La luz de la Luna brillaba en su esplendor mientras el lobo blanco de ojos celestes corría por el bosque en busca de su compañero, usando toda la fuerza de sus extremidades y la poca calma que le quedaba para captar su olor y así poder encontrarlo y recuperarlo.

Luces cálidas brillaron a lo lejos y gritos comenzaron a resonar mientras el olor a sangre aumentaba y ponía cada vez más nervioso al lobo blanco, quien intensificó la fuerza de sus patas para llegar pronto a lo que comenzaba a sonar como un verdadero infierno.

Cuando la Luna Llena llegó a su máxima expresión en lo alto del cielo, BaekHyun se transformó en su estado puramente cambiaformas, mitad animal-mitad humano, y continuó corriendo en dirección a su amado, quien había sido capturado hace un día, causando que el Líder de la manada se volviera completamente loco.

Los gritos no se detenían y Baek odió el reconocer la grave y ronca voz de su pareja destinada. Tenía que llegar a él pronto, debía recuperarlo.

La luz blanca emergente de su cabello dio aviso al resto de su manada de su ubicación y aumentó la fuerza de su movimiento, ayudándolo a alcanzar el hoyo en el que estaba oculto su amado.

—Iré por el sur —informó TaeMin con fría seriedad.

—Norte —indicó SiWon seguido por un grupo de sus soldados a diferencia de M que solía trabajar solo.

—Oeste —pronunció Dae llevando a SeHun y otros lobos consigo.

H siguió corriendo y a la primera oportunidad que tuvo, se subió a uno de los árboles y observó la casona donde tenían atrapado a su compañero en busca de puntos débiles, justo como él le había enseñado.

BaekHyun marcó cinco zonas de entrada con su luz, y dejó que el equipo de su pareja se encargara de vigilar cuatro de ellas mientras la quinta, ubicada al centro del lugar sirviera como punto central para que JongIn lo ayudara a ingresar con su poder y así sacar a ChanYeol mientras el resto de francotiradores acababa con el lugar y con el enemigo.

Una vez dentro, sin causar ruido ni diferencia en el ambiente, Baek cortó las amarras que tenían a su hombre aprisionado y dejó que JongIn tomara el cuerpo de su pareja para sacarlo limpiamente sin que nadie lo note.

Cuando recibió la señal avisando que ChanYeol se encontraba a salvo, BaekHyun bajó sus defensas permitiendo que todos notaran su presencia y dio la orden al resto de su equipo de comenzar a atacar.

Los truenos de JongDae mezclados con las agujas de luz conectándose y atacando todo el lugar al mismo tiempo que los francotiradores, causó satisfacción en el lobo al saber que su plan para salvar a su amado estaba siendo exitoso.

Apenas JongIn llegó junto a él para llevárselo también, H sonrió y agradeció el arduo entrenamiento que estaba obligando a los Hijos del Sol a hacer junto a él, pues les permitió tener mucho más control a la hora de batallar con sus poderes.

Cuando pudo abrazar nuevamente a su pareja, H volteó hacia JongIn y miró al rededor con un fuerte dejo de temor ante el sentimiento frío que comenzaba a rodearlo.

—¿Dónde está M? —Cuestionó con dureza.

In abrió la temblorosa boca pero sin poder contestar.

—Herido y negándose a dejarse rescatar —informó Dae—. He estado atacando a sus rivales pero mandó al respaldo a regresar antes del bombardeo y se niega a irse, solo SeHun sigue peleando junto a él, y ninguno piensa detenerse.

—Mierda... —soltó BaekHyun sabiendo exactamente el plan de aquellos locos.— Quieren dejarse morir —soltó furioso.

—¿Los dejarás? —Cuestionó Dae con la voz ligeramente rota.

—¿Y dejarlo en paz cuando él me ha hecho la vida imposible? ¡Claro que no! Debemos sacarlos de ahí.

—La cuenta regresiva para el bombardeo ya comenzó —comentó SiWon.

—No importa, es larga —dijo Baek con tono burlón, sosteniendo a su pareja con un brazo y extendiendo el otro hacia JongIn.

El rubio limpió sus lágrimas con el brazo y tomó la mano de Baek con una y la de Dae con la otra.

—No soltaremos tu mano, ve por ambos, no te sentirán llegar.

Los relámpagos de Dae sonaron al mismo tiempo que las bombas fueron lanzadas, pero H no temió: tenía a su pareja a lado. Mientras tuviera a ChanYeol con él, BaekHyun era inmortal.

Al mismo tiempo que el enemigo explotó y fue convertido en miserables cenizas, JongIn regresó con M y SeHun, uno en cada brazo. Y ninguno estaba feliz por ello.

—¡Era mi hora, maldito idiota! ¡Debiste dejarme morir! —Reclamó TaeMin comenzando a golpear tanto a In como a Baek.

—¿Y perderte el regreso del amor de tu vida? ¿Estás loco? MinHo tendría mis bolas si se entera que te dejé morir.

—¿De qué mierda hablas? —Espetó M.

BaekHyun le arrancó la parte superior del traje táctico y le mostró como la marca oscura en su pecho, sobre la posición del corazón, que denotaba la muerte de su pareja destinada, comenzaba a desaparecer.

—Eso... ¿Qué?

—Él volverá a nacer, Tae, regresará a ti —explicó Baek—. Es una de las razones por las que vivimos tanto —explicó.

—¿Por qué entonces trataba de morir? —Cuestionó SeHun con un leve y lastimero tono de duda.

—Porque aunque la amé mucho, TaeYeon no fue mi compañera destinada, así que cuando murió, no había marca, solo la oportunidad de tener a mi verdadera pareja; pero no quería que ese día llegara, no quería dejarla ir —declaró soltando un suspiro—. Pedí morir porque pensé que nunca podría querer a mi pareja, y mírame ahora, más que dispuesto a destruir una nación entera para salvar al hombre que amo, el verdadero dueño de mi alma.

Acarició el rostro de ChanYeol con adoración, sonriéndole cuando lo sintió comenzar a despertar, deseando regresar pronto a casa para cuidar sus heridas y no volver a dejarlo apartarse jamás de él.

—Es diferente con ustedes —dijo hacia M— SeHun y tú tuvieron a sus parejas y sí, las perdieron, pero el tiempo ha pasado y ellos volverán, puede que no como cambiaformas, pero volverán.

—¿Lo promete? —Cuestionó SeHun con los ojos humedecidos.

—Sí, lo hace —pronunció ChanYeol con voz ronca pero sin apartar la vista de su pareja.

—Volverás a ser feliz, Oh, y tú también, Tae, solo deben tener paciencia —culminó H levantando la mirada por un segundo antes de volver a centrarse en su amado.

Suspiros profundos y esperanzados salieron de ambos hombres.

—Debemos irnos —soltó Baek entonces—, es hora de volver a casa.

¡Y llegamos al final! No creo que hayan más libros para esta serie, pero si te gustaría que continuara, acepto sugerencias:

Espero que la historia te haya gustado.

Gracias infinitas por leer.