Misuk.

La vergüenza llena mis venas cuando observo el rostro de Jimin caer rendido. Y suelto una maldición silenciosa mientras me levanto de la cama. Las manos me sudan y cuando logro ponerme de pie siento aún mi corazón acelerado por los nervios.

Estuvo tan cerca. Es lo que pienso tomando una bocanada de aire y pasando una mano por mi boca.

Casi me besa. El remordimiento de saber que seré la única que lo recuerde me atormenta cuando salgo de la habitación y el clic de la puerta al ser cerrada me saca de mis pensamientos.

Suelto el pomo, y camino por el pasillo. Es tarde y me siento cansada. No he querido mirar afuera porque siento que si lo hago, el pánico me llenará de nuevo y saber que hay un cadáver allá afuera no es muy satisfactorio que digamos.

Reviso entre los cajones de la alacena hasta que encuentro una cazuela y unos paquetes de ramen. En el refrigerador encuentro especies frescas y algunas viandas. Las patatas las corto en pedazos pequeños y las pongo en el agua que burbujea. Echo la carne que anteriormente había encontrado y luego vacío el cartucho de ramen. Ni siquiera sé si las viandas se comen con ramen, pero es lo que menos pienso.

El olor de la comida se siente por toda la cocina cuando destapo la cazuela. Han pasado treinta minutos y aún no está y me maldigo por haberlo puesto en fuego lento. Nunca he sido una buena cocinera y el solo recuerdo me lleva a Jungkook. El era el que cocinaba siempre en casa. Recuerdo que se burlaba de mi siempre que trataba de hacer algo, porque a él se le daba mejor. Se le da bien mentir.

La nostalgia me llena al recordar que el también me mintió y mi pecho se llena de tristeza al recordar todo. Mis ojos pican y tengo de pestañear varias veces para que no se me salgan las lágrimas.

Estoy harta, cansada y dolida por ser tratada como un trapo, un títere al que todos manejan y me juré no volver a llorar, aunque me es imposible cuando todo está allí, enterrado como un puñal en el pecho y es cuando caigo en cuenta de que estoy confiando en quien jugaba conmigo a su antojo.

Los minutos pasan y un ruido se hace presente. Apago la hornilla cuando de nuevo ese ruido se hace presente. Cómo si se estuviera rompiendo algo y mis manos tiemblan como gelatina cuando camino por la puerta que da al patio trasero.

Me sobresalto y pego un grito cuando alguien tira de mí y me abraza. Estoy estática y no sé que hacer. La impresión está presente cuando observo al causante.

¿Qué hace Taehyung aquí?

-Uh... disculpa. Supongo que fue la euforia del momento - habla tomándome por los hombros cuando se separa.

-¿Qué haces aquí?- es lo único que digo cuando me alejo. Es obvio, su mirada se cae abajo cuando lo pregunto y se que también es como Jimin, como Jungkook y como todos- no respondas, es más que claro.

-Las alarmas sonaron ante el disparo y tuve que venir. Pensé lo peor. Agradezco que estén bien.

Asiento aún un poco enojada y miro afuera. Ahora entiendo el ruido. Estaba enterrando al tipo ese y un escalofrío me recorre al imaginarlo.

-No todo está bien. Jimin salió herido - musito recordando como pasó todo y aprieto la tela del suéter entre mis manos.

-¿Está bien?- pregunta preocupado y antes de hablar ya está dentro de la casa y parece asustado.

-Si, lo tuve que curar- ni siquiera se cómo lo hice todavía, pero está vivo, es lo importante. Pienso rascándome la nuca nerviosa cuando sus ojos cafés se fijan en los míos. Me mira con tanta intensidad que creo que me voy a caer allí mismo y antes de que pase algo hablo.

-Está en la primera habitación. Estaba dormido hace un rato- le sigo el paso, pero se detiene.

-Mejor que descanse. Más tarde enviaré a una doctora, es de confianza. Le dices como hiciste todo para sacar la bala. ¿De acuerdo?

-De acuerdo- las palabras salen por si solas y suspiro como por tercera vez.

-Antes de irme... eh, Jungkook me ha dado un mensaje para tí.

Aprieto los puños cuando lo dice y aún afectada por su mención asiento casi cerrando los ojos cuando los siento picar y recuerdo todas las veces que el estuvo allí para mí y no me dio la espalda. Incluso ese día, tan horrible que no lo quiero ni recordar. El me defendió.

-Me ha dicho que te extraña y que aunque sabe que no lo quieres ver, el si quiere verte. Quiere aclarar todo, quiere decirte toda la verdad Misuk. Jungkook está dispuesto a contarte todo y arriesgarse a que lo odies.

Su voz decae cuando pronuncia lo último y yo tengo que poner una mano en la pared buscando estabilidad. Mi respiración sale en un hilo fino y tembloroso cuando levanto la cabeza.

-Lo quiero ver- siento como si un peso se levanta de mis hombros cuando lo admito. Es mi hermano, es el único hermano que tengo y duele saber que si le pasa algo metido en este mundo me destrozaría por completo. Es la persona en quien más confío y aunque haya pasado tantas cosas, quiero volver a recuperar esa bonita amistad qué más allá de la sangre teníamos.

