POV RAY

Observo como mi hija irradia felicidad, mi adorada niña se ve tan feliz.

— Hola— después de cuatro ¿O cinco años? Ya no recuerdo exactamente, pero no había oído su voz.

Me mira cautelosa, cómo si quisiera decir algo más que un simple «hola»

— Hola— respondo finalmente

— ¿Podemos hablar?— Hablar ¡Después de años quiere hablar! ¿Que te hizo cambiar de opinión?¿Quieres hablarme lo feliz que estás por tener un yerno rico?

— ¿Hablar tú y yo? Creo que no hay nada que hablar Carla—

Ya no siento despecho hacia ella, y si la he tolerado hoy ha Sido por mi Annie y porque ha mantenido su distancia, o lo había mantenido antes de «hola, o ¿Podemos hablar?»

— Por favor, sólo te pido unos minutos de tú tiempo— minutos de mi tiempo. Recuerdo que me pedías minutos de mi tiempo y al parecer no fueron suficientes

— ¿Es enserio Carla?¿Recuerda que solías pedirme unos minutos de mi tiempo, pero no te bastaba el tiempo que te dedicaba?— De acuerdo, estoy molesto, pero no porque haya venido a la boda de Annie, con su nuevo marido si no porque tiene la desfachatez de hablarme.

— Mi intención no es discutir contigo, ni reflotar viejas rencillas entre tu y yo, ya he pagado un alto precio haberme ido de tú lado— al menos pareces sincera y no está fingiendo como solías hacerlo.

— Pero por lo que veo: te ves muy bien— fijo mi mirada hacia Bob, su esposo que conversa amigablemente con el padre de Christian.

— Ray, sé que estás odiando el hecho que yo esté aquí— honestamente no te merece estar hoy aquí, pero si Annie así lo quiso, lo acepto—sé que no merezco compartir la felicidad de mi hija.

— Estoy de acuerdo contigo, pero si Annie quiso que hoy estuvieses aquí; respeto su decisión.

— Nuestra niña tiene un corazón muy noble... La criaste muy bien Ray— sonrío sinceramente mientras un sentimiento de orgullo se apodera en mi pecho.

Tienes razón; yo la crié.

— Yo estoy feliz y orgulloso de tener una hija como Annie— le digo orgulloso

— Lo sé— añade con tono triste mientras le da una mirada a nuestra hija — sólo que yo no supe valorarla, y mi castigo es no poder recuperar los tres años que no estuve a su lado, no ví como su cuerpo fue cambiando por el embarazo, no pude estar el día que nació mi nieto... Son tantos los momentos que me perdí por culpa de mi estupidez — añade con tristeza.

Te diría que lo siento y que haré algo para remediarlo, pero la verdad es que te lo mereces. Yo disfruté cada momento con mi nieto; su llegada al mundo, su primer diente, sus primeros pasos, sus primeras palabras.

— Te perdiste de mucho Carla por tu estupidez.

— ¿Crees que pueda recuperar el tiempo con Annie y nuestro nieto?

— Seguramente, pero desde ya te advierto que si vuelves a romperle el corazón a Annie, te la verás conmigo. Antes no te fui a buscar y ponerte en tu lugar por Annie, pero si vuelves hacerle daño, no dudaré en buscarte y destruirte— para que estés enterada

Aprovecha está oportunidad que está dándote tu hija.

— No va a pasar está vez— dice sonriendo ¿Que le hace tanta gracia? — No sabes cómo me alegro oírte hablar con tanta pasión para defender a nuestra hija.

Por primera vez siento que yo estuve a punto de cometer los mismos errores de Carla al no aceptar que mi hija había encontrado la felicidad. He Sido un tonto, Christian adora su pequeña familia. No soy nadie para interponerme... Estaba celoso y sentía que se estaban robando mi hija y mi nieto.

— ¿Está todo bien?— Olivia nos interrumpe.

— Si— rodeo su cintura con mi brazo — Carla, ella es Olivia mi novia, amor ella es Carla, la madre de Ana— hago las presentaciones.

Carla me mira con asombro por un instante. Seguramente se ha sorprendido que Olivia es más joven que yo.

— Oh, un gusto en conocerte Olivia— dice Carla extendiendo su mano.

— Lo mismo digo— responde Olivia y estrecha su mano con la de Carla.

— Ya habrá tiempo de conocernos y hablar, iré a ver qué está haciendo Bob, permiso— Carla se aleja de nosotros.

— ¿Que quería?— Me encara Olivia visiblemente celosa

Me encanta cuando se pone celosa.

— Nada, en realidad estaba advirtiéndole que si vuelve romperle el corazón a mi Annie, se las verá conmigo.

— Wow, ya sacaste tu lado protector—musita — ¿Ella captó el mensaje?

— Creo que si.

— Que bueno, vamos a bailar.

— Será un placer, aunque no esperes mucho de mi, soy un pésimo bailarín.

En la pista está la hermana de Christian con el señor Trevelyan, mi nieto Ted, y unas cuantas personas más... Invitados del novio.

   ***

Estoy bebiendo una cerveza un poco alejado de la fiesta. Creo que me estoy mareando.

— Tú y tu manía de beber cerveza— dice Jason acercándose a mí.

— No cambio mi cerveza corona por el champagne fino francés.

— ¿Todo bien? Te Vi hablando con Carla hace rato atrás.

— Sólo le advertía que no vuelva decepcionar a Annie.

— ¿Que sentiste cuando la viste?— Ya viniste de chismoso Jason.

— La verdad, me sentí molesto pero no por los motivos que crees, estaba molesto porque me pareció injusto que esté aquí, pero con el pasar de las horas me he dado cuenta que si mi hija la quiere cerca de ella, no pondré objeciones, pero la tendré vigilada.

— ¿Perdonaste el hecho que te dejó por otro?

— Hace tiempo superé eso, si estaba furioso con ella; era por lo de Annie.

— Entiendo. — Dice — ¿Te quedarás el cuidado de tú nieto mientras Ana y el señor Grey estén de luna de miel?—

— Si, o eso creo... No he hablado con Annie.

— Lamento decirte que ya se fueron.

— ¡¿Que?! Ese idiota de mi yerno... No quiero ni imaginar para que se llevó mi hija.

— Mejor no imagines nada... No es bueno— me dice con tono burlesco.

— Ya te quiero ver cuándo tu hija se case— Replico — por cierto ¿Que haces aquí? No deberías estar de chaperón.

— Debo cuidar a tu nieto, además mi jefe no me necesita en estos momentos.

— Idiota. Ven vamos a bebernos una cerveza.

— Prefiero un Whisky— uy, que refinado está

— ¿Desde cuando cambiaste la cerveza por whisky?— Me burlo de él.

— No lo he cambiado, si pretendo cuidar a tu nieto debo cuidarme, y sé que no me conformaré con una sola cerveza.

— Ok grandulon... Vamos a bebernos un trago.

   POV ANASTASIA

Estoy de espaldas a la puerta y mirándome frente al espejo, me miro con cierta inseguridad y creo que Olivia se excedió con la elección de lencería para esta noche.

Ya se comienzan a notar los cambios del embarazo en mi cuerpo y me siento extraña usando una diminuta tanga y el baby doll en color marfil ribeteado en encaje. Es bonito, pero no sé... me siento más enorme de lo que de verdad estoy.

Se abre la puerta y siento una mirada abrasadora sobre mi.

—Ana... cariño... te ves... ¡wow!—murmura Christian y cierra la puerta con pestillo.

—¿Te gusta?— pregunto con cierta inseguridad.

—Creo que debo verlo... con más detalle. Pero lo que he visto hasta ahora no me desagrada en lo más mínimo— me dice y se aparta unos pasos de mí.

Con el dedo índice me indica que me de una vuelta y yo obediente lo hago muy lentamente. Solo lo puedo escuchar respirar profundamente, de pronto me detiene y me hace estar de frente al espejo nuevamente.

—¿Te había dicho que estás preciosa, que tú eres preciosa?

— ¿Hoy? Me dijiste que estaba hermosa, pero no preciosa— Susurro

—Pues eres preciosa, amor. Siempre. Y ahora, viéndote así, siendo ya mi mujer, con mi hijo en tu vientre, veo que eres más hermosa aún— me dice al oído mientras recorre con sus dedos mis hombros hasta seguir con el contorno del encaje sobre mis pechos, ahora más sensibles.

—¡Oh!— suspiro excitada por las sensaciones que me provocan sus palabras y sus caricias.

—Si, nena... nunca me has parecido más hermosa como ahora,  en este momento, en el que puedo verte en toda tu gloria y solo para mí— continua diciéndome mientras mete sus dedos bajo la tela del delicado baby doll y acaricia mi cuerpo hasta que me sostiene de la cadera y me acerca hacia él sintiendo su erección— ¿Lo sientes? Solo tú me provocas estas sensaciones, nena... solo tú.

Comienza a besar mi cuello y desenredar mi pelo, a la vez que con su otra mano me acaricia hasta donde alcanzan sus fuertes manos.

—Supongo entonces que te gusta como me veo con esto...

—Con eso, o sin él me pareces una diosa, MI diosa, Anastasia... Eres hermosa y afortunadamente mía— dice a la vez que se aparta de mi y a través del espejo me observa con intensidad y recorre mi cuerpo con sus manos.

Me recuesto sobre su fuerte pecho y me dejo llevar por las sensaciones y sentimientos que me provocan sus caricias y sus palabras. Cuando apoyo mis manos sobre su cuerpo caigo en cuenta de que él sigue vestido, y no quiero esperar más para tenerlo dentro de mi, amándonos como solo nosotros podemos y deseamos hacerlo.

Me giro lentamente y le doy un beso tierno y suave, quiero ir despacio y disfrutar cada segundo de este momento.

Me aparto de él y me mira como si fuera la primera vez, como aquella noche que nos conocimos, le quitó lentamente la corbata, recorro sus fuertes brazos y al encontrar los puños le quito con cuidado los gemelos, después, muy lentamente le desabrocho la camisa a la vez que le voy dejando un delicado reguero de besos sobre su tibia y cálida piel. Cuando le quito la camisa desde sus hombros veo como se eriza su piel con cada toque mío y al verlo así, tenso, excitado, casi desnudo y solo para mi, las ansias se apoderan de mi cuerpo y sin más me arrojo a sus brazos y lo beso con pasión. Nos dejamos caer sobre la cama y con torpeza y necesidad por poseernos termino de quitarle el pantalón. Se aparta un momento y con agilidad se quita la ropa, se sube a la cama con lentitud y sin prisa, pero con pausa vuelve a recorrer mi cuerpo con su boca y sus manos, mientras siento como me derrito por sus caricias y espero me tome de una vez.

He notado que ésta historia tiene muchas vistas en comparación con los votos. Lectoras fantasmas háganse notar.

Y en perfíl ya está disponible mi nueva historia: Lo Mejor De Mi Vida, espero que les guste.