POV ANASTASIA

La fiesta está en todo su apogeo, Mía y Olivia se han superado han hecho que colocaran una carpa y la han decorado con tonos rosa pálido y plata dejando los lados abiertos. Gracias a Dios hemos tenido un precioso día. Hay una pista de baile, no tan grande pero suficiente para que los invitados bailen, y que decir del buffet... Ha Sido perfecto.

Christian y yo hemos bailado el vals de los novios, él no ha dejado de sonreír... Sé ve muy feliz y yo más orgullosa no podría estar sabiendo que soy la responsable de esa hermosa sonrisa y su felicidad que demuestra.

De reojo puedo observar a Ray y Carla conversando. Tengo una sensación un poco agridulce. Realmente deseo de todo corazón que Christian y yo duremos muchos años y no separarnos nunca.

— Ana— es Grace quien interrumpe mis pensamientos.

— Señora Grey— le digo un poco incómoda. Ésta señora no me inspira confianza, además sus felicitaciones y buenos deseos lo sentí que fueron muy frío.

— La fiesta está muy bonita, te felicito— murmura con emoción falsa

— Pero.— Le digo sin rodeos.

— Pero yo quería mucho más para mi hijo— y ahí está tirando su veneno

— ¿Una mujer mucho mejor que yo, o una fiesta mucho más ostentosa?— Mi voz es dura

— Me refiero a la fiesta... Cómo sabrás los Grey tenemos amistades con las mejores familias de Seattle, y estoy segura que esto no lo van a perdonar. Es el primer hijo que contrae matrimonio, y mis amistades no estuvieron invitados — cómo si me importara sus amistades

— Lo siento, pero yo no quería gente desconocida y falsa en mi fiesta de matrimonio— espeto

— No quiero discutir, quiero hablar de algo más importante contigo— ya veo porqué se acercó a mi

— Dígame.— Estoy siendo igual de fría que ella.

— Ahora que te vas de luna de miel, quiero que Teddy se quede a mi cuidado— ¡Ja! Cómo si eso fuera posible

— Teddy viajará con nosotros— no te dejaré a mi hijo "querida suegra"

— ¡¿Que?!— Chilla sorprendida— pero ustedes necesitarán privacidad, están recién casado y querrán tener intimidades y con un niño se les dificultará.— Buen intento suegra

— Tal vez, pero si quisiera dejar a mi hijo al cuidado de alguien, se lo dejaría a mi padre, él es el único que tiene toda mi confianza— le digo — y para serle honesta, dudo mucho que mi hijo se acostumbre a usted... No lo conoce. Ahora sí me disculpa debo ir a buscar a mi marido—

Me giro sobre mis talones y me alejo de Grace antes que terminemos discutiendo de verdad.

— ¿Todo bien? Te Vi hablando con mi madre— me dice Christian cariñoso cuando me acerco a él.

— Tú madre se ofreció cuidar a Teddy cuando nos vayamos de luna de miel, pero le dije que nuestro hijo viajará con nosotros— desvío mi mirada hacia mi hijo que está intentando bailar con Mía y el señor Trevelyan.

— Adoro a Ted, y lo sabes pero ¿Enserio quieres llevarlo con nosotros? — Me dice cauteloso— no lo tomes a mal, obviamente me encantaría viajar con nuestro hijo pero es nuestra luna de miel... Te quiero sólo para mí cuando estemos de viaje— añade.

Sé que acordamos que lo pensaría si realmente pretendía llevar a Ted con nosotros.

— No me haz dicho dónde me llevaras de luna de miel, dependiendo donde viajemos optaré por la segunda opción— le digo

— ¿Tiene una segunda opción?— Pregunta curioso

— Por supuesto señor Steele— el esboza una amplia sonrisa

— ¿Señor Steele?— Me pregunta divertido

— Si, porque eres mío y serás mi señor Steele— él me rodea la cintura con los brazos y me da un fugaz beso.

— ¿Cuál es tú segunda opción con respecto a Ted, señora Grey?— Seré la señora Grey, no había pensado en ese detalle. «Señora Grey» Todavía no tengo veintidós años.

— Dime dónde me llevaras — insisto.

Él no ha querido decirle a nadie dónde nos iremos de luna de miel.

— Es sorpresa, sólo te diré que nos iremos fuera del país —

¡¿Fuera del país?! Nunca he salido fuera del país.

No puedo ocultar mi felicidad.

— Se te iluminaron los ojos como árbol de navidad— murmura

— Nunca he salido del país— le digo alegremente.

— Lo sé.— Me besa fugazmente

— Perdón por la interrupción— nos dice Claude Bastille, él es entrenador de Christian, y es un afroamericano alto y guapo, no tanto como mi marido pero es guapo. Hace un momento atrás me lo presento Christian y me cayó muy bien... Es muy simpático. — Nunca imaginé verte con esa sonrisa de enamorado— le dice a mi marido.

— Ni yo— responde Christian con tono burlón.

— Lo sé, pero apareció está hermosa mujer y te sacó de tu zona de confort, ahora eres padre y esposo.

— Soy un orgulloso padre y esposo— añade mi marido más serio.

Le regalo una sonrisa sincera a mi dulce esposo. Veremos qué hacemos más tarde en la intimidad de la noche de bodas.

