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Capítulo 84

   POV CHRISTIAN

Ana se va a la cocina en compañía de Olivia y yo me he quedado con mi abuelo en la sala. Obviamente Olivia se ha llevado a Ted, quien estaba feliz de verla.

— Abuelo debo hablar contigo— le digo a mi abuelo Theodore.

— Dime hijo.

— ¿Recuerda que me ofreciste ésta casa para mí boda?

— ¿Aceptarás mi propuesta?— Pregunta ilusionado.

— Sí, Ana y yo deseamos casarnos en este lugar.

Su rostro arrugado se le ilumina como un niño en navidad. Realmente le agrada la idea.

— No sabes lo feliz que me haces... Eso sí, el jardín no es tan grande.

— No te preocupes... Creo que los invitados serán pocos.

— ¿Tú madre lo sabe?— Pregunta

— No, pero ya se lo diremos.

Sé que a Grace no le agradará para nada está decisión, pero es nuestra boda.

— De acuerdo. Entonces mi nieto favorito se casará con la mujer que ama en mi jardín... Tendré que mandarlo a arreglar.

El abuelo y yo seguimos hablando. Ana y Olivia prepararon algunos bocadillos, y después de comer, nos despedimos del abuelo y Olivia. Eso sí, le prometimos visita para el próximo fin de semanas. Ana y yo ayudaremos con algunos detalles para la boda.

    ***

Es domingo y como todos los domingos mis padres han organizado un almuerzo, hoy será una parrillada. Seguramente estarán las amigas de mi madre.

— ¿Estás nerviosa?— Le pregunto a Ana.

He aparcado enfrente de la casa de los Grey.

— Un poco... Yo sólo espero que tú madre nos entienda.

Ojalá nena, pero con Grace, nunca se sabe.

— No te preocupes por nada. Nuestra decisión está tomada y ella deberá respetarla— le digo para tranquilizarla.

Ella me sonríe, pero su sonrisa no le alcanza los ojos.

— Todo estará bien. Lo prometo.

Alargo la mano para tomar la suya y beso sus nudillos con la esperanza de tranquilizarla.

— Ok. Vamos— me dice.

Bajo del coche y me apresuro abrir la puerta trasera para que mi hijo salga.

— Papi, avión—

Quiere jugar a los aviones. En la mañana estuvimos jugando a los aviones,  este niño tiene mucha energía.

— Cuando regresemos a casa jugaremos a los aviones— también quiero jugar con tu madre, pero un juego más adulto y erótico.

Tomo a mi hijo en brazos. Ana ya ha salido del coche.

La ama de llaves de mis padres nos abre la puerta.

— Buenas tardes— dice Anastasia.

Ya es mediodía.

— Buenas tardes señorita— responde Gretchen, con tono cortante.

— Sé que eres la empleada de mis padres, pero debes ser más cortés y sobre todo cuando mi mujer te saluda amablemente— Gretchen y Anastasia me miran asombrada. Gretchen pone los ojos tristes, pero a mí no me importa.

— Lo... Lo siento— dice dolida

A mi nena me la tratan como se merece. Con respecto y amabilidad.

Cruzamos el vestíbulo.

— Fuiste muy duro con ella.— Me recrimina Anastasia

— Posiblemente, pero no me gustó el tono que usó para responder tú saludo.

— ¡Anastasia!— Torbellino Mía Grey, baja corriendo las escaleras.

— Hola Mía— dice Ana

Mi hermana abraza efusivamente a mi prometida.

— Que bueno que están aquí— dice — ¡Ted!— Me arrebata a mi hijo de mis brazos.

Pongo los ojos en blanco, Mía está cada vez más chillona y efusiva.

— Yo estoy bien, gracias por preguntar— le digo sarcástico. Ni me saludó.

— Sé que estás bien hermano— me da un beso en la mejilla.

Ted besa la mejilla de Mía, y mi hermana le devuelve el beso.

— ¿Mi madre?

— Está en el salón con sus amigas... Creo que están viendo algo de la boda—

Ana y yo nos miramos. Debo parar a Grace ahora.

— Quédate con Ted—  le digo a mi hermana

— Por supuesto.

Tomo a Ana de su mano y nos vamos al salón.

— Hijo, te llamé con el pensamiento— dice mi madre al vernos.

Ella se pone de pie y se acerca a nosotros.

— ¿Cómo estás cariño?— Besa mi mejilla.

— Bien.

— Que tal Anastasia— saluda educadamente a mi mujer

— Buenas tardes señora.

Se saludan con un beso en la mejilla.

En los sofás están sentadas sus amigas; Pamela, del club de lectura, Ashley y Janine son amigas de la familia desde hace años.

— Que tal señoras.

— Christian ¿Cómo estás?— Responde Janine

— Muy bien ¿Y usted?

— genial.

