Inalar*...

Exalar*...

-"Hello, Hello, Hello, Hello~"- Tarareo un chico por la llanura

Llevaba una vestimenta punk habitual de un rebelde o el hijo adolescente frustrado de alguna madre o padre sobre trabajador.

Llevaba una chaqueta negra con púas en los hombros, chaqueta verde de diseño llameante con calavera, pantalones negros y calzado deportivo.

Mientras caminaba y tarareaba una canción de Nirvana, saco de sus bolsillos un par de guantes con púas en los nudillos aparentemente sin razón.

Camino hasta un camino de madera vieja y se paró ahí por unos segundos con las manos en los bolsillos.

La madera debajo de él cedió por el peso y cayó hacia abajo.

Cayó por el hoyo sin inmutarse hasta aterrizar sobre un vampiro desprevenido, el vampiro tardó en reaccionar hasta ver quien le pisaba la espalda.

-"Oh hola, Ted ¿Cómo estás?"- Pregunto el extraño con indiferencia

El vampiro abrió mucho los ojos al ser llamado por su nombre humano, lo suficiente para que una púa del guante del extraño se alargará y lo apuñalada en el corazón.

-"¿Te importa si tomo esto? Botín de guerra"- Dijo el quitándose la camiseta

Segundos después, el vampiro exploto en una nube de humo.

Ato la camiseta del vampiro muerto a su cintura pues no traía mochila para guardarla, para luego se alejaba por un túnel caminando tranquilo.

-"Siempre fue un estúpido, volverse vampiro lo hizo incluso más grande"- Dijo el extraño con indiferencia

Siguió tarareando la canción con apatía mientras esquivaba obstáculos aleatorios como si fuera un nivel de videojuego memorizado.

Dos vampiros que detectaron su olor salieron de la nada y se abalanzaron sobre el para derribando, pero el extraño chico solo se tumbó en el suelo boca abajo esquivando a los vampiros.

Los dos chupasangres lo miraron molestos antes de volver a atacar, pero de un movimiento, se giró como un tronco el puño extendido con una púa afilada que uso para engañar a ambos vampiros desde el corazón.

Saco la púa tan rápido que no tuvieron tiempo de reaccionar cuando a uno le quitaron los pantalones, un segundo después ambos explotaron en una nube de humo.

-"Botín de guerra..."- Dijo el extraño inexpresivo

Siguió caminando con su actitud inmutable, pues, aunque no lo crean, este chico de aquí, no le importaba, absolutamente nada.

Termino de caminar después de unos minutos cuando entro en un bosque y se quedó quieto en un claro, miro inexpresivo al cielo que estaba siempre nublado por la magia de la corona mágica que poseía el Rey vampiro, lo cual permitía que los vampiros vagaran libre en el día.

Esa corona le pertenecía originalmente a su creador y elemental de hielo, Evergreen, quien falleció junto a los demás elementales junto a su aprendiz/ayudante Gunter el dinosaurio cuando el primer cometa catalizador negativo, ahora conocido como El Lich, se estrellará en el planeta.

La corona se perdió hasta que fue encontrada por un anticuario de objetos antiguos llamado Simón Petrikov, quien la compró a un pescador al norte de Escandinavia, pero no pudo llegar a usarla ya que la guerra estalló, y junto a ella llegaron los vampiros quienes fácilmente acabaron con su vida y la de su prometida Betty Grof.

Y quien acabó con su vida no fue otro que el mismo Rey Vampiro, quien simplemente tenía hambre, y terminó llevándose premios dobles ya que no sólo encontró la corona mística de Evergreen, sino que también tuvo la suerte de encontrarse con Marceline Abadeer, hija de Elise la Humana y Hunson Abadeer el Rey de la nocheosfera.

Sin saber nada de lo que ocurría a su alrededor, Marceline siguió al Rey vampiro por años sin darse cuenta de que estaba siendo moldeada para ser la mejor "hija" del Rey vampiro, y tiempo después fue conocida como La Estrella.

