Era día de descanso.

El Superintendente y Gustabo se encontraban en casa, Conway en el sofá mirando un documental esperando a su hijo y Gustabo intentando vestirse decente para ir a hacer algunas compras junto a su padre.

–Así si–

Dijo mirándose frente al espejo vistiendo unos pantalones rojos, tenis blancos y una camiseta blanca.

Salió de su habitación y se dirigió dónde estaba Conway mirando la televisión.

–¡Estoy listo!–

–Bien, vamos entonces–

El mayor se puso de pie apagando la televisión y tomando sus llaves.

Salieron del gran departamento entrando al elevador, al salir de él y del edificio fueron al garaje entrando al Audi rosa.

–¿Hiciste la lista?–

–Si–

Rápidamente Gustabo sacó su celular y se fue a notas.

–Aquí tengo todo anotado–

–Perfecto–

Después de unos minutos de estar en el auto, frenaron frente un supermercado.

Bajaron de inmediato.

–Bien Gustabín–

–Mande–

El mayor se recargó en su auto.

–Anda vé primero–

El omega sin más obedeció a su padre, entrando al supermercado a realizar las compras de la semana.

Mientras tanto Conway sacaba un taser del maletero que siempre llevaba, solo por si acaso.

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–Turuturu–

Tarareaba la canción que sonaba por todo el lugar mientras seleccionaba las verduras poniendolas en el carrito junto con su padre.

Hoy estaba medio vacío el lugar, por lo que era mucho más cómodo comprar.

Al marcar las cosas comestibles en la lista de su celular se fue a la sección de aseo personal.

–Quiero el que huele a coco–

Dijo haciendo ojitos de cachorro a su padre.

–Bien, ponlo en el carrito–

Gustabo asintió mientras Jack se dirigía a la pasta dental del siguiente pasillo.

Se puso de puntitas para alcanzar al shampoo que olía delicioso, pero, no lograba tomarlo.

–Mm–

Miró a los lados y no había ninguna escalerita de esas que usaban los que acomodaban los productos.

–¿Y si?...–

Una loca idea había pasado por su mentes, ¿Y si subía el pie en la primera repisa? Debía de soportarlo si era metal.

Puso su pie y comenzó a dar pequeños saltitos primero para probar que lo soportara, y cuando pensó que era el momento, se impulsó.

Pero antes de hacer fuerza para subir, sintió unas manos tomarlo firmemente de la cintura y con fuerza elevarlo, haciendo que no necesitara apoyarse en la repisa de los productos.

–¿Qué?–

Volteo y se topó con Serjay.

–¿Lo vas a tomar o no, omega?–

El menor se sonrojo un poco y con mejillas calientes tomó el shampoo rápidamente, siendo bajado.

–¿De dónde saliste?–

–Estaba del otro lado y al escuchar como alguien saltaba te miré intentando alcanzar el shampoo–

El subinspector sonrió burlón y revolvió el cabello de Gustabo.

–Eres un chiquitín que necesita que lo cuiden–

–No es cierto, deja mi cabello–

Quitó la mano de Serjay pero ésta fue tomada rápidamente, recibiendo un beso en sus nudillos.

–Oye Gustabo, ¿Te gustarí-?–

No terminó la oración cuando estaba en el suelo retorciéndose por una corriente eléctrica.

–No toques a mi cachorro capullo–

Dijo Conway llegando con el taser en la mano.

–Joder–

Murmuró Gustabo mirando a Serjay en el suelo intentando sentarse.

–S-señor pero si no hice nada–

Dijo entre quejidos.

–Aja, debería darte con el taser otra vez por tocar a mi hijo gilipollas–

Los celos de padre protector eran muy notorios, asiendo sonreír a Gustabo, tenía un padre demasiado protector y celoso.

–Hora de irnos, ya tenemos todo–

El Superintendente puso la pasta dental y el shampoo que tenía entre manos el omega en el carrito y comenzó a llevarlo siendo seguido por Gustabo.

–Adiós–

Gustabo sacudió su manita despidiéndose de Serjay.

–Joder, adiós–

Serjay se puso de pie y se sacudió.

–Creí que estaba sólo–

Murmuró.

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Se pasan de lanza eh (ರ ~ ರ) pero que sepan que si despegue las tortillas.

Y estoy tratando de hacer algún dibujito pero todo me sale raro JAJA chales.