Capítulo 68
POV CHRISTIAN
— Ya que están tan felices— bromeo — quiero darle una noticia — tomo la mano de mi chica— Ana y yo hemos decidido casarnos.
Mi madre abre los ojos como platos, sorprendida por lo que acabo de decir. Mi padre deja caer la cuchara con la que se llevaba el cereal a su boca.
— ¡¿Queeeeeé?! — Grita Mía y se lleva las manos en la boca — ¡¿Estás hablando enserio?!
— Nunca había hablado tan enserio.
Bajo la mirada hacia Ana, que está sonrojada y hermosa.
— ¡Muchas felicidades!— Chilla Elliot y de inmediato se acerca a felicitarme dándome un abrazo de oso — Así se hace hermano menor— me da unas palmadas con fuerza.
— Gracias.
— Felicidades cuñada— añade acercándose a mi mujer — ¿Puedo darle un abrazo a mi cuñada?
— Por supuesto — responde mi Ana, tímidamente.
Elliot abraza a mi prometida.
— ¡Wow ... Hermanito, es una hermosa y maravillosa noticia!— Exclama Mía justo antes de abrazarme — Celebraremos la boda aquí ¿Verdad?
— Lo más probable es que mañana nos escapemos a las Vegas.
— ¡Ni se te ocurra Grey! — Creo que está cabreada. — Tú boda tiene que ser celebrada aquí...¿Puedo ser la dama de honor?
— Hablamos eso después.
Me aparto de Mía, para recibir las felicitaciones de la novia de Elliot.
— Muchas felicidades— me dice Katherine Kavanagh.
— Gracias—
Ella me tiende la mano educadamente.
— ¡Bienvenida a la familia cuñada!— Dice Mía y abraza a Ana.
— Gracias Mía— contesta mi nena
— ¿Y el anillo?— Mía cuando quiere puede ser un grano en el culo
—Lo escogeremos juntos.
Ana, me mira incómoda. Yo fulmino a mi hermanita con la mirada. ¡Fastidiosa!
Debo ir a Cartier y escoger un hermoso anillo para mí nena.
De reojo veo a mi madre ponerse de pie.
— Muchas felicidades, Anastasia— dice Katherine
— Gracias señorita Kavanagh— contesta Ana educadamente aunque la noto fría.
— ¿Ya fijaron la fecha?— Pregunta mi hermana mientras toma a Ted nuevamente
— No hemos hablado de eso— es Ana quién responde
— Será pronto — añado
— Muchas felicidades hijo— dice mi madre — no esperaba recibir una noticia así, pero realmente te felicito—
Mi madre besa mi mejilla y me da un abrazo.
— Gracias mamá— es sincera con sus palabras.
Mi padre también decide participar con las felicitaciones. Se pone de pie y se acerca a mi.
— Nunca te había visto tan feliz. Te felicito— el me da un abrazo
— Te lo agradezco.
— Muchas felicidades Anastasia— añade mi madre mientras abraza a mi prometida
— Gracias señora.
— Dime Grace, por favor ... Seré tú suegra.
— Gracias.
— Felicidades Anastasia— mi padre se centra en mi nena.
— Gracias señor Grey—
— La boda tiene que ser por todo lo alto, con nuestras amistades como los principales invitados— dice mi madre.
De inmediato noto a Ana incómoda con lo que acaba de decir Grace.
— Ya veremos mamá, Ana y yo no hemos decidido absolutamente nada—
— Ustedes no se preocupen, yo me encargaré de todo. Kate ¿Crees que tú madre pueda hacer un vestido elegante y fino para Anastasia?
— Por supuesto, usted sabe que mi madre es una de las mejores modista de Seattle.
— Entonces le encargaremos el vestido de Ana. La fiesta será aquí, mandaremos decorar el jardín.
Anastasia me mira aterrada al oír los planes de Grace.
Mía, Kate y mi madre comienzan hablar de ¡Mi boda! De cómo pretenden decorar la casa, quienes serán los invitados. Tomo a mi prometida de la mano y la saco de la cocina.
— Gracias por sacarme, ya estaba asfixiandome
— Lo siento... Creo que mi madre se ha entusiasmado más de lo debido ¿Estás de acuerdo con la boda que está organizando mi madre, o deseas otra cosa?— Le pregunto
— ¿Que quieres tú?— Me responde con otra pregunta.
— Honestamente, quiero una boda por todo lo alto
— ¿Entonces estás de acuerdo con lo que ya tu madre ha empezado organizar?
— Si, no con todo, pero si en su gran mayoría... ¿Tú no?
— Entonces será cómo tú madre quiere— espeta y no muy convencida.
— Christian, ¿Tienes unos minutos para mí?— ¡Mierda! Es mi padre. — Necesito hablar contigo—
— Está bien.
Le doy un beso a mi mujer en los labios y sigo a mi padre a su despacho.
— Cierra la puerta por favor— me dice cuando se sienta detrás de su escritorio.
Hago lo que me pide. Se que está conversación no será acerca de mi boda con Ana.
— Me imagino que sabes de lo que quiero hablarte.
— Mamá te fue con el chisme.
— ¡Ojalá fuese un simple chisme Christian! Ahora has el favor de meter tu culo en el sofá y siéntate— está furioso.
— Antes que me des tú sermón, te quiero preguntar si ¿Acaso no fuiste jóven? — Le digo y me siento en su sofá de cuero color marrón.
— Por supuesto, pero nunca me metí con una amiga de mi madre ¡Y muchos menos a los quince años!
— Ya sé qué lo que hice estuvo mal, pero ¿Qué harás? No podemos cambiar el pasado— me defiendo
¿Que más puedo decir? No podré cambiar mi pasado.
— Respóndeme algo, pero con sinceridad.
— Dime.
— ¿Te arrepientes de lo que hiciste con Elena?
¿Me arrepiento de lo que hice con Elena?
— Te has quedado callado— me dice
— Ni siquiera me has dado un segundo para pensar.
— Es muy simple Christian, es un sí o un no. ¿Te arrepientes de haber mantenido una relación con Elena? — Se pone de pie— te lo voy a simplificar. Imagínate ésto; Tú hijo Theodore, con quince años de edad, aparece una amiga de Anastasia.
— ¡Ya basta! ¡El ejemplo que me estás dando es asqueroso!
Por Dios, de sólo imaginar a mi hijo siendo sometido como lo hice yo con Elena, simplemente es asqueroso. No soportaría que mi hijo viva la misma vida miserable que yo. Eso sí no lo permitiré.
— Estoy arrepentido de mi relación con Elena... Nunca debió suceder— si supieras el tipo de relación que tuve con Elena, te daría un infarto, pero no quiero darte esa horrible noticia.
— ¿Realmente estás siendo honesto conmigo? — Me pregunta
— Por supuesto— afirmo.
Es la primera vez que siento realmente que lo que hice con Elena estuvo mal.
— Hijo, yo entiendo... Eras un adolescente con las hormonas revueltas, ¿Pero Elena? Elena era una mujer adulta y sabía perfectamente lo que hacía... Tú te salvarás de una gran reprimenda, pero esa mujer no.
— Papá déjalo ya...Yo ya no quiero saber más de Elena.
— Esto no es algo que decides tú, yo iré a buscar esa mujer y le diré sus verdades en la cara.
— Pero...
— No insista... Ahora vamos a brindar por tú nueva vida.
Se acerca a su whisky favorito un Jack Daniels.
No puedo discutirle, espero que mañana se le olvide el asunto de Elena.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro