Willom.

No quería demostrar lo afectada que me encontraba por esa desagradable noticia. Conocía a Aedus y sabía perfectamente sus intenciones. No se va a quedar en el molde, encontrara la manera de darle un golpe.

Las cosas iban tan bien. De pronto todo se vino abajo como castillo de arena. Su padre derrumbo cada grano con sus amenazas. El señor Connor ya mostro las cartas que va a jugar y ahora le toca a Aedus, da miedo su reacción, pero es comprensible.

--¿Qué pasa por tu cabeza? - interrogue al verlo conducir seriamente.

--En cómo reducir a mi padre para que quede expuesto frente al resto de sus admiradores. - respondió centrado en la carretera. - Sin embargo, ya me dio el primer trago amargo de la mañana.

Ya conocía la noticia, el rostro de esa mujer dándose de buena y declarando toda emocionada frente a un micrófono, solamente producían repugnancia en mí. ¿Qué clase de persona juega parte de un plan macabro para obligar a casarse a alguien?

Me encantaría conocer sus motivos que la llevaron a ser un títere de Connor.

--Bueno al menos no tendrá novio disponible para la boda. - mi intento de broma es para que cambiara su cara de agotado batallando con lo imposible, aunque esbozo una sonrisa que ni él se la creyó.

--Ganas de matarlo no me faltan - murmuro - y sus amenazas siguen más vigente que nunca, ya tengo un plan para ridiculizarlo, pero debemos ser precavidos ¿sí?

--Aedus es mejor no desafiar a tu padre. Es astuto como un zorro y lo que hagamos nos afectara así que... prefiero no correr el riesgo.

Guarda silencio deteniéndonos en el semáforo.

--Ya no me dejare pisotear por él ni nadie. Primero debo ir a visitar a la enfermera que cuido a mi abuelo, hay certezas en mi o es muy probable que sepa algo para hundir a mi padre. Ella guarda muchos secretos desde su misteriosa desaparición a el silencio absoluto de su parte.

--¿No sería demasiado arriesgado?

--Si y no te expondría de saber sus siguientes pasos, pero sino lo enfrento seguramente él destruya mi familia y a lo único preciado para mí.

¡Que romántico!

Sentir mis mejillas arder por el calor es decir mucho. Los sentimientos empiezan a salir a flote, aunque nunca dijimos o no hemos detenido a charlar con detenimiento sobre lo que sintiéramos al avanzar el tiempo; me queda claro que las acciones demuestran mucho y son el mejor regalo para alguien fácil de enamorar.

No sé si lo amo, pero cada día que pasa siento cosas inexplicables por él. Su manera de protegerme ante su padre, la preocupación en el arcoíris de sus ojos y el tiempo siendo nuestro mejor testigo me hacen querer saltar de alegría.

Sin embargo, hay una cosa que no he podido decirle. ¿Qué le diré? Una versión distorsionada de los hechos para que no se aleje por mentirle o la verdad, aunque duela siempre es lo mejor.

--Tu hermana es... - sopesa la palabra para describirla. - Bueno no encuentro un calificativo que describa su amargura, pero es entendible. ¿Volverá a caminar?

--Es lo que quisiera saber. Me he mantenido al margen porque cada vez que intento acercarme ella se pone a la defensiva atacándome.

Sienna y Agnes fueron demasiado unidas en el pasado, creo, eso afecto a Sienna de una forma tan desgarradora. Busco un culpable y el blanco fui yo, ya que nunca no hemos llevado bien.

--Es difícil lidiar con ella, a pesar de eso siempre estaré si me necesita y dudo mucho que quería mi ayuda por sobre de Aiden.

--También lo dudo. - sonríe relajándose en su asiento.

Aedus aparca el auto frente a una cafetería no tan lujosa a lo que estaría acostumbrada su familia o él.

--Espera. - me detiene a medio bajar. - Quiero mi beso de buenos días.

Abro la boca para contestar, pero sus labios son adictivos, devoradores y apasionado. Desarma cualquier barrera que pudiera existir, tomándome de la nuca para tener más profundidad se abre paso. Saborea tanto como yo y mordisquea el labio inferior deteniéndose lentamente pegando su frente con la mía.

Conectamos haciendo el momento eterno. Las miradas pueden decir muchas cosas, en esta ocasión lo interpreto como paz, tranquilidad en el alboroto que nos da la vida, pero también somos consiente de lo que no podemos gritar porque aún no estamos seguros o simplemente esperamos el desenlace de los futuros acontecimientos para ya no callarlo.

Ahora si bajamos, Aedus toma mi mano para entrelazarla mientras caminamos las miradas curiosas recaen en nosotros.