Tantas cosas que se podrían haber evitado, tantas cosas que se podrían haber hecho diferentes... es una pena que no haya marcha atrás, cometes horrores y debes vivir con ellos, y sí, dijo horrores, no errores.

Pero ¿por qué estaba parando quieto en medio del claro de un bosque? Es porque aquí iba a estar La Estrella en unos segundos, por lo que se está quedando ahí para que sea más fácil para ella encontrarlo y secuestrarlo ¿Por qué quería eso? Pues podría contárselo, pero arruinaría la sorpresa.

Una risa burlona se escucha por los árboles

El chico extraño rueda los ojos con aburrimiento, para luego levantar los brazos esperando el impacto

Una figura oscura paso a gran velocidad y lo derribo sin problemas para proceder a alimentarse de él.

Fin.

No, no realmente.

Lo que pasó en realidad es que La Estrella estrelló al chico extraño contra un árbol para divertirse antes de comérselo.

-"Vaya, y yo pensaba que ya no había más humanos ¿Dónde te escondidas?"- Pregunto Marceline con burla

El chico, cuyo tórax se había incrustado en el tronco del árbol la miró con una expresión en blanco para luego separarse del árbol y sacudirse la suciedad de la ropa.

-"Solo esperaba aquí, por ti."- Dijo el chico extraño con las manos en los bolsillos

-"¿Esperar por mí? Que divertido, a ver si puedes divertirme un poco más"- Dijo Marceline antes de que sus ojos se volvieran rojos

El chico dio un pequeño paso a la izquierda unos segundos antes de que Marceline se abalanzara hacia él.

Para confusión de la Vampiresa, termino pasando de largo y estrellándose en el árbol donde había estado el chico hace unos segundos.

El chico no se burló, solo se quedó ahí, observándola.

Marceline sacudió la cabeza por el golpe para luego escupir un pedazo de madera que tenía atrapado en la boca.

-"Bueno ¡Ahora si me enfade!"- Grito Marceline enfadada

Nuevamente se impulsó hacia el chico extraño quien nuevamente la esquivo sin esfuerzo, provocando que esta vez se estrellara con una roca cercana, partiéndola a la mitad con su cabeza.

Pedazos de la roca saltaron por todos lados, y con aburrimiento el chico extraño recogió uno para luego esconderlo detrás de su espalda.

Marceline salió de donde se había estrellado apretando los colmillos con una ira desbordante, se giró hacia el chico que la veía con una expresión aburrida con un siseó vampiro.

-"¡Es todo! Quería jugar un rato, pero eres más molesto que el Humano promedio ¡Así que te mataré ahora mismo!"- Dijo Marceline agrandando su boca para absorber su alma

Pero el chico ya vio venir esto por lo que cuando su boca abrió por completo, arrojo la piedra que había recogido y se la lanzó.

Al no ver venir esto, Marceline se atragantó con la piedra y comenzó a toser tratando de expulsar la piedra mientras tosía.

Sin prestar atención a eso, él chico extraño dio media vuelta y se fue caminando dejándola para que se ahogue.

Pero no paso más de 5 segundo para que Marceline escupiera la piedra y sus ojos ardieran en furia asesina, ya lo había decidido, ese tonto humano iba a morir hoy ¡iba dejarlo tan seco que su piel parecería un globo sin aire!

Marceline voló hacia la dirección en la que se había ido el chico y rápidamente lo encontró.

Acto seguido lo inmoviliza contra el suelo y prepara sus colmillos.

-"Sabes, en todos estos años, eres el primer, EL PRIMER humano que me ha hecho enojar tanto, por eso te respeto, pero por eso también voy a vaciarte lentamente para que sientas cono cada gota de tu sangre abandona tu cuerpo marchito y débil"- Dijo Marceline en su mejor tono macabro

Pero en respuesta, el chico extraño solo saco la lengua con una trompetilla.

-"Hazlo o no lo hagas, solo estamos tú y yo, y no estas impresionando a nadie, eres pura lengua..."- Dijo el chico extraño rodando los ojos internamente riéndose de su broma "Sin lengua" y "Pura lengua".

Y clavo sus colmillos en un movimiento sorpresivo.

Marceline se quedó ahí con los ojos cerrados para concentrarse en saborear hasta la última gota de su sangre, pasaron al menos 20 segundo de succión y tragos hasta que Marceline retiro sus colmillos y se quedó recostada sobre el cuerpo del chico con una mirada de satisfacción y unos labios llenos de sangre.

Estaba orgullosa por su pequeña victoria y pequeña venganza...

Y eso duros, como 3 segundos.

Clip* Clip* Clip*

Un sonido de algo girando detrás de ella llamo su atención, giro la cabeza y vio al chico aún consciente con un cigarro en la boca y un encendedor en la mano.

-"Oye ¿te molesta si fumo?"- Pregunto el chico con apatía.

Marceline se alejó y vio mejor al extraño chico, justo en la parte de su cuello donde lo había mordido, no había ni siquiera una cicatriz.

No parecía que se desangrara, de hecho, se veía igual que antes, sin ningún tipo de fatiga.

Rápidamente trató de corregirlo abriendo su mandíbula para comenzar a absorber su alma, pero para su sorpresa, nada se movía cuando trataba de succionado, solo se quedaba ahí acostado mientras encendía su cigarro.

Marceline se detuvo mientras jadeaba para recuperar el aliento.

-"¿Qué cosa eres?"- Pregunto Marceline

El chico le dio una calada larga a su cigarro para luego soplar el humo en su cara.

-"Soy único, querida. Ahora te conviene más llevarme con vida con tu Padre, creo que estará MUY infeliz de verme"- Dijo el chico acentuando sus oraciones tirando la ceniza de su cigarro.

Marceline vio rojo por lo descara del sujeto ¡¿Quién se creía que era?! ¡Nadie le hablaba así a ella! Ya no al menos...

Estaba a punto de atacarlo nuevamente, pero sorpresivamente el chico extraño le dio la vuelta y le atravesó el abdomen con una de las púas de su puño.

Para luego colocar su otro puño justo en el corazón de Marceline preparado para atravesarla.

-"No me provoques Marcy, no tienes idea de lo que soy capaz de hacer... lo que soy capaz de hacerte a ti..."- Le dijo el chico mostrando hostilidad por primera vez

Marceline vio esto muy sorprendida y asustada, con lo que la atravesó no era metal normal, podía sentir como la quemaba desde dentro, si la apuñalada sería su fin.

-"¿Qué quieres?"- Pregunto Marceline

-"Llévame con tu líder"- Dijo el chico sin mostrar emociones

Momentos después.

Marceline lleva a cuestas al extraño chico mientras volaba hacia el nido de vampiros.

Llegaron a la colmena de los vampiros que era en si el "Palacio" del rey vampiro, en el camino Marceline tuvo mucho cuidado en lastimarlo lo más posible, no es como que importara a largo plazo.

Cuando entro al nido, no paso ni medio segundo cuando una docena de vampiros se abalanzaron sobre él y comenzaron a llenarlo de agujeros, segundos después se alejaron satisfechos pero el chico mantenía su expresión indiferente mientras su cuerpo no sufría ningún daño.

Marceline arqueo una ceja y se burló.

-"¿Que eres? ¿Un tanque de sangre interminable?"- Pregunto Marceline siendo molesta

El chico solo chasqueo la lengua y se encogió de hombros.

-"Hmp, aburrido..."- Dijo Marceline para luego volver a agarrarlo para llevarlo a la sala del trono

-"Mira quien habla..."- Dijo el chico extraño en voz baja

Pero aun así Marceline lo escucho por sus oídos de vampiro, por lo que frunció el ceño mientras retenía un tic en el ojo.

