
32
Misuk.
Abro los ojos al sentir mi cuerpo entumecido. Como puedo me siento en la cama al sentir mis piernas adoloridas y mi sexo. Estoy hecha un desastre. Lo compruebo cuando me quito la sábana de encima y observo las marcas en mi cuerpo. Miro al lado notando que estoy sola y suspiro. Aún así no me arrepiento y una sonrisa estúpida al recordar lo que sucedió hace un rato aparece en mi rostro.
Me envuelvo de nuevo en la sábana y trato de levantarme aún cuando me tiemblan las piernas como gelatina. Me apoyo en la mesita de noche para sostenerme hasta encontrar equilibrio y algo cae cuando muevo la mano. Tomo el papel doblado, -que al caer sobre la cama, no fue difícil tomarlo-, y lo abro. Sintiendo mi corazón martillar con fuerza al leer la nota.
"Regresaré temprano. En la mesita hay una pastilla, es anticonceptiva, tómala. Si te sientes adolorida solo llámame."
Miro hacia la mesita, exactamente notando la pastilla junto a un vaso con agua. Dijo que era anticonceptiva y su atención genera en mi un tumulto de mariposas que aletean en mi estómago. Trago el medicamento tomando agua y dejo el vaso en la mesa. Miro a todos lados, pero no veo mis cosas por ninguna parte. Me aferro a la sábana cuando miro por el ventanal que me deja boquiabierta. Ni siquiera había mirado lo grande y bien decorada que está la habitación en tonos neutros. Observo los cuadros que hay colgados en las paredes y se reflejan en el cristal que cubre una pared entera. Hay dos puertas, supongo que una es el baño y la otra no se que es, la cama está recostada a una pared, es grande, California King. Y al frente hay muebles junto a una mesita de centro. Fácilmente esta habitación abarca mi cuarto en mi antiguo hogar y el de Jungkook posiblemente.
Salgo al pasillo observando que igualmente hay cuadros en las paredes y me detengo frente a uno que me genera una sensación de soledad inmensa. Hay un horizonte gris, teñido con tonos negros y neutros y mi pecho duele por una razón inexplicable. Dolor, refleja el cuadro, soledad y angustia. Tengo que seguir de largo solamente observando como hay algunos jarrones en mesitas y me detengo frente a una habitación que me llama la atención. Casualmente hay un cuadro que refleja todo lo contrario. Es un campo de flores, el cielo está despejado y hay muchas mariposas en él. Una sonrisa de sorpresa aparece en mi rostro al observar una mariposa azul posada en una flor.
La imagen me traslada al pasado y aunque trate de negarlo, ya mi conciencia lo tiene claro. Conocía a Jimin desde niña, bien que lo conocía. No sé sí a él eso le importe, pero tenerlo claro y ver esta imagen tan bonita plasmada en un lienzo en relajante y tranquila. Y me hace querer regresar a esos tiempos. Cuando vivía tranquila y sin prisas. Cuando yo lo qui...
Abro la puerta encontrando una habitación deslumbrante. El azul claro tiñe las paredes, es casi blanco, pero aún así lo puedo distinguir. La cama tiene sábanas de satín beige y hay almohadas amontonadas en el centro. Hay varios cuadros no tan grandes en las paredes. Uno de un atardecer, otro de un campo con flores, parecido al del pasillo y otro con estrellas y una galaxia pintada. Hay cortinas que cubren el ventanal y un sofá blanco recostado a una pared. Al igual que aquella habitación, hay dos puertas blancas y algunos otros adornos.
Camino con cuidado, sientiéndome una intrusa la verdad y abro la puerta que está más cerca del sofá. Abro la boca casi sintiendo que se me cae al suelo cuando miro el enorme vestidor lleno de ropa. Miro mi maleta en una esquina junto a un sillón y como una niña curiosa abro gaveta por gaveta. Quedando fascinada al ver todo, desde los vestidos, la ropa, todo.
