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El aire se siente fresco ¿no se? si es por el sentimiento que en este momento siento o porque simplemente está bueno el día.

Ibrahîm piensa que en el orfanato, puede encontrar una pista o algo así, ¿sobre lo que fue mi etapa de bebé? ¿sobre quiénes fueron mis padres? ¿O porque llegué ahí? ¿O como llegué?

Yo nunca quise saber nada sobre mi pasado, nunca me intereso, yo pensaba que si estaba en el orfanato era por que a las personas que me dieron la vida, simplemente no les importaba.

Ibrahîm cree que sabiendo algo de mi pasado me puede ayudar a tachar esa parte de mi vida pero lo que yo pienso es que ya lo superé, se lo dije muchas veces pero el insiste en que vaya, así que no hay de otra que complacerlo o si no, no me va a dejar en paz.

—¿Te sientes lista? —Ibrahîm pregunta algo emocionado tomando el volante.

—¿Por que debería estar lista? —digo con una sonrisa sarcástico.

—Por que pueda que encontremos algo sobre tu pasado —dice tan obvio, no se que le pasa, como que le picó un mosquito por que ahora se comporta como psicólogo.

—Ya te lo dije, no me interesa y si estoy aquí es por que me pediste mucho que viniera —hace una cara volteando sus ojos, y yo solo río un poco.

Continúa manejando algo serio y no se porque pero como que me causa algo de gracia.

—¿Ya te enojaste amor? —digo con una voz en forma de puchero.

—No —dice aunque claramente se le nota la molestia.

Pongo mi mano en su pierna, tratando de molestarle un poco. Le empiezo a masajear acercandome a su cosita y veo como el medio cierra sus ojos y abre rápidamente.

—Ahorita no Sophia, estoy manejando.

Sonrió.

Pongo mi mano en su miembro y me voltea a ver y muerdo mi labio. Se detiene en una esquina de la calle y como el lugar en el que nos encontramos se encuentra solitario. Empieza a bajarse el pantalón y cuando veo su miembro con una erección, lo tomo con mi mano y le doy un beso en la boca y rápidamente me coloco en mi asiento.

Me queda viendo extrañado y yo solo río un poco.

—Es enserio —dice sorprendido.

—Eso pasa por tocar mi parte en medio parqué —digo sonriente y victoriosa.

Se vuelve a colocar los pantalones y indignado se queja.

—¿Con que así vamos?

—Me las tenías que pagar amorcito —río un poco.

Arranca el auto y de la nada solo empieza a reír.

—Si que eres mala —comenta —. Me dejaste picado.

—No te preocupes cuando regresemos te ayudaré con eso —río mordiendo mi labio, creo que me he vuelto una pervertida con Ibrahîm. Antes no me dejaba y ahora solo pegada quiero pasar.

Río, por esto último.

Ibrahîm me queda viendo y se acerca para depositar un beso rápidamente en mis labios —. Si que me vas ayudar —sonríe.

Engreído.

Después de pasar como quince minutos de recorrido miro un gran rótulo que dice "ORFANATO LA FÉ" respiro profundo y recuerdos de este lugar llueven sobre mi cabeza. Volteo a ver a Ibrahîm, parquea el auto y sonríe, toma mi mejilla.

—¿Bajamos?

—Tenemos qué —contestó y sonríe.

Al salir del auto un aire fresco sopla y recorre nuestra piel, provocando una sensación de satisfacción y tranquilidad. Caminamos con Ibrahîm a la entrada del orfanato, se nota que ha mejorado mucho antes era mucho más rústico y ahora es más estilo moderno, se ve que han recibido ayuda.

En parte me alegra muchos por los niños que ahí viven, pienso que han de sentirse más cómodos.

El estar en la entrada, Ibrahîm me toma de la mano y me voltea a ver.

—¿Lista?

—Sí —contestó algo confusa.

Abre la puerta y entramos, el lugar se nota que es muy hogareño. Vemos que no se encuentra nadie en la entrada, caminamos esperando ver a alguien.

En eso siento como alguien pequeño tropieza conmigo. Lo volteó a ver rápidamente y se trata de un niño pelo castaño claro con unos ojos color avellana y una tes clara.

Ibrahîm sonríe mucho al verlo.

—Disculpe joven, este niño que no se comporta —Escucho a una señora detrás de mí.

—No hay problema —sonrío.

La señora toma a la criatura en sus brazos y se lo lleva sin antes decirnos que la esperemos en unas mesas que tienen para estas ocasiones.

—Ese niño era tierno —comenta Ibrahîm sonriente.

—Si lo era —digo viéndolo a los ojos, observando un brillos en sus ojos que creo no conocía, enserio se emocionó al ver al niño —. ¿Te gustan los niños, Cierto? —digo ya que es extraño verlo así.

—Digamos que siempre he pensado en tener una familia y un pequeño Ibrahîm —dice con tanta dulzura que ya siento hormigas subir por mis piernas.

—Eso es admirable de tu parte —digo feliz de sus palabras.

Después de cinco minutos la señora llega entusiasmada pensando que vamos a adoptar un pequeño —. Y díganme ¿quieren un bebé o de un promedio de 5 a 10 años? También tenemos de 11 en adelante —dice con una gran sonrisa.

—Lo lamento señora, no venimos a adoptar un niño —Ibrahîm dice un poco apenado.

Su cara comienza a reflejar tristeza y mi corazón solo se oprime por su reacción.

—¿En que les puedo ayudar? —comenta desanimada.

—Es que queríamos saber si tienen registro de 25 años atrás de niños que han vivido en este orfanato o por lo menos de algo que nos ayude —pregunta Ibrahîm.

La señora se queda pensativa un momento y rápidamente niega.

—¿Y por qué quieren saber esa información? —dice la señora enfrente nuestro.

Robando las palabras de Ibrahîm contestó su duda —. Ea que yo viví un tiempo en este orfanato, cuando apenas era pequeña y teníamos la esperanza de encontrar algo que nos ayudara a saber la razón por la cual vine a parar a este lugar, en pocas palabras, saber quien fue la que me abandonó.

—Entiendo hija —la señora con una sonrisa melancólica en su rostro me queda viendo —. Mira, tenemos a una hermana que es vieja en este orfanato, talvez ella sepa algo.

—Gracias señora, enserio nos haría un favor.

Ella sonríe, se levanta y en menos de cinco segundos desaparece.

Quedo viendo a Ibrahîm y no se porque pero creo que la necesidad de saber que paso conmigo, esta regresando. Y creo que no es algo que quiera en este momento.

—Muy buenas, ¿en que les puedo ayudar?

Se adentra una señora como de unos 75 años de edad, con un cabello liso color negro (seguro se lo pinta) y un vestido amarillo floreado.

—Buenas, es que queríamos saber si nos podría ayudar en encontrar información.

—¿Que clas de información?

—¿Se trata de mí? —contestó —. Yo viví un tiempo en este orfanato y quería saber si podría encontrar algo sobre la persona que me entrego en adopción.

Me queda viendo fijamente y se sienta en la silla.

—¿Que año? —pregunta.

—1990.

Ella entre cierra los ojos y me queda viendo fijamente el rostro, si no supiera quien es, diría que me esta violando con la mirada.

—¿Te adoptaron?

—No, en el año de 1993 yo me escapé del orfanato ya que estaba sufriendo en este lugar —digo la verdad un poco seria pero no tanto.

—Tiempos difíciles —dice y yo simplemente asiento.

Ella cierra sus ojos y creo que está pensando en algo, seguramente de esa fecha.

—En este lugar son pocos los niños que se escapan. Y por suerte tuya guardamos información sobre tales niños, tenemos información desde el año de 1985 hasta en la actualidad.

Ibrahîm sonríe y no se porque pero una chispa de alegría se enciende dentro de mí creo que después de todo, el Ángel encarnado tenía razón pueda que después de esto me sienta más relajada.