Él que acabo de conocer también es Jhon Flynn con su esposa. Flynn es el psicólogo de mi esposo, y a diferencia de los demás invitados él no ha dejado de observarme haciéndome sentir un incómoda.

— Ya era hora que tomes las riendas de tú vida y empiece hacer cosas de humanos — añade Claude sacándome de mis cavilaciones

— ¿Cosas de humanos?— Dice Christian divertido

— Si, desde que te conozco sólo trabajabas, jugabas golf, y por supuesto intentabas darme un buen golpe, aunque nunca lo conseguiste.

— No mientas, hubo ocasiones en que te di una paliza.

— Ana, ¿Podemos hablar un momento?— Interrumpe Kate. Ella está guapísima con su vestido largo de seda ceñido a su cuerpo color azul rey

Christian me apega más a su cuerpo se forma posesiva.

— Señorita Kavanagh— el tono de Christian se ha vuelto frío.

— Hola Christian, aprovecho una vez más de felicitarlos — parece sincera.

— Gracias— le digo y ella nos sonríe.

— ¿Podemos hablar?— Me súplica.

Christian niega con la cabeza, pero antes que el abra la boca yo respondo;

— Está bien— Christian me mira con asombro— ya regreso— le doy un beso en la mejilla.

— ¿Estarás bien?— Pregunta inseguro

— Lo estaré. Permiso— le digo a Claude y él hace una reverencia.

Me alejo de mi marido en compañía de Kate.

— ¿Que quieres hablar?— Sueno más cortante de lo que pretendía.

— Seguramente no estás feliz que mi familia y yo estemos aquí— dice con tristeza.

Inspiro hondo. Ya no quiero seguir peleada con ella. Cometió un error, pero está arrepentida

— Pues ... Que puedo decir, no te esperaba pero no estoy molesta

— ¡¿Enserio?!— Dice esperanzada.

— Si... Yo no te guardo rencor.

— Oh, Ana— me da un abrazo tomándome por sorpresa. — No sabes lo feliz que me haz hecho.

Me aparto lentamente de ella.

— Kate, no quiero darte falsas esperanzas... Él que no te tenga rencor no significa que recuperemos nuestra amistad— su rostro cambia bruscamente — al menos no por ahora... —

— Entiendo— susurra con tristeza.

Wow, ha bajado sus defensas, ya no se muestra imponente ni dura.

— Antes de avanzar un paso quiero estar segura que estoy haciendo lo correcto— añado

— No te preocupes... Te entiendo— finge una sonrisa

— Disculpa, no pretendía ser dura contigo, pero me cuesta confiar después de lo que sucedió— miro mi madre... Está muy entretenida hablando con mi padre, lo cual me sorprende, espero que puedan llevar una relación de amistad de hoy en adelante. — Pero te prometo que más adelante iremos a una cafetería a tomar café.

— O té— me dice ella más sonriente

— Por supuesto.

— Estaré esperando tú llamada— no tengo tú número telefónico.

— Hola— es Flynn quien nos interrumpe.

— Hola— dice Kate

— Me preguntaba si podía tener unas palabras con la novia— dice el doctor Flynn con tono afable

¿Que querrá de mi?

— Permiso— dice Kate y se aleja de nosotros

— ¿Cómo estás Anastasia?— Mmm, si no me equivoco éste hombre es inglés.

— Muy bien. Gracias— Lo miro a los ojos, pero no puedo descifrar nada.

— Eso veo... La verdad estaba muy intrigado por conocer a la mujer que conquistó a Christian Grey— me sonríe con afecto  — No imaginaba que era tan bonita — añade y yo no sé qué decirle

— Gracias.

Me siento un poco tímida.

— Usted me ha estado observando ¿Puedo saber por qué?—

— Ya te dije: Estaba intrigado.

— ¿No lee los periódicos o sitios en Internet?

— Mi tiempo es demasiado valioso para perderlo en chismes baratos y estúpidos.

Se me escapa una risita.

— Muy cierto— concuerdo con él — ahora que me conoció ¿Puedo saber que opinión tiene de mí?

— Cuando Christian me habló de ti, me había hecho una idea— ¿Christian me habló de mi?¿Que le dijo?— Y ahora que te conozco me doy cuenta que no me equivoqué— musita con aire cómplice.

— ¿Christian le habló de mí?¿Que le dijo?

— No puedo hablar de mis pacientes— me dice burlón— pero me alegra ver con mis ojos la mejor medicina de Christian— desvía su mirada hacia mi hijo.

— No entiendo—

— Ustedes han hecho mucho más que yo en cuatro años en que conozco a Christian. Definitivamente son la medicina perfecta para él.

Sigo sin entender.

—John —le saluda Christian con un gesto de la cabeza.

— Christian— el doctor le devuelve el saludo — realmente te felicito, esto era lo que necesitabas... Por fin vas a tener tu hogar—

— Lo sé— dice Christian rodeandome la cintura.

— Anastasia, ha Sido un placer conocerte.

Jhon se gira sobre los talones y se va hacia su esposa.

— ¿Que te dijo?— Me pregunta Christian

— Que estaba muy intrigado por conocerme, que yo y Ted éramos tu mejor medicina.

— Tiene razón— me da un beso — ¿Lista para irnos?

Sé que no me dirá nada más.

Supongo que el doctor se refería a Ted y a mi cuando le dijo a mi marido que «por fin va tener un hogar».