||Capítulo 22: Secuestro||
El día lluvioso de ayer no había dejado más que charcos en las calles y una que otra nube gris.
Jack soltaba la correa de la pechera de Ivadog para que éste corriera por la playa, aunque se fue directamente a morder a los policías adormilados que esperaban a su superior con aquellos atuendos tipo militar, escuchándose gritos y quejas haciendo soltar una carcajada al Super.
-¡Ese es mi Ivadog!-
-Nono, mi Ivadog-
Recalcó Gustabo saliendo del auto de su padre con su ropa militar.
Hoy tocaba entrenamiento.
Gustabo silbó llamando la atención de su mascota mientras se acercaba con el Superintendente detrás, lograndolo, al igual que la de los agentes.
-¡Sit!-
Y con una seña con el dedo, Ivadog se sentó mientras agitaba su cola con felicidad.
-¡Muy bien mi bebé hermoso!-
Gustabo con emoción sacó un premio de los que tenía guardados en un paquete en la bolsa de su pantalón, y dándoselo junto a muchas caricias mientras juntaba su nariz con la de su husky, haciendo desear a todos ser Ivadog en esos momentos.
-Muy bien nenazas, hora de entrenar-
Alzó la voz Conway mientras Ivanov, Volkov y Greco se ponían a su lado.
-Y Greco, a la fila-
-¿Cómo?-
-A la fila dije-
Volkov e Ivanov solo se burlaban en silencio de él, habían estado presentes ayer mientras el Superintendente regañaba al comisario por encontrarlo en esa posición con su hijo.
-10-4-
Gustabo que había visto eso solo negó con su cabeza, y dejando una última acaricia a Ivadog, se puso en la fila seguido por su mascota.
Cómo siempre comenzaban corriendo por la orilla de la playa mientras los dos comisarios y el Superintendente los esperarían del otro lado.
[•••]
-Iremos a comprar una botella de agua, ¿Alguien quiere?-
Preguntó Gustabo al lado de Horacio.
Rapidamente todos los agentes en el suelo levantaron la mano.
-Pues saquen money-
Dijo el de cresta.
Después de recolectar el dinero comenzaron a caminar en dirección a los puestos que estaban más al frente del lugar de entrenamiento seguidos por Ivadog que estaba intentando morder el pantalón de Horacio.
-¿Porque Ivadog me quiere morder?-
-Le gusta morderle los pantalones a la gente-
Dijo alzando los hombros.
Al llegar frente al puesto, pidieron las botellas de agua, siendo colocadas en dos bolsas y pagando para retirarse.
-¿Porqué crees que el Super puso a Greco a entrenar junto a nosotros?-
Preguntó Horacio, pues siempre Greco al ser comisario solo dirigía el entrenamiento.
Gustabo iba a responder pero los ladridos de Ivadog lo interrumpieron.
-¿Qué pasa mi niño?-
Iba a acariciarle la cabeza cuando comenzó a correr, persiguiendo a un gato.
-Joder, iré por él, si alcanza al gato se lía la de Dios-
-Bien, iré regresando-
Gustabo asintió y comenzó a correr tras su perro que se había metido entre un callejón.
-¡Iva-!-
No terminó de llamar a su mascota cuando alguien le cubrió la boca y sus manos fueron rápidamente atadas sin darle tiempo a reaccionar.
-Bueno, tu gato silvió pala algo más que dalme hamble Zeblalin-
Gustabo miró quien le había cubierto la boca, un sujeto con máscara de bruja.
-Mi gato no es comida-
Se quejó quién llevaba la máscara de zebra.
A los segundos un Camacho negro entró al callejón.
-Rápido, adentro chicos-
-Evo, ¿Dónde está mi gato?-
-Eh...allí-
Señaló al gato que llegaba corriendo siendo seguido por Ivadog.
El can al ver cómo su dueño estaba en claro peligro, se detuvo y puso en posición de ataque.
-¡Ostia!-
Rápidamente metieron a Gustabo y subieron al coche con Ivadog apunto de morderles una pierna.
Gustabo enmedio, con el de máscara de zebra a un lado, y un tipo con cubrebocas negro, lentes y gorra al otro lado.
-Saluden chicos, ésta va pa'l Conway-
Dijo Evo.
Zebralin y Culebra saludaron a la cámara con un pulgar arriba, con un Gustabo mirando la cámara tratando de aparentar tranquilidad y tratando de autoconvencerse que todo estará bien.
-Tenemos que dalnos plisa, segulo que el chucho leglesa donde estaban entlenando los picoletos-
Dijo pisandole al acelerador a fondo.
-Para ser aún un cachorro casi nos arranca una pierna eh-
Dijo Evo, quién tenía una máscara de una calavera.
-Sisi, y mi gato casi muere-
Zebralin abrazaba a su mascota.
Gustabo solo miraba sus piernas que en cuanto subieron también fueron atadas, pues había comenzado a patalear en un inútil intento de que le soltasen.
Seguido sus ojos fueron vendados cuando tomaron un desvío, Gustabo tenía miedo, aunque se viese tranquilo estaba aterrado, y sus feromonas lo demostraban.
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¿Vieron el directo de hoy? Espero que sea extremo la serie que esté de vuelta (◕ᴗ◕✿) ¿Y ustedes?
Y ahora que escribí de Ivadog, me acuerdo de mi perrito bigotes, le enseñé a dar la patita, pero me lo robaron unu, creo que fue cuando estaba en secundaria todavía.
Y siempre que llegaba de la escuela se subía a una banca que había al lado de la entrada y me daba la patita, el único que se alegraba genuinamente porque llegaba a la casa jsjfkskf ಥ‿ಥ
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