Elijo un conjunto de pijama sencillo. Puesto que ya dentro de poco será de noche y tomando un conjunto de ropa interior camino hasta el baño. La ropa se me cae de las manos al abrir la puerta y la sábana que tenía amarrada por el pecho también. Trago grueso mirando todo con los ojos más abiertos que nunca.
Es casi del tamaño de una habitación. Hay una tina enorme y detrás una repisa con lo que parecen ser productos de belleza. Al lado está lo que parece la bañadera porque está forrada en cristal y al lado está el inodoro, y el lavamanos en una encimera. La habitación es blanca, y enorme. Admito recogiendo lo que se me cayó y dejándolo en el armario que hay a un costado. Camino con cuidado hasta la tina y con mis pocos conocimientos de bañeras le agrego sales y entro en ella luego de llenarla con agua tibia.
Definitivamente, Jimin suda dinero. Más que el banco nacional posiblemente.
(...)
Termino de recoger el desorden del comedor con las mejillas a punto de explotar y casi con el corazón en la garganta limpio la mesa y el suelo. Él olor a comida me llega hasta aquí y poniendo todo en su lugar y dejando todo acomodado camino hasta la cocina.
La casa me parece enorme, fácilmente costaría diez veces más que la mía por los lujos y comodidades. A pesar de aquella no ser tan pequeña tampoco tenía una tina en mi habitación ni era tan lujosa. Es obvio que Jimin es millonario. Se nota en todo lo que miras. Los costosos jarrones, las cortinas. Los candelabros que caen del techo que todavía me hacen abrir la boca. Los ventanales que puedes ver la ciudad completa. La
Los muebles. La cocina. Todo.
Y eso que aún no lo he recorrido completo en esta última hora. Ni he salido afuera.
Apago el celular cuando el tutorial acaba y miro el resultado en la olla. Huele bien y la boca se me hace agua. Le agrego una pizca de sal y las salsas.
Tapo la olla y la dejo reposar como decía el vídeo. Jamás pensé que cocinar algo como Japchae se me haría tan sencillo.
Me recojo el cabello en una coleta cuando siento el calor de la olla llegarme y siento que comenzaré a sudar a pesar de estar climatizado el lugar.
Apago el fogón y por fin respiro en paz mirando ahora la comida bien cocinada. Pruebo un poco emocionada y casi salto en el lugar como tonta cuando me quemo la lengua, pero aún así sonrío orgullosa de mi esfuerzo.
Me pongo en puntitas para alcanzar un cuenco de la alacena y maldigo en voz baja cuando el intento es inútil y un calor se pega a mi espalda cuando trato de estirarme para alcanzarlo.
Me quedo quieta cuando una mano lo toma por mí y veo el 13 tatuado en la muñeca haciendo que me pregunte como entró sin que lo notara. Hasta pareció ninja.
-Cuidado- su voz es baja y ronca y se me erizan los pelos de la nunca cuando el deja una beso ahí. Deja el pozuelo en la encimera y me quedo quieta esperando su próximo movimiento.
-G-gracias- murmuro cuando me giro y la imagen de él solo con una sudadera me sorprende. Siempre está con sus trajes caros y verlo vestido como cualquier gente común me sorprende.
Me quedo quieta mirando su pecho fornido y el se agacha a mi altura cuando nota lo avergonzada que estoy como para mirarlo.
-¿Ahora te pongo nerviosa?- trago saliva sin mirarlo -, dime, ¿Lo hago ahora?
Susurra soplando en mi rostro y mi pecho sube y baja en respiraciones rápidas. Coloco amabas palmas contra la encimera cuando el me acecha como un león y sigo sin hablar. Solo mirando como me mira con los ojos hambrientos.
Él levanta la cabeza de repente y yo respiro aliviada aún sin decir nada. Si mano sube y me acomoda un mechón detrás de la oreja y cuando creo que se va alejar, tira de la liga que sujeta mi moño y el cabello me cae desordenado. Sus dedos me peinan los mechones con tanta delicadeza que cierro los ojos ante la sensación relajante.