- Cuídate mucho Misuk. Estaré al pendiente para que nada les pase- es lo último que dice antes de desaparecer por la misma puerta que entró y yo aún me siento turbada por todo lo sucedido en menos de media hora. He aceptado hablar con mi hermano porque quiero saber porqué me mintieron durante tantos años y porqué ese día aquellos padres tan amorosos hablaron tan horrible de mí.

Observo como Taehyung sube a su auto y me dedica una última mirada antes de arrancar e irse. Cierro la puerta de cristal y corro la cortina para que no se vea nada.

Cuando me toco las mejillas las noto empapadas y se que he roto mi juramento de no volver a llorar.

Levanto la cabeza y me coloco el cabello detrás de las orejas, sorbo la nariz y camino con calma hasta la cocina.

Mis pensamientos comienzan a atormentarme y me pregunto si estoy haciendo las cosas bien, he dejado todo atrás, la universidad, mi sueño de ser una buena psicóloga, mis metas. Los lugares que quería conocer. Mi familia, y se siente horrible ese dolor enterrado en el pecho que me recuerda que ya no estoy en el mismo ambiente que ellos.

Dejé de confiar en las personas, para confiar en quien más temía. Dejé que me trajera hasta aquí y dejé que el miedo se fuera y ahora un nuevo terror habita en mí.

Confusión. Se siente horrible ese sentimiento. El no saber que hacer o si lo que haces es lo correcto. Y me da rabia conmigo misma no entenderme.

Un ruido me saca de mis pensamientos y pego un sobresalto. Escucho un quejido y luego una maldición y se que mi momento de reflexión interna terminó cuando camino hasta la habitación y abro la puerta de una. Mi corazón se paraliza y me quedo estática con los ojos bien abiertos mientras el corazón me late rápido y con prisa.

Jimin está mirándome a los ojos y tiene el cabello mojado, gotas de agua bajando por su barbilla y está sin camisa y por lo que veo, solo cubierto por una toalla en la cintura y siento que la sangre sube a mis mejillas apenas respiro. Gotas bajan por su pecho agitado y siguen el recorrido por su marcado abdomen hasta perderse bajo la toalla.

Ajusta el nudo y lo escucho carraspear incómodo.

-¿Podrías voltearte?- es lo único que dice y me quedo parada sin saber que hacer. Asiento nerviosa y me doy la vuelta. Lo escucho caminar y luego como abre una puerta, más tarde como cierra algo y me pide que me gire.

-¿Cómo te sientes?- la pregunta sale en un murmuro cuando la hago y siento mi cuerpo temblar como gelatina. Sería una hipocresía negar que el cuerpo de Jimin no está bueno. Porque es todo lo contrario, está buenísimo y me maldigo por no poder evitar pensar en ello y no poder sacármelo de la cabeza.

-Me duele la cabeza y la herida punza, pero estoy vivo. Supongo que debería agradecerte.

Lo veo tragar mirándome y niego con una risita nerviosa. No recuerda nada. Es un alivio, moriría de la vergüenza si el recordara las cosas que dijo estando bajo los efectos de la fiebre y aunque tengo cierta curiosidad sobre el nombre que mencionó, prefiero no decir nada.

-Ugh, está bien. De todas formas si hubieras muerto no hubiera podido vivir con él cargo de conciencia- no se en que momento me puse sentimental que la voz me tembló tanto, pero de verdad fue de los peores momentos de mi vida. Nunca pensé pasar por algo así-. Aunque aún no entiendo porqué me salvaste.

Y es verdad. El bien pudo haber dejado que la bala impactara sobre mí y haberse quitado la responsabilidad de cuidarme, pero no lo hizo y eso aún me confunde.

Lo veo acercarse a mí, tanto que siento que me falta el aire y el estómago se me revuelve. Trato de mantener la mirada pero su aura es impotente y dura y me intimida.

Lo siento respirar cerca mío y como una de sus manos me toma por la barbilla.

-Mírame- su voz es baja y autoritaria y me siento bajo un hechizo cuando nuestras miradas chocan. Mis piernas tiemblan y tengo el pecho como si tuviera un tambor dentro.

-Aún no me respondes- susurro y con mis manos juego con la tela del suéter nerviosa.

-¿Tan difícil es entender que no te dejaría morir?

-No entiendo, ¿Por qué?

-Misuk- lo siento jadear cerca de mí rostro y tal vez son los nervios que me hacen suspirar nerviosa. Pero sus ojos no paran de mirar mis labios y tengo cosquillas por todos lados-. Porque yo moriría por tí.

(•••)

Jimin no tiene pelos en la lengua y me encanta su forma de decir las cosas sin rodeos. Estoy a sus pies🥴.

¿Cuántas creen que Misuk es muy sumisa con él?😏

🖇️Me gustaría que todos aquellos lectores fantasmas voten porque no sé si lo hayan notado, pero hemos llegado al 1k de vistas y solo hay doscientos y algo de votos. A partir de hoy las actualizaciones serán variando de la cantidad de votos y comentarios. Quiero leerlos, y saber si les va gustando la historia, lo qué opinan de la trama y si quieren la participación de algún personaje en específico.

PD: La canción en multimedia es la canción principal de la historia. Aclaro que no me inspiré en ella para escribirla. Pero si tienen muchas similitudes. Además de que amo la letra.