POV  CHRISTIAN

He notado a mi nena tensa con la presencia de la novia de Elliot, tengo la impresión que algo ocurre aquí, se lo preguntaré en privado a Ana.

Gretchen me ofrece champán, obviamente ella aprovecha de felicitarme por mi cumpleaños, mientras agita las pestañas coqueteando.

— Gracias Gretchen— le sonrío fugazmente

Tomo dos copas, una se lo doy a mi nena.

— Christian, querido— oh no, ¿Que hace ella aquí?

— Elena—  debí suponer que ella sería invitada, pero lo que no esperaba era su descaro de venir después de lo que me hizo. ¡Que desfachatez!

Noto cómo Anastasia se tensa. Joder.

Elena, se acerca a mi con clara intención de saludarme. Pero no sé lo permito. Le doy la copa que sostenía y tomo a mi hijo en brazos. Obviamente mi hermana me fulmina con la mirada al arrebatarle a Ted.

— Si me disculpa Elena, debo anunciar una cosa— le digo incómodo

— Oh, por supuesto— responde con una fingida sonrisa dibujada en el rostro. ¡Cínica!

¿Podría ser más incómodo?

Agarro la mano de Anastasia. No sin antes darle una mirada cómplice. Mi nena está tensa, nerviosa. Y cómo no va estarlo si todos aquí la miran como bicho raro. Pero ahora mismo todos estas personas sabrán quien son mis acompañantes.

— Buenas noches— digo alzando la voz.

Espero un momento que cese el rumor que inundan el salón.

Cuando ya tengo la atención de todos, inspiro hondo. Miro a Anastasia, luego a mi hijo.

— Gracias por haber venido, pensé que sería algo íntimo... familiar, pero me equivoqué. Gracias Mía— lanzo una mirada elocuente hacia Mía. Ella se encoge de hombros y sonríe.

— No agradezca hermano mayor— responde sonriente.

— Sé qué muchos aquí se están preguntando quien está hermosa mujer y este maravilloso niño que me acompañan esta noche — bajo la mirada hacia mi mujer nuevamente y ella me responde con una mirada de pánico— está preciosa chica, es mi novia—

Empiezan los murmullos. Todos están sorprendidos. Nunca antes había traído una mujer aquí, y ni siquiera pensar que se lo estaría presentando a una novia a las amistades de mis padres.

— Ella y yo nos conocimos hace tres años atrás, tuvimos nuestro romance... Y por circunstancias de la vida nos separamos— mi madre nos observa asombrada— lo que quiero decirles es que este hermoso niño que tengo en brazos es mi hijo. Theodore— en los rostros de los invitados sólo hay sorpresa, asombro.

La mayoría están atónitos. La novia de Elliot está palida. Realmente está sorprendida, Mía y Elliot me lanzan miradas de orgullo, mi padre me sonrie incluso mi madre está asombrada.

— Ellos son mi familia, Anastasia, mi mujer y nuestro hijo Theodore.

Anastasia está aterrada y mi hijo no entiende nada.

— Les digo esto por qué no quiero que empiecen las habladurías de cierta gente mal intencionada— miro hacia Lily y su familia.

Lily es amiga de Mía, desde niña. Ella siempre ha estado interesada en mi, incluso su madre me había tirado ciertas indirecta para que yo ponga mis ojos en Lily, pero nunca lo consiguió.

Flynn y su esposa Rhian, están sorprendidos al igual que Ros, Gwen, Bastilla.

— Yo quiero proponer un brindis por está nueva familia que está formando mi hermano— dice Elliot para romper el incómodo murmullo— nadie más que tú merece ser feliz — añade mi hermano alzando la copa hacia mi— ¡Salud!

Algunos responde al brindis de mi hermano, otros siguen asombrados. Elena, ni sus narices. Que le den!! Yo no la quería aquí.

Vuelvo toda mi atención hacia Ana.

— No debiste hacer todo esto, no era necesario— susurra incómoda

— Claro que sí, tu eres mía y quiero que todo el mundo se entere—ella esboza una tímida sonrisa.

— Papi, tengo sueño— me reclama mi Ted.

— Oh cariño, ya nos iremos a casa ¿No te apetece comer nada?— Él niega con la cabeza mientras bosteza.

— Si me permiten, yo puedo llevarlo a mi habitación— nos dice Mía.

— No te preocupes Mía, yo...

