Capítulo 67
POV GRACE.
Tengo un horrible dolor de cabeza y unas enormes ganas de vomitar.
— Creo que te excediste con el alcohol— me reprocha Carrick.
Como si él no hubiese bebido. Yo necesitaba emborracharme para olvidar.
— Luego me recriminas mi comportamiento— sin siquiera ponerme mi bata o mis pantuflas, salgo corriendo al baño.
Las horribles arcadas sacuden mi cuerpo.
Por muy difícil que sea una situación, no pienso emborracharme nuevamente, la resaca es horrible.
— ¿Te sientes mejor ?— Me pregunta Carrick cuando regreso a la habitación.
— Me siento horrible...— pero no por la resaca.
— Toma esto — me da un vaso de zumo de naranja y dos ibuprofeno.
— Con esto no se sanará el dolor que siento— tomo el vaso y los ibuprofenos.
— Duerme un poco más... Yo iré a preparar el desayuno.
— No es por la resaca que me siento pésimo. La resaca se me quitará en un rato, la traición de la que fui víctima, no.
Me siento en la orilla de mi cama matrimonial. Carrick se ve confundido por mis palabras.
— ¿Que hablas Grace?¿Quién te traicionó?— Pregunta preocupado y se sienta a mi lado.
Ay cariño, si supieras lo que Christian hizo con Elena.
— No sé como decirte esto. Es muy difícil e impactante. Yo no logro entender.
— Bebe el zumo, tómate esos ibuprofenos y me cuentas qué te sucede .
Le doy un sorbo a mi jugo. Me tomo los ibuprofenos y le doy otro sorbo al zumo de naranja.Está delicioso y fresco. Me bebo todo el zumo y doy un suspiro. Si para mí fue un impacto terrible oírlo, para Carrick puede que sea mucho peor.
— Ahora me dirás todo. Te veo triste, tensa ... Estás pálida Grace, por lo que deduzco no es nada bueno lo que tienes que decirme.
Él me conoce perfectamente. Sabe cómo me siento.
— Estoy en shock.
— Basta de rodeos y dime qué te sucede.
— Elena, me traicionó— le doy el vaso vacío— ella se burló de mi amistad, mi confianza. — Me cubro el rostro con las manos. Y empiezo a sollozar.
— ¿Qué te hizo esa mujer?— Sube el tono de voz.
— Se metió con Christian— esto es asqueroso. No aguanto más y empiezo a llorar.
Carrick acuna mi rostro contra su pecho mientras me abraza.
— ¿Que me estás diciendo? ¿Christian es amante de Elena? Pero si anoche nos dijo delante de nuestras amistades que él y Anastasia están juntos. — Susurra asombrado — ¿Christian está engañando a Anastasia?— Niego con la cabeza.
— No. Y el no la está engañando.
— ¿Y entonces?— replica confundido.
— No ocurrió ahora... Fue hace tiempo.
— Ah... Cariño no te preocupes, aunque me sorprende que hubiese sido Christian y no Elliot— dice— nuestro hijo siempre fue bien macho... Y nosotros que lo creíamos gay y además, célibe.
— ¡¿No lo entiendes?!— Me aparto de él molesta por su comentario machista. — No es que haya ocurrido hace dos o tres años, ocurrió cuando nuestro hijo todavía era un niño... ¡Un niño, Carrick!
— ¿Que has dicho?— exclama y se pone de pie frente a mí.
Su rostro impactado y pálido lo dice todo. Está en shock. No es para menos.
— Elena, abusó sexualmente de Christian.
— No...no entiendo— tartamudea estupefacto
— Elena sedujo a nuestro hijo cuando tenía quince años.
— Dime que es un pésimo chiste tuyo ¡Dímelo Grace!
— ¡No lo es!
Su rostro empieza palidecer... Pareciera que ha visto un fantasma.
— Mi hijo... Christian ¿Fue abusado sexualmente?— Susurra mientras se deja caer en la orilla de la cama
— No la obligó, la sedujo... Lo que me da asco es que nuestro hijo era sólo un niño. Un niño con las hormonas revueltas, y Elena una mujer hecha y derecha que sabía que lo que estaba haciendo era un delito y no se detuvo.
— No lo puedo creer... Esto es horrible— susurra conmocionado— ¿Cómo te enteraste de todo esto?
— Escuché discutir a Elena con Anastasia. Elena le ofreció dinero a Anastasia para que se aleje de Christian.
— ¿Que?... ¿Pero que pretende esa zorra?— Gruñe horrorizado
— quedarse con nuestro hijo. Siempre ha querido eso... Por eso fingió ser yo cuando Anastasia quiso acercarse a nuestro hijo para decirle del bebé. Ella la amenazó
— Está no se quedará así. Christian es responsable pero no tanto como Elena, mi hijo me va escuchar... Pero esa perra, tendrá que atenerse a las consecuencias.
Sé que Carrick no lo dejará pasar. Y francamente yo tampoco, no sé cómo pero Elena pagará por lo que hizo.
POV CHRISTIAN
Me despierto sobresaltado. Creo que estaba soñando algo. No lo recuerdo, se ha esfumado.
Abro mis ojos. Estoy en mi antiguo cuarto, Ana aún duerme y Ted está despierto mirando el techo. Está un poco confundido mirando el entorno.
— ¡Hola Papi!— chilla al notar que he despertado.
— No grites, despertarás a mami.
— Mami duerme— me responde — ¿Donde estoy?— Añade curioso.
— En mi antiguo dormitorio — acaricio su pelo.
Él no entiende nada.
— Buenos días— le doy un beso en su pequeña frente.
—Papi... Teno hambe— me dice agarrándose su tripita con las manos y con una mueca muy dramática.
Lo tomo entre mis brazos y le llevo al baño para laverle la cara y las manos, después de esto, lo dejó sobre la cama.
—Vamos a despertar a mami, campeón, yo también tengo hambre— le digo imitando su gesto de hace unos minutos.
—Mami, depieta... Papi y yo tenemos hambe— le dice Ted y le da palmaditas en el brazo.
Yo le doy un suave beso en su entrecejo y le aparto el cabello de la cara.
Ella se mueve un poco y vuelve a acompasar su respiración. La veo con atención y luce tan arrebatadora como aquella noche que la conocí... Es tan hermosa.
Tenía intención de despertar con ella haciendo el amor en mi cama, pero Ted se despertó primero y pues... Queda descartado.
—Ana... cariño. Vamos a desayunar. Levántate, que tú hijo y tú prometido están hambrientos— le digo al oído y le doy más suaves besos en su cara.
—Hmmm... si...
—Vamos a comer, mami...— insiste Ted y me imita dándole besos y caricias en la cara.
Ella suspira y sonríe mientras abre los ojos y se despereza. Le da una caricia a Ted y a mí me sonríe.
— Ésta si es una hermosa forma de despertar— me dice al incorporarse.
—Buenos días, nena— le aparto un mechón de pelo tras la oreja y le doy un casto beso en los labios.
—Buenos días, nene— me responde y también me acaricia la cara.
—¿Vamos con mi familia al comedor? Se nota que hará un clima estupendo y es hora de desayunar— le digo animándola.
Me sonríe y se pone de pie. Busca su ropa y se viste casi en segundos. Se recoje el cabello en una coleta alta y va rápido al baño a lavarse la cara y los dientes. Vuelve a los pocos minutos y me tiende la mano para indicarme que está lista para bajar a desayunar con mi familia.
En cuanto entramos a la cocina veo que ya están aquí mis padres. Yo, con Ted entre mis brazos, siento la mirada de decepción de mi madre. Se ve terrible, y no creo que sea por la resaca. Mi padre me mira como si quisiera arrancarme el corazón y comerlo con su cereal.
Mierda.
Mi madre no pudo quedarse callada y ya se lo ha dicho a mi padre...
—¡Hola a todos!— chilla Mia al entrar también a la cocina, ajena a la tensión existente entre mis padres y yo.
—Buenos días...— saluda Ana también incómoda.
—Hola, hija. Buenos días— le responde mamá tratando de disimular.
—Hola, princesa, ¿Qué tal dormiste?
—¡Pues estoy genial!— exclama mi hermana y sonríe a todos los presentes.
Al ver a mi hijo me lo arrebata de los brazos y se va con él tras la encimera y le ofrece trozos de fruta picada que hay sobre un platón.
—¡Ven, precioso! Desayunemos...
En ese instante entra mi hermano, de la mano de Katherine Kavanagh, y me sorprende verlo tan cómodo con ella, más que nada porque siempre se porta como un cretino con las mujeres.
—¡Hola, familia! ¿Ya está listo el desayuno? Kate y yo después de tanto ejercicio estamos famélicos.
—¡Elliot!— le riñe mi madre por sus modales y Katherine le da un manazo en el brazo.
Cuando se acomoda en uno de los taburetes Katherine, advierto que no deja de mirar a Anastasia y ella le devuelve la mirada con soberbia.
¿Qué les sucede?
Después aclaro eso con Ana, ahora debo decirle algo muy importante a mi familia y espero que cambien sus caras y estén felices.
— Ya que están tan felices— bromeo — quiero darle una noticia — tomo la mano de mi chica— Ana y yo hemos decidido casarnos.
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