Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

CAPITULO VIII


Como si fuera la aparición de un fantasma en una bruma penumbrosa que susurraba en el silencio, se revela aquel inquietante edificio, parecía un centro clínico mental de la segunda guerra mundial, tres pisos de altura y se extendía de izquierda a derecha con dos torres de observación por ambos lados, típica edificación alemana, las ventanas altas se hallaban opacas y manchadas de negro y marrón mientras que el jardín frontal se encontraba descuidada, la naturaleza volvía a recuperar su terreno. Aquella construcción tenía un estilo como las catedrales góticas, insinuando tener muchos años, un mal presentimiento se deslizaba sobre mi cabeza como si algo dentro de mí me advirtiera una mal presagio y al parecer no era el único, escucho a alguien decir — ¿Es necesario entrar?— todos volteamos las miradas y aquel sujeto se cohíbe un poco, se notaba que estaba nervioso y eso que andaba armado —Si deseas volver, Sí— sopla en palabras Gabe deambulando la mirada en lo que podía alcanzar con la vista a la recepción—A lo mejor haya algo con que podamos comunicarnos— sigue adelante el capitán tomando la cabeza en la marcha, desliza sus dedos sobre la fría perilla de manchas seca, por un momento vacila en girarla y vuelve la mirada hacia mí, un intenso escalofrío se me sube a los hombros después de escuchar el rechinido de la perilla plateada girar, empuja de la enorme puerta de madera oscura y gastada soltando un estruendoso sonido a través de sus bisagras como si fuera el grito de una mujer hasta extenderse en un eco a las profundidades oscuras advirtiendo de nuestra llegada. El interior se hallaba negro que te hacía sentir que fueras absorbido por una especie de agujero negro y el olor que desprendía de los cimientos oscuros y profundos era algo que te revolvía el estómago.

Daga Blanca (El capitán) levanta el cañón de su arma apuntando hacia adelante, es el primero en entrar, luego venia Gabe atrás, el tercero era yo y los últimos fueron los matones del capitán. De las ventanas lograba entrar la luz del exterior y sobre el suelo se replegaban varias hojas de papel arrugadas, manchadas y rasgadas. Logro coger una y veo el logo del proyecto, un enorme ojo con elipses de átomos sobre él, me recordó el día en que Sandra me entregó su carta, eso le sumó mi interés en seguir leyendo y me llamó la atención lo que inscribía

"Sistema bioquímico Abominology

Asunto: Etapas finales del desarrollo del agente bioquímico PDLR1

PRUEBA 381, Estado del tratamiento a paciente 72:

El paciente lleva quince días con el tratamiento y al parecer su estado mental está decayendo, siente un fuerte nerviosismo cuando ve la luz, su respiración se acelera como si perdiere el aire y luego grita con mucho terror señalando su sombra, alegando que alguien le..."

De repente las luces interiores fueron encendidas como por arte de magia, todos vimos el techo y los alrededores, era toda una carnicería, un festín para las ratas que corrían buscando la oscuridad: eran hombres con el uniforme de la industria esparcidos por pedazos en todas partes, trozos de carne desmembradas desde sus estómagos, caras y extremidades lanzadas en todas direcciones como si fueran globos de agua, pintaban de sangre la pared y el techo de la recepción, aquella bienvenida me impacto lo suficiente como para que callera al suelo del susto, muchos otros gimieron con la misma impresión—¿Quién carajo hizo esto?— lloriqueo uno de los hombres del capitán—¿En dónde nos trajiste?— se lanza sobre mi jalándome la prenda de mi pecho—¿Tu sabias de esto? ¡HA!— exclama histérico, se le veía el intenso terror en sus ojos— ¡Vamos RESPONDE!— Me sigue sacudiendo—Vamos cálmate— interviene Gabe agarrando su tensa muñeca— ¡CALMARME!—gira su mirada hacia el pero sin soltarme— Cómo quieres que me calme después de ver esa... esa...—Ya escuchaste Suchart— interrumpe el capitán—tranquilo— pone su mano sobre su tembloroso hombro, aquel tacto lo relajó un poco soltándome lentamente pero seguía ensimismado, procesando la realidad de aquella pesadilla—Por favor Buda, sálvame...—susurraba

