Capitulo 2
-"Y 1, y 2..."- Dijo el chico misterioso
Un vampiro al lado de la jaula comenzó a tocar varios acordes de bajo.
-"¿Qué haces aquí?~"- Canto el chico
Ahhhh~
Cantaron otros dos vampiros.
-"Buscas pelear conmigo, y malo yo soy~
Ahhhh~
-"Y siempre conmigo tu estas ~ ¿Qué deseas de mi mundo? Mi pequeña mujer~"- Canto el chico al ritmo de la música
Ahhhh~ ahhhhhh~
¡CRACK!
Los cuellos de todos los involucrados fueron trocitos sin piedad y se esfumaron.
-"Oh ¿Qué? ¿Sin coro? Buuu"- Se quejó el chico inmortal
Sin verse afectado, el chico se reacomodo el cuello.
-"¡Ya deja de cantar!"- Le grito Marceline llegando
Como dato aparte, fue ella la que les torció el cuello a los demás.
-"¿O qué? ¿La temible Mar-mar me matará con sus traumas de papa?"- Pregunto el chico inmortal cruzado de brazos
En respuesta Marceline rompió la celda y lo agarro del cuello volviendo sus ojos rojos y rugiendo como animal.
-"Cuida tu lengua si quieres conservarla..."- Lo amenazó Marceline con voz de ultratumba
-"Tómala si quieres, vuelve a crecer, bleee"- Dijo el chico inmortal sacando la lengua
Y el chico reaccionó con burla a su amenaza, como suele hacer con sus amenazas previas, y siempre termina de la misma.
Con Marceline arrojándolo sin cuidado de nuevo en su celda.
No es que hiciera a diferencia, pues su prisionero permanente era frustrantemente apático a todo, como ahora mismo, la celda ni siquiera tenía barrotes ahora y el solo se quedaba ahí sentado, en los meses que había estado ahí encerrado, ni una sola vez había tratado de escapar.
-"Estrella, cuando vas a entender que no puedes pelear con otros si sigues peleando contigo misma"- Dijo la voz de Bonnibel Goma
No es que fuera ella en realidad.
Marceline le dio otra mirada furiosa por atreverse a usar esa voz.
El chico misterioso solo le sonrió divertido.
Ese era otro de sus pequeños trucos, imitar las voces de otros, solo posaba sus dedos en su garganta y de inmediato podía imitar perfectamente la voz de cualquiera, generalmente usaba la voz de la propia Marceline o incluso del Rey Vampiro, pero otras ocasiones usaba voces que no reconocía... o que conocía muy bien.
Marceline le rasgo la garganta con sus gafas y lo tiro contra una pared como un muñeco de trapo.
-"¿Qué te dije sobre usar esa maldita voz?"- Le gruño Marceline.
El chico solo se río divertido mientras se sonaba la garganta que estaba como nueva.
-"¿Por qué? ¿Te hago sentir incomoda? ¿Te recuerdo tus promesas? ¿La persona que querías ser?..."- Dijo comenzando con su voz normal para terminar con la voz de una mujer.
Eso descontrolo el temperamento de por si explosivo de Marceline quien se lanzó hacia el chico inmortal.
Desde las sombras de la habitación se vio como la sombra de Marceline cambiaba violentamente para luego comenzar a masacrar y desmembrar brutalmente al chico, rasguñando, mordiendo, arrancando y golpeando.
Terminando por arrojar los restos a la celda nuevamente.
Marceline lentamente volvió a la normalidad, pero jadeaba por la ira, y cuando ya estaba calmada, sus nervios se dispararon al escuchar su burlesca risa detrás suyo.
-"Sabes, si aún hubiera escuelas, serias una pésima estudiante, porque parece que no aprendes..."- Dijo el chico recostado casualmente en el suelo
Marceline apretó los colmillos y se transformó por segundo en un gigantesco lobo negro que le rugió al chico antes de volver a su forma original y gritarle.
-"¡¿CUAL ES TU PROBLEMA?! ¡¿QUE SE NECESITA PARA HACERTE DESAPARECER?!"- Le grito Marceline frustrada
El chico pareció pensarlo un poco antes darle una respuesta.
-"Sabes, esa es la cosa, es complicado. Se supone que lo sé todo, pero no sé cómo morir, así que, o es lo único que no se hacer o no hay forma de que me muera"- Dijo el chico inmortal encogiéndose de hombros
Marceline pareció estar a punto de perder la calma nuevamente, pero en su lugar tuvo que contener lágrimas de furia para luego echarse en su cama.
Ese era otro asunto, todo el conocimiento del universo almacenado en esa irritante bolsa de sangre parlante.
