Zoé.

Pasaron algunos días desde lo que sucedió y no he tenido la valentía de mencionarle nada al respecto a Ethan pero un día me animé.

- Ethan.- Lo llamé y apenas me miró.- Tal vez te incomode pero necesito aclarar el asunto de ese día.

- ¿Dé qué hablas?

- Del beso.

- Seré directo.- dijo lo más serio posible.- Ese beso no cambia las cosas entre nosotros. No somos nada ni siquiera amigos así que no te ilusiones.- soltó creyéndose superior a mí.
- ¿Queda claro?- Volvió a preguntar, y cómo yo no estaba dispuesta a soportar su estúpida actitud opté por ser igual de sincera y clara.

- Me hablas como si me estuviera derritiendo por tí.

- ¿Y no es así?

- No claro que no, y no sé si sabías pero yo no me ando derritiendo por nadie y mucho menos por un idiota como tú.- Dije y le dí la espalda alejándome de él,.

No nos miramos ni tampoco cruzamos palabra alguna y eso es lo mejor, me cansé de su actitud, si cree que puede jugar conmigo a su antojo está muy equivocado.

- ¿Sabrina?
Cómo estás nena.

- Bien Zoé gracias.- Dice sonriente.

- Veo que el virus no hizo ningún efecto en tí.- Dije sobando su espalda por encima de la ropa.
- Y es una excelente noticia me alegro mucho por ti.

- Pero aún me preguntó porque el virus no me hizo nada.

- Yo me pregunto lo mismo.-

Nadie sabe sobre las mordidas de Sabrina solo yo y Ethan.

Pero un día que iba hacia la carpa escuché unos gritos femeninos que reconocí a la perfección era ¡Sabrina! Ella gritaba cómo si su vida dependiera de ello, seguí los gritos hasta que llegué al lugar de donde venían era el hijo de puta que me tocó esa vez con Ethan y no estaba solo habían otros chicos con él y entre ellos tenían a Sabrina me acerqué corriendo.

- No la toquen.- Hablé amenazante

- Miren a quien tenemos aquí, a la chica de buenas nalgas.

- buenas nalgas tendrá tu abuela hijo de puta ¡Suelten a mi hermana ya!- Grité ahora enojada.

- Está mocosa es un peligro para todos aquí en la base está mordida.- Vuelve a decir.

- ¡Zoé!- Me nombra Sabrina en un grito, me acerqué dispuesta a salvarla pero uno de los chicos me colocó su mano en mi hombro ejerciendo presión tanto que llegó a doler pero me aguanté y agarré su mano para morderla con todas mis fuerzas. Inmediatamente me soltó para agarrar su mano y tratar de parar el sangrado.

- No te metas.- Me advirtió, pero seguí, en ese momento uno de ellos me volvió a agarrar y está vez me sujetó de las muñecas poniéndolas detrás mío ahí fue cuando comencé a luchar por liberarme.

- No quisiste por las buenas ahora será por las malas.- Me advierte él y miró a Sabrina.
- Este es el fin para tu querida hermanita porque con ella me cobraré la golpiza que me dio el bastardo de tu novio.- Dijo refiriéndose a Ethan.

- Te juro que si te atreves a ponerle un solo dedo encima vas a saber de lo que soy capaz.- Amenace.

- ¿Enserio?- Entonces primero se me acercó y acarició mi rostro.

- Tal vez, si te portas bien conmigo dejé ir a tu hermana.- Fue ahí cuando le escupí.

- No soy una prostituta pedazo de imbécil.- Su respuesta a mí fue una bofetada.

- Imbécil.- Repetí entonces me dio otra después avanzó hasta Sabrina sé comenzó a desabrochar el pantalón y por lo poco que pude ver tenía su asqueroso miembro afuera,

- Acerquenla.- Ordenó y ellos lo hicieron, la obligaron a arrodillarse y a abrir la boca Sabrina sólo lloraba

- ¡Deja a mi hermana maldito enfermo!- Dije furiosa, y lo hizo introdujo su miembro al interior de la boca de Sabrina mientras la agarraba por el pelo.

- ¡Te voy a matar depravado de mierda!

- Ya callenla.- Dijo y el mismo que me tiene sujeta me soltó y antes de que yo hiciera algo me hizo caer al suelo de un puñetazo tan fuerte que sentí mi sangre correr por mí naríz y me desmayé...

Poco a poco fui recuperando el conocimiento y en tan sólo segundos una avalancha de recuerdos atacó mi mente me intenté levantar y no pude miré al frente y ahí estaba Sabrina al verla bien mi corazón se partió.
Ella está desnuda golpeada ensangrentada con moretones heridas y de más cosas no esto no puede ser verdad ¡NO!

Me acerqué a ella arrastrándome, al verla más de cerca todo en mi se rompió no pude salvarla no pude evitar que le hicieran daño.

- Sabrina..- La abracé y comencé a llorar ella no se movía tenía sus ojos abiertos pero no reaccionaba.
- Esos malditos, los haré pagar por esto, te lo prometo...

Me quedé ahí un par de horas, sin dejar de llorar por Sabrina y lo que le hicieron hasta que al fin pude ponerme de pie y empecé a gritar por ayuda y justo cuando nadie parecía oírme un chico apareció al verle la cara supe que no era parte del grupo de ese bastardo.

- Por favor ayúdame.- Se acercó.
- No tenemos a nadie que nos pueda ayudar.

- Yo lo haré.- Dice y toma en brazos a Sabrina.

- Muchas gracias.- Me preguntó donde vivimos y le dije todo, cuando llegamos pude divisar a los desgraciados hablando con Lana corrí como pude y me fuí encima del primero y lo agarré a golpes Lana me separó de él.

- ¡Zoé ya!
¡Cálmate!

- ¡Cómo mierda quieres que me calme! ¡Estos bastardos abusaron de Sabrina!.- luego de eso hubo un silencio.

- Está mintiendo Lana.- Llegó el chico con mi hermana hasta donde estaba yo con Lana.

- ¿Lo ves ahora Lana?
Estos desgraciados le hicieron esto.- El líder de los desgraciados se acercó a Lana para explicarle.

- ¿Le vas a creer a alguien que lleva poco tiempo viviendo aquí?
Soy tu amigo no puedes creerle a ella y no a mí.- Ví la mano de Lana la escondió detrás de su espalda al sacarla tenía una pistola en ella y la cargó apuntando en la cabeza del hijo de puta.

- Si hay algo que en verdad odio y con toda mi alma es a los pervertidos.

- Espera-

- Despídete.- le voló la cabeza de un balazo cayendo su cuerpo sin vida al suelo y manchando todo de sangre.

- Ustedes, larguense de aquí ya no son parte de esta base ¡Fuera! si no quieren que también les haga volar la cabeza de un balazo.- Amenazó ellos como unos cobardes le hicieron caso.

- Tranquila Zoé te ayudaré y todo va a estar bien.- Me dice Lana y me abraza yo aproveché eso para llorar le correspondí con mucha fuerza. Esto me duele me destruye.