11. Sé nadar
El lunes llegó con ajetreo, a inicios de la temporada de fútbol americano ____ dejaba reposar su mochila deportiva entre las gradas del estadio, con el casco entre manos y portando el uniforme deportivo de color rojo con blanco camino en dirección al grupo de chicos.
-Empieza la última temporada de fútbol de su bachillerato, deben hacer las cosas bien si desean jugar también en la universidad- Informó el entrenador - Y esforzarse al máximo si buscan una beca.
Todos los jugadores, salvo ____, clamaron las palabras de su entrenador. Disfrutaba el fútbol, le encantaba desde la niñez y cuándo por fin pudo jugarlo en un equipo se sintió verdaderamente él mismo, sabía que una beca podía abrirle muchas puertas, pero no creía tener la oportunidad para tomarla.
Cuándo recién había llegado al instituto, hacía ya tres años, quiso postular para el puesto de corredor, pero ya era ocupado por Nicolas Torres en ese entonces. Decidió conformarse con ser suplente, resignado a jugar en muy pocos partidos debido a que el corredor principal también era el capitán.
-¿Con qué jugada empezamos entrenador?- Preguntó Nicolas antes de colocarse su casco.
-Antes quisiera reagrupar el equipo- Anunció el entrenador, dejando en silencio a todos los chicos.
-¿Qué?
-Hemos ganado por tres años seguidos la temporada de fútbol, y estoy sumamente orgulloso de ustedes, pero en los últimos juegos pude darme cuenta que varios integrantes de la banca, merecen estar fuera de ella- Explicó -Así que a menos que levanten la mano yo, mismo los reubicaré - Aclaró.
Pero nadie la alzó, había chicos que estaban cansados de pertenecer a la banca, y otros que no estaban conformes con su posición, pero el entrenador ignoraba que no solo él tomaba las decisiones, sabían que si alguien alzaba la mano tendría problemas con Nicolas, y era preferible soportar aquella dinámica antes que tenerlo a él de enemigo.
____ por su parte tenía la vista fija en el casco que tenía en sus manos. Sabía que quería levantar la mano, pero tampoco buscaba tener diferencias con el capitán de equipo, pesé a no llevarse bien no quería problemas con nadie.
Pero a veces las cosas no son como queremos.
-Kang- Escuchó.
-¿Si entrenador?- Dudó en hablar.
-Empezare contigo, te quiero ver en la alineación ofensiva, serás el corredor en la primera jugada- Indicó antes de tomar una tabla de anotaciones y caminar fuera del campo.
-Pero esa es mi posición- Se quejó Nicolas - No puede quitarme mi puesto, soy el capitán- Dijo caminando detrás de él entrenador.
Él chico de ojos verdes permaneció en silencio, viendo cómo sus compañeros lo acompañaban en el campo. Veía como algunos alzaban las cejas con incomodidad mientras otros preferían guardar silencio.
-Suerte- Dijo con sinceridad uno de los jugadores, antes de correr al campo, siendo seguido por el resto.
Suspiró, camino hacía sus compañeros, notando la proximidad de Nicolas en su dirección.
-Si sabes lo que te conviene no irás al campo- Advirtió, con dureza en su voz.
-Ya estoy en el- Señaló.
-Kang, he tratado poco contigo, pero me caes bien. De verdad- Aseguró antes de señalarse a sí mismo - Pero no te metas con mí puesto en el equipo.
-No creo que me esté metiendo en algo, el entrenador fue quién me dio indicaciones- Señaló - Yo sólo sigo sus reglas, ¿O de verdad temes qué te quite el puesto?- Preguntó con arrogancia antes de pasar por su costado, ignorando que seguía hablando a sus espaldas.
Ocupó el lugar que ahora debía defender, y a la espera del silbato pensó en la conversación que acababa de tener con Nicolas, sabía que él chico no se quedaría tranquilo pero también esperaba que no pasará a mayores.
Escuchó al silbato gritar y apenas sintió el balón en sus manos se apartó de la aglomeración de jugadores, y esquivo a todos los que podía mientras corría hacía el área defensiva, corrió tan fuerte como sus piernas le permitieron e ignoró por completo la necesidad de respirar. Se detuvo apenas llegó al extremo del campo de defensa, dejó caer el balón al suelo antes de escuchar nuevamente al silbato gritar, y retirando el casco de su cabeza vio al entrenador caminar hacia él.
-Eso fue perfecto, Kang- Dijo el entrenador apenas llegó a él -A partir de ahora serás el nuevo corredor ofensivo.
...
-¿Finalmente me acompañaras para entrar a las porristas?- Preguntó Nayeon mientras se abrazaba a la espalda de Sana.
La chica de ojos cafés volteó a mirarla con una tímida sonrisa en sus labios antes de negar con la cabeza.
-No son mi estilo- Apartó la mirada con nerviosismo.
-Sana eres muy bonita, estoy segura que te quedará genial el uniforme- Opinó antes de separarse y llegar a reposar en los lockers - Solo necesitas más confianza en ti misma- Aconsejó.
-Es fácil para ti, literalmente desbordas confianza cuándo caminas- Señaló con una sonrisa.
-Pero no estamos hablando de mí- Aclaró - Te prometo que si me acompañas a la práctica de las animadoras va a gustarte- Aseguró con insistencia.
Y posó una grata sonrisa en sus labios cuando vio a Sana asentir, realmente la chica le caía muy bien, podía ver una amiga cercana en ella. Pero no sabía si ella pensará lo mismo cuándo se enterará de su historia con ____.
-Hyunjin me contó lo que pasó- Dijo antes de cerrar su locker - No me imagino como tuvo que ser ese momento.
-No quería lastimarlo- Negó con pesar.
-Lo sé, y él también lo sabe. Solo quería tomarse un tiempo, por eso faltó hoy- Explicó antes de empezar a caminar a clases.
-Son muy unidos- Asumió Nayeon a sus espaldas.
- Somos amigos de la infancia, he pasado la mayoría de mi vida a su lado, después llegó ____ al instituto pero él es tema aparte. Hyunjin es como un hermano para mí- Explicó con una pequeña sonrisa - Pero hablando de ____, ¿No fue incómodo el camino a casa? Por favor dime qué no discutieron otra vez.
No, definitivamente no. Pensó Nayeon posando una discreta sonrisa en sus labios.
-Puede que nos estemos empezando a llevar bien- Comentó de manera cómplice, pasando al salón de clases, notando como unos ojos verdes se fijaban en ella.
____ la vio entrar con una sonrisa en sus labios, y él inconscientemente curvo la comisura de los suyos. Quería hablarle, plantarle un beso o solo tenerla cerca, pero ambos habían acordado que no dejarían su situación a la vista, que debían actuar con la mayor discreción posible.
La sintió pasar por su costado, con el roce fugaz de sus dedos y la miró de reojo, notando que ella le sonreía a la distancia.
Se tentó a hablarle, pero la llegada de su profesor irrumpiendo la clase lo detuvo.
-Buenos días- Saludó Seokjin -Espero sus trabajos estén en proceso, les recuerdo que la muestra del primer avance es en unos días y no hay otra fecha pactada- Avisó antes de pasar a escribir en la pizarra del salón - Demás está decir que esta sería la primera parte de la evaluación, después profundizaremos las obras que han tratado- Oyó las leves quejas hacerse presenté en el aula de clases.
____ había hecho su propio trabajo, y conociendo lo orgullosa que era Nayeon posiblemente ella también había hecho el suyo, sonrió inconscientemente. Era problemática, pero vaya que le gustaba.
...
-Iré nombrando a cada chica que esta anotada en la lista, pasarán a hacer una pequeña coreografía y después irán a las gradas a esperar- Informó una chica rubia, con tono demandante y de ojos azules, portando el traje de animadoras.
Sana pasó a sentarse en el pasto, a la espera de su turno, se fijó en una figura sentada en las gradas.
-¿Sabes que hace ____ aquí?- Preguntó al oído de Nayeon, quién se encontraba a su lado.
Buscó al chico de ojos verdes, hasta encontrar el gorro azul que tanto lo caracterizaba, antes le había avisado que la esperaría hasta finalizar las pruebas de animadoras porque debían terminar el trabajo que se habían negado hacer juntos desde el comienzo.
-Debe estarme esperando- Contestó de manera casual - Planificamos que hoy terminaríamos el trabajo de literatura.
-¿Si lograron hacerlo juntos?- Preguntó Sana con sorpresa - Pensé que habían decidido hacerlo por separado.
-Y así fue, pero logramos hacer una pequeña tregua, por eso debemos hallar la manera de unir las novelas- Explicó Nayeon con fingido desinterés.
-¿Pero esperar el ensayo? Me parece raro viniendo de él- Comentó con extrañeza.
-Míralo, ni siquiera está al pendiente de nosotras- Señaló la chica de ojos verdes mientras giraba los ojos.
Debía admitir qué cuándo ____ le dijo que la esperaría en el ensayo, se imaginó al chico en los primeros asientos de las gradas, y con los ojos fijos en ella. Él estaba ahí, pero en los altos asientos de las gradas, totalmente enfocado en lo que parecía ser un cuaderno, mientras cargaba los auriculares puestos.
-Im Nayeon- La llamó la misma chica rubia.
Tomó sus pompones antes de ponerse de pie, le dedicó una última mirada a ____ y caminó al frente del resto de animadoras, e hizo una seña con la mano para que empezará a reproducir la música. Nayeon no podía verlo, pero él a ella sí.
Apagó la música de su celular y se retiró los auriculares de sus oídos, detallando y memorizando cada movimiento y vuelta que la veía hacer, debía reconocer que era increíble la seguridad con la que desenvolvía cada pasó, como si fueras la persona más afortunada del mundo si la veías bailar.
La música paró y ella se detuvo, escucho los aplausos de las chicas alrededor y llevo su vista de manera furtiva a ____, hallando sus ojos en ella.
-Perfecto, puedes sentarte hasta que te demos los resultados- Ofreció la misma animadora, señalando las gradas.
-Pensándolo bien, creo que mejor esperó a mañana, tengo algo de apuro en estos momentos- Avisó antes de caminar hacía Sana y dejar sus pompones a su lado - ¿Puedes tenerlos por mí?- Preguntó con inocencia, empezando a caminar lejos de ella sin esperar respuesta.
Sana no podía creer que Nayeon la haya dejado sola en los ensayos, no recordaba que le haya comentado que tuviera algo urgente además de terminar el trabajo con ____, fijó su vista en las gradas en un intento de ubicarlo nuevamente, pero no lo halló.
...
Besar sus labios se sentía igual, o mejor que la primera vez.
____ había seguido a Nayeon en el vestuario de las chicas, y cuándo la vio indicarle con un dedo y una sonrisa coqueta entre labios que se acercara a ella no pudo evitar tomar su rostro entre sus manos y estrellar sus labios en un beso hambriento, y ella sin quedarse atrás, con las manos en su cuello se aferró lo suficiente para que a la hora de separarse aún siguiera a pocos centímetros de su boca.
-No te quedaste a oír los resultado- Dijo por lo bajo.
-¿Piensas que puede ser algo distinto a qué entre al equipo?- Preguntó de manera juguetona, frunciendo las cejas.
Él negó con la cabeza mientras cerraba los ojos y posaba una pequeña sonrisa en sus labios.
-¿No te ahogas entre tanta arrogancia?
-Sé nadar- Contestó de forma coqueta, acercando sus labios nuevamente.
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