidas casi por todos -¿! Quisieras salir conmigo!?-

Soltó de repente una de las chicas haciendo que Himawari casi se atragante con su vaso de agua

-Quizás en otra ocasión- Respondió el haciendo que Himawari ensanchara una sonrisa victoriana, después de esto Inojin revolvió el cabello de esa chica haciéndola sonrojar -Hasta luego- les dijo y continuo su camino

Himawari se escondió más en la tienda cuando lo vio acercarse, no quería que él la viera ahí y menos en ese momento. Soltó un suspiro de alivio cuando este desapareció de su vista

-Señorita- Dijo un hombre mayor -Señorita, ¿va a llevarse la caja?- Volvió a decir aquel hombre

-¡ah!, ¡Sí!- Respondió Himawari mientras le pasaba al señor el dinero -Muchas Gracias-

-a usted y por cierto, se ve hermosa Himawari-sama- Himawari se sonrojo ante aquel alago, sostuvo la caja entre sus brazos y después de una leve reverencia se alejó del lugar

Ese día era el cumpleaños de una de sus más grandes amigas, Sarada cumplía 15 años de edad y toda su familia había sido invitada a la fiesta y por supuesto que los amigos de su hermano también

Esa había sido la razón por la que se había vestido de esa forma y hasta había usado un poco de las pinturas de su madre. Llevaba puesta una falda corta con unas medias negras que le llegaban hasta la rodilla, tenía una blusa floja de tirantes que se inflaba cada vez que el aire le pegaba de golpe, Su cabello rebelde lo mantenía suelto y en su rostro tenía un poco de labial y rubor que la hacían ver más tierna de lo que ella hubiese querido

-¡Te vez hermosa Himawari!- Esta se sobresaltó al recibir aquel alago, no pudo evitar sonreír al ver como los chicos de su clase se acercaban a ella

-Muchas gracias chicos- Sonrió ampliamente haciendo sonrojar a más de uno

-Eh, ¿Tienes algo que hacer?- Pregunto con nerviosismo su compañero de banca en la academia -Quisiéramos que vinieras con nosotros, estamos a punto de ir a recoger a las chicas- Dijo mientras le sostenía una de sus manos y la empezaba a jalar

-Eh, lo siento Daku-kun pero yo...- Trato de soltarse del agarre pero Daku la apretó más fuerte

Se sorprendió mucho cuando otra mano más grande y fuerte agarraba la mano de Daku, este se sorprendió al ver a uno de los chicos más "populares de la aldea" agarrarle fuerte la muñeca

-¡!Temee!- Dijo Boruto al momento en que su rostro se ensombrecía, para nadie era una sorpresa que el hermano mayor de Himawari fuera sobre protector con ella, todos conocían la historia de unos niños que fueron humillados por el cuándo "molestaron" a Himawari

-¡ah!- Daku soltó rápidamente la muñeca de Himawari pero Boruto seguía sosteniendo la de él, cosa que lo asusto

-¿! Que estabas haciendo!?- Pregunto bastante enojado, Daku solo podía temblar de miedo y no se dio cuenta cuando todos sus amigos ya habían dado unos cuantos pasos hacia atrás, Boruto les doblaba la altura y también era uno de los ninjas más fuertes de la aldea, nadie se enfrentaría a el

-Nada Oni-chan- Respondió rápidamente Himawari, aunque la cara de sus amigos le daba risa, no podía evitar sentirse mal por ellos -Solo me estaba preguntando si quería ir a algún lugar-

-No es lo que vi- Respondió cortante y frio haciendo temblar a Daku

-Oni-chan ¡son mis amigos!- Boruto suspiro resignado y soltó la muñeca de Daku, Himawari le regalo una hermosa sonrisa y este le devolvió el gesto sin poder dejar de temblar, luego se fue corriendo con los demás niños

-¿Por qué siempre eres así?- Pregunto Himawari mientras empezaba a caminar con su hermano

-Solo quiero cuidarte- dijo mientras empezaba a caminar y se paraba en un local para admirar unos collares de mujer

-¿Aun no le has comprado un regalo a Sarada?- El tono que uso había sido pícaro, estaba consciente de los sentimientos de Sarada hacia su hermano, aunque no estaba segura de los de él, pero se notaba que también la quería

-N-no- Respondió Boruto enderezándose rápidamente
-¿Himawari puedes adelantarte?- Himawari sonrió picara -Yo... ¡olvide que tenía que hacer algo!-

Himawari se rio por lo bajo mientras le daba la espalda a su hermano y empezaba a caminar, Boruto regreso su mirada hacia la estantería

-¡! El de la mariposa esta bonita!- Grito mientras empezaba a correr veloz, volteo hacia atrás y pudo ver como el sonrojo de su hermano incrementaba, ella solo rio, esos dos estarían juntos algún día y ella ayudaría en todo lo que le fuera posible
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Himawari decidió adelantarse para la fiesta a pedido de Sarada, al llegar la tía Sakura la recibió y la invito a pasar diciéndole que era la segunda en llegar

