Capítulo 82
POV ANASTASIA
Christian detiene el SUV enfrente de dos vistosas verjas blanca de metal enclavadas en un muro de piedra de dos metros de alto
- ¿Que hacemos aquí?- No disimulo la inquietud que estoy sintiendo.
- Es una idea... Espero que les guste- dice indeciso y algo nervioso.
Christian aprieta un botón de su manija y una pantallita eléctrica desciende con un leve zumbido en el lateral de su puerta. Pulsa un número en el panel y las verjas se abren dándonos la bienvenida.
Ted se remueve en su asiento, él está durmiendo cómodamente en su silla en el asiento trasero.
Atravesamos la entrada y subimos por el sendero rodeado de árboles. Flores silvestres.
Reconozco que este lugar es precioso. Ideal para crecer hijos.
Me imagino a Christian corriendo por el césped, detrás de una niña de cabello castaño.
- Prométeme que no te enojarás- dice cuando estaciona el coche al lado de un BMW aparcada frente al garaje. Las luces están encendidas.
Tal vez me trae aquí para conocer algún pariente rico. Ojalá y no sea como Grace y sus amigas.
- ¿Por qué me enojaría?- El me sonríe.
Sale del coche y se va abrir la puerta trasera, toma a Ted en sus brazos, mientras yo también salgo del coche.
- Por tomar decisiones sin consultarlo contigo- me dice.
- No entiendo... ¿Que decisión tomaste sin consultarlo conmigo?
- Vamos- me dice ansioso.
¿Que estará ocultando?
Me toma de la mano y caminamos hacia la entrada.
Las puertas se abren y en el umbral nos espera una mujer de pelo castaño oscuro, tiene una sonrisa que amenaza con partirle el rostro. Está vestida con un vestido ceñido al cuerpo color azul rey. Yo me alegro haberme puesto un vestido de encaje floral sin mangas.
- Señor Grey, me alegro que esté aquí- su sonrisa es calida.
Ella extiende su mano para saludar a Christian.
- Señorita Kelly- Christian coge la mano de la señorita Kelly. - Ella es Anastasia Steele, mi prometida - añade
Su prometida. Esa soy yo.
- Oh, un gusto señorita Steele, yo soy Olga Kelly-se presenta mientras me extiende la mano.
- El gusto es mío- digo un poco cohibida y tomo la mano de Olga Kelly.
Sigo preguntándome que hacemos aquí ¿Quien es esta mujer? Lleva tacones demasiado alto para mi gusto, yo también llevo puesto unos zapatos Jimmy Choo, pero los tacones no son excesivamente altos como los zapatos de la señorita Kelly.
- Le mostraré la casa a mi novia- dice Christian interrumpiendo mis cavilaciones con respecto a los tacones de la señorita Kelly.
- Por supuesto.
- Ven- Christian coge mi mano y me lleva por el pasillo abovedado que está delante
- ¿Que estamos haciendo aquí?
- Ya lo sabrás-
De repente caigo en cuenta.
¿Acaso? No puede ser ¿Enserio lo hizo? ¡¿Ha comprado esta casa?!
- Quiero llevarte a la planta de arriba - dice él.
- Está bien-
No haré ningún comentario todavía con respecto a la posible compra de esta enorme casa.
Subimos las enormes escaleras. Ted sigue durmiendo en los brazos de su padre. Definitivamente se cansa cuando Christian está en la casa y juegan, corren por todo el departamento o saltan y bailan.
Ya en la segunda planta Christian me lleva hasta una habitación con enorme ventanales.
- Wow- susurro asombrada al ver la impresionante vista hacia el sound. - Está vista es preciosa- a lo lejos se alza la isla de Bainbridge, y más lejos aún, en este cristalino atardecer, el sol se pone lentamente, irradiando llamaradas sanguíneas y anaranjadas, por detrás del parque nacional Olympic.
- ¿Te gusta la vista?- Me pregunta Christian ansioso
- Es precioso.
- ¿Te gustaría admirarlo por el resto de tu vida?
- Has comprado la casa ¿Verdad?- No sé si sorprenderme o enfadarme.
- Si... Quiero que Ted y el bebé crezcan aquí. No quiero a mis hijos en el escala.
- ¿Por qué?- Le pregunto
- Por qué en ese departamento he estado con muchas mujeres, y Elena ha entrado las veces que quiso. No quiero mezclar esos recuerdos con los de mis hijos y contigo... Quiero un lugar donde los recuerdos sólo estés tú y nuestros hijos. Este lugar me pareció adecuado.
- Es demasiado enorme... Pero es hermoso. Estoy abrumada, nunca soñé con algo así- esto es demasiado. - Nunca he soñado con la riqueza, yo sólo quiero ser feliz y hacer feliz a Ted.
- Aquí seremos felices... Lo prometo-
Se acerca a mi y acaricia mi mejilla con su mano.
- Déjame hacerte feliz por favor... Déjame darte el mundo.
- Me haces muy feliz... Sólo que todo esto no es necesario... Yo me conformo con algo más pequeño.