—Vamos—señala su jefe a un silla que se mantenía limpia de la masacre como si fuera la pieza de otro rompecabezas— Siéntate un rato— aquel sujeto obedece pero temblaba tanto que no se podía mantener de pie por mucho tiempo—Bien— añade el capitán—Por los vistos no somos los únicos en este lugar— pasa de reojo los alrededores —Espero que no sean los responsables que hicieron esta maravilla sádica, de lo contrario no quiero ser el siguiente— revisa el seguro de su pistola— ¿Todavía piensas buscar a tu chica?— por fin me ve a los ojos con dureza—Si—asiento—Entiendo— pasa de largo y se dirige a uno de sus hombres— Tú, quédate con Suchart y vigila la salida, si vez algo— se queda pensando por unos segundos observando de reojo un cadáver con varias moscas encima— Procura que no te quiten las pelotas, ¿está claro?—si jefe.

—Será mejor que hagamos dos grupos. Somchai— señala de frente a un sujeto grueso con unos ojos caídos — vas con el técnico y yo voy con Romeo— vuelve su mirada hacia mí y luego a la de él —Ya sabes, si vez algo procura que no te quiten tus bolas.

— ¡Lo intentaré!— intercede Gabe en son de amargura en medio de los dos — ¿Y si vemos una radio?—añade

—Por tu vida procura que eso funcione, en dos horas nos vemos acá ¿Está bien?

No estaba del todo cómodo con tener que recorrer las instalaciones con el capitán después de una mañana intensa para ambos pero es comprensible que lo haga pues ni Gabe y yo cargamos un arma.

Entramos por un pasillo largo como las de un hospital, debo confesar que aquel lugar te ponía la piel de gallina, varias puertas estaban abiertas mientras que otras se encontraban cerradas, era un desastre: las camas boca abajo, los colchones rasgados y las paredes arañadas con la palabra Auxilio inscrito de una manera esquizofrénica hasta el techo, veías varias hojas de papel en el suelo con manchas de sangre seca más otras cosas que no quisiera saber, la curiosidad me pedía que leyera algunos de esos informes

"Sistema Bioquímico Abominology

Asunto: Experimentación del agente químico PDLR1 en menores Fase 1

Número de expediente: 189

Identificación del paciente: C - 0102

Edad: 12 años

Sexo: Masculino

Inicio del tratamiento: 17-05-2016

Medico de seguimiento: Dr. Roth Schell

Estado del tratamiento

El paciente se ha mantenido estable a la primera semana, ha tenido sueños normales pero la tonalidad de su piel se está volviendo más oscura y sus ojos cada vez son más opacos..."

—Oye— me interrumpe la lectura el capitán— ¿Estas entretenido? Sabes que no nos queda mucho tiempo.

Sigo adelante dejando la hoja en su lugar, me era indignante saber que experimentaban con niños. Oh Sandra ¿En qué te has involucrado? ¿A caso eras consiente el uso de menores para algo que desconozco? ¿Qué es el agente bioquímico PDLR1? Intentaba convencerme que era para un fin necesario pero muy en el fondo seguía creyendo que era lo contrario. Mientras seguía recorriendo el pasillo, logrando observar los interiores de algunos cuartos, la imaginación me jugaba una película de horror, las paredes rotas pero no por desgaste si no por una sucesión de golpes, alguien tan fuerte como un rinoceronte ¿Quién lo habrá causado? ¿Un animal o algo más? No habían huellas de alguno que conozca, solo humanas, un rastro de sangre me guiaba hacia el interior profundo en oscuridad que hedía a podredumbre acompañado por el zumbido de las moscas que se replegaban inquietas, no quise aventurarme, me era suficiente con lo anterior.

—Oye Romeo— manifiesta el capitán —Tu chica ¿Trabajaba acá?

—Si

—Y ¿Qué era? ¿Alguna especie de científico Frankenstein? O ¿Le gustaba torturar personas?

Medio sonrío un poco, tenía tiempo que no lo hacía—No, era... digo es viróloga y química

—Currículo ideal para trabajar en este infierno— sigue adelante— Eres un hombre que no se deja convencer por cualquier pecho que se le atraviese ¿O me equivoco?

Me quedé callado ¿A que venía el tema?—No te ofendas—añade—Pero si eres de los que les gustan las cerebritos eso significa que tienes muy mal gusto. Tantas mujeres en el mundo con todos los atributos para volarle la cabeza en el placer a un hombre y vienes en búsqueda de la que le gusta sacarle la sangre a la gente y ver que peste invade su vida.

