4. No corro detrás de nadie
-¡____!- Lo llamó mientras caminaba detrás de él -Escúchame bien- Dijo cuándo lo tomo del brazo -Yo no corro detrás de nadie, ¿De acuerdo? Pero creo que como mínimo mereces una explicación, y darme la oportunidad a mí de explicarme ¿No te parece?- Preguntó sin apartar los ojos de los suyos.
-Bien- Aceptó mientras apartaba la mirada -Sígueme- Pidió mientras tomaba su mano y caminaban entre los pasillos.
Pese a no saber dónde la llevaba no pudo evitar sentir un leve hormigueo en la punta de sus dedos.
-¿La biblioteca?- Preguntó con incredulidad.
-Es el único lugar que está libre en los recesos- Señaló mientras soltaba su mano y pasaba a perderse entre los estantes de libros.
-No quise espiarte- Admitió detrás de ____.
-¿Entonces que hacías allí?- Preguntó aún de espaldas, enfocado en los libros con rastro de polvo.
-Formaba parte de un trato- Dudó en responder.
____ se giró de inmediato, fijando su mirada en ella, frunciendo las cejas.
-¿Parte de un trato?- Cuestionó.
-Escucha- Pidió - Hay alguien que tiene algo de mí que nadie puede ver, absolutamente nadie, si eso sale a la luz tendría que cambiarme de instituto sino es que de ciudad otra vez- Confesó con la voz afligida, llevando sus manos a su rostro en un intento de silenciar los quejidos.
De repente ____ pudo sentir como su impotencia disminuía, verla tan vulnerable lo hacía ignorar todas las cosas que había hecho o dicho antes, no contó los pasos ni presto atención antes de envolver sus brazos alrededor de ella.
-Tranquila- Susurró a media voz, sintiendo como sollozaba en su pecho -Trata de calmarte y dime quién te amenaza- Pidió mientras se separaba, notando que ella aún no apartaba las manos de su rostro.
-¿Por qué quieres ayudarme ahora?- Preguntó tratando de recuperar la voz -No te confundas, no te estoy pidiendo ayuda- Aclaró mientras se retiraba las manos del rostro, aprovechando para limpiar los rastros de maquillaje corrido.
Algo raro despertó en ____ en ese momento, no supo si era empatía, pero sabía que no se quedaría de manos cruzadas.
-No necesito que la pidas, quiero hacerlo, también intentaron perjudicarme a mí- Explicó mientras buscaba su mirada, notando que ella mantenía sus ojos en el suelo -¿Lo conozco?- Insistió.
-Creo que sí la conoces muy bien- Respondió con amargura.
...
-Hola, Hana- Saludó mientras se inclinaba en los lockers.
La chica volteó a verlo con incredulidad, no pensó que él fuera a buscarla otra vez.
-____ hola, ¿Qué haces aquí?- Interrogó con sorpresa.
-Bueno... Después de darle muchas vueltas al asunto me di cuenta que pedirte tiempo fue ridículo- Admitió mientras se acercaba a ella - Al final tenías razón, no hago más que pensar en ti.
-¿De verdad?- Preguntó sin poder evitar asomar una gran sonrisa en sus labios -¿Y qué te hizo cambiar de opinión?
-¿Qué te parece si vienes a mi casa en la tarde y hablamos todo lo que quieras?- Propuso él chico de gorro mientras acariciaba el rostro de la morena.
-Me gusta, sí- Tropezó con las palabras mientras asentía con vigor -Debo ir a clase, hablamos por mensaje-Ofreció antes de girarse.
-Hana- La llamo, ella se giró, sintiendo los delicados dedos de ____ sostener su barbilla para acercarla a sus labios -Nos vemos a las seis.
Cuando la vio marchar de espaldas fijo su vista al otro lado del pasillo, encontrándose con Nayeon, quién no podía terminar de procesar que los había visto besarse.
-No creí que eso fuera parte del plan- Comentó.
-¿Qué clase de persona dice que quiere algo contigo y no te besa?- Se defendió mientras empezaba a rondar por el pasillo.
-¿El tipo de persona que finge?- Preguntó con obviedad, fijando su vista en él - Oye ____, gracias.
-Mejor guardemos las gracias cuando todo esto acabe, ¿Te parece?- Pregunto con una sonrisa, intercambiando miradas con Nayeon.
Era muy apresurado reconocer que algo había cambiado entre ellos aquella tarde, pero de alguna forma podían sentirlo en lo más profundo de sus corazones, quizás el sentir sus manos a centímetros y experimentar los nervios de tocarse pudo ser una buena advertencia, pero ninguno lo hablo en voz alta.
...
-¿Por qué quieres su número?- Preguntó Hyunjin mientras se acomodaba en su asiento.
-Tengo pequeños problemas con mi celular- Respondió -Y cómo has dicho antes que tú primo es experto en informática, lo vi oportuno.
-Con la única condición de que no menciones mi nombre, no quiero que después ande de pesado- Advirtió mientras sacaba su celular del bolsillo.
____ iba a hablar cuando vio la puerta abrirse.
-Siento la demora chicos- Se disculpó Seokjin mientras caminaba al frente de la clase -Guarden los celulares, saquen sus cuadernos y abran su mente- Pidió mientras se inclinaba en su escritorio - Hoy hablaremos sobre el escritor y dramaturgo español, Juan de Timoneda, principalmente recordado por su recopilación de líricas románticas y ediciones de teatro.
Pese a estar interesado en la clase de Seokjin, no pudo ignorar una insistente mirada a sus espaldas, se giró con cautela, encontrando los ojos de Nayeon quién no pareció apartar la mirada pese a ser descubierta.
-Este interesante escritor de lengua valenciano no solo escribía romance, era capaz de verlo y detallarlo en cada obra- Continuó su profesor -Según contaba en sus obras, él creía que los ojos guardaban un idioma único en el amor, algo que solo en los ojos correctos cobraba sentido.
...
-Nunca había entrado a tú habitación- Mencionó Hana mientras su mirada pasaba por cada espacio del lugar.
-¿De verdad?- Preguntó ____ en el marco de la puerta, acababa de pedir una pizza y aún tenía su celular en manos.
Hana volteó a su dirección y camino hacia él con una amplia sonrisa en sus labios.
-No creí que volvería a saber de ti- Confesó mientras se abrazaba a su cuello - Te extrañé tanto.
____ sostuvo con fuerza el marco de la puerta cuando Hana lo besó, besarla en los pasillos fue sencillo porque era un pequeño beso, este muy al contrario era uno que le desagradable.
Se obligó a seguir a Hana cuando ella lo invito a que se sentarán en la cama.
-Quizás debamos esperar un poco, la pizza no ha de tardar- Dijo al cortar el beso -¿Qué tal algo de música?- Ofreció mientras se ponía de pie y caminaba a su escritorio, encendió la laptop y trato de abrir el programa que había descargado poco antes.
-Me parece bien, pero algo lento.
____ posó una leve sonrisa en sus labios, colocó la primera canción que encontró en la mezcla y se acercó a la cama, tomando asiento a su lado.
-Recuéstate conmigo- Pidió la chica de ojos cafés.
Dudó en hacerlo, decir que no la había querido sería mentira, después de todo si había llegado a sentir cariño por ella, pero al momento de terminar y ver cómo era verdaderamente supo que había hecho lo correcto, y el tenerla ahora entre sus brazos nuevamente, y recordando el porqué, no pudo evitar sentir como el mal humor ocupaba su cuerpo
-¿Estás bien?- Preguntó cuándo notó que tenía la mirada perdida.
-Sí- Respondió a secas. Sintiendo un gran alivio cuando oyó el timbre, era una oportunidad para tomar espacio entre ellos -Voy a-
-Yo iré-Se ofreció casi saltando de la cama -Tu siempre invitaste, esta vez quiero hacerlo yo- Dijo antes de salir por la habitación.
____ no pudo evitar sentir algo de culpa por ver cómo se estaba esforzando, pero el repentino recuerdo de unos ojos marrones pidiendo ayuda en silencio le dio la determinación que necesitaba. Buscó con la mirada el celular de Hana esperando que lo haya dejado, encontrándolo al lado de las almohadas lo tomó mientras caminaba en dirección a su laptop, reactivo el programa de algoritmos que le había recomendado el primo de Hyunjin y con un cable USB conecto el celular al equipo.
-Amo la pizza hawaiana- Dijo Hana mientras entraba a la habitación con la caja en manos.
-Conecte tú celular para que cargará un poco, lo vi con poca batería-Señaló con la mano -¿No hay problema?- Preguntó tomando asiento.
Hana lo vio con interrogación, recordaba que su celular no estaba tan bajo de batería pero le restó importancia, le dio un último beso a ____ antes de llevar el primer mordisco de pizza a su boca.
...
-¿No pudiste pedirme que nos reunamos a una hora más decente?- Preguntó Nayeon mientras se aferraba a los bolsillos de su chaqueta.
-No quería esperar hasta mañana para darte esto- Explicó mientras le extendió un puerto USB.
-¿Qué es?
-La copia del celular de Hana- Se limitó a responder, pero al notar la confusión en el rostro de Nayeon decidió continuar - Tiene toda la información que posee su celular, desde contactos hasta fotos y vídeos.
-¿Por qué me das esto? Tú podías eliminarlo por mí- Dijo sin apartar la mirada de los ojos de ____.
-Dijiste que nadie podía ver ese vídeo-Señaló -Solo te hice caso.
Ninguno apartó la mirada, pese a que la noche estaba helada y que las luces de la calle poco los iluminaban, seguían sin perder detalles de sus ojos.
-¿Por qué no dudaste de mí en ningún momento?- Pregunto en voz baja.
-No vi mentira en tus ojos- Respondió en el mismo tono de voz -Todos tenemos secretos que nos pertenecen únicamente a nosotros- Añadió mientras apartaba la mirada, rompiendo el contacto visual -Lo mejor es que vayas a casa ahora- Aconsejó mientras empezaba a caminar en el sentido contrario.
Nayeon vio su espalda alejarse, sintiendo en sus manos el pequeño artefacto no pudo evitar pensar en las fotos que le había tomado a ____ con su celular y el como él se había comportado con ella, definitivamente tenía que borrarlas. Emprendió el camino a su casa cuando sintió vibrar su celular.
«No llegaste a tomarme fotos anoche ¿Verdad?»
No tenía el número registrado, pero sabía que debía ser de ____, pensó en su mensaje y en su pregunta. Claro que no sabía que le había llegado a tomar un par de fotos, estaba tan concentrado en ayudarla que ni siquiera se preocupó por sí mismo.
Entro a su galería, encontrando las fotos de inmediato, eran 3 en total, 2 de su espalda y 1 de frente. No pudo evitar observarlas cada una detalle a detalle, el frio había pasado a segundo plano mientras los latidos de su corazón estaban levemente acelerados, ver el cuerpo de ____ debía ser un deleite para cualquiera, y ella no era la excepción.
«¿Nayeon?»
Leyó el nuevo mensaje y aunque sabía que estaba mal no pudo evitar equivocarse.
«No llegue a tomarte fotos, tranquilo»
Sintió pesar, pero a la vez alivio, a sus ojos no podía pasar nada malo si solo mantenía esas fotos para ella.
O eso trataba de hacerse creer.
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