Hola, Holaa.

¿Se han subido alguna vez a una montaña rusa? ¿Si? Bien, ya conocen la sensación. je, je.

Este capítulo esta cargadito. Abróchense los cinturones. Es bastante largo, pero ya estamos en la recta final, así que hay que ir poniendo las cosas en su lugar.

Normalmente escribo después de terminado el capítulo, pero hoy quiero agradecerles especialmente su compañía. Les cuento que el primero de Junio se cumple un año, desde que publiqué el primer capítulo de esta historia. ¡Un año!

 Es increíble que hayamos pasado tanto tiempo juntas, con estos VAMPIROS Y LOBOS.  Gracias, gracias, gracias. Por aguantarnos tanto, gracias.

Espero que el capítulo de hoy esté a la altura de la vispera de celebración del año. Disfrutenlo y comentamos al final.

La flama ardía con tanta fuerza que iluminaba la caverna completa. Andy podía jurar que era el sol y no su hermano, el que estaba dentro de ese saco de plumas de lizzy. Levantó una mano y la colocó frente a sus ojos para cubrirse de la repentina claridad. 

La exaltación del zorro fue percibida por los habitantes de la montaña, pero también viajó algunos kilómetros para alertar a aquel que venía siguiendo sus pasos.

—¡Maldición! El zorro está despertando.

Eric detuvo su trote al verse envuelto por una fuerza invisible que apretó ligeramente sus pulmones. Sin embargo, notó que la temperatura de aquella aura era fresca; no el fuego abrasante que recordaba de otros tiempos, cuando presenció los intentos fallidos de Minwoo por controlarla. Tampoco lo expulsó como en otras oportunidades. Algo estaba reteniendo la furia del zorro.

Apresuró el paso para llegar pronto y ayudar a su hermano kitsune.

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Los lycan que custodiaban la entrada de la cueva, alertaron al viejo patriarca del resplandor. No se atrevieron a mirar a dentro para saber qué ocurría, sólo huyeron temerosos de que el zorro hubiese despertado.

El patriarca se apresuró a recorrer el pasillo que conducía a la galería principal de la caverna. Le sorprendió saber que el zorro emanaba su aura, incluso estando envuelto por las plumas de lizzy. Se suponía que el saco contendría la esencia y anularía sus poderes, así que supuso que de alguna forma se había roto.

No estaba roto, el aura del nueve colas lo estaba traspasando, lo que significaba que en cualquier momento podría reventarlo. El viejo lobo se acercó con precaución hasta unos cuatro metros, pero fueron los suficientes para que el zorro percibiera su pútrido aroma y, molesto, comenzara a estremecerse, batiendo las plumas del saco con fuerza. La imagen era como la de un ave herida intentando liberarse de sus ataduras. El patriarca extendió la mano y dirigió su palma hacia él, el aura que lo rodeaba estaba, extrañamente, fría. Levantó luego la mirada hacia la jaula en el techo y sonrió.

—Baja la jaula y colócala cerca del zorro —le ordenó a su lycan asistente.

De inmediato los infectados cumplieron la orden. Andy estaba ahora más cerca de su hermano y con la puerta de su prisión abierta; pero no salió de ella, presentía que aquel nefasto viejo le estaba tendiendo una trampa. Lo observó atento, con los ojos agudos y amenazantes. El miedo había quedado atrás y ahora lo que sentía era un fuerte deseo de proteger a su hermano que permanecía, indefenso, dentro del saco. El patriarca se acercó de nuevo; regó en el piso un polvo, oscuro como la pólvora, y dibujó un gran círculo en el que los encerró a él y a su hermano.

—¿Patriarca, estaremos a salvo con eso? —preguntó con cierta duda, uno de sus lycan.

El viejo terminó de cerrar el círculo y regresó con sus sirvientes.

—Si el maldito demonio Min Ho se despierta totalmente —comentó el viejo para explicar su plan—, estará débil por haber dormido tantos siglos dentro de ese cuerpo mortal. No podrá salir del círculo hecho con el polvo de la piedra asesina Sessho-sekki. Si quiere liberarse tendrá que transformarse en zorro, y para eso debe alimentarse primero. —El patriarca esbozó una sonrisa tan amplia y malévola, que sus ojos y colmillos brillaron. Luego prosiguió—. No hay nada más apetecible para un zorro hambriento que la carne fresca de un vital... Será divertido ver al padre comerse al querido hermano de su hijo. O... al hijo anulando a su padre, como lo ha hecho hasta ahora, para impedir que le haga daño al joven. ¿Quién ganará? ¡Nosotros! Los Biyansimgjo! —dijo, y una risotada gutural y oscura retumbó en las piedras de la caverna.

Los infectados, tanto lycans como nosferatus, se unieron al viejo con una macabra celebración. Bailaban y reían, reclamando una victoria que no les pertenecía, pero que ya saboreaban. Sin embargo, algo de razón había en las palabras del viejo; sin duda era una batalla entre padre e hijo lo que se estaba librando dentro del cuerpo de Minwoo.

La infame celebración fue interrumpida por dos nosferatus, que entraron con noticias frescas.

—Maestro, el joven Moon está muy cerca de la entrada, ¿lo detenemos?

El viejo miró al nosferatu que le habló y con una sonrisa burlona respondió:

—¿Crees que puedes detenerlo? —Se rio—. Es el lobo más poderoso de este mundo. Te matará sólo con soplarte en la cara —le dijo con un tono de orgullo.

—Entonces, ¿qué hacemos, señor?

—Vampiros, son estúpidos —masculló el patriarca para sí mismo. Luego, les gritó—. ¡Déjenlo llegar, imbéciles! ¡¿No ven que es a él a quien estoy esperando?! ¡Si el zorro demonio decide comerse al humano y transformarse, mi Jung Hyuk es el único que puede defenderme de su furia!

El plan era perfecto, en la mente del patriarca.

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—¡Te volviste loco, Siwon! ¿Cómo crees que vamos a subirnos ahí? ¡Yo soy tres veces más grande que esa cosa! —-dijo Heechul.

—No es una cosa, y aunque no lo creas es muy resistente. Es capaz de llevar hasta cinco veces su propio peso —defendió el renegado.

—-¿¡Qué clase de humillación es esta!? —reclamó Dongwan—. ¿¡Crees que somos como esos antiguos profetas!?

—¿Profetas? ¿De qué hablas, hijo? —intervino Go Yoon

—De ese que creó esa arma tan peligrosa... Ese artefacto que acabó con muchos de nuestros ancestros en la antigüedad. ¡Maldición ¿cómo se llama?!... ¡Ah! ¡La cruz esa! Este imbécil vampiro se transformó en religioso, y nos va a hacer montar en esas cosas para predicarnos por el camino con el libro sagrado ese... ¿Cómo se llama?

Jinnie observaba a Dongwan con el ceño fruncido y la boca abierta. Otra vez el vampiro sexy estaba desvariando. Volteó la mirada hacia el transporte supuestamente infalible del que hablaba el líder renegado. No le parecía que fuera muy resistente, y por lo que decía Dongwan, debía muy muy antiguo. Se le ocurrió hacer algo que de seguro Andy hubiese hecho; abrió su comunicador e hizo una búsqueda en la interfaz que mostró de inmediato una imagen y un texto detallado:

"Burro, asno, jumento, borrico o pollino. Antiguo perisodáctilo doméstico, de la familia de los équidos. Fueron domesticados por primera vez a principios del VII milenio a.C. Utilizados por los humanos como animales de carga y como cabalgadura. En la actualidad están extintos".

El joven lobo se sentó en el piso árido, abrumado por la impresión. Nunca se imaginó que un animal de apariencia tan insignificante pudiera despertar tantas emociones en él. Quería llorar.

—¿Esas cosas no estaban extintas? Creí que los infectados se los habían comido todos —-dijo Heechul.

—Si, pero parece que criaron algunos dentro de la montaña. Estos se escaparon y llegaron hasta aquí. Nosotros los resguardamos. Supongo que ellos los tenían como reserva de alimentos.

—¡Exacto! Esos animales son comida. ¿Cómo crees que un lobo blanco como yo, va a poner su trasero sobre la comida? —Heechul seguía negándose a semejante humillación.

—-Mis padres siempre me regañaron por jugar con la comida, pero nunca dijeron nada de montar sobre ella —dijo Jinnie, con un tono divertido. Estaba emocionado por haber visto a los burros y ansiaba mostrárselos a Andy.