Después de dos meses de su llegada, el Rey Vampiro descubrió la identidad de su prisionero imposible de matar, en la antigüedad lo solían llamar el Grimwalker, un ser permanente e infinitamente sabio, se dice que lo sabe todo, incluso lo que sucede a miles de kilómetros de distancia, y a sólo segundos de suceder.
Lo habían llamado de diferentes formas a lo largo de la historia humana...
El Oráculo de Delfos, Heimdal el blanco, Nostradamus, Rey Salomón, Osiris y demás...
Puede saber exactamente lo que harás miles de años incluso antes de que nazcas.
Si algo es posible, él lo sabe. Cualquier misterio sin resolver, él lo sabe. La respuesta a cualquier pregunta, él la conoce.
Al principio trataron de torturarlo para sacarle todas las respuestas del universo, pero al parecer además de regenerarse, tampoco se inmutaba por el dolor.
Y cada día que pasaba en el cuarto de Marceline, la vampira se volvía cada vez más loca.
-"Sabes, tu historia en general me parece genérica, absurda y aburrida, digo ¿Te tiraron de chiquita y ahora eres mala? ¿Qué clase de historia de abono es esa?"- Dijo el chico sentándose de cabeza.
-"Deja... de hablar"- Gruño Marceline tapándose los oídos con una almohada
-"Digo, en serio, comparado con todo lo que pudo haber sido, es realmente, un asco, pudiste ser genial, y en cambio eres... esto"- Dijo el chico señalando a Marceline con disgusto.
-"Tu que sabes..."- Murmuró Marceline con molestia
-"¡Escuche eso! ¿Ya lo olvidaste genio? Yo lo sé todo"- Dijo el chico para luego hacer brillar sus manos
Una flor con cara apareció moviendo sus tallos en burla
No eres... una genio... No eres... una genio...
Canto la planta mágica antes de desaparecer.
Marceline le arrojo una almohada a la cabeza con toda su fuerza, pero fue fácilmente esquivada.
-"¡Tú no sabes nada! ¡Solo te quedas ahí sentado sin hacer nada! ¡No eres más que un gran inútil!"- Le grito Marceline molesta
-"Claro que soy inútil ¿Por qué crees que hice que me encerraran? Este es el castillo de lo inútiles, donde los inútiles deben estar"- Dijo el chico encogiéndose de hombros.
-"¿A qué te refieres?"- Pregunto de repente Marceline
El chico se giró para mirarla con una sonrisa presumida.
-"Yo he vivido por varios miles de años, y no he podido cambiar nada del mundo, soy un completo inútil... y los vampiros igual, el mundo no cambia, por que cuanto más cambian las cosas, más permanecen igual"- Dijo el chico con una mirada resignada y lejana
Fue la primera expresión de emociones reales que había visto.
-"Pero, en fin, en cuanto a tus dudas de si lo sé todo o no, te daré las pruebas que quieras, pero solo a ti, porque me divierte verte humillada"- Dijo el chico inmortal señalándola con burla
Marceline bufo con molestia.
-"Aquí una prueba, a aproximadamente 30 kilómetros, gira la izquierda dos calles, y sigue derecho hasta que veas un destruido edificio con una figura de un hombre patata atravesando el techo, una vez dentro del edificio, ve detrás del mostrador hasta la cocina, encontrarás un frigorífico que aun funciona, dentro hay una bolsa lleno de patatas congeladas, enciende la freidora que estará detrás de ti, y obtendrás papas fritas de primera calidad"- Dijo el chico inmortal tirándose en el suelo con las manos en la nuca.
-"¿Es en serio? ¿Esa es la prueba de que lo sabes todo?"- Pregunto Marceline en tono burlón.
-"Si no estas convencida, ve tu misma y averígualo, sabes que no intentaré escapar, y aunque lo hiciera, no podían hacer nada para detenerme, así que no te preocupes"- Dijo el chico moviendo su mano para despedirla
Marceline entrecerró los ojos y lo miro con sospecha, por un lado, no sabía si confiar en una palabra que saliera de su sucia boca... pero, por otro lado, no había probado papas fritas en año.
-"Bien, pero recuerda, tengo oídos agudos, si creo que me engañas volveré de inmediato y te haré pedazos"- Lo amenazó Marceline
-"Si, sí, sí, Soy mala, blablablablabla"- Dijo el chico cerrando los ojos quedando dormido.
Marceline aún estaba dudosa, pero decidió mejor no darle importancia y se fue volando.
Una vez que se fue, el chico sonrió con picardía, pues su plan ya estaba en marcha.
Y sabía que dos vampiros incompetentes estaban cerca de la habitación de Marceline.
-"¡Oigan idiotas, traigan una botella vacía a mi cuarto ahora, o le arrancaré el corazón con mis dientes!"- Les grito el chico con la voz de Marceline
Los dos idiotas al escuchar la voz de La Estrella, solo se apresuraron a obedecer.