-Sigue haciendo eso- murmuro cuando detiene los movimientos y abro los ojos. Él lo vuelve a repetir hasta que casi estoy dormida y cuando quita la mano casi pego un salto por la impresión.
-Pensándolo bien- se aleja de mí mientras carraspea, haciendo que extrañe su toque al instante - no respondiste mi pregunta anterior y yo acariciándote.
Casi me fulmina con la mirada y tengo que apretar la boca para no reír ante la cara de niño rabioso que no pudo resistirse a un dulce.
Él levanta una ceja mirándome serio.
-¿Qué es tan gracioso?- niego casi soltando una carcajada y el asiente achicando los ojos-. Ya veo, por las malas entonces.
No me da tiempo a hablar cuando su cuerpo aprisiona al mío y me obliga y inclinarme sobre la encimera. Pego un grito de sorpresa cuando me obliga a abrir las piernas desde atrás y me sostengo del mármol para no caer cuando su palma impacta con mi nalga derecha haciendo que el escozor barra por la carne sensible. Me muerdo la lengua, pero termino gritando cuando vuelve a impactar de lleno sobre la otra.
-¿Aún te pongo nerviosa?- el vuelve a hacer la primera pregunta y aprieto los ojos cuando vuelve a soltar otra nalgada más fuerte que la anterior. La carne me escoce y pica, el dolor hace que mi sexo duela y se moje sin control.
-Un poco, solo un poco - me las arreglo para hablar tratando de mirarlo por encima del hombro y el niega tirando de mi short de pijama hacia abajo y dejándome solo con las braguitas de fresitas.
-Mentira, mientes - deja dos nalgadas fuertes sobre la carne haciendo contacto directo y ya no se que duele más, si mis glúteos y mi sexo que está chorreando. Apenas puedo negar antes de soltar un quejido.
-Es... verdad - el masajea la zona y sus dedos bajan haciendo que sonría aliviada cuando toca mi sexo empapado y el suspira. Un suspiro tenso. Sus dedos se meten por debajo de la tela y me pellizcan el clítoris y gimo aliviada. Se mueven hacia abajo y cuando creo que me los va a meter habla.
-Muy mojada, chica sucia. Loca porque me la vuelva a coger duro- los mete hasta los nudillos y gimo extasiada-, caliente, resbaladiza, suave, estrecha. Un coño perfecto. Y solo yo me lo puedo comer.
Termina su discurso de palabras sucias curvando los dedos y haciendo que quiera cerrar las piernas por impulso y chille. Él hace que me moje aún más y cuando el nudo se comienza a formar en mi vientre. Como si quemara los quita.
Jadeo ante el vacío y lo miro.
-Dime, ¿Ahora estás nerviosa?- su voz es ronca y mandona.
-Estoy necesitada, nerviosa no. Necesitada.
Repito claro sintiendo como mi centro se contrae y el se aleja con una sonrisa tan perversa que asusta. Se chupa los dedos mirándome. Toda agitada y hecha un desastre.
-Era lo que quería escuchar y lo logré. Muy necesitada por lo que veo- chasqueó la lengua orgulloso y aprieto los dientes furiosa bajo su mirada y casi se ríe en mi cara. Él solo jugó conmigo. Pero me las pagará, ya verá. Esta se las cobro.
Me subo el short sintiendo como mi excitación merma y me giro para no mirarlo. Aún cuando estoy bastante avergonzada.
-¿Qué tanto falta para comer?- murmura cerca mío cuando destapo la olla y tomando la espumadera con fuerza vierto la comida en el pozuelo.
-Poco.
Apenas respondo mientras vierto en el otro cuenco y tomo los palillos de las cajones.
-Que bueno - lo siento aspirar el olor de mi cabello y recuerdo cuando me tomó en brazos hasta su habitación. Él pecho me tiembla cuando escenas vienen a mí y bufo sin evitarlo. Es inevitable no pensar en eso.