—-Escuchen, sé que esto es un golpe mortal para sus egos, pero los burros fueron usados en tiempos remotos como medios de transporte. Son muy inteligentes y recuerdan los caminos perfectamente. Ni siquiera hay que guiarlos —insistió Siwon.

—Es mejor subir con nuestros medios. Estoy seguro de que mis alas, y las patas de los lobos, son mucho más rápidas. ¿Por qué tenemos que perder tiempo valioso con esto? —dijo Dongwan. Tampoco estaba de acuerdo con subirse en el lomo de un burro.

—-Hijo. Nuestros medios son más rápidos, pero no más seguros. Si entramos en la montaña transformados como vampiros y lobos, los infectados nos detectarán de inmediato y pondremos en peligro al prisionero.

—-¡Exacto! Ese es el punto. Los burros entran y salen de la montaña a cada rato. Y sus huellas ya son reconocidas por los biyansimgjo, no se alertarán por ver sus pisadas. Y si mantenemos nuestra esencia oculta, solo olerán a los burros. Ni siquiera tenemos que decirles el camino porque se lo conocen de memoria. Es la manera más segura de entrar al territorio de los infectados, sin ser detectados.

Vampiros y lobos se miraron a las caras, aún con dudas. La explicación de Siwon era bastante lógica.

—Ok, pero veamos qué tiene que decir el líder de nuestra expedición sobre esto —dijo Dongwan y llamó a Hye.

El príncipe vampiro no estaba presente en la absurda discusión. Se había retirado para atender una llamada de su padre. Minutos después, colgó el comunicador y regresó con los demás, quienes lo pusieron en contexto de lo que sucedía.

—Haremos lo que proponen el tío Kim y Siwon, ellos tienen más experiencia que nosotros en estos terrenos. Ya dejen las niñerías a un lado —le dijo Hye a su equipo. Su rostro mostraba un aire de preocupación. Sus ojos no se despegaban del piso y lucían taciturnos, como de quien está sumido en sus pensamientos.

—-¡Maldición! Tendré que dejar mi dignidad en este establo —protestó Dongwan.

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Con el cielo presumiendo sus luces titilantes sobre el manto de la noche, emprendieron en viaje hacia la montaña Niu. Estaban relativamente cerca de la caverna que se suponía era la guarida de los biyansimgjo. El sinuoso camino los llevaría a uno de los lados de la entrada, pero la subida era escarpada y angosta. Sin embargo, los nobles animales llevaban su carga a paso lento, pero seguro.

Protegiendo la delantera iban dos vampiros del grupo de renegados. Detrás de ellos Hye Sung, Dongwan y Go Yoon. Luego, les seguían muy de cerca Heechul y Jun Jin. Siwon protegía la retaguardia de su amado lobo blanco, y más atrás, cuatro renegados cerraban el grupo.

Sólo doce inmortales subían por ese lado de la montaña, para no alertar ni a los pájaros nocturnos. El resto de los renegados, unos cuatrocientos, se distribuyeron por los alrededores del bosque aledaño, esperando la señal de su líder para entrar y atacar. Sabían que la misión que les había encomendado Siwon no era sencilla, los infectados los superaban en número, sin contar que estaban siendo liderados por el patriarca despiadado. Y la presencia del demonio zorro de nueve colas convertía la aventura en impredecible. Aun así, aceptaron gustosos apoyar al rey renegado y a su príncipe consorte.

Hye Sung se dejaba guiar por el noble burro sin ningún esfuerzo. Su mente viajaba por otros lugares no tan distantes de su cuerpo, buscando al lobo que llenaba de vida su corazón. El silencio del príncipe vampiro alertó a los dos que viajaban a su lado, e intuyeron que algo estaba sucediendo.

—Hablaste con tu padre, ¿qué te dijo? —preguntó Dongwan, moviendo un poco las riendas de su montura para hacerlo regresar a tierra.

—¿Eh?... ¡ahh! Las cosas están movidas en la capital —comentó el rubio—. Mi abuelo se dio cuenta de que los líderes y los lores de la cámara alta estaban al tanto de sus fechorías, y ordenó a sus cómplices liberar la totalidad del virus para infectar a toda la población. Por fortuna, el tío de Eric se movilizó a tiempo y los capturó antes de que lo hicieran. También atraparon a los lores que apoyaban a mi abuelo. Él logró escapar. Mi padre y lord Moon están detrás de él, pero nadie sabe a dónde se fue, podría estar en cualquier lugar.

