Mi querido ex amor
Oye, querido, a mí usted me sigue gustando, aunque no seamos diseñados para estar juntos...
Tu huída fue dolorosa, no lo puedo negar, llegue a estar a un suspiro de besarte pero no pude.
¿Por qué? Porqué sólo es un sueño, uno que me recuerda que ya no estás que, que no me perteneces más.
Aún tengo grabado aquel recuerdo en el cual nuestros pechos estaban tan juntos.
¿Sabes lo que me duele de ese entonces? Que esos no eran nuestros corazones latiendo uno a por el otro.
Recuerdo cómo tu respiración chocaba contra mi rostro, cómo tu cuerpo cubierto de sudor rosaba con el mío mientras hacíamos el amor.
¿Sabes lo que más me duele? Que te acostabas a un lado mío y no decías absolutamente nada.
Así es, como si ningún significado tuviera ese momento entre tú y yo, para ti.
Y así, de esa misma forma en la que no tenía ningún significado el tocar mi cuerpo, te alejaste de mi vida.
Como agua entre mis manos. Como ave emprendiendo vuelo, bien lejos de su nido. Dejando esté desolado, dejándome desnuda.
Es que tus caricias sutiles funcionaban como mi abrigo, en cada momento que llegabas y pasabas tus enormes manos a por mi cintura en un sutil abrazo.
Era tan fresco, sentía cómo me despojabas de todo tormento, de todo frío, de toda inquietud y simplemente éramos tú y yo, por ese momento, por fin.
Perderte, es como extraviarme en el mundo, ya no sé nada tú lo eras todo para mí. Eras mi vida, ahora que no te tengo es como vivir pagando un castigo que no sabía que cometí.
Creo que fue por no atender a tiempo a cupido, tocó mi puerta tantas veces y yo no atendí en ningún momento.
No es que no le estuviese esperando, pero temí que no me hicieras caso, temí que no me notases en el instante, pero fue peor.
¿Sabes por qué te lo digo? Pues sencillo, entre los dos fui quien más amor ofreció, quien más se esforzó.
Yo era quien movía la relación, pero todo porque cupido me flecho a mí solamente, tuvo que flecharnos a los dos.
Termine volviendo tu corazón un fugitivo, te exigí que me dieras más porque sé que me lo merezco, y me lo merezco, pero no espere que tu respuesta fuera tan contradictoria.
Y es que te amo, aún te amo, por eso por las noches son frecuentes mis desvelos.
Me cuestiono cada noche en que pude haber hecho algo para que te quedarás, para que no me dejaras, para ser quién con ahora estuvieras casado.
Pero, tu huida fue como águila, sin ver atrás o decir tan siquiera adiós al desplegar.
Tranquilo, no te culpo, es sólo que al hecho de aceptarlo aun me rehusó, mi corazón es un iluso.
Por favor no llores sé que aunque sea me quisiste, es sólo que mi corazón no es lo que siente o sentía a por ti, ni es lo que deseaba por parte de ti.
En estas palabras quiero decirte una sola cosa más para despedir está vivencia a como debió de ser: me hubiera gustado que aunque sea me hubieras avisado; que en realidad en tu vida no me tenías elegida, para pasar el resto de tus días.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro