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Capítulo 21: Pelirrojo

Jimin era capaz de reconocer que aquella repentina atención era diferente a las dos veces que había visitado el palacio, parecía que lo veían expectantes por cada pequeño movimiento que hiciera. Estaba realmente confundido e intimidado, porqué aunque todo parecía ser como el banquete de su imaginación, él definitivamente no esperaba toda esa atención una vez más.

— Estamos agradecidos por su compañía para celebrar el décimo cumpleaños de nuestro hijo. — Jackson Wang tomó la palabra una vez más, sosteniendo la mano de su esposa y dirigiéndose de una manera relajada hacía el resto de invitados. — Nuestras familias siempre han trabajado juntas por y para este imperio, así que también debemos de celebrar que nuevamente estamos todos aquí reunidos, después de un largo período de tiempo. Por favor, disfruten del banquete y, una vez más, bienvenidos a Calisto. —

Los meseros avanzaron, descubriendo los platillos frente a cada invitado dando inicio al banquete. Todos parecían estar cómodos, con un aire de una celebración familiar, no había tensión, enemistad o alguna especie de superioridad a pesar de que los dueños de las tres grandes regiones de Romanoff estaban sentados en la misma mesa.

Frente a Jimin se encontraba la familia Wang, los gemelos de cinco años comían y reían entre ellos, siendo algo ruidosos, Esmeralda los vigilaba mientras hablaba felizmente con Hana, la hermosa y encantadora esposa del duque Jung, mientras el cumpleañero hablaba emocionado sobre uno de sus regalos.

Todos, a excepción de Esmeralda, con un cautivador cabello rojizo y ojos verdes, sus voces y expresiones eran vibrantes, sobresaliendo de entre todos en la mesa.

Por otro lado, los grandes duques hablaban despreocupados, aún cuando Namjoon parecía menos interesado por la conversación.

Al lado de Hana, la duquesa de Galicia, Jungkook hablaba con su hermano mayor, siendo interrumpidos de vez en cuando por el mayor de los hermanos Wang.

En medio de todos, Jimin se sintió abrumado, pensó que nadie guardaba la etiqueta de un banquete, aun cuando todos mantenían cierta formalidad y actitud. Pero eso no fue lo único que pensó, mirando a cada miembro sentado, Jimin también se percató de algo más.

— ¿Jimin? — la suave voz de Esmeralda lo hizo reaccionar. — ¿Hay algo mal con la comida? —

Esmeralda le pregunto sonriente, dispuesta a pedir cualquier otro platillo si el que estaba frente al pequeño Kim no era de su agrado. Pero Jimin solo pudo negar tímido, percatándose hasta ahora que no había dado ni un solo bocado de la comida, a pesar de haber tomado uno de los cubiertos. Algo avergonzado al darse cuenta, solo se había mantenido analizando su alrededor y quizá de una manera irrespetuosa.

Y aun que quiso responder como debía, no fue capaz hablar. Sintió un poco de impotencia, quiso apartar la mirada con pena, sintiendo que estaba dejando mal a su padre con su comportamiento.

— Jimin se ve adorable con ese listón azul. — mencionó Hana y Esmeralda asintió de acuerdo.

— ¡Yo también quiero uno! — gritó uno de los gemelos, pero fue retenido por Jackson tan solo este pareció emocionarse de más.

— No necesitas gritar, Teo. — aunque era un regaño, Jackson no parecía realmente molesto.

— Teo tiene el cabello corto. — rio su gemela, Sora, molestándolo al ser obvio que el pequeño no podía usar uno.

Ambos gemelos parecieron empezar una guerra de miradas que terminó por causar cierta gracia en Jimin. Estaba nervioso, pero él también quería formar parte del banquete, solo que no sabía cómo.

Namjoon acarició su cabello, cuidando de no despeinarlo, pareció darle un poco más de ánimo y Jimin se dio cuenta.

— ¿Por qué no les cuentas lo que te dije antes de entrar? — le dijo Namjoon.

Jimin giró a ver a todos en la mesa, especialmente los adultos quienes parecía no poder apartar su atención de él y a pesar de eso, sus expresiones reflejaban que no tenía por qué estar nervioso o preocuparse de más. Ellos parecían que incluso le aplaudirían un error.