—¿Y cuando podremos tener acceso al tal información? —pregunta Ibrahîm.

—Ahorita pueden ya. Yo los llevaré sin ningún problema —la señora sonrie.

Nosotros agradecemos y rapido la comenzamos a seguir, caminando por los pasillos, imágenes de cuando era chica comienzan a atacar, Ibrahîm nota mi incomodidad y me toma de la mano. Lo volteó a ver y rápidamente le doy un beso en la mejilla.

Solo él puede hacer que mi mente, borre toda malicia.

Llegamos a una habitación, la señora abre la puerta y solo se puede notar cajas por todos lados. Ella empieza a caminar y llega a una sección que esta nombrada como "niños perdidos" empieza a ver por todas partes y no se por que pero la sensación de nerviosismo comienza a inundar mi cuerpo. No se si estoy preocupada aún para saber sobre mi vida pasada.

Toma una caja que dice (1990 al 1999) comienza a limpiar su base, se encuentra con mucho polvo. Ibrahîm emocionado con una gran sonrisa en su rostro me voltea a ver, parece que fuese a él y no a mí. Abre la caja y se ven varias carpetas tituladas con cada año. Toma la caja de dice en su frente 1993, y no se por que pero la palpitación de mi corazón se comienza a acelerar.

—¿Cual es tu nombre querida? —pregunta la señora seria.

—Sophia Valeria Pavanelli —comento nerviosa.

Ella abre la carpeta y comienza a buscar, después de un minuto ella sonríe.

—Aquí esta —dice.

Llego el momento y no se si estoy emocionado o incómoda. Solo espero que esto no vaya a ser para cambio por que la vida que llevo es la única que me importa ahorita.

Le da unas hojas grapadas a Ibrahîm, yo no quiero ver aún.

Ibrahîm queda viendo los papeles y de la nada me voltea a ver algo sonriente.

—¿Que pasó? —digo.

—Ve lo tu misma.

Tomo las hojas en mis manos y la fotografía de una mujer pelo negro es lo primero que llama mi atención. Su nombre es Verónica Pavanelli y en aquel entonces tenía 32 años. Quedo viendo sus ojos y no se porque pero un emoción de odio y alegría inundan mi ser.

—¿Esta hoja que significa? Acaso es lo que pienso —pregunto.

La señora toma el papel y lo queda viendo.

—Es la información de la persona que te dio en adopción —dice aclarando.

Comienzo a hiper ventilar.

—Sophia tranquila —dice Ibrahîm nervioso.

—Como quieres que este tranquila, si acabo de ver el rostro de la persona que por culpa suya hizo que mi vida fuera una completa agonía.

—Sophia ella no tiene la culpa de las maldades de los demás —dice Ibrahîm y pueda que este exagerando pero es que esto me cayó como balde de agua fría.

—¿Cariño? —me interrumpe la señora y la volteo a ver —. Ella planeaba adoptarte —Comenta y un nudo se forma en mi garganta.

—¿Pero qué? No tiene sentido —digo.

—Alguna razón tenía —dice Ibrahîm.

Tomó el papel y lo quedo viendo, esta señora tiene razón, pensaba adoptarme pero ¿por qué? Me dio en adopción por que adoptarme. Esto no tiene lógica.

Quedo viendo el papel y me fijo que trae la dirección de lugar de residencia.

—¿Puedo llevarme el papel? —preguntó

La señora asiente.

Me despido de ella y tomo a Ibrahîm de la mano. Salgo casi corriendo de ese lugar y Ibrahîm solo me queda viendo preocupado.

—¿Que sucede Sophia?

—Iremos hacerle una visita a esta señora —comentó y Ibrahîm solo me queda viendo interrogante.

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Hola chic@s!

Nuevo capítulo.

Algo interesante se aproxima, ahora podrán saber la historia completa de la protagonista.

Los quiero mucho!!

Hasta la próxima.