Izaya se sentó en su escritorio solemnemente, sus manos sostenían su barbilla mientras sus ojos miraban a nada en particular. Alguien que no hubiera oído hablar de Izaya (pensó que sería casi imposible) podría pensar que el hombre de cabello negro estaba soñando con algo sin importancia e incluso podría llegar a la conclusión de que era un vago. Como sea, cualquiera que haya compartido una pequeña conversación con el pequeño hombre podría entender sólo cuán absolutamente inteligente era, así como extremadamente peligroso.

Los orbes color granate de Izaya se estrecharon cuidadosamente, ya que estaba sumido en sus pensamientos. Al otro lado de la habitación y estacionada en su sofá estaba su asistente Namie, quien lo miró cuidadosa y silenciosamente. Ella sabia cuán severas eran las consecuencias si el insano proceso de pensamiento del hombre era interrumpido. Después de muchas horas de absoluta quietud Izaya se puso de pie rápidamente, con la sonrisa tonta de costumbre extendida a lo ancho de su cara. —¡Por supuesto! ¿Por qué no pensé en esto ante!

—¿A qué plan idiota has llegado ahora? —Namie pronunció sarcásticamente, secretamente aliviada de que la espera hubiera terminado. Ella frunció a Izaya, preguntándose qué había conseguido excitarlo tanto. Afortunadamente, Izaya estaba más que feliz de decirle su brillante plan.

—Verás Namie, el bruto está siempre viniendo tras de mi por varias razones, ¿cierto? —él caminó detrás de su escritorio y otra vez para Namie. Ella se desplazó lejos, tratando de no mostrarle a su empleador el nerviosismo en sus ojos.

—Lo siento, ¿te refieres a cuando te muestras en Ikebukuro, cabreandolo intencionalmente, y entonces él te persigue? —Namie dijo con sequedad.

—¡Exactamente! Bien, me he aburrido de éste juego. Ya no quiero pelear más con él tanto así que he estado tratando de pensar un modo de parar esto. No es como si simplemente me pudiera quedar fuera de Ikebukuro, ¡ya que es el hogar de los seres humanos más interesantes~! —Izaya dio una ligera sonrisa de corazón, aunque sus ojos estaban fijos en Namie, analizando cada movimiento de ella.

Observó como su asistente se movió incómoda, mientras que su cara era una máscara de frialdad. En serio, que realmente era la peor ocultando sus verdaderos pensamientos. —¡Así que llegué a ésta conclusión! Básicamente, si apelo al lado más humano de Shizu-chan a través de una conversación civilizada entonces estará demasiado confundido para luchar contra mí y estará de acuerdo, ya que sabrá que no tengo planes de jugar con él nunca más —Izaya terminó orgulloso, feliz consigo mismo. Namie rodó sus ojos en exasperación.

—Te ha tomado tanto tiempo llegar a simplemente hablar con él. Pero entonces de nuevo —Namie sonrió —, siempre te pones nervioso cuando él está implicado. Siempre tratando de conseguir su atención pero sólo para una persecución rápida. Patético, realmente. —Izaya se giró lejos de ella, aunque Namie podría jurar que vio los ojos del informante oscurecerse con una mirada de furia pura.

—Mujer fría, ya te he dicho que soy un dios. No puedo entender la idea de tener una conversación con Shizu-chan porque es una pobre bestia. Realmente, deberías usar más tu cerebro —Izaya pronunció calmadamente. Él recogió su característico abrigo, deslizando unas cuantas navajas. Sólo por si acaso por supuesto. Cuando se volvió de nuevo a Namie, su usual sonrisa había regresado y sus ojos brillaban con anticipación y emoción. —Voy a salir ahora, así que no te necesito por el resto de la noche. Ve a casa. —Izaya saltó a la puerta y la abrió, casi bailando. Ah Shizu-chan, realmente no puedo esperar.
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N/T: Bien, así empieza mi primer proyecto de traducción en éste sitio!
No sé cuando suba el siguiente, tenía planeado empezar cuando terminara el otro que tengo en fanfiction pero la emoción me pudo y decidí subirlo ya.

Y eso es todo de momento, ¡pasen una feliz semana! n_n]/