Día 8: Escape/Similitud.
Zoé.
Mierda. Todo comenzaba a venirse abajo tengo que salir y proteger a Sabrina. Mientras veía como todos los hombres de ese sujeto corrían despavoridos y asustados por sus vidas yo intentaba salir con Sabrina de la mano y justo cuando estábamos a punto de salir un trozo de escombro bloqueó la salida
- ¡Carajo!- Grité molesta, con mis ojos traté de buscar otra salida, y encontré una pero es muy estrecha no podré pasar yo es más o menos del tamaño de Sabrina, corrí con ella.
- Sal.- Le dije.
- No Zoé, no pienso déjarte.
- ¡Qué salgas!
- ¡Dije que no!- Ella seguía aquí pero si se queda por más tiempo no podrá salvarse.
- ¡Por el amor de Dios Sabrina!, el maldito tiempo se está agotando y si no sales por el puto agujero yo misma te sacaré por el ¿Entendiste?- ella me hizo caso luego de eso busqué algo con que agrandar el agujero y encontré un mazo lo agarré y comencé a golpear el muro hasta que finalmente un gran pedazo cayó salí rápidamente agarré la mano de Sabrina y juntas corrimos, tanto era el apuro que tarde me dí cuenta de que tengo una herida en mi brazo es un pequeño vidrio que se me incrustó.
- Zoé.
- No es nada Sabrina puedo con eso.- Le dije para calmarla, pero miré a nuestro alrededor esto no se parece en nada al camino que debo seguir para llegar o encontrar la base.
- ¿Sucede algo?.- Me pregunta Sabrina.
- No.. todo está bien sólo no te despegues para nada de mí ¿Vale? De alguna manera encontraré la base.- Entonces comenzamos a caminar, pasó media hora y el ardor acompañado del dolor comenzaban a hacer efecto en mi herida la sangre llegó hasta la palma de mi mano y caía por gotas en el suelo.
- ¿Segura que estás bien Zoé?
- Sí sólo avancemos.- Sabrina me hizo parar.- ¿Qué pasa ahora?.
- No podemos seguir con esa herida tuya abierta.
- Ya te dije que estoy bien.
- No importa cuanto lo niegues yo sé que no es así.- Sabrina me hizo acompañarla al bosque y ahí sacó algo de su bolsillo era un pañuelo largo.
- Zoé esto dolerá un poco.
- ¿Qué?- Comenzó a retirar el cristal de mi herida. Pero se detuvo al verme cerrar mis ojos con fuerza.
- Lo siento Zoé no quise lastimarte.
- Tranquila.
- Ok aquí voy.- Continuó y finalmente logró sacarlo por completo y me llevé una gran sorpresa al ver el largo del vidrio no era para nada pequeño eso explica porque dolía y ardía tanto, lo siguiente que hizo fue amarrar el pañuelo a mi brazo situándolo en mi herida lo hizo con tal fuerza que pegué un pequeño chillido de dolor.
- Ya está, ojalá volvamos pronto a la base para que te atiendan correctamente yo únicamente hice lo que pude.
- Está bien así Sabrina te lo agradezco.- Después de eso seguimos con nuestro camino pero parecía que íbamos en círculos porque no llegábamos a ninguna parte, no sé en donde estamos.
- No pienso rendirme.- Decidí hacer otro intento, y dió resultado porque encontramos una casa no es la base pero al menos es algo tocamos la puerta entonces se abrió y una chica nos apuntó con un arma.
- No se muevan.
- No estamos infectadas.- Le aclaré.
- ¿Quién me asegura eso?- Repite.
- ¡¿Quién es?!- Habló un chico acercándose, un segundo yo conozco esa voz.
- No lo puedo creer.- Me dice.- ¿Zoé?
- Cuánto tiempo Luis.- Dije viéndolo.
- ¿Se conocen?- Pregunta ella.
- Claro qué si, Zoé y yo fuimos compañeros de curso pero nos separamos cuando me cambiaron a otro.- La chica dejó de apuntarnos.- ¿Y qué te trae por aquí?
- No tenemos a donde ir la verdad estamos muy cansadas.
- No sé diga más, pasen.- Nos dijo y entramos yo con un poco de pena habían varias personas de mi edad y otras más grandes.
- Chicos ella es mi antigua compañera de clase, Zoé.- Dijo presentándome.
- Hola..- Dije apenada.
- Hola Zoé.
- Bienvenida.
- ¿Y tú no vas a saludar?- Dice Luis a uno de sus amigos quién está fumando.
- No me interesa.- Contestó, esté chico se parece a Ethan cuando lo conocí.
- Disculpalo Zoé no es muy amigable que digamos pero bueno no todos son así.- Me presentó con todos sus amigos la verdad todos son muy amables luego me enseñó el cuarto en donde me quedaría con Sabrina, nos prestó ropa incluso.
Pasé mi primer noche en la casa de Luis y sus amigos dormí bien pero me levanté tarde desde que todo esto comenzó no hago más que levantarme tarde luego de que todos ya se han despertado y levantado Sabrina seguía durmiendo bueno al menos no soy la única.
Me levanté quise ir al baño pero Luis no me enseñó donde quedaba asique me dirigí a la sala de estar y ahí estaba el chico que tenía similitud con Ethan, Luis me dijo su nombre se llama Esteban.
- Disculpa..- Hablé.
- ¿Podrías decirme dónde queda el baño?- Me ignoró.
- Oye..- Me acerqué y comencé a mover mis manos sobre su rostro me fijé en sus orejas y si tiene audífonos puestos, se los quité y me miró raro.
- ¿Podrías dejarme en paz?- Me dijo.
- Solamente quiero que me digas dónde está el baño.
- Búscalo tú misma no soy empleado de nadie.
- Pero..
- Ya no me molestes más.- Volvió a colocarse sus audífonos, es más insoportable que Ethan Dios, pero le volví a quitar sus audífonos y está vez se levantó dándome un poco de miedo es más alto que yo, ¿Por qué tuve que tener solo 1.60 de altura? Maldita vida injusta.
- Lárgate y no me jodas.
- No saldré hasta que me digas dónde está el maldito baño ¿Me oyes?- mencioné decidida.
- Como molestas, está al lado de tu cuarto.
- Pero..
- Ya te puedes ir.
- Gracias.- Dije por último y ya en el baño mientras cepillada mis dientes tenía la imagen de Esteban en mi mente.
- Zoé ya por dios.- Dije para mi misma, en fin al terminar de hacer todo me cambié supe que Luis no estaba pues lo busqué y no di con él y tampoco con sus amigos.
Ya por la tarde después de haber comido Luis llegó con el resto de sus amigos.
- Oye Luis.
- Dime.
- Necesito que me hagas un favor.
- ¿Cuál?
- Tengo que ir a un lugar importante para mí con mi hermana ¿Me llevarías?
- Por supuesto, sólo dime dónde queda.
- Vamos, en el camino te explico.- Fuimos con Sabrina, le dí todos los datos a Luis sobre el lugar y supo llegar a pesar de que no soy muy buena dando explicaciones pero la base estaba vacía no había ni un alma cerca me parece muy raro.
- ¿Aquí vivías antes?
- Si Luis pero mis amigos no están aquí me pregunto a dónde habrán ido..- Dije decepcionada, no tuve más remedio que volver con Luis al llegar a la casa me senté en el sofá.
Al menos Sabrina está a salvo.
Pensé en mis adentros.
Pasó una semana, y aunque esté en medio del apocalipsis hay algo que me preocupa un poco y es mi periodo, no me ha llegado todavía.
- ¿Sucede algo Zoé?- Me pregunta Camila.
- Sí...
- ¿Qué es?
- Tengo un retraso menstrual.- Cuándo dije aquello todos se miraron entre sí sobre todo Luis.
- Cómo.. ¿Tú estás?..- dice Luis.
- Déjame revisarte.
- Qué dices Camila.
- ¿Luis no te dijo?
Soy enfermera.
- Enserio.
- Si enserio.- Confíe en ella apesar de no conocerla muy bien, me recosté en el sofá todos me miraban raro me siento mal por eso, despues de 15 minutos de puro silencio y suspenso Camila acabó.
- ¿Y bien?- Pregunta Luis.
- Mis sospechas están confirmadas.
- ¡Qué!- Grité perpleja.
- Camila no juegues así.
- No estoy jugando, Zoé, estás embarazada.
- No...- Todos los recuerdos de esa noche con Ethan llenaron mi mente en un instante, joder ahora sí la cagué.
- Genial ahora tenemos que lidiar con un mocoso.- Dice Esteban.
- ¿Quién dijo que te harías cargo de él?- Pregunté con cara de pocos amigos.- Nadie asique no digas estupideces.- Volví a decir en ese momento Esteban me miró con odio.
- Felicidades Zoé.- Todos menos Esteban me felicitaron la verdad ya no me afecta en nada eso,
Aún no puedo creer que estoy embarazada...
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro