
13-Heridas
Los tres estaban contemplando la bola de cristal muy sorprendidos. Tn estaba viendo a su madre por primera vez desde que era pequeño. No era un recorte de periódico ni en fotos, sino que la tenía allí delante.
—¿Por qué te escondes de mamá?—le preguntó con una voz tierna—¿acaso no quieres hablar conmigo?.
—Yo...—el cuerpo lo tenía paralizado, las pulsaciones y el malestar de su cuerpo aumentaron tanto que estaba por tener un ataque de ansiedad.
—¡Usted abandonó a su propio hijo!—rugió la loba—¿acaso no sabe el daño que le ha ocasionado?.
Miércoles se sorprendió de la reacción pues parecía que de un momento a otro le fuera a dar un fuerte golpe al cristal.
—Oh Enid, ¿no estás siendo muy protectora con él?, soy yo quien se hará cargo de él, te sacaré de allí—dijo ella—ese lugar es horrible y te habrán tratado muy mal por ser mi hijo.
Tn recordó un momento las burlas y todo lo que sufrió en los primeros días.
—Sé que te abandoné...estuvo mal...si...muy mal. Lo siento mucho, tuve miedo, era muy joven y además con un hijo excluido que podía quemar todo—Tn sentía como a cada palabra de ella, él iba sintiéndose más débil y con ganas de llorar.
El chico quiso articular palabra mientras Enid la miraba enfadada y Miércoles estaba pensando en algo para hacerla caer en una trampa y que revelase algo.
—Eres un Gates, allí están los asesinos que acabaron con la vida de tu abuelo y tío, ellos merecen ser vengados. Tienes el poder hijo—eso sorprendió a éste—¿crees acaso que te tratan bien porque sois amigos?—me conmueve tu bondad hijo.
La mujer le sonreía.
—Ellos te temen, te tratan bien porque les conviene que un excluido con poder de usar el fuego no se les vuelva, ellos te olvidarán y te dejarán de lado cuando vean que pueden controlarte muy fácilmente.
El miedo se iba apoderando cada vez más deprisa de Tn y sentía sus ojos cristalinos, miraba a las dos chicas.
—Ma-Mamá...
—Podemos empezar de cero tú y yo, como madre e hijo, crear recuerdos nuevos...bonitos...ser felices los dos...¿acaso no quieres estar con mamá?—su voz parecía hipnotizar al chico.
No había tenido infancia, ni padres, ni nada...siempre había estado solo y deseaba tener una familia. Dio un paso hacia adelante, pareció haber caído en sus redes.
—¡No se le ocurra tratar de mentirle!—gritó la loba sorprendiendo a Laurel.
—Enid cielo, estoy hablando con mi hijo—dijo en un tono normal y relajado.
—Y yo soy su novia—replicó sorprendiendo a la mujer nuevamente.
—Hijo mío, ¿no podías buscarte una novia normal?, aquí conmigo conocerás a muchas chicas atractivas que seguramente se mueran por estar contigo.
Miércoles abrió los ojos y miró a su compañera pues en aquel estado de celo y el cambio de humor sabía que estaba por cabrearse.
—¡Tn es solamente mío!—le sacó las garras a pesar de que no estaban en personas.
—¿Lo ves cariño?—preguntó ella—solamente te ven como una propiedad, una herramienta, Miércoles Addams trata a la gente así y su compañera es igual—él las miró—una vez te hayan usado te desecharan.
—No...Enid...Enid me quiere—dijo tartamudeando y con un nudo en la garganta, los pensamientos negativos empezaron a aparecer en su cabeza.
—Eres muy bondadoso y amable, pero esa gente no lo es, yo sé de lo que hablo. Trabajé allí y mintieron para su bienestar, ¿recuerdas a Eugene?, dijeron que se recuperaba mientras estaba en coma todo por no cerrar la academia. ¿Sabes qué incluso tu padre me mintió?, nunca me dijo que era un excluido—sintió algo de rabia—pero en este tiempo he comprendido...que tú eres importante y mi hijo. Tuve miedo...pero ahora he aceptado lo que eres.
—No le escuches Tn—intervino la pelinegra.
—¿Lo ves querido?, en cuanto alguien quiere mostrar la realidad tratan de callarme o impedir que me escuches.
Enid se acercó.
—Tn es mi novio, futuro esposo y futuro padre de mis hijos. Tendremos algo que usted nunca le ha dado...un hogar y una familia...asquerosa asesina—dijo enrabiada la rubia.
—¿Tú?, oh por favor querida, tu única motivación en la vida son los chismes...mi hijo merece una buena mujer, alguien que lo ame y no una loba en celo—dijo—¿acaso no has obligado ya a mi hijo a mantener relaciones y marcado?.
Ahora era Enid quien calló, miró a Tn y pensó que igual se habían precipitado un poco. Que a lo mejor Tn no deseaba hacerlo en ese momento.
—Y he visto tus notas, no son gran cosa—eso la afectó un poco a la rubia—mi hijo se merece lo mejor y pienso dárselo. Hijo, te lo preguntaré de nuevo, ¿acaso no quieres que seamos una familia?—se vio como ahora alargaba la mano a pesar de la clara distancia.
—Ma...Mamá...—el chico levantó lentamente la mano, temblorosa y se fue acercando ante la mirada de ambas.
—¡Tn!—la voz de la chica le hizo abrir los ojos.
Miércoles apagó la bola de cristal, había escuchado suficiente para elaborar que solamente deseaba hablar con Tn para tratar de ponerlo en contra de ellas.
—Yo...—Enid lo abrazó.
—Shhh, no le creas...es una mentirosa y asesina que no merece ser llamada madre—le tomó de la cara—y menos por alguien tan tierno, bueno, amable y cariñoso como tú—le miró a los ojos—ahora soy tu familia—lo besó.
Miércoles le dijo que su madre era realmente buena manipuladora pues ya lo hizo con Tyler, ahora iría a explicar todo lo sucedido al director dejando a los dos a solas.
Tn caminó unos pasos y se sentó en el borde de la cama.
—Enid...yo...ella...—no le salían las palabras—¿acaso soy una herramienta?.
Esa pregunta hizo enojar a la loba.
—¡No lo eres!—se fue acercando molesta y levantó la mano.
Tn sintió un enorme miedo, recordó por breves segundos las palizas y bullying sufrido por sus compañeros por ser un excluido. Cerró los ojos esperando el golpe mientras unas lágrimas se derramaba por sus mejillas.
Pero el golpe no llegaría, en lugar de eso, sintió como ella se colocaba encima suyo, le acariciaba la cara y lo besaba con una ternura que relajó su cuerpo.
—Eres lo que más quiero—susurró ella mientras lo besaba.
—Pero ella...ella dijo que—fue callado por un beso.
—No la creas ni una palabra.
Cosa se había ido con Miércoles, porque sobre esas horas y tras la visita a dirección estaría jugando en el club de ajedrez.
—Tn...—lo empujó suavemente para hacerlo caer sobre la cama.
—Enid...—el ver esa cara tan indefensa lo único que provocó fue que los instintos de la loba se incrementasen.
—¿Te apetece hacerlo?—esa pregunta sorprendió al chico—no...no quiero obligarte...yo...—las palabras de Laurel le habían tocado.
—Si...contigo...me siento a salvo...eres...mi refugio...pero...solamente una cosa—ella le preguntó que era—po-po-podrías...¿ser más gentil que la última vez?.
Ella esbozó una sonrisa.
—Lo intentaré—le guiñó el ojo y lo besó.
Las caricias, mimos y la fogosidad no se hicieron esperar. Lo hicieron de manera lenta, suave, Enid lo poseía como si la vida dependiera de ello. Incluso hizo algunas cosas pervertidas que sorprenderían al chico quien trataba por todos los medios de que su alma no se escapase de su cuerpo. Fue bastante el rato que estuvieron hasta terminar.
Los dos sobre la cama, ella se puso encima de nuevo, como lista para otra ronda mientras Tn sudado y agotado, pedía una pequeña tregua.
—Ha sido genial—dijo ella—siento que podría estar así todo el día.
—Yo...no creo que pueda aguantar...te pedí ser gentil
—Mi chico...—le acarició la mejilla—lo he intentado, pero me resulta imposible.
—¡Enid, Miércoles nos ha puesto...al...corriente!—Divina, Yoko y Bianca entraron de golpe viendo a ambos desnudos, a la loba sobre él.
Tras unos gritos y minutos para cambiarse, solamente salió Enid.
—Lo sé, ahora lo que tengáis que decirlo será mejor hacerlo ahora—miró su reloj—cinco minutos, luego tengo que volver con mi chico.
—¿Vas a repetir?—preguntó Bianca—le vas a dejar seco, he visto su cara, he visto paredes menos blancas que...
—¿VAS A DECIRME COMO DEBO TRATAR A MI CHICO?—ella se disculpó enseguida—en fin, al lío.
Tn estuvo recuperando el aliento, esos cinco minutos parecieron realmente uno.
—Van a ir a elaborar un plan para aumentar las defensas y al parecer han encontrado sangre en el bosque...puede que sea de Tyler y van a hacer una batida de caza—explicó ella—en dirección quiere que Miércoles se una a la caza y le darán armas.
—Será mejor prepararse—al intentar ponerse en pie fue empujado—tú no, tenemos que acabar lo empezado.
—Enid, debemos ir.
Ella le miró con cierto enojo.
—De...de acuerdo...
La loba le frunció el ceño.
—Lobita amorosa.
Al cabo de un rato, Miércoles regresó y les dijo que se iba a ir a cazar a Tyler, que los mantendría informados. Enid le dio su apoyo cuando se percató de algo, la pelinegra volteó a la cama y vio a Tn ya vestido y durmiendo.
—¿Cómo puede dormir así?
—Está agotado—contestó la loba—deja que duerma un poco—volteó a escribir en el ordenador.
—Bien, por fin llegó la hora de cazar—Miércoles estaba emocionada y esbozó una sonrisa de oreja a oreja.
Tyler estaba escondido recuperándose con la ayuda de alguien más, el acosador ya estaba al tanto de todo pues había espiado la conversación de la loba y Laurel estaba en un refugio leyendo junto a la chimenea. Cada vez que miraba el fuego recordaba a su hijo y a aquel hombre que le mintió.
Tanto ella como su hijo tenían heridas que nunca sanarían.
Continuará...
Espero que les haya gustado.
Un saludo :D
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