Tragó con fuerza, apretó sus labios, y entonces, se animó. — Papá me dijo que me conseguiría más... —

Su tono de voz fue aún más bajo de lo usual, pero no importo porque para todos fue claro, y aun que Jimin no lo sabía, fue muy gratificante poder escucharlo hablar por primera vez. Tanto los Wang como los Jung, habían conocido a Jimin siendo tan solo un bebé, eran conscientes de todo lo que pasaba a su alrededor y después de tantos años a favor de protegerlo, había cierta nostalgia en ellos al verlo ahora.

Las sonrisas de todos crecieron, lo vieron con cariño, pero también con cierta tristeza.

— Nosotros te conseguiremos unos también. ¿Verdad Jackson? — le dijo Esmeralda, siendo seguido de inmediato por un asentimiento de parte del duque.

Jimin no tenía un gran interés por los listones, Clara había sujetado su cabello con uno, ella le había dicho que se veía encantador, su padre también y ahora parecía que era algo que todos habían notado en él. Pero aun que no era algo que deseara, escuchar aquello de parte de la señora Wang lo hizo feliz.

— Gracias... — contestó sonrojado.

Fue entonces cuando realmente Jimin dejo de sentirse nervioso, comió y siguió observando con curiosidad a todas las personas que recién estaba conociendo, sintiéndose de alguna manera afortunado. Incluso su padre pareció relajarse y realmente formar parte del banquete.

El cumpleañero dio unas palabras antes de terminar la cena, la mesa fue retirada y los adultos se reunieron a beber a las afueras del salón, les indicaron a todos los menores que podían ir y jugar alrededor, para que todos disfrutaran de la belleza del jardín que brillaba por cientos de bombillas.

Jimin fue el último en alejarse, sin confianza alguna de acercarse a alguno de los otros niños, pero tampoco quería que su padre fuera el único con su hijo al lado durante lo que restaba del banquete.

Se acercó a la fuente, viendo con interés su reflejo debido a que solo una pequeña elevación de centímetros separaba el agua del césped.

Quiso acercarse a los gemelos, pero ambos parecían lo suficiente distraídos jugando entre ellos dos y el mayor de los Jung. Aunque quería estar ahí también, no tenía el valor para acercarse.

Suspiró y mientras veía el agua hizo una mueca pensando en cómo dar el primer paso, incluso intentaba pensar lo que podía decir. Él no estaba acostumbrado a socializar, le enseñaban lo que debía de hacer en situaciones así, pero era diferente vivirlo que estando en su clase con Madam Ruth, no recodaba ni siquiera como había conocido a las personas que ya lo rodeaban a excepción de Jungkook.

Y como si lo estuviera llamando, Jimin reconoció la sombra de alguien más en el reflejo.

— ¿Te diviertes? —

Jimin se giró y sonrió. — Es bonito. — le dijo, refiriéndose a la fuente que solo estaba a un paso de ellos.

— En Calisto encontraras fuentes de agua dulce a nivel del suelo en casi todas partes, debido al clima, en su tiempo era la única manera de contrarrestar los golpes de calor en los ciudadanos. — Jimin sonrió, era interesante para él escuchar aquello. — Por cierto, me alegra que hayas venido al banquete. Tenía curiosidad de si ibas asistir o no. —

— Me alegra poder asistir también. Pero no soy capaz de hacer mucho más que acompañar a papá... — confesó Jimin, apenado.

— No te preocupes, te ayudaré... — antes de poder terminar su idea, Jungkook fue interrumpido para sorpresa de ambos niños.

— ¡Hey, Jungkook! Tienes que ver lo que puedo hacer con la espada que me regaló mi padre. —

Con su cabello rojo recogido y dos trenzas a cada lado, más aquellos dos ojos verdes y vigorizante actitud, Jimin pudo distinguir que quien se había acercado no era otra persona más que el cumpleañero e hijo mayor de los Wang.

— Taehyung no necesitas gritar. — Jungkook se cruzó de brazos y lo vio burlón.

— Eso no importa, quiero enseñarte el regalo de mi padre... — antes de poder terminar fue interrumpido como él había hecho segundos atrás.

— ¿Por qué no intentas al menos presentarte con Jimin? — le reprocho Jungkook.

Y fue hasta entonces que realmente Taehyung, el heredero de la familia Wang, se percató del menor entre los tres.

— ¿No debería ser él quien se presente? Soy el cumpleañero y está en nuestras tierras. — se cruzó de brazos.

— Eres increíble. — dijo con mal humor el de cabello castaño.

