Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

03

Misuk.

A las dos de la mañana desperté sudando y asustada. Había tenido otra pesadilla, ésta más fuerte que las otras. Esta vez ya no era ese hombre el que salía cubierto de sangre. Era yo, y la verdad, eso solo me hacía temblar. Porque se sintió real, tan real que imaginé el dolor.

Mi respiración agitada era lo único que se escuchaba en la habitación y a un lado de la cama, estaba mi celular, con la pantalla encendida. Algo muy raro. Tanto así que cuando lo tomé fue que de verdad mi corazón se atascó en mi pecho.

«Tu celular está lleno de lindas fotos. Pero, el no me gusta. Creo que lo eliminaré.»

Sentí una fuerte punsada en el pecho y cuando menos lo esperé ya me encontraba llorando, tanto así que aunque tratara de no sollozar, lo hacía y temía despertar a mi hermano. Las emociones estancadas en los últimos días estaban creando estragos en mi mente y lo peor era que me estaba dejando manipular a su antojo. Además me pasaba casi toda la noche sola en casa. Porque de nuevo mis padres habían salido a otro viaje de negocios. Supongo que la vida de abogado es difícil, aunque si lo pienso bien, nunca he visto papeles, ni cosas en su cuarto. Creo que son reservados. Supongo que los buenos abogados hacen eso. Y Jeon llegaba súper tarde del trabajo.

Aún con el rostro cubierto de lágrimas y un poco más calmada, teclee una respuesta. Respirando profundamente antes de enviarla.

«Le haces algo y no respondo por mis actos.»

En el fondo tenía un astibo de esperanza que cuando llegó su respuesta murió. Solo haciendo que el dolor en mi pecho creciera.

«Ya está hecho y no harás nada.»

Haciendo uso de lo que aprendí en el primer año de universidad no dejé que sus mensajes me afectaran, aunque muy en el fondo ya tenía algo estancado. Pero haciendo uso de la poca cordura que me quedaba antes de entrar en pánico. Limpiando mis lágrimas a la vez que me tragaba el llanto y respiraba tratando de regular mi respiración le respondí.

«No te creo, porque bien sabes que tus jueguitos no funcionarán conmigo y que los roles pueden cambiar.»

A lo mejor si intercambiaba paleles, las cosas podrían quedar en paz. Pero de nuevo eso murió junto a mi dignidad cuando su respuesta llegó. Solo haciendo que mi cuerpo temblara asustado.

«¿Segura? Mira que tienes una foto muy comprometedora en esta teléfono. Por cierto, lindo conjunto. Creo que será mi fondo de pantalla. Ya no eres tan tonta como creía.»

Molesta y sintiendo la ira transitar por mis venas lancé el celular a la cama, entendiendo que colaborar con un asesino era imposible. Y más cuando el tenía todas las de ganar.

Además no era solo eso. Era el hecho de que podría filtrar mis imágenes y justo ahora maldecía a Max por hacerme cometer tales locuras.

Dejando el celular de lado y reconectándolo al cargador me dispuse a dormir al menos las pocas horas que me quedaban. Sintiendo muy en el fondo ese maldito miedo que no me dejaba en paz desde lo ocurrido aquella noche.

(...)

Desperté cuando sentí pasos en el pasillo y la voz de mi hermano hablando con alguien. Pasé la mano por mi cara sintiendo como aún el cansancio habitaba en mí y recordé lo de por la madrugada, rápidamente cerciorándome de que no hubiera enviado otro mensaje y respirando calmadamente al ver mi bandeja de entrada absolutamente vacía.

Otra pregunta que me hacía era como mierdas había dado con mi nuevo número. Porque a decir verdad solo lo tenían mis amigos, mi hermano y mis padres. Ya que ni siquiera Max lo tenía y era más que claro. No le daría mi nuevo número a mi infiel ex novio.

Los pasos mermaron en el pasillo y lo próximo que observé fue como Jungkook tiraba de el collar del perro hasta adentrarlo a mi cuarto.

Sonreí al verlo porque lo había extrañado. Era el pequeño de casa y prácticamente vivía más en la clínica veterinaria que aquí. Los problemas de salud que tenía lo ponían sensible a cualquier cambio brusco de temperatura.

—Esta mañana he ido a buscarlo— me dijo sentándose en mi cama.

—¿Se ha recuperado?— pregunté acariciando el lomo del perro que ahora estaba a mis pies en la cama y observé a mi hermano asentir mientras no despegaba la vista del celular—. ¿Todo bien?

—Ah... si, solo son cosas del trabajo,— murmuró y arqué una ceja no muy convencida porque se notaba que traía prisa y también que estaba nervioso.

—De acuerdo. Ten bonito día.

—Tu también— musitó a la vez que se levantaba y depositaba un beso en mi frente. Sonreí por el gesto porque la verdad era que amaba a mi hermano y bueno era siempre el que estaba para mí cuando más lo necesitaba—. Sácalo a pasear y dale mimos a mi bebé.

Asentí con una sonrisa por su forma de dirigirse al perro y lo ví marcharse sintiendo sus pasos alejarse.

—Bueno Bam, tu y yo nos divertiremos hoy— le dije acariciando su pelaje y viendo cómo meneaba la cola contento.

Dejando otra caricia en el me dirigí al baño a hacer mis necesidades. Sintiendo como las tensiones disminuían al menos por hoy.

Solo esperaba que éste sábado pudiera ser provechoso.


