Corrió hacía ____, tomándolo desde los hombros en un intento de apartarlo. Nayeon vio como forcejeaban, pese a que era arrastrado por su espalda ____ no paraba de intentar lastimar a Víctor.

-Te digo que te calmes, ya ganaste- Repitió mientras lograba apartarlo de su amigo, ambos quedando de pie -¿Qué te pasa?, ¿Querías matarlo?- Preguntó, proporcionándole un empujón a su espalda.

-Déjalo en paz, tú amiguito empezó- Se apresuró en decir Nayeon mientras se ponía de pie, caminando al lado de ____, quién parecía querer empezar otra pelea.

____ no apartó su vista del chico que permanecía en el suelo, su rostro estaba inflamado y tornado de púrpura, la sangre seca mezclada con la reciente, y por la manera en la que respiraba sabía que estaba inconsciente. Sintió culpa, y no lograba entender cómo no había reaccionado antes.

-Vámonos, no vale la pena que nos quedemos acá- La oyó decir.

Apartó sus ojos de Víctor y la observo a ella, casi podía sentir el roce de sus dedos, y supo que sus manos estaban frías, pudo sentir muy dentro de él, el impulso de tomarla entre las suyas y calentarlas

-Vamos- Insistió.

Nayeon vio por última vez al muchacho en su intento de reanimar a Víctor, camino hacía el carro de ____ que seguía encendido y entró en él, escuchando a ____ entrar seguido de ella. Lo vio reposar en el asiento del piloto, con los ojos fijos en el volante, como si intentará procesar lo que acababa de pasar.

-¿Crees que esté bien?- Preguntó en voz baja.

Nayeon sintió como un nudo se formaba en su interior, estaba afectado, lo percibía en su voz.

-No creo que le pase nada malo- Contestó con sinceridad.

Intento buscar su mirada pero lo vio retirar el freno de mano y colocar las manos en el volante, pudo ver sus nudillos, estaban inflamados y con manchas de sangre.

-¿Puedo curarte?- Preguntó en un hilo de voz, sin percatarse antes de sus palabras.

-¿Qué?- Preguntó ____ posando su atención en ella.

-Estás herido ¿Cómo piensas tratarte eso?- Preguntó mientras apartaba la mirada.

-¿De qué hablas?- Estiró el brazo, tomando el retrovisor entre sus manos y guiándolo a su dirección. Observó su ceja rota, y los hematomas en su mejilla derecha, parecía tener el labio roto y restos de sangre alrededor de su cara - Mi madre va a matarme.

-Déjame ayudarte- Insistió.

-Ya hiciste demasiado ¿No?- Chocaron miradas cuando ____ detuvo el auto, estaba enojado, muy enojado, ella lo vio en sus ojos - Solo dime dónde vives y te dejo.

Nayeon no insistió, sólo giró los ojos y paso a escribir algo en su celular. ____ no apartó los ojos de ella hasta que sintió vibrar su celular, viendo su nombre en la pantalla.

-¿De verdad?- Preguntó cuándo notó que era una dirección - ¿No me vas hablar?- Indagó, pero Nayeon no contestó, sólo se limitó a alzar los hombros -Bien- Dijo para sí mismo, encendiendo el carro mientras seguía la dirección.

...

Observó el condominio de apartamentos, era una buena zona, fue fácil de ver. Aparco el auto en una calle cercana, esperando en silencio a que Nayeon saliera, pero no lo hizo.

_Llegamos- Avisó en un intento de llamar su atención -¿No piensas bajar?

-Te dije que quería ayudarte- Recordó de manera seca.

____ tornó los ojos, se le agotaba la paciencia.

-Y yo qué iría a un hospital, vamos. Baja.

-No pienso bajar, ____- Dijo mientras concentraba sus ojos en él -Así que podemos ir a mí apartamento y limpiar tus heridas- Propuso -O quedarnos acá hasta que cambies tú actitud.

-¿Qué yo deba cambiar de actitud? Nayeon te fuiste en plena noche a la fiesta de un desconocido, ¿Cómo sabías siquiera qué estaba ahí?- Interrogó mientras se retiraba el cinturón de seguridad.

-Me hice pasar por Hana cuándo copiaste su celular.

-¿Entiendes lo qué dices?- Preguntó con obviedad - No puedes andar por la vida como si el mundo llevara tú nombre, ni hacer cualquier cosa que se te plazca, ¿Y si yo no aparecía?, ¿Qué crees qué te hubiera hecho Víctor?

-No te hagas el héroe que bien tuve que cargarme en uno de ellos para que no te siguieran moliendo a golpes- Refutó con ironía.

-¿Lo dices en serio?- Preguntó con incredulidad -Mírame el rostro- Pidió mientras se señalaba a sí mismo -Esto fue lo que me gané por ayudar-

-Para aclarar yo nunca te pedí que fueras- Lo interrumpió - Y lo que me pase o deje de pasar no tiene por qué preocuparte- Señaló.

____ enmudeció, tenía razón.

Ella nunca le pidió ayuda, solo le aviso donde estaría porque él le preguntó, y le mandó la dirección sólo porque había insistido. Se sintió enojado consigo mismo, siempre se había esforzado en no vincularse mucho con las personas y ahora lo había hecho con la peor que se le pudo ocurrir.

-Tienes razón- Repitió en voz alta -¿Qué me hizo creer que una persona que sólo se preocupa por sí misma podría necesitar ayuda, no?- Preguntó con una débil sonrisa en sus labios -¿De casualidad también eres así con tus padres?- Preguntó mientras posaba sus ojos en ella, manteniendo la sonrisa en sus labios.

-Para tratarlos primero debería tenerlos- Planteó mientras lo volteaba a mirar -¿No crees?- Cuestionó con una sonrisa y mirada indescifrable.

La sonrisa murió en su rostro.

No pudo evitar olvidar como se respiraba cuando sus fríos ojos se posaron en él, fue honesta, lo vio en ellos. La vio guiñar borrar la sonrisa de sus labios mientras salía del carro, fue cuándo oyó la puerta cerrarse boto el aire que no supo había acumulado en sus pulmones.

Sabía que lo mejor era dejarla ir, quizás arreglar las cosas después, o simplemente evadirlas. Pero ver su espalda alejarse le nublo el juicio, lo suficiente, para apagar el auto y salir detrás de ella.

-Nayeon, detente- Pidió cuándo estaba a pocos pasos de ella -Por favor- Se detuvo.

-¿Se te olvidó decir algo?- Preguntó mientras giraba, manteniendo una expresión seria en su rostro.

-¿Aunque sea sabes limpiar heridas?- Preguntó con simpleza.

La suficiente para ver una leve sonrisa en ella.

...

-Ponte cómodo mientras busco el botiquín- Avisó en cuanto abrió la puerta.

____ la vio cruzar el pasillo del apartamento, dejándolo sólo en la sala de estar. Observó el lugar, mientras caminaba a desplomarse en el mueble principal, no notó lo cansado que estaba hasta que sintió la suavidad debajo de él.

«Me quedaré a dormir en casa de Hyunjin, volveré temprano»

Se sintió muy aliviado al recordar que antes de salir le había dicho a su madre que saldría con su mejor amigo, quería evitar que lo viera con esos hematomas lo más posible, ya inventaría otra excusa.

-¿Te duele?- Preguntó Nayeon entrando a la habitación.

-Solo cuando me tocó el rostro- Musitó.

Nayeon colocó el botiquín sobre la mesa del centro, sentándose al frente de él, sacando el alcohol y gasas.

-¿Seguro sabes lo qué haces?- Insistió.

-Claro qué sí- Contestó mientras derramaba alcohol sobre la gasa -Aunque es mi primera vez haciéndolo- Añadió, para ella no pasó desapercibido como una expresión de terror nublo su rostro - Ay vamos no te portes como un niño.

-No es que me porte como un niño es que debe doler.

-¿Nunca te habías peleado antes?- Frunció las cejas, empezado a pasar la gasa por la ceja izquierda.

-Nunca me vi en la obligación.