—¡Maldito viejo truhan! Debe pagar todo el daño que ha hecho —dijo el tío Kim—. ¿Y Dévora? ¿Qué pasó con ella?

Hye miró de reojos a Dongwan y guardó silencio.

—No te preocupes, puede decirlo. Ya no me importa lo que le suceda —le dijo el vampiro sexy.

Hye se aclaró la garganta—. La atraparon tratando de huir. No logró traspasar las barreras que mi padre activó en la Mansión.

—Bien, eso está bien... Yo... me entregaré cuando todo esto termine —dijo Dongwan y bajó la cabeza.

—¡Tú no hiciste nada, hijo! No tienes que pagar por los errores de tu madre.

—Papá, yo fui cómplice del viejo Dark. No importan las razones por las que lo hice, acepté ayudarlo en su plan de acabar con el gobierno de los líderes —refutó y suspiró resignado por el destino que él mismo se había trazado.

Hye Sung resopló con amargura. Era una locura la forma en la que habían cambiado sus vidas en menos de unos meses. A pesar de no sentirse bien, trató de animar a Dongwan.

—No te preocupes, Wannie. Le hablaré a la asamblea de los lores contándoles cómo detuviste a los mercenarios, y todo lo que hiciste para apoyarnos. Estoy seguro de que eso ayudará en tu defensa.

El silencio retornó al camino. Hye seguía taciturno. No solo le preocupaba la situación de Dongwan, su expectativa con respecto a lo que encontraría en aquella caverna había aumentado. En su cabeza retumbaban las últimas palabras de So Ji Moon, el padre de Eric, cuando intervino en la conversación que él mantenía con su padre:

"Hye Sung, solo te pido un favor. Sin importar lo que veas o lo que te digan, por favor, protege a Hyugie. No lo dejes solo. No lo abandones".

Aquellas palabras le sonaron como la súplica de un padre desesperado, que estaba a punto de perder a su hijo. ¿Qué había en esa caverna? ¿Qué poder tenía ese hombre que llamaban patriarca, que pudiera dañar a uno de los lobos más poderosos del país, y pusiera tan nervioso al líder alfa del linaje Moon? Esas preguntas angustiaban el corazón del príncipe vampiro. Intentó una vez más ubicar a Eric, pero las gruesas rocas de la montaña interferían con su visión remota. Tampoco ayudaba el hecho de que el lobo Moon estuviera ocultando su esencia.

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Siwon golpeó ligeramente los costados de su bestia equina y ésta aceleró el paso hasta ubicarlo a un lado de Heechul. Una vez ahí, se acopló al paso del burro del lobo blanco. El vampiro renegado se acercó un poco a la montura del otro y le dijo con un tono meloso:

—Había imaginado algo así para nuestra Luna de Miel. Tú y yo solos recorriendo la montaña sobre nuestras bestias, bajo la luz de la luna llena, pateando traseros de estúpidos infectados.

El romántico renegado hubiese preferido que el silencio no fuera tan profundo esa noche. Sus palabras, que habían sonado más románticas en su imaginación, volaron y llegaron con claridad a todos los oídos participantes de la travesía, haciendo que la realidad fuera otra cosa.

Dongwan se espichó de la risa y a Heechul se le encendieron las mejillas de vergüenza. Los demás apretaron los labios para no ser tan descarados como el vampiro sexy.

—Eres un idiota. —Atinó a decir el platinado, y azuzó a su burro para que huyera del lugar, hasta ubicarse entre los dos vampiros e la delantera.

Jinnie, que había quedado al lado del renegado, lo miró de reojo, sacudió la cabeza y aceleró, dejando a Siwon solo y abatido. Dongwan se separó de Hye y de su padre e hizo un alto en su paso, para esperar a que el cabizbajo vampiro lo alcanzara. Luego caminó a su lado.

—Tu método de conquista es una mierda —le dijo en voz baja al líder renegado.

—¡Es tú culpa! Te reíste e hiciste que mi príncipe se sintiera mal.

—Sshhh... Baja la voz. Me reí porque lo que dijiste fue una ridiculez. Y hasta las piedras se avergonzaron con tu frase destartalada.

Siwon bajó la cabeza y frunció los labios—. No pego una —masculló con tristeza.

Dongwan desvió su mirada del camino. Volteó hacia el renegado con una expresión pícara y una sonrisa cómplice.

—Si quieres yo te puedo ayudar a conquistar al desabrido —dijo, finalmente.

—¿A quién?

—¡Al lobo blanco, imbécil! De quién estamos hablando —susurró.

—Aaah... ¿Y tú por qué me ayudarías? —preguntó con los ojos entornados.

El vampiro sexy titubeó un momento.

—Eeehh, bueno es que... Odio ver que un vampiro de élite como tú haga el ridículo. Además, ese lobo platinado se cree la gran cosa. ¿Por qué desprecia a un excelente ejemplar como tú? debe estar loco o ciego.

—¡Exacto! eso mismo digo yo. ¿Por qué él se empeña en negar...? —Siwon detuvo sus palabras para admirar el talento de Dongwan—. Oye, en serio eres muy bueno, casi me convences de que eres mi amigo.

—El punto es que yo puedo convencer a Heechul de que tú eres mejor partido que ese estúpido de Minwoo.

—¡Y es que lo soy! Claro que lo soy —dijo Siwon, luego recordó algo y miró al vampiro sexy con desconfianza—. Espérate. Si mal no recuerdo Jinnie dijo algo sobre ti... ¡Ah! ya veo. ¡A ti también te gusta el mortal! Y como sabes que el imbécil de Minwoo y mi lindo príncipe se traen su cuento, quieres aliarte conmigo para sacar del medio a mi lobito... ¡Guao! ¡Sí que eres astuto, Maldición!

—¡Sssshhhh! ¡Cállate! ¿Quieres que Heechul nos escuché?... Te aclaro que a mí no me gusta ese tonto mortal... sólo me divierto con él —dijo Dongwan con su frente muy en alto.

—¡Ummm! Sí, claro. Pero dime ¿Qué tiene el imbécil? ¿Por qué los tiene a Hee y a ti tan embobados? ¿Qué tiene él que no tenga yo?

Dongwan paseó su mirada por la humanidad vampírica del renegado y sonrió con una pícara malicia.

—¡Colas! ¡Tiene nueve! —respondió, mordiéndose los labios.

Siwon respingó sorprendido por la respuesta del vampiro. Luego arrugó el entrecejo mostrándose confundido.

—Eres un vampiro ¿por qué te gustan las colas?

Dongwan apretó los labios para no dejar salir una carcajada, que resonó en su garganta.

—¿Tú me preguntas eso? ¿El vampiro que muere de amor por el lobo blanco?

Siwon retuvo la respiración. Por un momento las palabras de Dongwan lo dejaron sin aliento y meditando sobre ellas.

—Tú y yo deberíamos ir a terapia —dijo finalmente el renegado.

—Ya lo intenté. No funciona. Creo que es un problema de nuestra generación. Sabes el rollito que se traen también los herederos Dark y Moon, ¿cierto?

—Ah, pues sí... Bien, ¡trato hecho! Hagamos equipo para conquistar a nuestros amados tormentos, Dongwan Kim.

—¡Aishhh! No seas tan anticuado. Ahora se les llama crush. Pero ya te dije que Minwoo no es mi crush, solo me divierto con él.

—Sí, claro. Lo que tú digas —dijo Siwon y rodó los ojos.

El camino se llenó de una nueva esperanza para el renegado.

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Eric llegó a pocos metros de la entrada a la montaña Niu. No había ni un triste lycan protegiendo la zona. Nadie, ni en kilómetros a la redoma. Sabía que los infectados estaban por ahí porque los olía, pero su aroma se confundía con el de otros animales. Incluso con uno que le pareció como de granja o de establos, y que venía sigilosamente por un lado de la montaña. Su corazón sabía de quiénes se trataba.

La ausencia de guardias infectados no era casualidad. Claramente se trataba de una trampa, pero no tenía más remedio que caer en ella si quería descubrir las intenciones de los biyansimgjo. Caminó por el tupido bosque, muy sigiloso, hasta que estuvo frente a la entrada. El aura del zorro iluminaba todo con tanta intensidad, que parecía estar amaneciendo, cuando apenas acababa de caer la noche. Incluso estando así de cerca del aura demoníaca, seguía sintiéndose fresca y su color era dorado brillante.