La casa de Sarada se encontraba bastante decorada, había globos y serpentinas por todas partes, la comida ya estaba servida y por muy extraño que pareciera, el Tio Sasuke se encontraba bastante formal sentado en uno de los sillones de la casa

No quiso interrumpirlo pues para una niña como ella más bien parecía que estaba durmiendo, en vez de meditar

-Himawari cariño- La tía Sakura la saco de su trance -¿Podrías abrirme aquella ventana para que entre luz?-

-Sí, tía Sakura- respondió amablemente mientras se acercaba a la ventana y la abría, luego sus ojos se sorprendieron de volver a ver a aquel animalito que había visto hace algunos años -Una mariquita- Pronuncio por lo bajo, el insecto entro a la casa y empezó a volar en el interior de ella, Himawari decidió seguirla, después de lo que su madre le había contado le emocionaba ver una de nuevo, pues por más extraño que parezca en todos esos años no había vuelto a ver una

Dio una vuelta completa alrededor de su tío Sasuke, luego subió por las escaleras de aquella casa hasta el segundo nivel, la mariquita reposo en una de las perillas de las habitaciones, para ser más específicos, en la de Sarada

Himawari se acercó para lograr atrapar a la mariquita cuando una voz bastante conocida le llamo la atención, era cierto, la madre de Sarada le había dicho que ella era la segunda en llegar

Himawari acerco su oído hacia esa puerta para poder escuchar mejor, la mariquita ya no era su prioridad y sin saberlo ya se había ido de ese lugar

-Sarada- Himawari descubrió por completo aquella voz, ¡Era Inojin!
-Sarada necesito decirte algo-

-Suéltalo- respondió Sarada en tono divertido, siempre solía tratar bien a sus amigos

-Yo, ¡tú me gustas!- Himawari despego su oído de la puerta con brusquedad, su respiración se había hecho bastante pesada, algo en el interior de su pecho empezaba a dolerle, escucho pasos acercarse hacia la puerta y rápidamente se escondió en otra habitación, la abrió un poco solo para comprobar como Inojin salía del cuarto de Sarada

Recostó su espalda en la puerta, no sabía que hacer, el amor de casi toda su vida acababa de declarársele a una de sus mejores amigas, ¡¿no se suponía que la mariquita traía la buena suerte?!

-¿H-himawari?- Esa voz la hiso enderezarse, había dejado la puerta abierta en esa habitación y Sarada había podido ver sus azulados cabellos -Himawari, ¡llegaste!-

-Hola, Sarada- Sarada se sorprendió, el tono que había usado himawari era poco inusual

-¿Estas bien?- por primera vez Himawari recurrió al método de Inojin, una sonrisa falsa que extrañamente lograba engañar a casi todos -Que alivio, por un momento te note... ¿Espera, cuanto llevas aquí?-

-Acabo de llegar, vi a Inojin salir por la puerta principal- Mintió

-A ya veo, ven entra estaba a punto de cambiarme- Himawari obedeció, jugo y bromeo con Sarada mientras controlaba que las lágrimas no salieran de sus ojos, Sarada se había dado cuenta de esto y decidió no dejarlo pasar, ella no era tonta y sabía lo que pasaba

-¿te gusta?- Pregunto Sarada -Te vez bonita-

Himawari salió de su trance para verse en el espejo, ni siquiera se dio cuenta cuando cambio de vestimenta. Tenía otro vestido amarillo que le ajustaba la parte del pecho y se aflojaba hacia abajo, como era una niña apenas y resalta su figura pues aún no se encontraba del todo desarrollada, llevaba un labial rojo y un poco de sombras en los ojos, su cabello se encontraba amarrado en una cola de lado, mientras su fleco aun reposaba en su frente

-Seguro que sorprenderás a más de alguno- Dijo Sarada -Mama invito a sus amigas del hospital y ellas traerán a sus hijos, prepárate Hima- Pronuncio de manera coqueta

Himawari sonrió falsamente, y por primera vez noto la vestimenta de Sarada

Cargaba un vestido ajustado con escote en V, era de color rojo que resaltaba toda su figura, Su cabello se encontraba igual que el de ella, amarrado en una coleta de lado, sus ojos tenia sombras y delineador, sus mejillas tenían un ligero rubor y sus labios se encontraban teñidos de rojo, se encontraba realmente hermosa, Esa era el tipo de mujer que Inojin quería

-Sarada te vez bonita- Sonrió de verdad haciendo que Sarada hiciera lo mismo, la noche había caído en Konoha y la música empezaba a sonar en el lugar mientras los invitados comenzaban a entrar

-Es hora de salir- Dijo Sarada
-¿Vienes?- Himawari negó con la cabeza

-has tu gran entrada, Sarada-onechan- Sarada le sonrió y luego salió de la habitación, oyó como los aplausos resonaban por todo el lugar, Sarada era el centro de atención

