Capítulo 18: Pelirrojo
Cuando vio a su joven caballero irse con su hijo, decidió terminar su participación en el entrenamiento para volver a la mansión. Ya en su estudio, encima de su escritorio, le esperaba una montaña de documentos, cartas y permisos que debía de revisar, aceptar o denegar por ese día, y al ser final de mes, necesitaba ver las finanzas del ducado.
Namjoon debía de encargarse de Isir, de Avalon, del ducado y también de los trabajos sucios de la emperatriz.
Estaba solo, no había otro Kim a quien ceder y aun que tenía a Yongguk como su mano derecha en Avalon y a su principal mayordomo con la tesorería de la mansión, el trabajo siempre debía terminar siendo realizado por él.
Se sirvió una copa de vino, masajeando su sien en el silencio de la habitación, esperando poder cerrar un momento los ojos y descansar, pero la puerta de su estudio se abrió, dando paso a la única persona en Romanoff que daba una impresión diferente al pisar el ducado.
Y también la única persona con el descaro de interrumpir de aquella manera.
— Lo lamento su señoría, insistió en que tenía un asunto urgente que atender con usted. — se disculpó su mayordomo, quién venía pisándole los talones al repentino invitado.
Namjoon bufó, sin la necesidad de abrir los ojos, ni cambiar su postura.— Siempre tiene algo urgente que atender. —
De pie frente a él, con un elegante uniforme de tres colores; blanco, rojo y negro, el duque Wang se encogió de hombros como si él no fuera el causante de la inesperada visita.
El mayordomo se retiró y sin que Namjoon se lo indicara, Jackson Wang tomó asiento.
— ¿Qué haces aquí? — Namjoon se levantó, resignado, con la copa de vino en su mano, aún dispuesto a seguir intentando despejar su mente.
— ¿No lo escuchaste? Tengo algo urgente que hablar contigo. — sonrió, cruzándose de piernas y reposando su espalda de una manera relajada. — Estaba en la capital y decidí pasar. — dijo finalmente.
— Por supuesto, siempre es así. — Namjoon caminó hacia él, le tendió una copa y le sirvió un trago del vino que había estado bebiendo. — ¿Cómo se encuentra Esme? —
Sentándose en el sillón frente a Wang, Namjoon no pudo evitar añadir más vino a su copa.
— Se encuentra bien. — Wang meció su vino de manera distraída. — Es su tercer embarazo, pero por alguna razón ha sido el más complicado. Pero ella intenta que nadie se dé cuenta. —
Esmeralda Wang, había sido parte del círculo cercano de Namjoon, al igual que Hoseok, Jackson y Yongguk. Ella también venía de una familia noble, todos se habían conocido muy jóvenes en la academia de Galicia, fuera de todos los eventos sociales donde se habían encontrado unas cuantas veces.
La academia de Galicia, en la región del Este, fundada y dirigida por la casa Jung, era la más prestigiosa escuela en donde muchos futuros hijos herederos de grandes títulos eran educados o donde cualquier noble con el dinero suficiente podía mandar a sus hijos para asegurarles un mejor puesto en la sociedad.
Namjoon nunca finalizó sus estudios en la academia, meses antes de graduarse tuvo que dejar sus estudios para convertirse en duque ante la repentina muerte de sus padres en la frontera de Isir. Había sido muy joven para tomar el mando de una región entera, pero nadie dudo de su temprano mandato y tampoco era la primera vez que un Kim dirigía el ducado desde temprana edad ante la falta de otros sucesores.
Pero durante su estadía, fue capaz de crear ciertos lazos con aquellas personas que había conocido.
Esmeralda se había convertido en un caballero de Solaris apenas se había graduado, pero tenía un matrimonio político que responder con Jackson. Ella mantuvo su título de caballero por mucho tiempo aún casados, pero pronto decidió por sí misma abandonar su puesto para dedicarse a su familia y a ser la duquesa de Calisto, la mansión estaba completamente bajo su mando. Desde entonces, él realmente sabía poco de ella.
— Apuesto a que sí. En dado caso, no he tenido tiempo de decírtelo, pero felicidades. — Namjoon felicitó con sencillez, pero sus felicitaciones eran sinceras.
— Hombre, te hubieras aguantado un par de meses más y al menos me hubieras felicitado por su nacimiento. La excusa se hubiera escuchado mejor. —
— Estás jugando con fuego Wang... —murmuró cansado.
— El fuego es mi aliado, no tienes por qué preocuparte. — Wang dejó su copa a un lado, encantado de molestar a su viejo y áspero amigo. — ¿Cómo está el pequeño y encantador Jimin? —
Namjoon realmente no sabía cómo responder ante aquella pregunta. ¿Cómo estaba su hijo? Bueno, una parte de él parecía diferente al niño que parecía vivir en un mundo gris y sin emociones, ahora parecía estar emocionado por hacer algunas cosas, pero por otro lado, su extraño trastorno había empeorado.
— No tengo mucho que decir al respecto. —
— Aun me cuesta aceptar que todo lo que ocurrió con él en la biblioteca haya sido por un accidente... —
— Olvídalo. — Namjoon no quería mencionar ni escuchar nada de aquella tarde, no podía hacerlo sin sentir un sabor agrio en su boca y era justamente lo que no necesitaba ahora. — Escuché que tienes ciertos problemas con unos bandidos en el desierto. Hoseok dijo que muchos comerciantes han roto sus tratos debido a eso. —
Jackson se cruzó de brazos, entendiendo de inmediato la necesidad de su amigo por cambiar de tema.
Wang había enviado un grupo de reconocimiento ante los repentinos reportes de ataques, pero los resultados fueron lamentables e incluso había conseguido a dos de sus hombres gravemente heridos. — Sí, viajaré dentro de dos semanas al desierto para deshacerme de esas escorias. —
— ¿En dos semanas? —
— Así es. — Jackson sonrió con malicia, separando su espalda del sofá e inclinándose hacía el frente. — Estoy seguro que debes de saber porque, cuando mi querida esposa se encargó personalmente de escribirte una carta y enviártela. —
Namjoon suspiró, recordando. — La leí, pero sabes que no asistiré. —
— Mi hijo mayor cumplirá años y declinas la oferta como si fuera cualquier cosa. Que desagradable manera de afianzar los círculos sociales Namjoon. —
— ¿Qué haces realizando una fiesta? Si apenas es un niño, de todos modos. —
— No es una fiesta, es un banquete. Esme ha estado como loca preparando todo para que sea perfecto, no habrá más invitados que tu familia y la de Hoseok. ¿Te haces una idea de lo desagradable que sería que no asistas? — le molesto. — Ella tendría que moverse para intentar aplacar tu evidente ausencia. —
— Estoy ocupado. —
La postura de Jackson cambio, portando un semblante más serio y una mirada apagada. — Lo sé, pero solo serán dos días, dos días en los que puedes aprovechar en descansar y ahora que Jimin ha salido, espero que consideres llevarlo contigo. — le dijo. — Te juro que nadie en mi casa se atreverá a no darle el lugar que se merece. —
Nadie en Isir dudaba de Jimin, cada ciudadano del Norte veía con orgullo que el nuevo hijo de dios era de su tierra, pero era diferente en las otras regiones del imperio. Al igual que en la capital, Calisto se dividía entre los que confiaban y los que no lo hacía, a pesar de que Jackson siempre se había mantenido en una posición firme al lado de Namjoon.
Aun así, el único verdadero peligro para él era el Este y Namjoon quiso tomar eso en cuenta ante la propuesta de Wang, viajar a Calisto no debería ser completamente malo para ellos.
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