- ¿No te gustó la casa?-
- No me mal entiendas... La casa es preciosa, pero estoy abrumada.
Joder, no quiero hacerlo sentir mal, él realmente se está esforzando por darme todo.
Miro nuevamente la vista panorámica. Realmente es precioso. No puedo creer que viviré aquí el resto de mi vida. Esto es demasiado para procesar, la cabeza me está dando vueltas.
- Pero si no quieres...
- Está casa es de ensueño Christian, déjame digerirlo por favor ¿Si?
- Está bien- se acerca más a mí y me da un beso.
Ted se remueve y abre los ojos.
- Hola campeón, despertaste de tú siesta.
Nuestro hijo se frota los ojos y mira la casa por todo los lados, estudiando el entorno en el que se encuentra.
- ¿Te gusta la casa?- Le pregunta Christian, y mi hijo asiente mientras sigue mirando.
Sonrío, definitivamente viviré aquí.
- Despierta bella durmiente, hemos llegado.
Christian me saca de mis recuerdos.
Abro los ojos. Christian ha aparcado el coche enfrente de la casa de mi padre.
- ¡Abuelo!- Grita Ted con verdadero júbilo - ¡Abuelo!
Ted intenta abrir la puerta del coche pero no lo consigue. Realmente está ansioso por ver a su abuelo Ray.
- ¡Abre... Abre!
- Tranquilo hijo- le dice Christian cariñoso y sale del coche.
Antes que yo salga del coche el móvil de Christian empieza sonar. El saca el celular de su bolsillo y responde.
- !Grey!- Responde Christian, con voz dura. Rara vez es amable, al menos lo es conmigo cuando hablamos por teléfono- Hola mamá, no ví el identificador- mierda es Grace, he estado evitandola estos días- no mamá, Ana y yo no iremos a la fiesta del gobernador.
Joder, hace unos días atrás Christian debía asistir a una fiesta organizada por el alcalde, yo me negué ir y Christian decidió no ir. Seguramente Grace debe querer matarme por no acompañarlo a sus dichosas fiesta de gente rica.
- Lo sé, es sólo que Ana y yo no nos interesa asistir-
¿Siempre será así? No quiero ser una esposa florero, pero tampoco quiero que Christian deje de hacer su vida solo para complacerme.
- Debo colgar. Adiós.
- ¿Ocurre algo?- Le pregunto.
- Nada... Sólo era mi madre reclamando- me dice mientras le abre la puerta trasera a Ted.
Ted sale corriendo hacia la puerta.
- ¡Abuelo! - Grita
- Tranquilo hijo... No te desesperes, ya verás a tú abuelo- le dice Christian y lo toma en sus brazos.
- ¡Abuelo! - Insiste mi hijo.
Yo niego divertida, por la actitud de Ted. No quiero preguntar qué era lo que exactamente reclamaba Grace.
La puerta se abre y aparece mi padre.
- ¡Teddy!-
Ray arranca a mi hijo de los brazos de su padre.
- ¡Mi niño... Que gusto que estés aquí!- Lo abraza y lo besa - No te imaginas cuánto te he extrañado. - Añade emocionado.
De repente siento una punzada de culpa por alejar a Ted de su abuelo.
- ¡Abuelo... Te quielo mucho... Mucho, mucho ¡Muuuucho!- Chilla de Teddy.
Christian y yo nos miramos y sonreímos.
- Que tal muchachos, bienvenidos - dice Ray cuándo por fin pone su atención en nosotros.
- Hola papá ¿Cómo estás?- Ray baja a Ted de sus brazos y se acerca abrazarme.
- ¿Cómo estás hija?- Susurra con voz ahogada.
Abrumada papá, con Christian estamos muy bien pero con Grace es complicado y para colmo está eligiendo todo con respecto a la boda.
- Muy bien... ¿Y tú?- Respondo mientras finjo una sonrisa.
He extrañado a este hombre.
- Extrañandolos.
Se aparta de mi y le tiende la mano a Christian.
- Señor Steele... Qué tal.
- Bienvenido a mi casa Christian- se muestra más cortés con Christian, deduzco que Olivia ha estado hablando con él.
- Gracias- dice Christian un poco sorprendido por la actitud de Ray.
- Pero entren.
La casa está igual, los muebles están en el mismo lugar. No es una casa con grandes lujos ni mucho menos grande, pero se siente el calor humano.
Ray está loco con Ted, hemos hablado un poco... Incluso yo he preparado café para Ray y Christian, Ted está bebiendo jugo de manzana y yo un té.
- ¿Cómo van los preparativos de la boda?- Con Grace metida los preparativos parecen un martirio.
- Bien- digo fingiendo entusiasmo.
Realmente los preparativos de mi boda está resultando ser un verdadero dolor de cabeza
- Hija, quiero mostrarte algo- añade Ray de repente.
- ¿A mí? ¿Que es?
- Acompáñame en tu antigüo dormitorio y sabrás lo que- dice entusiasmado.
¿Que será lo que tiene que mostrarme?
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