«¿Será posible que Minwoo esté controlando al zorro?», se preguntó.

El mortal había practicado por siglos, pero siempre terminaba quemado y sin energía. Por proteger a Andy ¿lo había logrado por fin?

Entró en la cueva y recorrió el pasillo siguiendo el resplandor. Todo estaba solitario, silencioso y demasiado sospechoso. Al llegar a la gran galería encontró por fin lo que buscaba.

Andy estaba al final de la cueva, sucio, con rasguños en los brazos y muy asustado, pero con vida. Había salido de la jaula y se acercaba al saco del que provenía todo el resplandor. Eric lo vio con su mano extendida a punto de tocarlo.

—¡Andy, no lo toques! —le gritó. No sabía que tan peligroso sería para un mortal estar en contacto con el aura del zorro de nueve colas.

El joven vital dio un salto de susto al escuchar la voz. Entrecerró los ojos para visualizar mejor a aquel que llegó de improviso.

—¡Eric! ¿Eres tú? ¡E-Eric! ¡Mi hermano está ahí adentro! —gritó, con la alegría propia de un náufrago que acaba de ver a un barco salvavidas.

—Sí, Dydy, soy yo. ¿Estás bien? Sé que Minwoo está ahí, pero aléjate, ese resplandor puede matarte.

Le alertó, aunque estaba convencido de que Minwoo protegía a su hermano de la influencia del aura del zorro. Sin embrago, no sabía hasta cuándo podría contenerlo. Intentó acercarse para traer a Andy a su lado, pero una barrera invisible lo repelió de inmediato.

—¿Qué demonios es esto? —preguntó Eric, golpeando con sus puños sobre la pared invisible.

—Creo que es a causa del polvo negro que nos rodea. Ese hombre dijo que era para que el zorro no pudiera salir. Supongo que afecta a todos los inmortales.

—¿Qué hombre?

—Ese que llaman el patriarca. Es un lycan viejo, de aspecto horrible y muy malvado. Dijo que está esperándote. Eric, debes irte. Esto es una trampa para ti —-dijo Andy, agitado y con un tono de voz angustiado.

El joven no había terminado de hablar, cuando el príncipe Moon percibió movimientos y muchos olores acercándose.

—Sé que es una trampa, pero no te preocupes, saldremos de esta. Intenta venir hacia mí. Yo no puedo acercarme, pero tal vez tú sí puedas cruzar la barrera. Te sacaré de esta cueva.

—-No, Eric. No voy a dejar a Minwoo aquí, solo —dijo y regresó al lado de su hermano.

La situación en la caverna se tornó peligrosa. Jung Hyuk se vio obligado a retroceder, alejándose de la barrera, al verse rodeado por cincuenta infectados entre nosferatus y lycans. Observó con atención a su alrededor. Su mente comenzó a medir los espacios y a generar estrategias para proteger a Andy y a Minwoo. Debía resistir al menos hasta que llegara Hye y los demás, que sabía estaban cerca.

Se dio cuenta que había al menos unos diez lobos negros de gran tamaño que portaban gruesas cadenas en el cuello. Eran lycans que habían perdido totalmente la consciencia y se habían convertido en animales endemoniados. Sus fauces abiertas mostraban sendos colmillos y expulsaban espuma blanca. Estaban agitados y le gruñían al príncipe lobo. Percibían en él una fuerte amenaza.

Minwoo se estremeció con fuerza dentro del saco. Andy se acercó pensando que podía ayudarlo a salir, pero el aura de zorro lo repelió con una onda de energía que lo aplastó contra el piso.

—¡Aléjate de él!, parece que algo está perturbando al zorro —le gritó Eric.

El príncipe lobo percibió un aroma diferente a los que había en el lugar. Era rancio, como de óxido y azufre. Ya había sentido ese olor antes, en el bosque.

—¡Saquen a esas bestias de aquí! —Una voz retumbó por encima de la tensión de la cueva—. Esa no es manera de recibir a nuestro invitado de honor. ¡Muestren respeto al príncipe lobo! —indicó la voz del patriarca.