Veo a Aiden ubicado en una mesa al fondo. Levanta la mano para que lo veamos y avanzamos hacia él. Aedus aparta una silla para mí, su amigo luce cansado por las marcadas ojeras en el parpado inferior y suelta un suspiro pasándose con insistencia la mano por su cabello oscuro.

--¿Cuál es la urgencia? - Aedus se sienta frente a él y yo a su lado. - No tienes buena cara, amigo. Ya dime lo que te aflige.

--Se trata de tu padre. - la sola mención de su padre lo pone tenso. - Va a despedirme sino hago lo que quiere. Me obliga a ser su espía y sabe cómo chantajearme.

--Habla claro, Aiden porque no estoy entendiendo. - Aedus suena más brusco de lo que quisiera ser.

Paso una mano por su brazo para que se tranquilice y la cólera no lo ciegue. Aunque estando en su lugar también me resultaría difícil contenerme cuando pretenden hacerme daño hasta con mi mejor amigo.

--Me envió a seguirte, quiere estar al tanto de todo lo que hagas sino me despedirá.

--¿Te amenazo? - no hay que preguntarlo para tener conocimiento de sus horribles fechorías.

Cabizbajo juega con sus dedos impaciente, temiendo de que alguien se lo vaya a contar y perder su empleo.

--Dijo que si no lo hacia mi madre pagaría las consecuencias. - sonaba molesto.

Aedus estrujaba servilletas descartables para no salir corriendo en su busca, sin embargo, trataba de sostener su mano en una forma desesperada de que no cometa una locura.

--Hazlo es la única forma de darle gusto para que se crea el ganador. Solamente le contaras lo que yo te diga ¿de acuerdo?

--De acuerdo. Lo haremos de esa forma, pero no puedo perder mi trabajo.

A Aiden algo más lo afligía, pero dejaría que él no nos contara o se lo dijera a Aedus. Son amigos y se tienen confianza.

La tensión se fue disipando con una conversación distendida de cosas triviales y bromas, Aedus decidió a último momento no ir a la empresa puedo estar segura de que su padre explotara al no tenerlo para darle ordenes despreciables.

Su celular no paro de sonar, pero se limitó a no responder. Esta vez seriamos los dos haciendo cosas normales de parejas o es lo que imagino.

--Hoy es cita de novios. - abro la boca algo sorprendida. - Ya se lo que piensas.

--¿Qué?

--Hoy no importa nadie más que nosotros dos ¿entendido? - asentí bastante emocionada.

Me faltaba correr por las calles y gritar de la felicidad causada por este hombre. Siempre supe que debajo de ese caparazón de frivolidad se escondían los mejores sentimientos de Aedus Lennox y no me equivoque.

--Hoy seremos felices a nuestro modo. - emití entrelazando su mano con la mía.

Y vaya sorpresa me lleve. Empezamos el recorrido en un parque de atracciones.

--¿Cuál es tu juego favorito? - se detuvo a preguntármelo esbozando una sonrisa pura y transparente, además de que sus ojos portaban un brillo jamás visto en lo que llevamos juntos.

--Debes adivinarlo. - dije tirando de su mano para entrar. - Siempre quise subirme al Tidal Wave mojarse será algo asegurado.

--Ni lo sueñes. Prefiero las montañas rusas, aunque hay varias para elegir.

--Hagamos un trato. - se lo piensa, pero igual le digo mi idea. - Un juego juntos por un beso, aunque no nos guste ¿de acuerdo?

--Mmmm...un solo beso no será suficiente.

--Estoy de acuerdo.

Después de comprar nuestros boletos pasamos. Thorpe Park cuenta con más de 30 atracciones y eventos además de tener acceso a más de 5 de las mejores montañas rusas. Amo la adrenalina en las alturas por eso el desafío es volver a ser niños.

Es mediodía y hay una cantidad copiosa de personas subiéndose a sus juegos favoritos.

--¿Has venido alguna vez? - interrogo mientras esperamos en la fila para Tidal Wave.

--Leonardo, mi abuelo desde niños nos hizo conocer a mí y a mi hermano casi todos los parques de diversiones del país. No importaba donde quedaran, él se empeñaba en llevarnos.

Se queda viendo un punto fijo lejano melancólico por recodarlo.

--Disculpa pensé que ya no tenías abuelos, aunque nunca me lo has comentado.

--Es que...él ya falleció en situaciones claramente confusas. - duda en decírmelo, plantándome al frente le impido avanzar para que continúe con su relato - No iba a comentarte nada al respeto, pero ya ha salido el tema. - tomo sus manos animándolo a soltar lo que se guarda y lo angustia. - Tengo la sospecha de que Connor está involucrado en su muerte, mi madre lo ha estado encubriendo, sin embargo, debo conseguir pruebas para acusarlo...

--¡¿Qué?! Eso es demasiado...no lo creía de semejante atrocidad.

Y al parecer no tiene límites. ¿Cómo puedes matar a tu propio padre?

--Ya olvidémonos de eso por unas cuantas horas. Mejor vamos a divertirnos porque a eso hemos venido ¿sí?

Salgo del shock cuando me arrastras con él. Ya es nuestro turno. Aedus se lo piensa dos veces, no le agrada la idea de tener que mojarse y se le ocurre una idea para esquivar el juego que yo quiero.

--Debemos dejar el Tidal Wave para el ultimo. - frunzo el ceño ya que hicimos fila desperdiciando tiempo para volver después. - Willom no tenemos ropa y no nos dejaran ingresar en otros juegos por estar empapados.

--Bien, pero no tendrás beso.

Zafándome de su agarre camine con los brazos cruzados, no pretendía hacer berrinche, pero no puede evitarlo. Darle el mando a Aedus fue una pésima idea. El primer fuego fue Stealth una de las montañas rusas más rápidas de Europa y casi expulso todo lo ingerido en la ropa de Aedus. Te propulsa de 0 a casi 130 kilómetros/ hora y a 62 metros de altura, en menos de dos segundos.

Cerraba los ojos respirando profundo, aunque la cabeza me daba vueltas en cada curva sujetaba fuertemente su mano manteniendo una sonrisa de nada le afecta. Al bajarnos tambaleo como una borracha saliendo de una discoteca.

--¡Maldito! Te burlas de mí.

--Tu aceptaste jugar, Willom. Eres una gallina, te toca elegir.

El oji lindos me retaba. Pensaba cual era el más aterrador, pero a Aedus nada le parecía darle miedo. El Nemesis Infierno es el mejor.

--Iremos al Nemesis Infierno. - Aedus enarcaba una de sus cejas sorprendido. - Crees que no soy capaz de resistir ¿verdad?

--Tan valiente mi novia linda. - beso mi frente tan orgulloso de mi, pero confieso ser más aterradora que la anterior.

Nemesis Infierno gira, zambúllete y recorre más de 750 metros de pista sinuosa a velocidad de hasta 80 km/h para escapar del calor de un volcán humeante. Aedus odio zambullirse, pero no le quedo de otra. Contaba los besos por cada juego y llevaba uno y otro Aedus.

Luego sigo el Colossus es un bucle vertical, un cobra roll, un crorkscrew doble y el único barril cuádruple. Detonador, bombs away es una vista panorámica del Resort en la parte superior de la torre de caída de 30m y a 80km/h. Samurái, el brazo mecánico te hace girar a 360°a gran velocidad y a casi 20 metros de altura. Saw, The Ride es la primera montaña rusa, experimenta una caída de 100 grados desde una altura de 30 metros y terminamos en el Derren Brown's Ghost Train es una atracción de realidad virtual que te lleva a enfrentar cara a cara a un demonio, sin embargo, salte a los brazos de Aedus al verlo.

Cansados decidimos tomar un descanso. Fuimos a Coffee Shak pedimos unos sándwiches y bebidas para aplacar la sed. Todavía mi ropa esta algo mojada, pero se seca rápido.

--Te la estás pasando genial ¿o no? - Aedus bebe su coca fijando sus ojos en mi - En particular, yo me la estoy pasando bomba.

Suelta una risa. Jamás lo vi tan contento y feliz porque esas cosas no se pueden ocultar.

--Súper genial. - respondí masticando intentado sonriendo tiernamente. - Debo reconocer, Aedus me tomaste por sorpresa. Quisiera que sucediera más a menudo estos encuentros, tener tiempo para nosotros y tu compañía.

Se estira para darme un beso casto antes de continuar devorando su comida.

--Gracias por venir conmigo. - dijo limpiándose la comisura de su boca. Amo esos colores tan distintos y tan expresivos a la vez, relajado sin preocupación alguna.

--No debes dármela. ¿Cuál es la siguiente parada?

--Dímelo tú.

--Quiero recuerdos: como tomarnos una foto juntos e ir a The Megastore para comprar algún souvenir.

--Ok como la reina quiera.

Sentirse embobado por alguien supongo que no afecta. Hoy definitivamente fue un día estupendo y divertido.

En un beso acaramelado nos fundimos para concluir con una jornada divertida, por ultimo hacemos varias fotos para guardarla en mi galería y recordarlo siempre.