Las otras dos también saludan, pero sólo a mí, a Ana ni la miran. Ya quiero ver sus caras cuando le digamos que no están invitadas a la boda.

— Estoy enojada con ustedes— murmura Grace

— ¿Por qué?— Responde Ana

— Por qué me hicieron pasar una vergüenza... El gobernador los esperaba en la fiesta. Tenía muchas ganas de conocer a tu prometida Christian— dice y se va a sentarse — le dije que el día de la boda la conocerá.

— Ni siquiera nos sentamos ¿Y ya estás jodiendo?

— ¡Cuida tú vocabulario jovencito!— Joder

— Lo siento.

— Siéntense por favor— nos dice a Ana y a mi— estábamos viendo la lista de invitados, y creo que no van entrar todos en el jardín... Pero no quiero reducirlo. ¿Lily con cuántos amigos va asistir a la boda?— Está vez se dirige a Ashley.

— Creo que son cinco... No estoy segura, debería preguntarle si quiere invitar a alguien más—

Ana me súplica con la mirada que pare esto ahora.

Aguanta nena, quiero saber que más han planeado por qué la noticia que ellas y sus horrendas hijas no están invitadas será como un balde de agua fría... Muy fría.

— El gobernador traerá a toda su familia, al igual que el alcalde y el diputado Blandino— dice Grace.

— ¿Que sucede con los invitados de Ana?— Pregunto

— Después Christian, debo pensar bien en donde meteré a tanta gente— me responde mi madre

— ¿Estás nervioso Christian?— Es Pamela quien pregunta

— Claro que no.

— Aún estás a tiempo de arrepentirte — dice burlona, Janine y Ashley se rien

— No asustes a la novia Pamela, recuerda que es el sueño de su vida. Casarse con un hombre apuesto y rico ¿Quién no querría algo así?— Está vez es Ashley quien se burla

Finjo una sonrisa, estás viejas estúpidas ya me han echado perder el día.

— Entonces ustedes piensan que Ana, se casa conmigo por mi dinero— les digo irritado.

— Yo no sé, pero la gente habla... Y ya sabes, tú novia no es de tu mismo nivel— me responde la perra — No estoy diciendo que sea malo... Ósea, pudiste tener a cualquier chica de tu mismo nível, pero escogiste a alguien... "Humilde"— ¡Se acabó!

— Madre ¿Se puede saber que bodas estás planeando?—

— La tuya... ¿Que pregunta estúpida me estás haciendo?— Lo siento Grace.

— Es que no habrá boda en ésta casa.

— ¡¿QUE?!— El grito de las tres casi me dejan sordo.

Adelante nena. Desahógate.

— Christian y yo hemos decidido celebrar nuestra boda en Montesano... En casa del señor Trevelyan— dice Ana tímidamente

— Es una broma... Y una de muy mal gusto— dice Grace enojada.

— No, Ana y yo nos casaremos en Montesano... Ya lo decidimos.

— Ustedes no me pueden hacer esto...— Grace empieza desesperarse — yo tengo listo a todos los invitados. ¡Por Dios... No me pueden hacer esto!

— ¿Tendremos que ir a Montesano?— Dice Ashley — Ese lugar es demasiado feo.

— No se preocupe señora, usted no irá a ninguna parte... Por qué usted y sus amigas no están invitadas a la boda— dice Anastasia

Sus rostros empiezan a descomponerse, se miran una a las otras mientras mi nena las observa triunfante. Debí grabar el momento exacto cuando Ana les dijo que no estaban invitada.

Grace está pálida.

— ¿No estamos invitadas?— Pregunta Janine con tono apenas audible.

— La verdad es que sería muy... Deshonroso para ustedes asistir a la fiesta de una chica humilde que no está a su nivel... Así que le evitamos ese mal momento— añade Ana con tono sarcástico. Nena estoy orgulloso de tí. — Honestamente, ustedes tienen razón ... No somos del mismo nivel, yo soy una mujer sencilla y no me gusta vivir de las apariencias y fingir ser buena. Y ustedes son presumidas y fingen ser buenas y seamos realistas, sólo son esposas floreros... Yo soy mucho más que ustedes "señoras". Tengo un hombre que me ama y me desea, no sé si ustedes pueden decir lo mismo— chupense esas viejas estúpidas...

— Yo sé que no les agrado, y créanme que el sentimiento es mutuo. Ustedes me ven como algo insignificante y yo las veo como unas mujeres vacías y altaneras qué sólo les gusta estar sentadas leyendo revista de moda y no hacer nada útil.

Estoy sorprendido. Esa es mi chica valiente.

— Mientras ustedes leen sus revistas de chismes sus maridos están cogiendo con mujeres más jóvenes y hermosas... Hasta yo lo haría si tuviera una esposa como ustedes— le digo.

Ana se pone de pie mientras las víboras parecieran haber quedado muda.