-"Definitivamente, no es una genio"- Dijo el chico con una sonrisa satisfecha
1 hora después.
El chico ahora estaba jugando con un bajo que el vampiro anteriormente asesinado había dejado.
Y de repente llego una Marceline sonriente con una pequeña canasta llena de papas fritas humeantes.
-"Oye... ¿Qué tal esas papas?"- Pregunto el chico inmortal con una sonrisa irónica
-"Honestamente, creí que solo estabas molestándome, y pensaba en destrozarte miembro por miembro al volver, pero me alegra que no haya sido así, además ¡papas gratis!"- Dijo Marceline como una niña
-"Si, si ¿aun no las pruebas?"- Pregunto el chico tocando el bajo
-"Si, es que, como me dijiste donde encontrarlas... pensé en..."- Decía Marceline
-"¿En compartirlas conmigo?"- Pregunto en broma
-"¡Ja! Claro que no, pensaba en comérmelas todas frente a ti ¿creíste que las compartiría? Son mías"- Dijo Marceline sonriendo con malicia
-"Si, ya sabía, solo bromeaba, pero está bien, disfrútalas mientras puedas..."- Dijo el chico sonriendo distraídamente
Y Marceline quien estaba por llevarse una papa a la boca se detuvo y miro curiosa al chico inmortal.
-"¿Qué quieres decir?"- Pregunto de forma sospechosa
-"¿Eh? Oh si, tu y todos los vampiros morirán en unos años, todos serán asesinados, y tu igual"- Dijo el chico moviendo la cabeza al ritmo del bajo
-"¿Asesinados? ¡¿Qué?! ¡¿Por quién?!"- Pregunto Marceline ahora alarmada
Ahora que estaba segura de que este tonto lo sabía todo, no le sorprendía que supiera el futuro.
-"No debería decírtelo, y aunque te lo dijera, nada podrías hacer, es su destino volverse un héroe"- Dijo el chico inmortal deteniendo su música
-"Pues si no importa, entonces dime, tú mismo lo dijiste, eres un inútil, y sin importar que pase no morirás sin importar que le pase al mundo, así que ¿Qué te importa?"- Dijo Marceline tratando de convencerlo
El chico bufo en burla y luego la miro con fastidio.
-"No tienes que tratar de convencerme, es lamentable, si lo mayores gobernantes del viejo mundo no pudieron sacarme nada, tú tampoco, ni siquiera las reinas de Inglaterra ¿te conté sobre Elizabeth primera? Bueno, yo le dije que era la primera, si me entiendes"- Dijo el chico rodando los ojos
Pero Marceline no se rindió y le arrebato el bajo.
-"¡Solo dime tonto!"- Le exigió Marceline
-"Oye, oye, cuidado con el bajo, no quedan muchos, y el más cercano está muy lejos"- Le dijo el chico inmortal
-"Dímelo y te devuelvo el bajo"- Dijo Marceline
-"Uff bien, te lo diré"- Se rindió el chico levantando las manos
Marceline sonrió victoriosa antes de devolverle el bajo.
-"Bien, verás ¿recuerdas al gato mágico, la chica rubia y el viejo que estuvieron aquí hace tiempo?"- Pregunto el chico, aunque ya sabía la respuesta
-"Si, es difícil no recordar a alguien que insulta al Rey Vampiro en su cara"- Dijo Marceline encogiéndose de hombros
-"Bien, no estaban solos, con ellos vino un bebé que quedó al cuidado del ayudante de Bonnie, ese niño no es exactamente humano, es más bien la reencarnación de un antiguo ser cósmico de la verdad y la justicia, su único objetivo es luchar contra la oscuridad, proteger la vida y destruir a los monstruos malvados, esta literalmente destinado a ser un héroe, y dentro de 16 años con dos meses, el erradicara a cada vampiro en la tierra, y junto a sus amigos, te aniquilaran y luego el rey vampiro morirá"- Dijo el chico afinando su bajo
Marceline se alejó con una expresión de pánico, para luego volverse una nerviosa.
-"Estas bromeando ¿verdad? Solo me estas molestando"- Dijo Marceline tratando de negar la situación
-"Nop, ese es tu destino, no me culpes a mí, si yo estuviera a cargo las cosas serian un tanto diferentes"- Dijo el chico inmortal con fría indiferencia
En un arranque de desesperación, tomó el chico inmortal por los brazos y lo estampó contra la pared de la celda.
-"Tu lo sabes todo, dime como evitarlo, dime donde esta ese chico ¿Dónde lo encuentro?"- Le dijo Marceline en un tono peligroso.
-"Claro que no, una cosa es que me molesten ustedes, pero que te molesté el destino es una cosa muy diferente ¿Cómo crees que me volví inmortal?"- Dijo el chico con humor
-"¡Pues dime que puedo hacer!"- Dijo Marceline con los ojos rojos
-"Pues puedes decirle al Rey vampiro y... ou..."- Dijo el chico al darse cuenta de que se le resbalo la respuesta
-"¡Aja!"- Le dijo Marceline señalándolo
-"Esta bien, me descubriste, puedes decirle al Rey vampiro, pero te advierto algo, pase lo que pase, hay algo que no debes hacer..."- Dijo el chico con un tono repentinamente serio
Marceline noto el cambio en su tono y no pudo evitar preguntarse ¿Qué cosa era la que debía evitar hacer?...
Trago saliva con anticipación.
-"Y... ¿Qué debo evitar hacer?"- Pregunto Marceline algo nerviosa
...
-"Ya lo olvidé..."- Dijo el chico encogiéndose de hombros
-"¡¿Qué?!"- Dijo Marceline
-"Estoy falto de nutrientes y me falla la memoria, dame un minuto para recordar, tienes súper oídos ¿no? Si me escuchas gritar tu nombre es porque lo recordé, tu ve y dile al Rey"- Dijo el chico poniéndose cómodo
-"¡Uy, me pones furiosa!"- Gruño Marceline antes de irse volando
El chico miró hacia donde estaba las papas que había dejado Marceline.
Pero volvió rápidamente.
-"¡Ni lo sueñes! ¡Nadie se comerá mis papas!"- Dijo Marceline
El chico inmortal bajo la cabeza pareciendo decepcionado hasta que la Vampiresa se fue nuevamente, entonces sonrió de lado perversamente.
De un movimiento perezoso, arrojo una botella de vidrio llena de sangre hacia una ventana, sabiendo bien donde terminaría.
La botella aterrizó en la rama de un árbol, pero por el impulso de la caída, la rama lanzó la botella en dirección contraria, regresando al castillo, la botella entró por un agujero comenzó a rodar dentro de la edificación, aumento su velocidad hasta chocar contra una esquina y agrietarse, la sangre fluyó por un agujero debajo de la botella y flojo convenientemente sobre unas papas fritas.
-"Eso fue lo que me dijo"- Le dijo Marceline al Rey Vampiro
El Rey Vampiro se inclinó en su tronó de forma pensativa.
-"No se puede confiar abiertamente en las palabras del inmortal, pero si algo de lo que dijo es cierto, entonces nuestra especie se enfrenta a un peligro nunca antes visto"- Dijo el Rey vampiro
Guardo silencio por un momento antes de girarse a Marceline.
-"Trata de conseguir más información, has lo que sea necesario"- Ordeno el Rey Vampiro
-"De acuerdo, aunque dudo que la tortura sirva de algo"- Dijo Marceline encogiéndose de hombros
¡MARCELINE!
Marceline abrió los ojos cuando escucho el grito.
Rápidamente voló hacia su habitación sin perder el tiempo, antes de que el Rey Vampiro pudiera decir algo, Marceline reapareció en habitación jadeando del esfuerzo.
-"¡¿Qué?! ¡¿Ya recordaste?!"- Pregunto Marceline
El chico inmortal la tomó de los hombros y la miró directo a los ojos.
-"¡Si! ¡Y es muy importante! ¡Así que escúchame bien!"- Dijo el chico luciendo con mucho pánico.
Marceline aturdida solo asintió esperando a que le dijeran.
-"¡Marceline! Hagas lo que hagas, no dejes que el Rey Vampiro toque tus papas"- Dijo el chico pareciendo asustado
Marceline se alejó de el por la respuesta pues parecía que ya se había vuelto loco, pero entonces se percató de algo...
...no tenía sus papas.
Sin saber por qué, se apresuró de vuelta a la sala del tronó del Rey Vampiro, no quería creer las locas palabras del chico loco, pero una extraña presentimiento en su corazón le decía que algo malo estaba por pasar.
Y aun después de escuchar la advertencia, entendió una cosa...
Pues nada la prepararía para lo que vio al entrar en la sala del tronó.
Ya que, al entrar, vio al Rey Vampiro, su padre...
Comiéndose sus papas una tras otra sin ningún remordimiento...
Sintio como las lágrimas salían de sus ojos descontroladamente sin poder detenerlas.
No recordaba la última vez que había llorado ¿y por qué? ¿Por unas estúpidas papas?
El Rey Vampiro se volteo a verla por un segundo, pero no le tomó ni medio segundo regresar a su comida.
Eso atravesó el corazón de Marceline con mas fuerza que una estaca.
-"Snif.. papi... ¿Por qué?"- Dijo Marceline sollozando
Sin decir otra cosa, voló se regresó a su habitación y sin decir nada se echó a llorar en su cama.
Esto podría parecer cruel, pero el chico inmortal sólo sonrió de lado sin que lo vieran ¿por qué?
Pues todo salió como esperaba.
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