—Pues no soy de los que se revuelcan con cualquier perra un sábado por la noche—le ataco con mi respuesta

— ¿Y porque no?—gime de la risa— Los hombres de verdad vives sus aventuras y las mujeres son responsable de eso ¿O acaso eres ciego cuando sales a la calle? los estúpidos no disfrutan de los buenos atajos de un hombre, el hombre vive y la mujer llora así de simple.

—Pues te quedaras solo hasta que mueras

—Ba... hablas como la estúpida de mi ex-mujer...

Mientras seguíamos diputando sobre mujeres, entramos a un cuarto y adentro habían varias repisas que se extendían hasta el fondo repleto de frascos, me quede embelesado por un feto con forma inusual en la parte inferior pero la cabeza era reconociblemente humana, de repente percibo una sombre con forma de hombre reflejándose por el cristal, volteo hacia atrás de forma automática cosa que le sorprendió al capitán por mi expresión de susto — ¿Qué sucede?— enseguida se escucha un grito espeluznante y varios disparos Bag, bag, bag el capitán y yo nos vemos las caras con la misma expresión —La recepción— corrimos de regreso y mientras bajábamos las escaleras escuchábamos que alguien decía Auxilio

—Por favor que alguien me ayude AUXILIOOOOO— ¡Allá vamos!— le advierto desde arriba, se oían los ecos de los golpes a lo lejos. Cuando lo alcanzamos se estaba tropezando con las paredes y con cada cosa que se le atravesaba hasta golpearse la cabeza — ¡Se lo llevaron!—exclamaba arrastrándose en el suelo—Suchart, tranquilo— el capitán le agarra de los brazos —Se lo llevaron, se lo llevaron—decía con una mirada tan abierta como los ojos de un búho y su piel se volvió pálida, quien haya sido marcó la vida de este pobre miserable.

— ¿Quién se lo llevo?— inquiere Gabe llegando a la escena desde el otro lado del pasillo.

—Estamos jodidos, estamos jodidos, se lo llevaron

—Suchart ¡Cálmate!—me arrodillo hasta verlo a los ojos— ¿Qué sucedió?

—Estamos jodidos, estamos muertos ¡ESTO ES EL INFIERNO!— le di una fuerte abofeteada que casi lo devuelvo al suelo pero volvió a recuperar el juicio—Lo siento, ahora dime— poso mi dos manos sobre sus temblorosos hombros tratando de alguna manera de calmarlo con mi tacto pasivo, necesitaba sentirse seguro— ¿Qué sucedió?— vuelve su mirada abierta hacia mí y con los labios temblante dice con torpeza —Vimos a un niño un NIÑO o eso éramos lo que creíamos, pensábamos que era algún superviviente, estaba a una esquina donde no pegaba la luz manteniendo su distancia, Tanáo creía que estaba asustado y se le acerca llamando su atención pero cuando da unos dos pasos lo suficiente como para que pueda ser visto en plena luz, era algo sumamente diferente, su piel oscura y sus dientes tan blancos como sus ojos, era como ver a un... un... ¡ESTAMOS MUERTOS! ¡NOS ESTAN BUSCANDO! ¡JODIDOS! SI ¡ESTAMOS JODIDOS!

—Suchart ¿A dónde se lo llevaron?—seguí interrogando, sacudiéndolo de lado a lado—Una mujer, una horrible mujer que gruñía como un lobo lo arrastraba hacia afuera, se lo llevó junto con el niño que no perdía la vista en mi— mientras que aquel hombre lloraba orinándose de los pantalones el capitán se estaba poniendo nervioso — ¡CARAJOOO!— exclama golpeando el suelo y diciendo groserías fuertes —Era mi mejor hombre— se pasaba una mano sobre la cara caminando de lado a lado ansiosamente— ¡Tenemos que salir de aquí!— sugiere Scott mirando en ambos lados.

— ¡QUE!— exclama con asombro otro de los hombres del capitán— ¡Afuera!—señala— Donde nos espera la cosa que arrastró a Tanáo ¿Eres suicida?— fuertes movimientos se escuchaban desde el segundo piso en marcha hacia la escalera de donde veníamos nosotros—Por lo que escucho—dice el capitán— Es más suicida quedarse a discutir por eso.       

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro