6 - Recuerdos de Pesadilla...
Notas del cap:
La neta... hasta se me había olvidado que tenia este fic... lo siento mucho, pero aquí lo traigo de todos modos XD
¡A leer!
6 - Recuerdos de Pesadilla...
Era un día soleado, de verdad, hacía calor... pero era porque estaban en medio de un claro grande entre el bosque, así que el calor se sentía húmedo. México, un pequeño niño de apenas 5 años(*) se encuentra en una esquina casi delimitada por los árboles frondosos. Delante de él, a un par de pies de distancia, se encuentran un par de countrys blancos de larga cabellera negra
Uno de ellos, al apuntar en dirección de un tronco muerto con la palma de su mano, de esta sale una bola de energía oscura que da de lleno, creando un círculo en el tronco. El pequeño niño tiembla de miedo mientras que la mujer, de hermosa silueta y largo cabello largo, casi llegando a sus tobillos, aplaude al hombre. Cuando México gira a ver a la mujer, esta, con grandes alas chocolate, gira a verlo con una sonrisa
—Tu turno hijo —anuncia con alegría e ímpetu el country contrario. Pero, ambos adultos observan al menor, con lágrimas en sus ojos, aferrando su camisa con fuerza
—¡No quiero lastimar a nadie mamá! —comenzó a llorar con fuerza, ambos padres, Azteca y Mexica, se miraron entre ellos, confundidos de que su hijo no quisiera lastimara nadie. La primera en llegar a su lado, cargando con su cuerpo y abrazándolo de modo amoroso, es su madre, poco después, lo llena de besos para calmarse
—No mi cielo no es nada malo —suspira su madre, Azteca va llegando y palmea suavemente su cabeza para darle consuelo del mismo modo. Cuando capta su atención, es recibido por un beso amoroso en su mejilla que le ayuda a dejar de llorar
—Que te enseñemos estas habilidades no es para que hagas daño a las personas —habla Azteca interrumpiendo los besos y caricias de la mujer para el pequeño niño que, por fin, frenando su llanto, mira a su padre confundido— te enseñamos a defenderte, para que puedas defender y cuidar de todos aquellos que sean importantes para ti
—Para poder cuidar y proteger a otros, primero tienes que aprender a protegerte a ti mismo cariño —susurra su madre, antes de volver a darle otro dulce beso que hace al pequeño niño tricolor mirar a ambos padres y, segundos después, volver a estallar en llantos
—¡No quiero lastimar a nadie!
—¡Ha! ¡Por Quetzalcóatl! —refunfuña Azteca derrotado de no poder convencer a su hijo, por su lado, Mexica ríe divertida al ver el llanto de su hijo y la rabieta de su esposo
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Volvían a casa, la noche los había alcanzado antes de lo esperado pero, México sabia que sus padres conocían tan bien el camino y los alrededores montañosos que, ni siquiera él le temía a las criaturas que pudiera haber por la zona. Lo que alerto a la familia de tres, fue ver sobresaliendo de entre las copas de los arboles una fumarola grande y negra
—¡Vamos! —anuncia rápido Azteca. Mexica carga con su cuerpo y los tres se dirigen de regreso al pueblo donde viven aislados de los seres humanos
En cuanto llegan, México puede ver como una casa (hecha únicamente de maderas y lianas) comienza a venirse abajo mientras es tragada por el fuego
—Traeré agua —Grita Mexica bajando al pequeño country y corriendo en dirección del rio que pasaba a orillas del pueblo
—Traeré la arena —anuncia igual de rápido Azteca, abriendo sus alas y volando en dirección opuesta a la de la mujer para ayudar a los countrys con más fuerza física
México, quien se ha quedado en el medio del pueblo, intentando hacerse a un lado para no estorbar a la gente que aun continúa corriendo, observa con preocupación la casa. Conocía al country que ahí vivía. Su nombre era Trece Colonias y era de su edad. Subió la mirada preocupado y, entre el fuego, el tricolor pudo verlo
—¡Mami! —grita el pequeño dentro, aun atrapado por el fuego
—¡Trece Colonias! —grita México asustado de verlo rodeado por el fuego, cercas de una ventana. Ni siquiera se detiene a pensar las cosas. Sus alas aparecen y aletean con fuerza, da un brinco y se sostiene en el aire con torpeza, al tratar de entrar por la ventana donde ha visto a su amigo atrapado, puede verlo, pero hay un cristal que le impide el pasar y, no tiene tanta fuerza para romperlo— ¡Me lleva! —grita estresado, viendo en el interior como su amigo se encuentra hecho un ovillo entre la puerta de su habitación y el pequeño ropero. México maldice, si no hacia algo, su amigo iba a ser carbonizado por las llamas
Vuelve a soltar una maldición (que diría un niño de su edad) y, elevando una de sus manos, crea una bola de energía morada que corre por toda su mano y que, cuando es lanzada en dirección de la ventana, consigue romperla sin problemas. El pequeño country de dentro se asusta de ver a México entrando y, antes de que puedan decirse algo o preguntar porque es que estaban cada uno en esta situación, México toma a Trece Colonias y cargando con mucho trabajo con su cuerpo, consigue salir de la habitación por la misma ventana que había roto
El peso de Trece Colonias y de México es mucho para sus alas que no estaban acostumbradas a soportar más peso que el suyo propio. Pero aun y contra el peso extra que cargaban en ese momento, México se esfuerza, abrazando con todas sus fuerzas a su amigo que tose hasta que, con algo de torpeza ambos acaban en el suelo, rodando pero sin heridas serias
—¡México! —grita su madre
—¡Mi niño! —grita la madre de Trece Colonias, una mujer country de nombre Apache quien, luego de llegar y revisar de arriba para abajo al country que aun tose y que está lleno de hollín, suspira aliviada cuando descubre que no hay heridas ni quemaduras en su piel— lo salvaste, muchas gracias mi niño —suspira con alivio, abrazando a su hijo pero mirando al tricolor que del mismo modo que su amigo, estaba siendo apresado por los brazos sobreprotectores de su madre
—¿Estas bien México? —Pregunta Trece Colonias cuando puede respirar entre los brazos de su madre, el country asiente
—Lo salvo —hablo una persona— sí, yo vi cuando entro a la habitación —se escucha otra voz femenina— eso fue peligroso —ahora, un hombre habla y así uno tras otro, las voces comienzan a volverse tan repetitivas que pronto se vuelven solo un mar de murmullos difíciles de comprender pero donde el latino solo alcanza a comprender la palabra "Héroe"
México se ha vuelto el héroe más joven del pequeño pueblo luego de salvar a su amigo. El fuego es apagado varias horas más tarde y, aunque la familia de Trece Colonias se ha quedado sin casa por un tiempo hasta que el pueblo le ayude a reconstruir su hogar, el latino mira con alivio como su amigo está a salvo
Ahora entiende las palabras de sus padres... y se siente bien poder ayudar y proteger a los que le importan
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Por desgracia...
Era una noche, la más oscura que México jamás había visto en su corta vida. La luna no estaba y las estrellas que siempre decoraban el hermoso cielo nocturno, hoy se habían escapado, cubiertas de su brillo por espesas y muy oscuras nubes que cada tanto relampagueaban enojadas, o así es como un niño pequeño podría ver una tormenta eléctrica
Era oscuro y no hacia mucho se había ido a la cama junto a sus padres cuando el grito de una mujer lo hizo pegar un brinco y sentarse asustado en la cama junto a sus padres. Con miedo, los tres se miraron y mientras su padre se acercaba a la ventana de su casa para ver qué pasaba, al momento de abrir las cortinas, incluso México pudo ver como la oscuridad de la noche aterradora, se volvía mas aterradora cuando el fuego comienza a envolver las casas donde todos los que conoce en el pueblo, comienzan a arder al mismo tiempo, incluso su hogar
—¡Salgan ahora! —grita su padre. Mexica apenas tiene tiempo de tomar a México entre brazos, ninguno de los tres tiene zapatos. Salen de la casa que el latino alcanza a ver ya está siendo comida por el fuego. Pero al salir de la casa, la imagen no es mejor que estando dentro
Hay gente corriendo por todos lados, confundida, asustada, herida. Muchos se toman alguna parte de su cuerpo que esta quemada, otros corren en círculos mientras el fuego termina de envolverlos; hay gente extraña que sobresale de entre los countrys que corren entre sí, esos eran humanos ¿Verdad? México jamás había visto humanos en su vida, había nacido y vivido toda su vida en el pueblo oculto en las montañas boscosas, jamás había visto nada que no fueran countrys
