17
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Jimin.
Las grandes puertas son abiertas por mis hombres y me adentro, los olores de los químicos me hacen arrugar la nariz con fuerza y sigo caminando por el pasillo.
Taehyung aparece por un puerta y está tosiendo con fuerza. Lo miro, tiene polvo en la cara.
—Que asco— se pasa una mano por la cara y se la limpia en el pantalón sin dejar de hacer caras.
—No seas tan marica y anda, no tengo todo el día.
Levanta la mirada impactado y veo una pequeña sonrisa aparecer en su rostro. Aprieto los labios.
—Que malhumor— se burla de mí y casi me asqueo al verlo pasarse un dedo por la nariz y sacarse polvo.
—¿Estás drogado?— la pregunta sale sola y rueda los ojos.
—Estás viendo que me limpio la nariz porque precisamente no quiero olerlo y me preguntas que si estoy drogado — empuña su arma cuando una carcajada llega a mí.
—¿Qué es eso?— miro por la rejilla de una de las puertas y observo como varios hombres se meten pastillas en la boca.
Maldito Hashima, solo vino a drogarse.
—Los malditos desde que llegaron no paran de drogarse, parecen locos, ojalá se mueran de una sobredosis — estornuda y tengo que esquivar rápido las gotas de saliva—, disculpa, creo que le hice alergia.
Uno de mis hombres se ríe y lo fulmino con la mirada haciendo que me mire asustado.
—Como sea, ¿Dónde se metió ese idiota?
Taehyung señala la escalera que va hacia el segundo piso y suspiro.
—No vino por la cocaína, vino por heroína y marihuana. También pidió varios paquetes de éxtasis. El maldito planea follarse a todas las putas de Japón.
No puedo evitar la mueca que se extiende por mi boca y indicar con una seña y Taehyung que se acerque.
—Si sabes que los Choi andan rondando.
Asiente con cuidado.
—Estoy seguro que mandaron a uno de sus hombres para asustarme— es cuando caigo en cuenta de que me andan buscando y precisamente los hermanos Jeon están en mi casa.
Una opresión me llena el pecho y Taehyung abre los ojos.
—Jungkook y Misuk, van a ir por ellos.
—Vienen primero por nosotros — estoy seguro, veo a Taehyung quitarle el seguro a su arma.
Veo a Hashima bajar confiado por las escaleras. Varios hombres con cargamentos salen por el lateral, seguro a guardarlo y una sonrisa macabra se forma en sus labios.
—Park Jimin —saluda reparando el lugar con la mirada—, gran laboratorio, digno de admirar.
— Constrúyete el tuyo propio si tanto lo admiras.
Chasquea la lengua y sonríe fijando más la mirada en mí.
—¿Para qué? Prefiero el tráfico de armas, aunque tal vez lo piense— se pasó una mano por la barbilla fina sin quitar los ojos del lugar.
Las risotadas se vuelven a escuchar y frunce el ceño, se acerca a donde vienen y le lanzo una mirada a Seo para que salga de la puerta.
—Malditos incompetentes— recita furioso mirando a varios de sus hombres inhalar polvo por la nariz.
—Si sabes que eso cuesta dinero — sus ojos de gato se estrechan cuando lo digo y Taehyung sonríe malicioso a sus espaldas.
—Dinero es lo que me sobra.
Grita furioso algo que no entiendo y los hombres tiemblan tambaleándose y riéndose como idiotas. Uno se le acerca y le manosea la cara, mi rostro se desfigura y en menos de cinco segundos ya le había volado la cabeza.
Les dice algo y a empujones salen de la enorme habitación dirigiéndose afuera entre risas y manotazos.
—Están locos, no sé cómo contrata a esos salvajes y aún está vivo.
—Suerte.
—Afortunado, supongo— replica Taehyung y un estruendo se escucha, poniéndome los pelos de punta. Veo a Yoongi correr desde el segundo piso con su arma en alto y mis hombres se movilizan.
Otro estruendo se escucha y es cuando los tiros comienzan a volar, empuño mi arma en alto y apunto a todas direcciones.
Escucho como los japoneses se gritan y se dan órdenes y Hashima desde la entrada maldice.
Camionetas comienzan a llegar y me doy cuenta que los Yakuza están huyendo dejando a su jefe detrás, de verdad que este pedazo de mierda es afortunado de estar vivo.
—Cubran a Hashima — le ordeno a los hombres y Seo sale rodeando al hombre formando un escudo.
—Seokjin, manda refuerzos ahora. Están atacando desde afuera.
—Si están allí es mejor un helicóptero, por tierra es muy riesgoso.
—No me importa por dónde sea, si no mandas hombres rápido esta mierda va a volar.
Me refiero al almacén y el lo entiende. Es grande, espacioso y tiene mucha mercancía de la buena adentro. Es común que los Choi la quieran y más cuando saben que los Yakuza andan por aquí.
—¡Park! ¡Vienen más hombres!
El grito que pega Hashima cuando huye hacia adentro junto a nosotros retumba y más cuando un proyectil se estrella contra uno de los autos haciéndolo volar en pedazos y que los hombres dentro mueran en el acto.
—Taehyung, necesito que huyas, debes ir con Jungkook — el corazón me late acelerado y niega.
—No puedo, falta poco para que invadan aquí adentro y aún no han llegado los refuerzos, si te dejo aquí te matarán — otro estruendo resuena, tiros vuelan en el aire y veo como en medio de la lucha entre los mis hombres y los matones de Choi aparece Dajoon, el maldito sobrino de Hyoseop, ni siquiera fue capaz de venir el mismo y mandó a una de sus ratas. Sabe que verme la cara después de seis años es condenarse a la muerte y no sabe cuanto deseo descuartizarlo, matarlo lento para que sufra lo que yo sufrí viendo como mataba a mi mujer.
El cuerpo se me tensa cuando derriban la puerta y Seo pelea con uno hasta cortarle la garganta.
Hombres entran y nos rodean, abro los ojos cuando uno le apunta a Taehyung y empuño la ametralladora disparando a todo el que se me cruza caminando por el lugar.
Yoongi forcejea con uno y su puño se estrella con fuerza sobre su rostro, los golpes vuelan y en un momento tengo una mano rodeando mi cuello desde atrás y siento el objeto filoso contra mi cuello. Respiro profundo.
—Cuanto tiempo sin vernos Park Jimin.
Caigo en cuenta de quién está a mi espalda y me quedo quieto. Taehyung está en el suelo y cuatro hombres lo sujetan, Yoongi sangra de un costado y me doy cuenta de que Hashima está peleando contra tres hombres, sabe de karate y los derriba a todos, aún cuando se nota cansado.
—Suelta el arma, despacio — siento la daga punzarme cuando me agacho y recuerdo lo que llevo metido en la bota. Suelto la ametralladora y en un rápido movimiento tomo mi daga y me giro, le voy arriba con furia y nuestros brazos se encuentran forcejeando, no sé cómo pero en medio de todo siento algo sonar en el aire y escucho el claro sonido de un helicóptero aterrizar, me distraigo un segundo y siento como me hace un corte en el brazo ganándose que le entierre la daga en una pierna en un rápido movimiento que lo hace encorvarse. Aprovecho para pegarle el brazo en un movimiento ágil y preciso mandando su daga lejos de nosotros. Lo agarro del cuello y mi puño se estrella contra su rostro sin parar, arremeto contra sus costillas y lo escucho gritar de dolor ante el impacto, impacto mi rodilla en su estómago y en un movimiento lo tomé por el cuello, apretando duro con rabia latente en los ojos. Sus brazos me rasguñan por encima de la tela de la camisa y siento como la herida del abdomen me arde.
Aún así no paro hasta verlo ahogándose con su propia sangre y lo suelto. Dajoon cae al suelo y lo pateo con fuerza, me siento a horcajadas sobre su abdomen y mis puños se estrellan de nuevo contra su mandíbula, su nariz, su boca, sus ojos y todo lo que encuentro. Lo siento toser cuando le golpeo el abdomen y sangre sale de su boca manchándome la cara. Aún así sigo, tomo mi daga ciego de ira, rabia, impotencia y todo tipo de sentimientos. La entierro en su abodmen y sus ojos se abren para toser débilmente, saco la daga y sangre corre por su naríz, la sangre corre hasta el suelo y la entierro en sus costillas, luego en su pecho cerca del corazón y comienza a temblar perdiendo la conciencia, apuñalo en el hombro y por último le entierro la daga en el cuello. La sangre me salpica y escupo con fuerza sobre su rostro.
Los brazos de alguien me obligan a separarme del cuerpo inerte y aún así quiero seguir golpeándolo y apuñalando su cuerpo sin vida por todo lo que me hizo en el pasado, era solo un muchacho en aquel tiempo y recuerdo como me sostuvo con fuerza para que mirara como mataban a Hanna frente a mis ojos, como se reía de mi dolor, como se burló de mí cuando me vio herido casi muriendo llorando por mi mujer muerta.
La ira llega como un balde y lo siguiente que siento es como algo con corriente se me pega a la espalda haciendo que grite y me despegue. Veo a Taehyung y Yoongi sostenerme mientras Seokjin baja el palo con corriente.
Me siento cansado, me pesa la cabeza. Tengo cortes en los brazos, sangre en la cara, siento como me sangra la herida del abdomen y duele. Pero nada se compara a la satisfacción que siento al ver el cuerpo inerte, sin vida de Choi Dajoon frente a mí.
El saber de que he matado a uno de los malditos que me hicieron daño en el pasado es un logro para mis demonios.
Respiro hondo y Yoongi me mira atento, tiene sangre por todos lados y lo que antes fuera un laboratorio parece una morgue, llena de cadáveres. Seo llega hasta nosotros, está herido y Jin lo atiende rápido movilizando a todos para que saquen a los heridos de aquí.
—¿Huyeron?— Taehyung asiente ante mi pregunta.
—Jungkook salió a tiempo— avisa y el alma me regresa al cuerpo por un instante.
—Avisa la retirada, manden gente, que limpien todo.
Observo gente del laboratorio moverse, las batas blancas tintadas de rojo carmesí y como ayudan a los heridos.
Miro a todos lados y Yoongi me suelta, camina hasta una esquina y en medio de todo observo como atienden a Hashima que tiene una herida en el hombro.
Levanta el brazo y hace una señal de agradecimiento.
Niego. De todas formas sobrevivimos, que es lo importante.
Una cosa quedó clara.
Los Choi quieren guerra, y guerra van a tener...
[•••]
Esto necesitaba acción <3
Pregunta seria, ¿Qué opinan de lo sucedido en el capítulo?
Espero las teorías.
Vota, comenta y sígueme para más.
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