Día 1: El comienzo de todo.
Me encontraba en el centro comercial dando un paseo con mi novio Diego, hasta que a eso de las 9:30 p.m. de la noche empecé a notar una actitud extraña en la gente que me redeaba. Algunas personas corrían sin motivo aparente y gritaban como si le tuvieran miedo a algo entonces fui testigo de algo que no olvidaré nunca.
Un hombre mordió a una mujer llevándose en su boca un pedazo de su carne el hombre lucia bastante raro su piel era de un tono gris y tenía poco pelo su cuerpo parecía estar pudriéndose, y de la nada la mujer comenzó a convulsionar intensamente.
- Diego.- nombré a mi novio él estaba petrificado. Entonces la mujer se levantó su piel y su cuerpo estaban iguales a las del hombre y comenzó a perseguir a todas las personas para morderlas entre ambos se comían a la gente o la mordían.
- Vámonos de aquí Zoé.- Me dice Diego pero yo no hago más que ver esas horribles escenas impactada solo puedo sentir que Diego me jala de la muñeca y me saca del centro comercial pero afuera la cosa era peor habían muchas personas infectadas, porque hace algunas semanas atrás había escuchado en las noticias sobre un tal virus - Z que está azotando el país no pensé que fuera tan grave la gente actúa violentamente se atacan unos a otros como si fueran..
- Zombies.- Dice Diego leyendome la mente, lo miré asustada.
- Zoé no quiero asustarte pero ese virus es más peligroso de lo que parece esta convirtiendo a todas las personas en zombies.
- pero Diego, eso es imposible los zombies no pueden ser reales son un invento.
- Pero está sucediendo solo mira a tu alrededor la gente está vuelta loca, el número de zombies aumenta más y más.- Salimos corriendo y nos encerramos en una tienda pero habían dos zombies comiéndose el cuerpo sin vida de una mujer, era algo asqueroso.
- Detrás de mí Zoé.- Me advierte Diego puedo ver cómo agarra una estatua los zombies se percatan de nuestra presencia y enseguida se reincorporan para atacarnos Diego golpeó a uno en la cabeza haciendo volar una parte de ella y por tanto ruido el otro se le fue encima a Diego, él forcejeaba con el zombie para quitárselo de encima pero no podía.
- Diego...
- Veté Zoé, vete y sobrevive.
- No puedo irme y mucho menos dejarte aquí!
- Si no te vas..- entonces mi mayor temor se hizo realidad aquel zombie logró morder a Diego tanto que su sangre comenzó a correr sin ningún control.
- Zoé c-corre..- Dijo mientras aún detenía al zombie. Yo me dí la vuelta y miré a mi alrededor todo era destrucción y caos total muchas partes estaban en llamas estaban robando las tiendas y habían cadáveres por todos lados sin mencionar la sangre
¿En qué momento?
¿Y cómo todo se volvió así?
Por estar metida en mis pensamientos un hombre que pasaba corriendo chocó conmigo haciéndome caer al suelo ni se molestó en ayudarme me levanté como pude y corrí evitando a los caminantes y a las demás personas, durante mi camino me topé con una chica de mi edad más o menos.
- Ayudame por favor te lo suplico.- Ella me rogaba estaba atrapada entre unos escombros entonces no pude decirle que no y me acerqué y fue cuando ví su pierna ella tiene una marca de unos dientes y esa marca se va oscureciendo cada vez más, se pone morado oscuro y verde a la vez entonces con dolor en mi alma tuve que levantarme y seguir corriendo, en un momento alguien me empujó cayendo yo encima de un zombie lo primero que pensé fue es mi fin cerré mis ojos esperando lo peor pero no sucedió nada solamente escuché el sonido de un hueso quebrandose abrí mis ojos el zombie estaba muerto y un chico con cabello negro brillante me daba la espalda tenía un bate de béisbol en su mano derecha manchado con sangre.
- Levántate.- Me ordenó.
- Qué?
- ¡Levántate! Sí quieres seguir viva haz lo que te digo y sígueme.- No me ayudó a levantarme lo hice por mi propia cuenta él comenzó a correr yo intentaba seguirle el paso pero era muy rápido llegó un punto en el que me detuve mi cuerpo no daba más él me miró con indiferencia cómo si fuera superior a mí.
- ¿Siempre eres tan débil?- Me sentí un poco mal por sus palabras.
- En este mundo se necesita ser fuerte no hay lugar para los débiles aquí porque los débiles sólo estorban.- Eso último que dijo acabó con la poca paciencia que me quedaba me puse de pie estaba decidida a demostrarle que no era débil y mucho menos un estorbo comencé a correr por un momento me adelanté pero él tiene mejor condición física que yo asique de todas maneras terminó por rebasarme. Llegamos a una farmacia me tiró una mochila que tenía colgada.
- Busca antibióticos y remedios.
- Bien.- Seguí sus indicaciones al pie de la letra al final me hizo cargar la mochila con el bate en su interior que amable de su parte ¿No?, Luego fuimos a una casa que no conozco a él tampoco lo conozco del todo puede matarme como también puede que no.
- Aquí pasaremos la noche.- Dice en seco.
- Pero aún tengo muchas cosas que hacer.
- Las harás mañana.
- Tengo familia y me necesitan.
- ¿Quieres salir?
Hazlo solo te digo que las calles están repletas de zombies no sería muy conveniente salir ahora.- Miré por la ventana y él tenía razón si llego a salir la probabilidad de que muera es de un 99%.
- Me quedaré.
- Dormiré aquí.- Me dice decidido.
- ¿Y yo?
- Tú arriba.
- No quiero estar sola..
- Aprende a dormir sola.
- No es eso, pero no me siento segura estando en una situación así.
- Sólo ve a dormir.- Hice lo que dijo no tengo ropa para cambiarme tocará dormir así.
Saqué mi celular e intenté contactar a mi madre pero me mandó al buzón de voz, me fijé en la cama no tiene sábanas ni almohadas. Quisiera decirle pero siento que si lo hago se podría enojar y echarme moriría allí afuera.
Sólo me acosté pero al pasar media hora me empezó a dar frío la ropa que llevo puesta no ayuda mucho que digamos, fue muy mala idea haberme puesto una falda y una blusa con una camisa encima sin nada debajo.
No podía conciliar el sueño el frío es tan intenso que siento que mi piel se congela,
No sé como pude pero logré dormir un poco esa cama es incómoda, cuando me levante bajé y ahí estaba él sentado y sin camisa sacándole filo a un cuchillo de supervivencia que no sé de dónde sacó.
- Buenos días.
- Tardes.- Dijo corrigiendome.
- ¿Enserio?- Miré la hora en mi reloj de mano y ya eran las 12:15 p.m. ¿Tanto dormí?- ¿Y ya comiste?.- Pregunté.
- Sí a las 6:00 a.m.
- ¿Por qué tan temprano?
- No hagas preguntas.
- Me iré a bañar nos vemos luego.- Le avisé pero no me contestó, al terminar de bañarme salí y me encontré con ropa nueva consistía en un pantalón de jeans una blusa de manga larga color negro es de tela resistente eso me gusta incluso había ropa interior sin cuestionarmelo mucho me puse todo y bajé.
- ¿Tú fuiste?
- Sí, no podía dejarte andar desnuda por las calles.- Cuando dijo eso me avergonse un poco.
- Gracias creo.- Dije en un suspiro
- Por cierto, no me has dicho tu nombre.- Mencioné mirándolo.
- Me llamo Ethan.
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