— Está mujerzuela no nos puede estar hablando así— dice Ashley conmocionada

— Mujerzuela es tú hija que siempre andaba tras de mi o Elliot para que la follen.

Las tres están roja de rabia y vergüenza.

— ¡Basta Christian!— Grita mi madre.

— Lo siento madre, pero estás mujeres merecen escuchar lo que son... Ah y  está decido. La boda se hará en casa del abuelo, obviamente tú estás cordialmente invitada, pero las brujas de tus amigas no— me pongo de pie.

— Esto es demasiado humillante... Jamás lo imaginé de tí Christian, pero seguramente fuiste tú—

Grace se pone de pie con la intención de confrontar a Ana

— Yo sé que ella no es la mujer para tí, pero aún así apoyé la locura de tu matrimonio y quise organizar una hermosa y lujosa fiesta... Pero está malagradecida está echando perder mis planes.

— Y según tú; ¿Quién era la mujer adecuada para mí? ¿Las hijas de tus amigas? No madre, prefiero estar sólo en vez de estar con alguna de esas zorras.

— ¡No hables así!— Me grita — ¡Le abrí las puertas de mi casa a esta mujer, y mira como me paga! ¡Quedaré en ridículo delante con nuestro círculo de amistad!

— Yo no le pedí que me abra las puertas de su casa, yo no le pedí nada... Usted siempre me menosprecio ¿Cree que no me dí cuenta? Desde un principio supe la clase de persona que era usted, aún así quise darle una oportunidad para que conozca a su nieto, pero usted no se merece nada de mi.— Responde Ana, muy segura de si misma.

Grace nos mira furiosa. De reojo veo a Mía y mi padre que sostiene mi hijo. Seguramente escucharon los gritos y han venido a ver qué sucede.

— Pensé que me apoyarías, pero equivoqué. Te importa más el que dirán—

— ¡Siempre te he apoyado, pero desde que apareció está mujer...

— ¡Grace!— Interviene mi padre — Basta por favor, yo te lo advertí... Te dije que dejes a Christian y Anastasia que organicen su boda, pero no quisiste oírme, ahora tienes las consecuencias.

— Carrick ¿Estás de su lado?— Dice dolida y conmovida

— No estoy del lado de nadie, pero te excediste... —

Ana, toma a Ted en sus brazos.

— Deja que ellos organicen su matrimonio, son ellos los que se casan... No tú.

Las víboras siguen conmocionadas. Fue un golpe directo al hígado el que les dió mi mujer.

— No lo puedo creer— Grace cae sentada en el sofá — esto tiene que ser una pesadilla.

— Muchachos yo les pido disculpas, y les prometo que estaré junto a ustedes el día de su boda— dice mi padre

El es más correcto, mi madre también lo es pero sus estúpidas amigas la han influido muy mal. Yo sólo espero que recapacite.

— Yo también estaré— dice Mía.

— Se los agradezco— responde mi nena

— Ustedes señoras, les pido que se larguen de mi casa, este es un asunto familiar que debemos resolver y a ustedes no les incumben, así que vayanse—

Las tres brujas miran con asombro a mi padre.

— ¡ Mía acompaña a la puerta estás señora!—

— Ellas conocen el camino— la respuesta de Mía ha disipado un poco mi furia.

Las tres se ponen de pie.

— Esto no se quedará así... Hablaremos con nuestras amistades, no permitiremos que entres a nuestro clubes Anastasia— dice Pamela en un susurro.

— ¡A mi mujer no le interesa su mierda vacía y de gente ociosa!—

Pamela me mira asustada y las tres salen prácticamente corriendo al ver mi cara de "las pillo y acabaré con ustedes"

— Grace— Carrick se sienta al lado de Grace — tenemos todo para ser feliz, no lo arruines por favor— mi padre trata de tomar la mano de Grace pero ella no se lo permite.

— Mira eso por favor— mi padre señala a Ted— es nuestro nieto, no lo alejes de ti— Grace comienza llorar

— Tú no entiendes... Es demasiado vergonzoso ¿Que le diré a la gente que había invitado?—

Definitivamente no dará su brazo a torcer. Ana está incómoda.

— Madre— tomo de la mano a mi mujer— Ana y yo tendremos otro bebé, pero si continúas siendo egoísta y aparentando, yo mismo no permitiré que te acerques a mi bebé.

Mía Carrick y Grace nos miran sorprendidos

— ¿Tendré una sobrinita?— Dice Mía incrédula

— O sobrino— dice Ana

— Wow, Ana... Felicidades—

Mía nos felicita. Mi padre nos sonríe.

— Vámonos nena. Si desean asistir a nuestra boda, estaremos gustoso de recibirlos.

Sin decir nada más salgo con mi hijo y mi mujer.

Confío que Grace entre en razón y vuelva ser la dulce y correcta madre que alguna vez fue.





















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