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9. Debemos parar

Nayeon caminó por el estacionamiento cuando sintió una mano sostener su brazo, parando sus pasos.

-Oye ¿Qué pasa?- Preguntó Hyunjin cuándo sus caras se encontraron - Todo iba bien

-Quiero irme a casa- Contestó - No me siento bien.

-¿Pero qué tienes? Conversa conmigo, háblame- Pidió el chico de ojos negros, encorvando su espalda.

-Solo quiero estar sola- Recalcó, retirando el brazo de su agarre - Ya hablaremos después- Intentó convencerlo.

-No puedo dejarte sola- Insistió -No lo entiendes Nayeon- Susurró, creyendo que si su corazón latía tan fuerte podría salir de su garganta -Estoy enamorado de tí - Confesó.

Pudo sentir un nudo formarse en su estómago, él chico que tanto se había esforzado para hacerla sentir bien le estaba confesando su amor y ella no logro sentir más que cariño, le quería, pero no estaba enamorada de él.

-Hyunjin...

-Sé que me dijiste que no buscabas una relación, pero no podía pasar un día más sin decirte lo que siento- Explicó, acortando la distancia -Sin poder probar tus labios- Añadió.

Nayeon se mantuvo en silencio, y Hyunjin sintió el valor suficiente para tomar una de sus mejillas y atraerla a un beso.

No se negó, tampoco sé apartó, quería darle una oportunidad al cariño que sentía por él. Cerró los ojos, y se dejó hacer, alentó a sus manos detenerse en sus hombros y trato de concentrarse en sus labios.

Pero aun cuándo obligó a su mente en no pensar en nada, no pudo evitar desear que fuera otra persona, que fueran otros labios los que probarán los suyos u otras manos que tomaran su cintura.

- No puedo- Dijo al cortar el beso - De verdad no puedo- Repitió mientras retrocedía.

Hyunjin no dijo nada, sólo lo vio suspirar antes de que pasará por su lado y empezará a caminar, apartándose de ella. Nayeon volvió a fijar su vista al frente, sintiendo un par de ojos frente a ella, divisando las figuras de ____ y Sana. Quiso huir apenas noto la mirada de ____, pero el caminar de Sana hacia su dirección la detuvo en el mismo lugar.

- ¿Qué sucedió?, ¿A dónde fue?- Interrogó apenas quedó frente a ella.

-No lo sé, sólo se fue.

-Tranquila, yo me encargo de él. Dile a ____ que te lleve a casa- Pidió antes de seguir el camino que había tomado Hyunjin.

Escucho los pasos de Sana alejarse, y los de ____ acercarse. Aunque tenía la mirada fija en el suelo sabía que él estaba frente a ella.

-Te llevo a casa- Lo oyó decir, pero no tuvo el valor de levantar la mirada, por primera vez en su vida prefirió mantenerla fija en el suelo -Vamos- Dijo antes de caminar a su auto.

...

El camino a casa fue lento, ruidosamente silencioso, y tan largo como si llevarán horas de viaje. Visualizó la calle de su condominio, e intento salir del carro apenas lo oyó detenerse.

-Abre la puerta- Dijo al percatarse que tenía seguro.

-¿Qué pasó con Hyunjin?- Preguntó con la vista fija en el volante, negándose a verla.

-No es asunto tuyo- Respondió de manera dura.

-Dímelo- Insistió.

Ambas miradas chocaron al mismo tiempo, retándose.

-¿Qué te hace creer qué tienes derecho? Lo dejaste muy en claro, estás descansando de tus problemas- Acusó, frunciendo las cejas.

____ apartó la mirada, ella tenía razón, no creía tener siquiera el derecho a hablarle después de como la llamó. Retiró el seguro del auto, molesto consigo mismo, escuchando como Nayeon cerraba con fuerza la puerta al salir.

Pensó que lo correcto era cortar las cosas de una vez por todas, poner tantas paredes pudiera para que ella no logrará pasar, que lo correcto era manejar hasta su casa y aceptar que todo había terminado.

Pero estaba cansado de hacer lo correcto.

-¿Y qué querías que dijera?- Preguntó al salir del auto -¿La verdad? Al frente de las personas que lo único que han hecho ha sido apoyarnos- Escupió las palabras, caminando directamente hacia ella.

-No justifiques lo que hiciste- Advirtió, mirándolo, cortando distancia - Si tuviste los huevos para decirlo al menos tenlos para reconocerlo- Alzó la voz, señalándolo.

-Lo hago- Bramó - Pero no cuestiones mis motivos, Hyunjin está enamorado de tí - Le recordó.

-¡Pero yo no de él!- Exclamó, frustrada.

-¿Y por eso lo besaste?- Preguntó con enojó, frunciendo las cejas.

-Él me besó- Aclaró.

-Claro- Sonrió con sarcasmo - Y tú no lo alejaste- Añadió.

-No te hagas el santo ahora, ¿Acaso olvidas a Sana en todo esto?

-Yo no tengo nada con ella- Especificó.

Debían agradecer que la calle estaba desolada, de lo contrario más de una persona hubiera pensado que estaban peleando, cuando en realidad así se entendían.

Se vieron en silencio, ambos ojos mezclados con enojó, y un deseo que pedía a gritos ser saciado.

-¿Quieres saber quién me gusta?- Preguntó Nayeon en el silencio de la noche, de manera imprevista, provocando la repentina aceleración de los latidos de ____.

Él supo que no habría marcha atrás, que si su nombre salía de sus labios perdería el poco control que le quedaba.

-No- Alcanzó a negar antes de retroceder y volver a su auto.

-Me gustas tú- Confesó.

____ se detuvo, todo el sonido a su alrededor era ahogado por los latidos de su corazón que ansiaba huir de su pecho y correr hacía la chica de ojos marrones. Pensó en Hyunjin, en Sana, en como nunca creyó sentir algo tan grande como lo que sentía ahora, y sintió que ser egoísta era lo correcto.

Nayeon lo vio caminar hacia ella, sin apartar la vista de sus ojos, ahora que estaban a pocos centímetros podía ver mejor lo dilatado que estaban.

-Dime qué pare y lo haré.

-No quiero que lo hagas- Susurró.

Acunó su rostro entre sus manos, observó sus ojos y beso sus labios.

No supieron del desierto en que vivían ni en la eterna sed a la que fueron condenados hasta que se sintieron morir en aquel beso, y vivir en el roce de sus labios. Nayeon llevo sus manos hasta el cuello de ____, acercándolo más a ella mientras él envolvía sus brazos en su cintura, se separaban solo para tomar bocanadas de aire antes de continuar con el incesante beso del que no querían separarse.

Nayeon fue la primera en alejarse levemente, descansando su cabeza en el pecho de ____, sintiendo como él la abrazaba más cerca, podía oír el acelerado latir de su corazón y sonrió al darse cuenta que ella no era la única que había esperado tanto ese beso.

-Deberías entrar a tú apartamento- Murmuró ____ - Es tarde.

-¿Quieres subir?- Preguntó.

Levantando la mirada, encontrándose con sus ojos, distinguiendo lo claro que se veían ahora.

-Nayeon-La llamo con una sonrisa.

-Solo será un rato, tú mismo has dicho que es tarde- Señaló de manera juguetona.

No pudo evitar besar sus labios otra vez, de manera lenta ahora.

-Un rato.

-Un rato- Repitió ella, dándole un casto beso en los labios.

...

-¿Tienes hambre, sed?- Preguntó Nayeon apenas abría la puerta, entrando a la cocina.

-¿El café es una opción?

-¿A esta hora?- Preguntó mientras se asomaba por la puerta, viendo cómo ____ parecía inspeccionar su departamento.

-Considerando que compre dos y ninguno lo probé, creo que la hora no importa mucho- Explicó, retirándose la chaqueta.

-Ponte cómodo dónde quieras- Le recordó.

-El sofá me trae buenos recuerdos- Dijo él, tomando asiento.

-Parecías un niño quejándote esa noche.

-Casi no me queje- Refutó.

-Tenías que haber visto tu cara, estabas asustado- Mencionó entre risas, entrando con dos tazas de café -Ni hablar cuándo me despedí de ti esa noche, te sentía temblar.

-Posiblemente lo estaba, recién descubría lo que me pasaba contigo- Admitió cuándo la vio sentarse frente a él, extendiendo un café.

-¿Por ese motivo te fuiste en la mañana?- Consultó, tomando un trago

-Quizás te impresione saber que dormí en el auto- Señaló con una leve sonrisa, notando el momento exacto en que los ojos de Nayeon clamaban sorpresa.

-¿Estás bromeando?

-No.

La sala de estar pareció llenar el silencio con risas, y miradas cómplices.

-¿Tiene azúcar?- Dudó antes de beber.

-No- Negó - Escuché cuándo dijiste que te gustaba amargo, cosa que sólo me hace creer que eres tan raro, desde el primer día te vi muy distinto al resto- Confesó con la mirada fija en la taza de café que reposaba en sus manos.

-¿Por qué no te seguía como perro como el resto, o por qué no me interesaba hablarte?- Preguntó con sorna.

-¿Y cómo te fue con eso? Porque yo te veo en mi casa- Señaló su alrededor con una sonrisa de satisfacción - Y en tus ojitos puedo ver cuánto te mueres por volver a besarme- Retó.

No supo cuando dejó la taza de café en la mesa, pero si cuándo tomo el rostro de Nayeon entre sus manos y chocó sus labios con los suyos. Era un beso rudo, demandante, e igual de satisfactorio que el primero.

Nayeon se recostó en el sofá, sintiendo como ____ tomaba el control encima de ella, pasó sus manos por su cuello y las repartió por su pecho y brazos, sintiendo la piel que ansiaba tocar desde aquella noche en la ventana de su habitación, intentó retirar su camisa pero sintió como ____ cortaba el beso.

-Creo que debemos parar- Dijo con la voz acelerada.

-Yo creo todo lo contrario- Respondió con el mismo tono de voz.

Pudo divisar que algo pasaba por su mente, sus ojos le decían que quería continuar pero sentía que había algo que no estaba bien, como si tuviera un tipo de debate mental en el que ella no estaba invitada a participar.

-Podemos descansar si eso quieres- Cedió, notando como las expresiones de ____ parecieron relajarse.

-¿Acá?- Preguntó.

-No, tonto- Rio - Acompáñame.

____ se apartó de ella, viéndola ponerse de pie, tomando su mano y caminar por el pasillo. Siguiéndola no pudo sacar de su mente el recuerdo de ella acostada debajo de él, con el tono marron más oscuro de lo normal, las mejillas sonrojadas y los labios hinchados, se tuvo que obligar a parar porque sabía que no iba a poder detenerse, algo muy dentro suyo le aseguraba que no tenía resistencia ante ella.

-Aquí estaremos más cómodos- La oyó decir mientras abría una puerta.

Se topó con lo que parecía ser su habitación, observando las paredes blancas con fotografías de paisajes y pinturas famosas en ellas.

-Imaginaba tú habitación más...

-¿Colorida?- Preguntó, acercándolo a la cama.

-Como tú- Contestó - Parece la habitación de una persona normal de hecho.

La vio reír antes de proporcionarle un golpe en el hombro, se sentaron en la cama, aún con las manos unidas.

-Iré a cambiarme- Avisó antes de caminar al clóset y tomar una muda de ropa -¿Tú...?

-Solo me quitaré los tenis.

Nayeon le dedicó una pequeña sonrisa antes de salir de la habitación, camino al baño y cerró la puerta. Pasó a quitarse la ropa, deseando que sean las manos de ____ en vez de las suyas las que ahora pasaban por su piel, pensó en que hubiera pasado si él no paraba, ¿Ella lo hubiera detenido? No, definitivamente no.

Se terminó de cambiar antes de mirarse al espejo, retirando las sobras de su maquillaje.

____ escuchó la puerta abrirse, apartó la mirada de su celular y fijo sus ojos en Nayeon, sintiendo como se secaba su garganta.

-Vamos a dormir- Avisó con una sonrisa coqueta en sus labios, y con la voz más seductora que ____ alguna vez escuchó en su vida.

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