—¡Mami! ¡Mami! ¡Mami! —a lo lejos, México alcanza a escuchar el llanto de su amigo Trece Colonias. Cuando por fin su mirada asustada lo encuentra, ve su amigo arrodillado, moviendo con desespero el cuerpo de su madre quien se encuentra en un charco de sangre boca abajo. Aun antes de que Trece Colonias pueda hacerla despertar, un hombre aparece y
México se aferra al abrazo de su madre cuando ve como una espada ha atravesado el pecho de su amigo y, sus gritos, de pronto se apagan, ahora, cae sobre su madre, como si el también estuviera dormido. México siente las lágrimas cayendo por sus mejillas. Porque aun no termina de entender que es lo que estaba pasando, podía sentir en su pecho, que esa conexión con su amigo, había desaparecido... que, como si fuera un country viejito, su vida había acabado y ahora, le pertenecía a la tierra
El brusco movimiento de su madre le obliga a girar la mirada a todos lados, descubriendo que su mare esta esquivando ataques de más humanos mientras intenta protegerlo a el de los ataques. México se aferra con miedo a su cuello, intentando no moverse y no hacer ningún movimiento que le estorbara a su madre. Mientras tanto, su pequeña he infantil mirada viaja por todos lados, buscando a su padre
Pero lo que encuentra, son mas countrys tirados en el piso, sobre charcos de sangre que comienza a desprender un aroma que en el futuro, se volvería una pesadilla constante para el tricolor. Aun así, y con el miedo de ver algo que un niño nunca debería de ver, también encuentra a otros countrys aun vivos, intentando pelear contra los humanos que los atacan
Pero, mientras México alcanza a ver a un country llamado Reino de Castilla peleando con fuerza, una flecha atraviesa uno de sus hombros mandándolo algunos pasos lejos y, cuando cae al piso, un halo de luz rosa aparece en el suelo donde estaba el country haciendo que caiga al suelo como si algo muy pesado no le dejara moverse. Asustado, México escucha a su madre llamando a su padre
El pequeño gira la mirada, encontrando delante de ambos un humano, viejo, manchado de sangre que los mira a él y a su mamá con una maldad que asusta al pequeño. México se aferra a su madre asustado y, ante la asustada mirada del pequeño, una energía rosa aparece en la mano del hombre. México, asustado, quiere gritar cuando ve que el hombre lanza esa luz rosa hacia su madre y hacia el
Pero escucha el quejido de su padre, cuando abre sus ojos que por miedo había cerrado, encuentra a su padre delante de ellos ahora tirado en el suelo de rodillas, intentando levantarse aunque parecía que le costaba muchísimo trabajo
—¡Papi! —grita México
—¡Mexica corre! —grita Azteca. México trata de estirar su mano para llegar a su padre, pero Mexica ha obedecido las palabras de su padre y dando media vuelta corre lejos de Azteca. México alcanza a ver como su padre, que los mira de perfil sin poder moverse, no mira al mismo hombre que le había lanzado la luz rosa y, elevando en su mano un palo largo con una punta afilada como las flechas pero más grande, ese mismo hombre atraviesa el pecho de su padre
—¡Pap- —su voz es callada por su madre, enterrando su rostro en el pecho de la mujer para que no siga viendo la masacre
Mexica corre, con la desesperación de quien tiene que escapar y proteger a su hijo. Alcanzo a ver a muchos otros también correr despavoridos y ser perseguidos y, acierta cuando, entre el bosque tiene que esquivar varios hechizos de aprensión
Comienza a jadear, esquivando las trampas que va activando para las personas que los persiguen y aunque escucha a varios gritar en dolor al verse atrapados en ellos gracias a la oscuridad, Mexica tiene que frenarse con violencia cuando encuentra que su ruta de escape ha sido destruido
En una cascada que dividía el bosque, todos los countrys con ayuda de su ahora difunto esposo, alguna vez construyeron un puente de maderas para tener una ruta de escape, pero ahora, el puente también había ardido en llamas pues de él, solo quedaban las hasta que aun estaban prendidas en fuego. Mexica mira a todos lados, la caída era peligrosa y no sabía si era posible que sobrevivieran a ella pero, mientras vuelve la mirada hacia atrás, alcanza a escuchar a lo lejos las voces de los hombres acercarse peligrosamente hacia ellos dos. Mira a todos lados, no sabe qué hacer. Delante de ellos, en la cascada, el barranco que parecía arrástrate a la muerte, es el único camino viable pero ¿Qué había de su pequeño hijo?