Jimin pensó que Taehyung era bastante descortés, pero aun así, pensó que era mil veces mejor que el príncipe.

— Vamos, ya lo sé. Kim Jimin, ¿no? El único hijo del Duque Kim. — Jimin asintió y no tuvo tiempo de responder antes de que el cumpleañero continuara. — Yo soy Taehyung, me convertiré en caballero pronto así que no esperes de mi esas cosas de tomar el té y seguir la etiqueta. —

¿Esas cosas? Repitió Jimin en su mente, realmente desconcertado.

— Taehyung, para ser un caballero también tienes que ser de ejemplo, te guste o no, tienes que saber todas esas "cosas". —

— No va a ser necesario para mí, seré el mejor espadachín de Romanoff como para tener que preocuparme por eso. — dijo seguro de cada palabra.

— Entonces no serás un caballero, solo alguien más que sabe blandir una espada... — con una voz suave y sutil, Jimin respondió ante aquel niño molesto, bajó la sorpresa de Jungkook que pronto quiso reír por las palabras simples pero hirientes para alguien como Taehyung.

Taehyung frunció su ceño y esta vez giró su atención completamente hacía Jimin, él era un niño orgulloso, valiente y con un gran don, además de ser hijo y heredero de un gran poder. Era fácil molestarlo si alguien que no conocía ponía en duda su potencial.

— ¿Y tú que serás por tus propios méritos? — preguntó molesto.

Jimin no entendió por completo, pero por alguna razón, él pelirrojo logró que aquella pregunta se repitiera en su mente.

— Taehyung. — fue entonces que Jungkook lo detuvo.

— ¿Qué? ¿A mí me reprochas, pero a él le defiendes? —

Jungkook estaba acostumbrado a Taehyung, al igual que con él príncipe, tenían la misma edad y ambos se habían encontrado varias veces mientras crecían juntos, especialmente gracias a sus madres. Taehyung siempre había tenido una personalidad totalmente opuesta a la de Jungkook y aun que cualquiera pensaría que eso provocaría una enemistad, era todo lo contrario.

Taehyung consideraba a Jungkook como su mejor amigo, le hablaba de todo lo que hacía y no tenía reparos con su actitud, Jungkook al principio solo lo soportaba, pero con el tiempo empezó a considerar su amistad con Taehyung como lo único interesante en su día a día.

— Estás dejando mucho que desear, Jimin tiene seis años, tú por otro lado eres un anfitrión y se supone que alguien más maduro. —

— ¿¡Por qué eres tan molesto!? —

Pero su amistad no significaba que no pasaran discutiendo la mitad del tiempo, empezando por el hecho de que Taehyung parecía siempre querer combatir con él y Jungkook siempre quería recalcar sus errores.

— Tu eres el molesto. — replicó Jungkook, sin cambiar su tono de voz, pero siendo claramente obstinado, una imagen que Jimin no esperaba ver en él.

— Jungkook... — Jimin se preocupó, sin saber que aquella forma de discutir era algo normal entre ambos niños.

Pero su intento de querer hablarle e interponerse, hizo que Taehyung se molestara aún más, ahora dispuesto acercarse a Jungkook con la intención de tomarlo y jalarle a otro lado donde no estuviera el pequeño Kim.

Por la repentina acción, Jimin retrocedió y terminó tropezando, cayendo en la fuente de agua dulce.

— ¡Jimin! — sorprendido, Jungkook se giró, con la intensión de ayudarle a salir, pero debido a las acciones iniciales de Taehyung, terminó siendo empujado y también cayó al agua por accidente.

Taehyung quedo inmóvil ante lo que había sucedido, consciente de lo que había provocado. No había sido su intensión, pero sabía que el hecho de que ambos estuvieran en el agua había sido por su culpa, aunque no se había percatado de que Jimin también había caído hasta que Jungkook quiso ayudarle.

Totalmente empapado, con el agua goteando de su cabello, Jimin parpadeó, sin poder entender cómo había terminado en la fuente.

Hasta que subió la mirada y sus ojos cayeron directamente hacía el niño pelirrojo, sus ojos se agudizaron, y por primera vez, Jimin no supo cómo esconder lo que sentía.

Ese niño lo había metido en problemas.

Molesto, extendió su mano hacía Taehyung, quien apenado y pensando en cómo sus padres lo regañarían, la tomó sin pensar, dispuesto ayudarlos a salir de ahí.

Hasta qué Jimin jaló al heredero Wang al agua.

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