-¿Por qué?- la curiosidad mató al gato. Me digo. Ni siquiera se por qué.
-Porque terminando de comer. Debemos hablar sobre el pacto de sangre.
Frunzo el ceño tomando un trozo de Japchae con los palillos y soplo ante de llevarlo a la boca. Estamos comiendo en una mesa más pequeña que hay en la cocina y su declaración me ha confundido puesto que nunca he asistido a algo así. Ni siquiera se que cosa es, y el nombre parece aterrador.
-Nunca dijiste en qué consistía - subo los hombros y los dejo caer terminando de tragar tomando otro trozo. Él bebe agua antes de hablar .
-El nombre suena horrible de verdad - me sorprende verlo tan relajado cuando habla y me recuerdo que estoy enojada con el. Pero me es imposible volver a sentirme molesta y termino resignándome a mis sentimientos. Jimin me gusta demasiado, como hombre, marido, sicario. Creo que todo.
-Mucho, hasta parece sacado de alguna serie de vampiros- el niega casi sonriendo, pero sus comisuras no se mueven.
-Es una tradición familiar que se hace desde el primer líder, mi abuelo, quien ya murió hace varios años, luego la siguió mi padre, y ahora yo. No es más que derramar sangre sobre el símbolo de la mafia Park que se encuentra en la mansión. En el medio del salón, es una loza que hay en el medio y tiene un León rugiendo, significa poder, ambición y allí debe ser. Aunque este año posiblemente sea en otro lugar- toma aire y se mete un bocado a la boca-, aún lo estoy pensando.
Murmura con la boca llena y desvío la mirada. Es sencillo, lo parece. Pienso mirando mi cuenco y vierto más salsa y zanahorias para comerlas.
-Está bien. ¿Cuándo será?
Me atrevo a preguntar ahora con la incertidumbre latente porque ciertamente verme frente a tanta gente, que estoy segura que habrá, crea un pánico en lo profundo de mi pecho.
-No tengo claro el día. Pero lo antes posible- toma mi mano por encima de la mesa y me mira a los ojos. Creo perderme en su mirada hipnotizante y suspiro imperceptiblemente-. Misuk, jamás dejaría que algo te pasara. Mientras vivas conmigo tendrás mi protección siempre. Mi vida está en tus manos ahora.
Apenas puedo respirar cuando mi pecho zumba como nunca y mi corazón quiere salir. Mis pensamientos vuelan a todos los recuerdos y bajo la mirada dispuesta a decir aquello que tanto temo. Aún cuando el miedo sucumbe a mi como un fantasma y quiere hacer que me retracte. Hablo.
-Jimin... yo...
Él me corta poniendo un dedo sobre mis labios.
-No lo digas. Si lo haces, sabes que ya no podrás liberarte de mí porque jamás lo permitiría. Nunca escaparías de mis garras... y serás mía hasta la muerte.
Él lo sabe y aún así lo digo. Guiada por mi corazón.
-Me estoy enamorando de tí.
Y antes de pestañar, como un rayo cae sobre mí y me besa. Le acabo de decir que me estoy enamorando de el y el me besa. Su lengua saborea la mía y se separa para mirarme a los ojos.
-Mi mariposita, solo mía. Siempre lo fuiste. Mi pedazo de cielo.
Me abraza con fuerza dejándome sorprendida y lo recuerdo. Él jodido apodo, mariposa, cielo. No entiendo cómo pude ser tan tonta que nunca lo noté. Siempre fue Jimin. Quien me hizo llorar y a quien quise por primera vez. Mi primer amor.
[•••]
¿A cuántas las sorprendió la confesión de Misuk?
¿Qué opinan de Jimin? ¿Algo que decir?
Ahora es cuando entramos a una etapa muy importante. Jimin contó lo del pacto, pero omitió varios detalles y está un poco juguetón con nuestra nenita. Ojito con eso uwu
Comenten mucho y voten.
Les cuento que ya mis vacaciones acabaron. Instituto que conocen.
Adiós.
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