—México, mi niño —llama la mujer, bajando al tricolor de sus brazos y dejándolo en el suelo; lo toma de los hombros y se pone delante de su asustada y llorosa mirada— mi amor, escúchame bien cariño —llama la mujer nerviosa, no tenía mucho tiempo— quiero que seas muy fuerte, quiero que vivas y que luches siempre por ser feliz —continua explicándole, limpiando con sus pulgares las lagrimas que aun corren por sus mejillas
—Mami... papá... papá —jadea el pequeño intentando contener las lagrimas sin mucho éxito, Mexica asiente, continua limpiando sus lagrimas aun cuando ella también llora
—Lo sé, por eso necesitamos tu padre y yo que seas un niño muy, muy fuerte —interrumpe la mujer— porque de ahora en adelante, estarás por tu cuenta —las palabras de Mexica asustan a México quien se aferra de las manos de la mujer para que no lo aleje de el— tu papá y yo siempre te vamos a amar y te vamos a proteger... pero ya no nos veras
—No me quiero alejar de ustedes —solloza, Mexica lo acerca, le da un fuerte abrazo y le besa la frente, tal y como siempre lo había hecho
—Te amo México —susurra— tu padre y yo te amamos desde el momento que supimos que vendrías a nuestras vidas —lo separa para verse y le sonríe con amor, aun cuando las lagrimas corren por sus mejillas— y te amaremos aun después de la muerte, así que se un buen niño y vive
"Vive"
Esas fueron las últimas palabras que escucho de su madre antes de sentir como su cuerpo era guiado para que la cascada quedara a sus espaldas y ver cómo, aun con una sonrisa triste, la mujer que lo había cuidado toda su vida, lo empuja para que caiga. México estira sus manos, siente el vértigo de caer mientras ella tampoco se da cuenta del humano que ya está detrás de ella alzando una espada que va directamente hacia su cuerpo
—¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡MAMÁAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!!!!!!!!!!!!
******************
—¡¡¡HHHggggg!!!!! —abre su ojos de golpe, la oscuridad del calabozo sigue igual, no percibe cambios, y aunque mira a sus alrededores la oscuridad es lo único que lo acoge. Su corazón palpita con violencia, las lágrimas corren por sus mejillas y empapan su pecho mientras el trata de mantenerse tranquilo y no entrar en pánico otra vez
Esa... había sido la peor pesadilla de su vida. Porque hacía mucho, que no tenía por pesadilla, el recuerdo de cómo lo perdió todo, en una sola noche
Tallo sus ojos con fuerza, intentando no gimotear por el cruel recuerdo que venía a su mente y entonces, nota que algo le pesa en sus muñecas. Luego de poder volver a enfocar correctamente, descubre que en sus muñecas, tobillos y en su cuello, a forma de gargantilla, hay una especie de tiras de tela oscura, parecido a muñequeras en negro con grabados en dorado
—¿Pero qué mierda es esto?
Notas finales:
*Traigo pedo con esta edad o que pedo conmigo? XD es que es más fácil traumar niños a esta edad XD sorry... ahora me siento culpable por torturar de este modo a México... chales
Datos extra:
*Esto ocurre cuando México tenía 5 años, pero lo vemos como un recuerdo obviamente
*Azteca es quien posee las alas, no Mexica, por eso Mexica no puede escapar al final
*México vivía en un pueblo oculto entre las montañas en un espeso bosque y hasta antes de aquella fatídica noche, jamás había visto a los seres humanos... que hijos de puta
*Del pueblo de México, nadie sobrevivió... si es que hubieron sobrevivientes, tal vez fue bajo las mismas circunstancias que el latino, pero en sí, nadie sobrevivió... si, ni siquiera Trece Colonias
*Les recuerdo que solían tener a los countrys como seres peligroso y los humanos, en su estupidez, atacan y extinguen lo que no entienden, por tanto, no era raro saber de este tipo de ataques a countrys inocentes, de ahí, que los mismos countrys fueran violentos con los humanos, digo, era para mantenerse a salvo de su locura ¬¬ ok ya, me calmo porque me estoy encabronando
*México sobrevivió a la caída a la cascada, no abrió sus alas porque vio el momento en que su madre era asesinada también, además, el miedo le hizo olvidar como se abrían sus alas
*Luego de sobrevivir a la cascada, es que en el medio del bosque, es encontrado por España quien lo acaba adoptando... ahí está el secreto del tricolor
Me cae de madre que por momentos como estos, quiero que los putos humanos desaparezcan... lo bueno es que es una historia... lo malo, es que es verdad que los humanos haríamos esto... grrr ok ya, me calmo... juro que me calmo...
¿Les ha gustado?
Que tengan lindo día
¡Comenten!
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