Jung Hyuk volteó la mirada hacia el fondo de la cueva para ver al dueño de la voz. Con una antorcha encendida en una mano y recargando su peso sobre un bastón de marfil, con empuñadura dorada, se dejó ver el hombre de avanzada edad. Su aspecto era grotesco, mostraba una cicatriz que atravesaba su rostro y de la que parecía supurar un líquido blancuzco.

Los infectados hicieron una reverencia para saludar al anciano, que mostró una sonrisa con su boca abierta por completo. Luego se retiraron unos metros hacia atrás, dejando más espacio para Eric.

El saco se sacudía cada vez con más fuerza, y Andy se vio obligado a pegarse contra la pared para protegerse del calor que empezaba a emanar de él. Eric se dio cuenta que la presencia de ese hombre era lo que perturbaba al zorro. Y si seguía allí, posiblemente Minwoo ya no podría contenerlo más. Así que decidió ir al grano.

—¿Tú eres al que llaman patriarca? ¿Qué es lo que quieres? ¿Por qué tienes a mis amigos secuestrados? —dijo con un tono de autoridad.

El hombre se desplazó hasta la saliente de una roca desde donde podía ver a Eric y toda la escena completa. En cierta forma se estaba resguardando de cualquier ataque imprevisto.

—Entiendo tu premura por comprender la situación, pero antes de responder a tu pregunta, quisiera que me dijeras por qué ese joven vital te llamó Eric. Tengo entendido que tu padre te puso el nombre de Jung Hyuk —le dijo.

Eric respingo al escuchar al viejo hablar de su padre. En seguida sospechó que todo aquello tenía que ver con él, alguna venganza o intento de manipular al alfa de los lobos.

—¿Que tiene que ver mi padre contigo? ¿Por qué lo mencionas? ¡Te exijo que me digas qué es lo que quieres con él!

—Mi querido príncipe, si viste a tus amigos, y notaste cuántos hombres hay a tu alrededor, supongo que entenderás que no está en posición de exigir mucho. Al menos no todavía. Te prometo que responderé a tus preguntas, pero antes, sacia mi curiosidad por tu nombre.

Eric resopló y estiró las manos sacando las garras. De inmediato, los infectados se pusieron en guardia y dispuestos a atacar.

—¡Tranquilos! —ordenó el viejo—. Salgan todos de aquí. Revisen el perímetro para ver si no hay intrusos.

—¿Patriarca, está seguro de que quiere quedarse solo con ellos? —preguntó el asistente lycan.

—¡Lárguense, les dije!

Con murmullos de asombro y desconcierto salieron los infectados de la galería principal.

Eric esbozó una sonrisa sarcástica y agudizó sus ojos grises.

—Estás muy confiado en que no te saltaré encima, ¿eh, viejo?

—Sí, lo estoy. Ahora cuéntame. Tengo mucha curiosidad por saber por qué ese joven te llamó Eric.

—Así me llaman mis amigos más cercanos. ¿Satisfecho?

—No. ¡Quiero saber por qué te llaman Eric!

El lobo Moon perdía la paciencia. Rechinó los dientes y apretó las manos en puños, incluso clavando sus garras en las palmas.

—¡¿Que te pasa, viejo!? ¿Secuestraste a mis amigos y me trajiste aquí solo para preguntarme eso? ¿Estás loco? ¿Tienes alguna fijación conmigo o qué?

Pero el patriarca no estaba jugando. Golpeó su bastón con fuerza contra el piso y repitió en un tono bastante elevado:

—¿¡Por qué te llaman Eric!?

El calor en la cueva aumentó de repente y Andy comenzó a sentirse asfixiado. Minwoo estaba perdiendo el control. Eric notó que había una estrecha relación entre las actitudes del viejo y la reacción violenta del zorro.

—¡¿Andy estás bien? —preguntó al ver el rostro del joven, enrojecido.

—Sí, es soportable.

Eric regresó la mirada al patriarca.

—Escucha, viejo maniático. No tengo idea de dónde salió ese nombre. Fue un estúpido juego de niños. Un día en el parque mis amigos escucharon que alguien me llamó varias veces con ese nombre. Desde ese día empezaron a llamarme Eric. ¡Eso es todo! ahora terminemos con esto —escupió, molesto. Volvió a abrir sus manos dejando ver sus afiladas garras y manchadas con su propia sangre.

El viejo no se inmutó con la amenaza corporal del joven Moon. Sonrió satisfecho. Más que satisfecho se le veía feliz.

—Fue tu madre la que te llamó ese día en el parque. Ella quería ponerte ese nombre.

Jung Hyuk se estremeció. Sus ojos agudos derramaron furia sobre el rostro sonriente del patriarca ¿Por qué aquel viejo lycan se atrevía a hablar de su madre? ¿Qué podía saber un completo desconocido sobre ella? ¿Estaba tratando de manipularlo? Su pecho comenzó a agitarse. La respiración se le notaba más acelerada.

—¡Eso no es posible! ¡Intentas manipularme! ¡Ella murió el día que nací! No digas estupideces, viejo loco. ¡No hables de mi madre ni de mi familia como si la conocieras!

—¿Eso fue lo que te dijeron esos malditos? ¡¡Te mintieron!! Tu madre no murió ese día. ¡Ellos la mataron años después!

—¡¡Basta!! ¡Te dije que no menciones a mi madre! —le gritó. La vena de su cuello parecía querer explotar—. Si ese era tu plan, inventar mentiras para confundirme, ¡te falló! No voy a confiar en la palabra de un maldito infectado que secuestró a mis amigos para traerme hasta aquí. Ruégale al demonio que quieras para que no te mate ahora mismo. —Las manos de Eric temblaban, cargadas con una rabia descontrolada.

El viejo observó el estado de alteración de Eric y sonrió. Lo tenía justo como quería.

—Me pides que no hable de ella como si la conociera, pero resulta que sí la conocí.

—-¡Mientes, maldito!, ¡mientes! —gritó. Ya no quería escucharlo hablar más, solo deseaba saltar encima del viejo y arrancarle la cabeza. Era un infectado que había secuestrado a un vital, tenía razones suficientes para matarlo cuando quisiera. Pero por alguna extraña razón, algo dentro de él lo frenaba.

—¿Crees que miento? —el viejo insistió en su despiadado ataque a la psiquis de Eric—. Te voy a contar algo sobre mí. Yo soy Eric Drakensberg y antes de ser infectado por un licántropo, era un conde de la antigua Britania.

—¿E-Eric? —preguntó el joven Moon, jadeando. Estaba confundido.

—Sí. Ella quería ese nombre para ti, por eso te llamó así aquel día en el parque. Tu madre... era mi hija. ¡Yo soy tu abuelo!

Andy se deslizó por la pared de la que se había resguardado, y cayó de nalgas contra el piso, por el asombro.

Eric sintió que una gran campana golpeó su cabeza, aturdiéndolo más. Un temblor sacudió su cuerpo haciéndolo caer de rodillas. Sus ojos, desorbitados y desorientados se movían de un lado a otro con rapidez. Jadeando intentaba capturar el aire que no entraba en sus pulmones apretados. Sus colmillos afloraron, poblando su boca sin su consentimiento. Estaba a punto de perder el control, una vez más.

Y en ese momento, el saco de pluma de lizzy estalló en mil pedazos, liberando al ser que contenía. 

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Hola de nuevo.

¿Qué les pareció el capítulo? 

Ese patriarca se las sabe todas, mira que encerrar a Andy con el zorro. 

¿Qué pasará? ¿O el zorro se come a Andy o Minwoo se come al zorro? 

¿Qué les parece el infalible transporte de Siwon? ja ja ja

Lo del burro se veía venir. Ya se había convertido en un personaje dentro de esta historia, así que decidí darle un papel más relevante. ja ja ja.

¿Qué les parece la alianza de Dongwan y Siwon? ¿Lograrán conquistar a sus crush?

¿Se esperaban esa revelación del patriarca? ¿Será cierto o es una treta para llevar a Eric a su lado?

¿Tienen idea de lo que hará Eric con esa revelación? ¿Alguna teoría?

¿Y quién salió del saco de lizzy, Minwoo o su padre? Por si acaso, Andy debería correr. jajaja

Espero sus comentarios para que me den ideas de para dónde va esto, porque yo estoy perdida. jajajajajaja.

La imagen de hoy es de nuestro personaje nuevo. Ya habían 6 burros, se adicionan unos más.(Sacando a Andy y a Jinnie que son los únicos serios de esta historia, jajajaja)