— Por favor— Mía interrumpe a Ana— déjamelo a mi ¿Si?—

Anastasia está indecisa

— Si quieres acompáñame a mi dormitorio.

— No quiero molestar— añade Ana cohibida.

— No es ninguna molestia cuñada. Ven, llevemos a Ted a mi dormitorio.

— Está bien, pero sólo será hasta que Christian decida irse.

— Ok.

Ana toma a Ted de mis brazos.

— Buenas noches hijo— le doy un beso en la frente a mi campeón. Sé que todos observan como estoy actuando, pero a mí me importa una mierda. — Regresa pronto — le digo a mi nena.

— No la voy a secuestrar— me riñe Mía, con tono burlesco— estoy muy orgullosa de ti. Fue impresionante—

— te lo agradezco.

Mia y Ana se marchan junto a mi hijo. Yo aprovecho de tomarme una copa.

— No sé si molestarme contigo, o aplaudirte por lo que acabas de hacer— me dice mi madre cuando se acerca a mi junto a mi padre.

— Disculpa si te incomode, pero me molestó ver cómo tus amigos miraban a mi novia. — digo poniéndo mala cara

— Hiciste lo correcto hijo, yo en tú lugar hubiese hecho lo mismo— dice Carrick.

— Gracias papá.

— ¿Sabes que algunas de nuestras amistades no se quedarán con la explicación que dijiste, verdad? Querrán saber la historia completa ¿Que se supone que debo decir cuándo me pregunten?

— Que no les incumbe lo que yo haga con mi vida— espeto y le doy un sorbo a mi copa.

— Christian!!— Me riñe

— Grace, nuestro hijo tiene razón...nuestras amistades no tienen por qué inmiscuirse en la vida de nuestro hijo— murmura Carrick.

Grace, suspira resignada

—  Está bien...ustedes ganan, de todos modos esto se iba a saber— añade con resignación — ¿Me dejas darte un abrazo?

Su petición me pilla desprevenido.

— Está bien.

Ella se acerca a darme un abrazo, y un beso en la mejilla.

— Te felicito hijo ... De todo corazón deseo que seas muy feliz.— Añade emocionada mientras me sujeta la mejilla con la mano.

Mamá. Te quiero y realmente deseo que tú y Anastasia tengan una relación de nuera a suegra.

— Gracias—

Finalmente se aparta de mi

— Yo también quiero felicitar al padre y hombre enamorado— nos interrumpe Elliot junto a él está su novia. — ¿Me dejas darte un abrazo hermano menor?— ¿Que es esto?¿La noche de abrazar a Christian Grey?

— Sólo por esta vez...no quiero que te acostumbres— le digo burlón.

El tonto de mi hermano me da un abrazo de oso.

— Así se hace hermano... Realmente te felicito— me da unas palmadas con fuerza.

— Yo también te felicito— me dice Katherine, nerviosa— yo...yo no sabía que eras tú— ella tiende su mano. Yo lo tomo sin entender su último comentario.

— Gracias— digo educado.

— No... No sabía que tenías un hijo... ¿Desde cuándo lo sabes?— ¿Piensa interrogarme?

— ¿Perdón?— no me ha gustado su tono curioso.

— Disculpa... Es sólo que Ana, nunca te mencionó

— ¿Y por qué iba mencionarme con una desconocida?— Ella abre los ojos platos.

— Si... supongo que tienes razón— susurra incómoda.

— Realmente me has sorprendido— es Flynn, quien me salva de las garras de la periodista metiche

— Imaginé que te sorprendería

El cabrón de Jhon Flynn sonríe.

— Le comentaba a Rhian, que jamás imaginé que está noche nos iba a sorprender.

Trás él vienen Ros, y Gwen.

— Espero haberte sorprendido para bien.

— Por supuesto.

También se acerca Bastille.

Llevo un buen rato conversando con Ros, Gwen Flynn y su esposa cuando de repente Ana viene a mi. Está furiosa ¿Que le sucedió?

Me acerco a ella.

— ¿Todo bien?

— No. Tú amiga Elena se acercó a mí, me insultó incluso me ofreció dinero para alejarme de ti.

— ¡¿Qué?! — ¡Esto se acabó! Voy a darle un corte definitivo a esto.

— Y eso no es todo. Creo que tú madre nos escuchó por qué ahora las dejé discutiendo.

Mierda. Mierda. Mierda.