Despues de un tiempo Himawari decidio salir de la habitación, Bajo las escaleras del primer nivel con la cabeza baja, pudo ver a su madre y a su padre de lejos platicar con los padres de Sarada. Luego un poco preocupada busco a Sarada y pudo verla platicando con su hermano y con Choucho

Busco y busco pero no logro encontrar ni rastro de Inojin, dio una vuelta para ir a conseguir un poco de jugo pero se topó con alguien

-¿Daku?- Pronuncio Himawari, le sorprendía verlo ahí y sobre todo tan formal -¿Qué haces aquí?-

-Mi madre trabaja en el hospital- Respondió mientras sus mejillas se teñían de rojo -Fuimos invitados a esta fiesta, sabía que te vería aquí pero no tan hermosa-

Himawari se sorprendió ante el alago, no sabía que decir y como si la música no ayudara de repente apareció una canción lenta

-¿Quieres bailar?- Daku le extendió la mano con nerviosismo, Himawari la acepto y poso una de sus manos en el hombro de su compañero, sintió un poco de nerviosismo cuando el poso una de sus manos en su cintura. El ambiente era totalmente romántico, y la mirada de Daku sobre ella la empezaba a poner nerviosa

-Himawari, quiero decirte algo- Por un momento esas palabras le recordaron a Inojin, la tristeza envolvió su cuerpo y bajo un poco la cabeza

-No quiero escucharte- Daku se sorprendió por aquella respuesta
-Mejor dímelo después- Himawari soltó su agarre y se dio la vuelta para retirarse pero Daku la sostuvo de la muñeca -¡Daku suéltame!-

Este se reusó a hacerlo, estaba dispuesto a declararse ahí mismo, pero como en la tarde nuevamente fue interrumpido

La cintura de Himawari era sostenida firmemente por una mano grande, La muñeca de Daku era sostenida nuevamente por alguien mayor, El corazón de Himawari se aceleró y sus mejillas empezaron a encenderse cuando vio cómo su rostro estaba tan cerca del de Inojin

-Lo siento- Dijo Inojin, su voz resaltaba un poco de enojo -Pero te la robare un momento-

Himawari estaba bastante sorprendía, Inojin no le soltaba la cintura en ningún momento, vio con el rabillo del ojo la expresión enojada de su compañero de clase, cuando se dio cuenta ya se encontraban en el patio de aquella casa

-¿Estas bien?- Le pregunto Inojin, La música se sentía bastante distante, solo la luz de la luna iluminaba sus cuerpos en aquel lugar, Inojin vestía un traje negro con una camisa blanca con los dos primeros botones destapados dejando a la vista un poco de su buen tonificado pecho

-Si- Soltó levemente mientras bajaba la mirada, aun le dolía el hecho de que Inojin estuviera enamorado de alguien más

-Se te iba a declarar ¿verdad?- El la volteo a ver y ella hiso lo mismo, ambos par de ojos azules se encontraron, Himawari estaba bastante sorprendida por su observación -¿Y le ibas a decir que si?-

-¡No!- Respondió Himawari rápidamente, Inojin se sorprendió y solo embozo una sonrisa

-Pobre de el- Inojin deshizo su sonrisa mientras bajaba el rostro -Ya somos dos los rechazados en este día- Himawari abrió los ojos, una inmensa alegría la invadió al saber que Sarada no había aceptado los sentimientos de Inojin, se sentía solamente un poco mas calmada

-P-pues que tonta- Himawari sostuvo fuerte el vestido entre sus manos al sentir la mirada de Inojin en ella
-Y-yo no rechazaría a alguien como tú-

Inojin se hecho a reir, parecía ser que él siempre se reía cuando ella hablaba de sus sentimientos

-Muchas gracias- le sonrió -Tampoco rechazaría a alguien como tú- Inojin poso una de sus manos en su cabeza, revolviéndole el cabello sin siquiera notar el efecto que esas palabras realizaban en el interior de Himawari -Si tan solo fueras más grande- Himawari agacho la cabeza con resignación, ¿Por qué Inojin siempre la bajaba de su nube?

-¡Entonces, c-cuando sea mayor seré tu novia!- Inojin se hecho a reír nuevamente, las mejillas de Himawari se tiñeron de rojo mientras hacia un puchero

-Cuando seas mayor- Dijo Inojin en manera de broma mientras empezaba a encaminarse hacia la residencia Uchiha

Los ojos de Himawari se iluminaron, mientras un deje de emoción invadía todo su cuerpo, ¡estaba decidida!, entrenaría mucho para ser algún día una buena novia y por supuesto que tendría a Sarada y a Inojin separados, aunque estaba segura que no sería tan difícil al ver como en los siguientes días, Sarada era totalmente inseparable a una cadena con un dije de mariposa.
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Holaaaaaa
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