Nayeon detuvo un momento su acción, fijándose en sus ojos, notando el verde claro que los adornaba ahora. Terminó de limpiar la ceja antes de pasar su mano derecha por uno de los hematomas en su mejilla izquierda, continuó por su labio inferior, sosteniendo su barbilla con una mano mientras limpiaba con otra.

Lo oyó quejarse.

-¿Te lastime?- Preguntó con delicadeza, en un susurro.

-No...

____ no podía apartar sus ojos de ella, estaba tan peligrosamente cerca que podía sentir como sus respiraciones se mezclaban, detalló mucho mejor su rostro, concentrándose en el delineado perfecto que siempre resaltaba sus ojos.

¿Cómo podía ser tan tentadoramente hermosa?

Estaba tan concentrado en ella que no noto cuándo dejó de limpiar sus heridas, pero sintió como su pulgar no dejaba de acariciar su mejilla. Ambos pares de ojos se alinearon, ahogándose en los diferentes tonos pero compartiendo las mismas emociones, los centímetros parecían restarse cuándo sintió el vibrar de su celular en el bolsillo de sus jeans.

____ fue el primero en apartar la mirada y tomando espacio, Nayeon en cambio permanecía en la misma posición, sin apartar los ojos de él.

«Te esperaré con el desayuno»

Nunca pensó agradecer tanto, y lamentar al mismo tiempo un mensaje de su madre. Guardo el celular antes de ponerse de pie.

-Quizás lo mejor sea qué me vaya.

-¿Era tú mamá?

-Sí pero piensa que me quedaré con Hyunjin- Admitió mientras se sobaba el cuello - Posiblemente duerma en el auto, no tengo intensiones de molestarle.

-¿Por qué mejor no te quedas acá?- Ofreció mientras se inclinaba en el sofá.

-No quiero incomodar- Se excusó.

-No lo haces- Negó mientras se ponía de pie - Es lo mínimo que puedo hacer por todo lo que has hecho por mí hasta ahora- Reconoció, evitando el contacto visual.

____ no pudo evitar sonreír, aceptando la petición, volviendo a sentarse.

-Deja te traigo unas sábanas y almohadas- Dijo mientras volvía a perderse en su apartamento.

Se quitó los tenis, y se retiró la chaqueta. Lo acomodó todo al costado del mueble cuando vio a Nayeon entrar con dos almohadas y una sábana.

-Traje dos almohadas porque yo duermo con dos almohadas- Las señaló con una sonrisa.

____ no pudo evitar sentir ternura, y evitó decir que él en lo personal prefería dormir sin ellas.

-Gracias- Dijo tomando las cosas que le extendió.

Ella permaneció a sus espaldas, dudando si hablar o no.

-Gracias por todo-Aclaró -Por el vídeo, Hana, por el celular de Víctor y ayudarme con él- Se acercó - No has parado de ayudarme y realmente quiero que sepas que te lo agradezco.

Él la miró a los ojos, perdiéndose en ellos, notando el acelerado palpitar de su corazón.

-No es nada- Respondió, sintiendo como se secaba su garganta cuando la vio sonreír tan cerca.

-Buenas noches- Susurró en su oído, besando suavemente su mejilla, como si de un roce tratará.

-Buenas noches- Se despidió.

Con sus ojos fijos en ella, juró verla incluso pronunciar sus caderas con cada paso que daba mientras se alejaba de él.

Se acomodó lo mejor que pudo en el sofá, tratando de evitar pensar en la chica que debía dormir en la otra habitación, pero le era imposible. Toda su mente estaba plagada con imágenes de Nayeon, de cómo se había aconsejado alejarse de ella y ahora dormía en su sala de estar, pensó en todas las cosas que lo habían llevado ahí, dándose cuenta de qué había llegado hacer cosas que nunca hizo antes.

Y una imagen llegaba a su mente, Hyunjin.

Él era su mejor amigo, el mismo chico que desde el primer día manifestaba sentimientos por la chica de ojos cafés.

¿Cómo sería capaz de decirle lo que pasaba?