26. Pronta decepción
•26•
¡Mierda!.
¡Mierda!.
¡Mierda!.
¡Por qué me pasa esto a mi!
Saben que es lo peor, que creo que esto solo a mí me sucede.
Estoy en la cocina tirada y se preguntarán ¿como? si estaba en el cuarto de Ibrahîm ¡desnuda! Pues él imbécil no quizo ayudarme sino que prefirió que me viniera desnuda caminando, me dijo que usara su ropa pero lo descarté de inmediato ¿que tal? y alguien me mira con la ropa de Ibrahîm, me comen viva.
Bueno les cuento, todo iba bien el desayuno y todo, cuando de repente se me ocurrió, puedo irme en toalla caminando hasta mi cuarto, no creo que nadie me vea, claro si soy precavida.
¡O eso creía yo!
Todo iba bien yo caminando con la toalla ¡tranquila! Yo llegando a la cocina feliz por que todo iba bien hasta que me resbaló y pasa lo peor.
La toalla se me cae y como que al destino le gusta verme en ridículo en eso Zafir y Yasser dentran a la cocina, yo tirada en el suelo con solo la ropa interior puesta, se me callo la cara de vergüenza.
¡Y henos aquí!
—¿Sophia te golpeaste? —me levanta Yasser rápido —. No te preocupes, estoy bien —Zafir solo está parado ahi como si le hubieran comido la lengua.
Veo como sus ojos se agrandan y solo tomo rápido la toalla y me tapo ¡Pervertido! Pienso.
—¿Que sucede? —dice Ibrahîm, dentrando a la cocina, con su ropa elegante.
Me queda viendo y yo solo estoy hecha furia, se aproxima y solo le hace una mirada a sus amigos y como arte de magia desaparecen.
—Nos vemos Sophia —dice Yasser sonriente —. Nos vemos —contestó.
—Yo sabía que no era buena idea que vinieras en toalla, hasta tu cuarto —dice y me molestó.
—Pues acuérdate que tú no me quisiste ayudar —digo y ríe.
—Si quise ayudar pero tu insistías con que no te vieran relacionada conmigo —dice y pueda que tenga razón, Bueno pueda que tenga toda la razón.
—Pero igual hubieras hecho algo, ahora tus amigos van a poder decir que me vieron desnuda —digo y su rostro cambia.
—¿Te vieron desnuda?
—Si por que cuando iba adentrando a la cocina me resbale y ellos iban dentrando y me vieron.
—No te preocupes, yo me encargo de que olviden —dice y yo solo río.
—Perdóne señor mafioso, se me había olvido quien era —digo bromeando.
Me abraza —. Bueno pues se que no lo voy a lograr por que con tu cuerpo ¿quién olvidaría?
Me ve a los ojos y solo él puede hacer que este momento se de vuelta. Antes estaba avergonzada y ahora estoy cómoda junta a él.
—Ahora mejor ve a cambiarte, no quiero que nadie te vea como solo yo puedo —comenta sonriente.
—Enserio y ¿qué le hace pensar eso? Señor Ibrahîm —lo desafío.
—Tu eres solo mía Sophia —dice y yo solo sonrió para después besarlo.
Camino a mi cuarto dejando a Ibrahîm atrás y comenzando a pensar en la suerte que tengo con que no hubiera visto a alguien en la cocina, raro ya que siempre hay gente.
Dejo de pensar y trato de ponerme lo mejor que vea, opto por una falda negra ondulada hasta las rodillas y una blusa azul eléctrico, sencillo pero matador.
Río, pensando en la cara de Ibrahîm.
Me veo al espejo y pienso en la suerte que tengo de tener a Ibrahîm conmigo, meses atrás nunca me hubiera imaginado algo como esto, es la primera vez que siento que la vida dio una vuelta a mi favor.
¡Ibrahîm es excepcional!
Salgo del cuarto y camino a la cocina, pero de nuevo se encuentra vacía. ¡Esto está raro!
No le pongo importancia y camino, pero pienso, ¿adonde voy? Ibrahîm está con sus amigos y no quiero interrumpir y Tahira seguro esta con Ethan.
¡Alexandro! Pienso de inmediato, talvez se encuentre en la salida de servicio, camino hasta aya, solo espero encontrarlo.
Al llegar volteo a todos los lados y nada, hago un puchero y dentro rápido. En lo que camino hacia dentro, escucho a alguien gritar mi nombre. Sonrió por que se de quien se trata.
—¡Hola señor formal!
—¡Hola, princesa Sophia! —comenta con una sonrisa de oreja a oreja.
—Al parecer estamos alegres —digo observando el rostro de Alexandro.
—Si es que hoy es mi día libre y... —se detiene un momento —. ¡Creo que tengo una cita! —dice alegre.
—¡Que bueno! —lo quedo viendo, tiene un brillo que nunca había visto en sus ojos —. Y dime, ¿como se llama la afortunada?
—¡Se llama Isabel y es una chica hermosa!
Lo veo y me siento como madre alegre por su hijo, es tan tierno verlo de esta manera ¿quién diría que un hombre adulto puede ser tan dulce? La mayoría solo piensan en sexo, sexo, sexo y deportes. Y no digo comer por que hasta yo soy algo glotona.
—¡Me alegro mucho por ti Alexandro! —me emociono un poco.
—¡Gracias Sophia! —dice con su sonrisa angelical.
Lo abrazo por que, a pesar de qué no nos vemos muy a menudo, nuestra relación nunca cambia, Alexandro es una de las personas más especiales que he conocido, si la chica con la que sale lo rechaza, la busco y la agarro del pelo por tonta, por que hombres como él no se encuentran en las calles.
—Una pregunta ¿por qué la cocina esta vacía? —digo sin entender lo que pasa.
—El señor Ibrahîm, le dio el día a todos —dice con cierto asombro —Por eso no encontraste a nadie.
Pienso y mi mente vuela a lo de esta mañana, ¿cómo hizo para obtener la comida? Seguro la compró o ¿la cocinó él?, la verdad es que esa segunda opción no creo que haya sucedido, la compró, si eso fue.
—Que bueno, todos lo necesitaban —digo alegre por ellos.
—¡Ni que lo digas! —sonríe Alexandro.
Me despido de él viendo como sale alegre por los portones de la mansión. Espero le vaya bien con su cita.
Me adentró y lo primero que hago es buscar a Tahira, tengo curiosidad de lo que sucedió ayer en la noche con Ethan, espero que haya sido bueno. No me sorprendería encontrarlo en la mansión, ahorita mismo, más bien hasta ya estoy pensando en cómo saludarlo al verlo acostado en la cama de Tahira.
Toco la puerta de su cuarto.
Y solo escucho el —. Pasa —de Tahira.
Me adentró y veo todo absolutamente ordenado algo que me deja asombradisima, esperaba ver las sábanas por todos lados, y no digamos ropa.
—¡Hola Tahira!
—¡Hola cariño! —dice amarrandose una coleta, sin haber visto sus ojos aún.
Me le acerco y la abrazo —. ¿Que sucede? —dice rápido.
—Ahora ya no puedo abrazarte —digo sonriente.
Me queda viendo y una sonrisa se le figura de pronto.
—¿Tuviste sexo, verdad? —dice con una mirada interrogativa.
Abro los ojos y pienso en ¿cómo mierda se dio cuenta? Será que se me nota a leguas.
—No, claro que no —contestó.
—Segura Sophia, acuérdate que yo soy tu amiga y puedes contarme todo —dice sin creer en mis palabras.
Por un momento pienso en contarle, pero creo que mejor no.
—Mejor cambiemos de Interrogatorio —digo seria —. ¿Como te fue con Ethan? y ¿por que no esta aquí? —digo curiosa.
Voltea de nuevo hacia el espejo y por su rostro creo que no estuvo bien. —¿Paso algo Tahira?
Me ve y niega de inmediato —. Pueda que lo haya arruinado un poco.
—¿Y como pudiste haberlo arruinado? —pregunto con muchísima más curiosidad.
—Bese a Jayden sin darme cuenta de mi error —suelta con los ojos entre cerrados haciendo que abra la boca en un círculo exacto.
—¡Como! ¿Pero como sucedió eso? —digo sin creerlo aún.
—Se me paso un poco las copas —dice —. Ethan tuvo que salir por un momento y Jayden solo me acompañaba, bromeaba yo solo me reía, al igual que él, después una cosa pasó a la otra y para mi perra suerte, en el momento que nos estamos besando, Ethan nos ve —dice
Yo solo escucho y no lo puedo creer, pobre Ethan se ha de haber sentido horrible.
—Tienes que disculparte Tahira.
—Ya lo hice pero Ethan solo no me prestó atención —dice algo arrepentida.
Veo como el rostro de la chica cambia y pone uno de "no me importa" —. No somos ni novios como para que se enoje, por algo así —termina suficiente.
—Bueno en eso tienes razón —digo por más que quería ver a Ethan con Tahira juntos.
Las dos comenzamos hablar de lo grandioso que fue para ella la fiesta, antes del incidente, por que para mi no es que halla sido aburrido, sino que no estoy acostumbrada a tipos de celebraciones como esa.
—Así, te quería invitar a que fuéramos a cenar esta noche —comenta.
La quedo viendo y no se si quiero —. Si, esta bien —digo ya que debería hasta agradecer por invitarme.
—Estupendo —dice ya alegre.
Sonrió pero con un pensamiento de no se si hice lo correcto por aceptar la invitación. Como sea Tahira es mi amiga y no me gusta decirle que no.
—Me tengo ir.
—Nos vemos en la noche —dice colocando maquillaje en su rostro.
Asiento y salgo de la habitación, Ibrahîm me tiene olvidada, a saber que estára haciendo seguro hablando con sus amigos de pura mierda, río por esto último.
Sigo caminando tranquila y sin darme cuenta, ¡bum!, choco con alguien.
—Lo lamento —digo acariciando mi frente.
—No tiene de que señorita —dice la chica amable.
La volteo a ver y es una de las mucamas —. Pensé que tenían libre —digo sonriente.
—El señor Ibrahîm, le dio libre a todos los del área de cocina, pero a los de aseo, no —dice y no me parece justo, pero quien soy yo para decirle que hacer a Ibrahîm.
—Que mal.
—No se preocupe, a mi me gusta mi trabajo —dice pero como forzado.
—ok, nos vemos —digo caminando, algo extrañada por el comportamiento final de esta chica. Seguro tiene problemas, así como todos, pobre me gustaría ayudarla, pero como.
Camino esperando encontrarme a Ibrahîm, pero nada, decido ir a la cocina tengo un poco hambre, espero haya algo rico.
Antes de llegar, escucho risas.
Camino y cuando dentro, miro algo que no me gusta.
Ibrahîm está con la freidora, mientras que Zahida está abrazando lo por atrás.
Me detengo en seco y comienzo a sentir una fea punzada en el pecho. Ibrahîm me voltea a ver y solo miro su rostro sorprendido —. Disculpen, no quería molestar —comento decepcionada.
—¡Sophia! —escucho a Ibrahîm.
Camino y decido no prestarle atención, solo esto me faltaba, que este solo me cogiera para después estar con otra. Siento que los ojos se me aguadean, es un maldito.
Pueda que sea mucho drama, después de todo lo nuestro nunca fue oficial.
—Sophia espera —escucho a Ibrahîm.
—¿Por que debería? —digo adolorida, porque después de follarte a alguien ilusionando la toda, no puedes y irte a estar con otras.
—No es lo que crees —dice.
—Y cuando ha importado lo que yo crea —digo sin verlo aún —. Mejor ve y sigue disfrutando, después de todo lo nuestro nunca fue oficial —Termino y sigo caminando.
Siento como me toma de la mano y me rodea con sus brazos.
—¿Por que piensas mal de mí Sophia?
Río sarcástica.
—No nada, pero cuando tenga un hombre abrazando me por atrás mientras yo cocino, no es nada —digo sonriente, se que no tiene sentido que me enoje.
Me queda viendo y su rostro cambia a uno que ya conozco.
Me pega a la pared para después juntar sus labios con los míos.
♧◇♡♤
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Nuevo capítulo y los celos ya empiezan.
Espero les guste ♡♡
Voten y comenten.
Los quiero mucho ♡♡♡
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