Marceline floto hacia arriba y lo arrojo sin cuidado hacia adelante, pero en lugar de caer de cara, el chico extraño cruzo las piernas y aterrizo sentado frente al sentado rey vampiro.

Dicho rey estaba meditando con los ojos cerrados, lentamente los abrió y miro al humano sentado frente a él.

-"Marceline ¿me has traído el desayuno? Es algo irregular, pero hoy en día no se puede elegir"- Dijo el rey vampiro sacando los colmillos

Sin aviso alguno, el rey vampiro atrajo al chico extraño con telequinesis y le clavo los colmillos en el cuello, comenzó a beber su sangre y no se detuvo hasta que pasaron como 20 segundos, rápidamente se separó del chico y lo miro interrogante.

-"O eres un 90% sangre, o no soy capaz de terminarte"- Dijo el rey vampiro con tono analítico

Lo acerco más a su rostro para mirarlo más de cerca.

-"Sabes amigo, si tuviera una cara como la tuya trataría de compensarlo desarrollando una gran personalidad"- Dijo el chico extraño encogiéndose de hombros

El rey vampiro dio un zarpazo con su garra a la cara del chico que lo saco volando hacia el otro lado de la habitación, y ese generalmente habría sido el final, pero ambos vampiros presentes vieron sorprendidos como el chico extraño levantaba la cara del suelo revelando las marcas de las garras del rey, solo que estas lentamente se desvanecieron dejando su rostro como estaba.

-"¿Que eres tú?..."- Pregunto el rey desconcertado

En chico en lugar de responderle se sentó en el suelo sin mirarlo y saco un encendedor y un cigarro que rápidamente encendió y se puso en la boca, el rey y Marcelina vieron esto con algo de irritación pues el chico no parecía tenerles ni una gota de miedo o respeto.

El chico le dio una larga calada a su cigarro antes de expulsar el humo por su nariz.

-"Soy lo que considerarías una anomalía, no puedo dejar este mundo, no puedo morir ni lastimarme, así que o pueden mantenerme aquí encerrado hasta averiguar qué planes tengo en realidad o pueden, ya saben, dejarme ir sin tener control alguno sobre mi"- Dijo el chico antes de volver a fumar

Acto seguido lo arrojaron sin cuidado en una celda al frente de la habitación de Marceline.

-"Espero que te acostumbres a ser mi nuevo suministro privado de sangre ¡tonto"- Dijo Marceline para luego reírse

Ella espera que eso lo intimidara, aunque sea un poco, pero en lugar de eso saco de su otro bolsillo un paquete de cartón de donde saco unos naipes.

-"¿Quieres jugar póker?"- Pregunto el chico mientras comenzaba a repartir las cartas

Marceline solo arqueo una ceja al chico y lo vio como si fuera el bicho más raro del planeta, para luego irse flotando.

-"¡Bien! ¡Jugare solitario entonces!"- Dijo el chico para que lo escuchara.

Pero mientras comenzaba a barajar las cartas otra vez, esbozo una pequeña sonrisa pues mientras hacía esto estaba viendo otra cosa.

A lo lejos, a kilómetros de la guarida del rey vampiro, había un pequeño bebe regordete siendo alimentado con papilla por una mano robótica de la IA de un tanque.

Mas a lo lejos, de la cima de un monte humeante, un pequeño ser de magma se desprendía de la montaña.

Y un poco más lejos, en lo profundo un laboratorio escondido, había un ser enorme de goma que succionaba los nutrientes de la raíz de un árbol.

Y a un kilómetro de la ciudad en ruinas de donde se encontraba, había un pequeño bunker escondido por la tierra acumulada después de 1000 años, y dentro de este bunker, había una luz roja parpadeante.

-"Sera fácil acostumbrarse, después de todo, estoy justo donde debo estar"- Dijo el chico con media sonrisa.