Todo ha ido bien hasta ahora no puedo quejarme de nada ni nadie a excepción de cierto chico que fuma claro está.

Y otra vez estábamos solos creo que es mi maldición quedarme sola con hombres que no conozco o que tienen una personalidad algo fuerte o intensa.

Bueno yo me dispuse a preparar el almuerzo seguramente los demás llegarían con hambre y cansados.

Pasó una hora y todo seguía igual con un silencio que enserio incómoda muchísimo me siento como si estuviera literalmente sola en esta casa pero bueno le resté importancia.

- Hey.- Me asusté un poco pero me controle y miré a Esteban.

- ¿Qué se te ofrece?- Contesté.

- Sólo quería saber cuánto le falta a la comida.

- Media hora.

- ¿Tanto?

- No seas impaciente.

- Tengo hambre ni modo que me quede callado.- Contestó.

- Ni que faltará un año, solo espera ¿O quieres comer carne cruda como los animales salvajes?-Dije, pero esto es realmente raro, estar teniendo una conversación sin pelear o insultarnos ya es algo un poco bueno.

La media hora pasó,, y me dispuse a servir la comida,,

Ya cuando todo estaba preparado, llegaron Luis y los demás.

Luego de saludarlos a todos, Luis me extendió una bolsa color blanco.

- ¿Y eso?

- Ábrelo y sabrás.- Me dice,.

- Bueno.- Dije confiando en él, entonces al sacar lo que había dentro sentí muchas cosas al instante, era un body para recién nacido del mismo color de la bolsa., Al sentirlo y tocarlo supe que la prenda es muy suave y delicada tal cómo un bebé.

- Pero Luis..

- ¿No te gusta?

- No es eso pero..

- ¿Pero?

- Es que es algo nuevo para mí.

- Le pasa a todas las mujeres, tú tranquila que estás en buenas manos.- Dice y nos abrazamos.

- Y yo me encargaré de todo para que tengas a tu hijo.- Me dice Camila.

- ¿Tenerlo?

- Si, tenerlo.

- Sobre eso, no estoy segura si dejarlo nacer sea buena idea.

- ¿Estás pensando en abortar?- Me pregunta Luis.

- Es una opción.- Respondí.

- Zoé no puedes hacer eso.

- ¿Por qué no Camila?

- Puedes arrepentirte además..

- ¿Además qué?

- Todos tenemos derecho a vivir.

- Pero no estoy preparada, entiendan eso porfavor, les agradezco el regalo pero creo que ya tomé mi decisión.- Le entregué la prenda a Luis y fuí a mi habitación,.

Ahí me quedé durante varias horas hasta la noche, tres veces tuve que levantarme a vomitar.

- ¿Enserio quieres abortar?- Escuché a Abby, al verla se acercó y sentó frente a mí en la cama para verme.

- Lo dije sin pensar es que me siento presionada no me gusta que me obliguen a hacer cosas que no quiero.

- Nadie lo está haciendo, es que, Luis está en contra del aborto porque su mamá quiso deshacerse de él cuando venía en camino, él quiere salvar a todos los bebés que aún no nacen ya que respeta mucho la vida y siente que todos tienen el derecho de vivir.

- Lo lamento por él..

- Y con respecto a Camila.

- ¿Qué pasa con ella?

- Es estéril,.

- ¿C-como?

- Si, todos aquí lo sabemos, ella se hace la fuerte frente a nosotros pero todas las noches llora al saber que no podrá ser madre nunca,. Incluso ha pensado en suicidarse..

- No puedo creerlo..

- ¿Ves ahora por qué ellos quieren que dejes nacer a tu hijo? Luis porque respeta la vida y Camila porque nunca podrá experimentar lo que es dar vida y ser mamá.

- Siento mucho el dolor que ellos sienten pero aún así no sé..

- ¿Realmente quieres abortar?

- Dije que no lo sé.

- Zoé si lo dijiste fue por algo.

- ¡Estaba nerviosa!

- Y también estás dudando sobre si tener a tu hijo o no.

- Es que..

- Responde con sinceridad
¿Quieres o no quieres tenerlo?-

Estoy dudando demasiado, nunca había estado tan nerviosa en mi vida.

- Si Abby. Si quiero tenerlo.

- ¿Enserio?

- Si, sería lindo aparte ¿Quién soy yo para negarle el derecho de vivir?

- ¿Ya ves? Sólo necesitabas despejar tus dudas.- Dice sonriendo.

- Y todo gracias a ti Abby.- Por último me abracé con ella y caminamos hasta la sala.

Al llegar ví a Camila llorando y a Luis tratando de calmarla.

Cuando me vieron Camila se levantó acercándose.

- Porfavor Zoé, no mates a ese bebé te lo suplico.

- Camila.

- Por favor.

- No va a abortar.- Aclara Abby, cambiamos la expresión de Camila.

- ¿Q-qué?

- Si Camila, Abby me hizo entender que la vida de un ser humano es valiosa y que debe respetarse, además no estoy sola en esto ¿o si?- Dije y Camila sonrió y me abrazó Luis se aproximó.

- Me alegra saber que no lo harás.- Me dice Luis sobando mi hombro y yo acariciaba la cabeza  de Camila.

- Ya Camila, no llores más perdóname por lastimarte así.

- No hay problema Zoé con decir que no harás tal cosa me haces sentir mejor, gracias muchas gracias de verdad.- Dice con lágrimas ahora de felicidad.

Pasaron algunos días.

- Zoé.- Miré hacia la puerta y se encontraba Esteban apoyado en el marco, en sus manos tenía una pequeña caja no le presté mucha atención a eso simplemente a él y saber que quería y hacía aquí sabiendo que me odia y le caigo mal.

Vino y se sentó junto a mí.

- Esto es para ti.- Dice y me ofrece la ya mencionada caja, en ella habían un par de zapatitos para bebé blancos con un diminuto moño brillante

- Me dijo Luis que el blanco sirve para cualquier género,.

- Si pero..

- El regalo es de él por cierto yo solo te lo entregué a pedido suyo, no pienses que..

- Ah.. si tranquilo ya sabía.- Después de eso ninguno dijo nada. Esteban simplemente se retiró y yo me quedé viendo esos zapatos son realmente hermosos y se le verán aún más hermosos a mi hijo... Bueno ya a controlarse se ha dicho.

Por la tarde de ese mismo día, fuí a la sala con los chicos.

- Y dinos Zoé, ¿Te gustó el regalo de Esteban?- Pregunta Luis.

- ¿Regalo de Esteban?

- Los zapatos para bebé
¿Te los dió?

- Si pero me dijo que venían de ti, que tú le pediste que me los entregara.

- Pero si él los escogió personalmente para ti, dijo que estaba emocionado y feliz por la llegada de tu bebé.- Explica Luis dejándome con la boca abierta y sin palabra que decir.

- ¿Estás seguro Luis?

- Yo lo oí Zoé no puedo ni quiero mentirte.

- Entonces ¿Por qué dijo que el regalo era de tu parte? No entiendo.

- Pues eso es muy sencillo Zoé.- Contesta Abby.- Esteban es muy orgulloso y arrogante no le gustan las muestras de afecto o de amor siente asco de todo eso asique no es capaz de decir lo que realmente siente por pena.

- Necesito hablar con él.

- ¿Para qué?

- Para aclarar ciertas cosas.

- Sabes que él te puede lastimar si intentas hablar ¿O no?

- Si Abby y estoy dispuesta.

- Bueno, te deseo suerte.

- Gracias.- Busqué a Esteban por toda la casa pero no ví ni una huella suya,.  Volví a la sala a preguntar por él y me dijeron que había salido, entonces les dije que saldría a buscarlo.

La verdad no dí con él pero seguí buscándolo me metí en parte del bosque.

En eso un disparo hizo que se me erizara cada célula de mi cuerpo.

La bala pasó rozando mi mejilla. Sentí una gota caer, suponía que era sangre.

Poco a poco una silueta masculina se iba formando delante de mí, cuando se hizo clara supe quién era.

El maldito que secuestró a Sabrina. Se acercó y se quedó viéndome soy incapaz de moverme apenas si puedo respirar pero mi corazón está por explotar y siento mucho miedo,.

- Al parecer este mundo es muy pequeño como para hacer que nos encontremos tantas veces ¿No?- Me dice sonriendo.- Quée pasa Zoé ¿Acaso no puedes hablar? ¿Te han cortado la lengua?.-  Coloqué mi mano sobre mi abdomen.

Luego él enfocó sus ojos ahí mismo luego a mis ojos.

- Ahora no solo tendré que lidiar contigo si no que también con un bastardo.- Dice, eso me hizo volver a la realidad y de un golpe en su rostro hice cambiar de dirección su cara. Me miró ahora peor que antes.

Su mano cerrada impactó contra mi rostro de tal manera que me hizo caer, el dolor que siento no se puede describir con palabras, de hecho
¡Con nada!

- Te odio Zoé y no sabes cuánto voy a disfrutar acabar contigo ahora y con el bastardo que llevas en el vientre.- Traté de levantarme pero él lo evitó apoyando su pie sobre mi espalda.  Y ejerció presión lo suficiente como para que no pudiera levantarme. Luego me obligó a darme la vuelta de manera que quedé boca arriba.

Puso nuevamente su pie sobre mi vientre y lentamente fue agregando fuerza y presión.

- No lo hagas...- Pedí pero no me escuchó.

De la nada se detuvo, entonces me levanté ya que había quitado su pie, al tratar de correr él me agarró por mí cabello con tanta fuerza que sentía que me arrancaría hasta el cuero.

Me jaló.

Pero aproveché para darle un cabezazo y extrañamente funcionó, se alejó por un instante y logré ver que su nariz sangraba.

Cuando quise correr otra vez no pude alejarme mucho ya que vinieron los perros falderos de ese maldito y me inmovilizaron para luego llevarme con él.

Su nariz lucia realmente mal, estaba torcida y sangraba mucho.

- Maldita perra.- Me dijo, intenté liberarme pero como era de esperarse no conseguí nada

Vino hacia mí y me pateó en el estómago justo en la zona donde está el útero sus hombres me soltaron ya que por ese golpe no pude mantenerme en pie entonces ahí fue cuando él comenzó a golpearme y patearme más y más hasta cansarse

Mi hijo....

Ya no puedo oír nada mis lágrimas caen todo es borroso y  no puedo dejar de toser.

Creo que ahora sí estoy muerta.