•••

Jimin.

Los jadeos y gemidos de dolor era lo único que se escuchaba en la fábrica abandonada a las afueras de Seúl.

Tomando una púa con pinchos me dirigí hacia el tipo que me miraba clamando por su vida mientras lloraba y un hilo de sangre salía de su boca y naríz.

—Te lo preguntaré de nuevo. ¿Dónde mierda metiste la mercancía?— tomé un puñado de su asqueroso pelo jalando a mi antojo e inclinando su cabeza a un lado. Viendo como temblaba cuando acerqué el juguete de tortura a su estómago.

—Ya le dije que no sé.— Contestó como pudo arrastrando las palabras y chasqué la lengua en desaprobación mientras con ahora un cuchillo de punta fina pasaba el objeto por su cara y luego bajando dejando y corte por su mejilla escuchando sus quejidos de dolor antes de bajarlo directamente a su cuello. Una simple punsada que podía desangrarlo pero que quería hacer aún más largo su sufrimiento.

—Y yo he dicho que te voy a matar si no hablas— comenté secamente contra su oído tirando aún más fuerte de su pelo viendo cómo sollozaba muerto de miedo.

—Por favor— rogó—, tengo familia. Mi esposa espera un hijo. No me haga ésto.

Apreté los dientes al escuchar lo dicho y respiré tratando de calmar la bestia que amenazaba con salir. Chocando mis dientes y retorciendo aún más su pelo mientras punsaba la yugular con la punta. Observando como emitía un quejido de dolor y un hilo de sangre comenzaba a salir.

—S-e lo diré— apretó los ojos calmando su respiración mirandome tan asustado y tratando de mover los brazos. Lo cual era imposible porque estaba encadenado.

—Pues empieza, que se me está acabando la paciencia.— Punsé de nuevo el lugar y asintió despavorido.

— La mercancía está en las ruinas de la antigua carretera de Busan. J-justo en un almacén deshabilitado al lado de una gasolinera a-abandonada.

Musitó lo último con dificultad porque ya la sangre comenzaba a emanar de la herida y terminé de enterrar el objeto viendo cómo sus ojos se abrían y escupía sangre antes de quedarse tieso sin emitir un quejido.

'Ella también estaba embarazada y aún así no le perdonaron la vida.'

Pensando en eso y a pasos seguros y decididos salí del lugar llevándome la bolsa con la púa y el cuchillo. Mirando mis manos asqueado por la sangre y tomando una botella de un litro de agua antes de lavar las misma a las afueras de el establecimiento.

Y luego arreglando mi gorra a la vez que le hacía una seña a Taehyung para que se acercara.

—Toma esto— le entregué la bolsa a la vez que sacaba mi celular—. ¿Dónde está Jeon?

—Llamó hace unos minutos, dijo que nos alcanzaba que tenía cosas que hacer. Sus padres han arribado al país luego de cerrar el trato con el presidente japonés.

—Eso es bueno. Todos al final se venden a la mafia. Son una mierda— musité fríamente antes de tomar mi arma y quitar el seguro colocándola en mi espalda baja—. Llama a Jeon y dile que nos vemos en la gasolinera abandonada en la vieja carretera de Busan. Que no se retrase. No sabemos con qué podamos encontrarnos allí.

—De acuerdo. Mandaré a pedir hombres— asentí a sus palabras. Taehyung era bueno en lo que hacía. Era un cerebro cuando de hackear se trataba. Era quien desmantelaba a los clanes enemigos y también el que me consiguió el número de ella.

—Que no tarden— advertí seriamente mientras dejaba que uno de mis hombres me abriera la puerta trasera de la camioneta y dejando la gorra en el asiento de al lado—. No quiero acabar solo con la diversión.

Taehyung asintió con una sonrisa malévola antes de asentir y adentrarse a su auto viendo cómo el lugar comenzaba a incendiarse.

Satisfecho de su trabajo, mientras que yo tomé el maletín que estaba en el asiento de al lado. Quitando el seguro del mismo y encontrándome cara a cara con una ametralladora doble cañón, capaz que disparar cientos de balas por minutos. Una de las joyitas que habían entrado en el nuevo cargamento de los Estados Unidos.

Pasé la mano por encima de la misma y la tomé sin preámbulos mientras comprobaba que tuviera el seguro puesto y que estuviera cargada.

Tomé el cinturón de balas y lo abroché en mi cintura.

Dejé mi Beretta 9mm en mi espalda mientras tomaba la correa de la ametralladora y la ponía en mi hombro.

—Dirígete a la antigua carretera de Busan— indiqué al hombre que desde que tenía uso de razón había sido el chófer de la familia. Ahora más viejo y con mayor experiencia.

—Como ordene— habló seriamente con la mirada fija en la carretera.

Saqué del mismo maletín el chip rastreador junto al auricular de cambio conectándolo todo y activando el GPS. Coloqué el auricular en mi oreja. Era pequeño y no se notaba mucho y lo activé haciendo que una luz roja parpadeara y seguido escuchar como Jeon se comunicaba con Taehyung. Asintiendo a las palabras de ambos y colocando el chip debajo de mí chaleco porque siempre había que andar preparado.

Nunca se sabe con qué te puedes encontrar allá afuera.

[•••]

Que rápido se prendió esto. 😅🧐

Se viene lo bueno 💥💥🔪🗡️

Disculpen la demora.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro