—¿Es eso cierto? —Cuestionó el ansiado Shim mirando fijamente a BaekHyun.

—M se los dijo directamente en ese entonces y recién ahora, después de cientos de años, ¿quiere pretender que nos cree?

—Baek... — oyó el peliblanco a KyungSoo pronunciar a su espalda y supo que quería consolarlo.

Pero eso no era lo que necesitaba.

—¿Por qué quien debe contestar soy solo yo? Hay más soldados de esa época, de ambos bandos que recuerdan como fue, hay líderes de tropas que vieron todo y fueron silenciados —gruñó.

Varios asintieron con las manos empuñadas.

—Yo no voy a hablar, no tengo por qué.

—El Capitan Byun tiene razón —dijo entonces Choi SiWon, El Capitán en jefe de la policía de todo Daegu, incluyendo Chilgok-gun—. Nosotros éramos parte de la guardia real del fallecido Kim Bum y el clan plateado, y en ningún momento nos alejamos de sus hijos o su círculo íntimo, mas fuimos acusados de atacar por traición al clan Dorado y peor que eso, haber asesinado a la esposa de uno de los nuestros, del Hijo de la Luna.

—Ambos clanes fueron atacados —aclaró Shin MinAh— y a nosotros nos dijeron que quien lastimó a toda nuestra gente fue el mismo Hijo de la Luna en persona, el demonio blanco que había ido tras la mitad de nuestra población antes —explicó ella con furia llenando su mirada.

—Oh vamos, eso es mentira —habló SeHun—, yo estuve en el centro de la pelea y el Capitan H nunca nos lastimó, él fue quien nos señaló al verdadero enemigo, que, como dice el Capitán Choi, eran lobos desconocidos provenientes de la colina.

—Estoy de acuerdo —dijo entonces Shin SeKyung, la hermana menor de MinAh—. Era una soldado médico en ese entonces y vi claramente como varios hombres al mismo tiempo atacaban a H mientras él nos decía a los demás, Plateados y Dorados, que nos alejáramos porque aquel ataque estaba dirigido a él y no debíamos intentar quedarnos o pereceríamos; así que varios retrocedimos, dejándolo atrás con solo su esposa como respaldo.

—Sé que no me creerán pues soy la pareja destinada del Capitán Byun —comenzó ChanYeol—, pero en ese entonces, él estaba aún unido a la Capitana Kim y estaba especializándome como arquero, así que estuve presente y fui testigo de aquel momento, de todos estos desconocidos de olor a azufre que usaban un pendiente de garr-

—garras color azul —Completó el anciano Lee arrugando el ceño—. ¿Qué hacía el clan de Buzan en Daegu? —Cuestionó al aire antes de fijar su mirada en el actual líder.

—El Hijo de la Luna nació aquí, justo en donde se encuentra su choza, lo sabemos y lo hemos comprobado —mencionó el Capitán Choi, nuestro pueblo, antes de caer bajo el mando de Kim Bum y convertirnos en el Clan de plata, cuidamos y protegimos al Hijo de la Luna desde su nacimiento.

—Pero Kim SooHyun y su esposa llegaron aquí desde Busan. —recalcó el anciano Lee.— ¿Dónde está ella? ¿Dónde está Seo YeaJi?

—Iremos por ella —dijo JongDae.

Los Hijos del Sol unieron sus manos, relámpagos sonaron sobre el palacio y en un segundo los hermanos se encontraban sosteniendo a su madre, quien se hallaba sujeta de manos y pies, además de tener la boca cubierta con uno de sus propios pañuelos.

—¡¿Qué es esto?! ¡¿Por qué está ella en esa condición?! —Sobreactuó TaeMin disfrutando de la atención mientras el líder desprendía rencor y odio puro.

Apenas el menor de sus hijos se acercó a ella para liberarla, el líder mostró sus garras y colmillos hacia los ancianos.

—¡¿DE QUÉ DEMONIOS SE TRATA ESTO?! —Rugió sobresaltando a los humanos.

—Solo queríamos resolver un asunto que quedó inconcluso; es todo —respondió TaeMin sonriendo divertido.

—Contesta honestamente —rugió el anciano Shim—, ¿fuiste tú quien trajo al clan de Busan para matar a H, sí o no?

—Sí, él lo hizo —respondió Seo YeaJi, su pareja —. Yo nací allá, aquel fue el clan en el que crecí hasta que él llegó de visita y descubrimos que éramos pareja.

Todos quedaron atentos a la historia de la mujer, pero ChanYeol tuvo un mal presentimiento, así que ordenó a su equipo mantenerse atento al líder, por si acaso.

—Tras el nacimiento de nuestro primer hijo, regresamos a su clan pues él era el heredero de su propia casta y no podía simplemente dejar su familia, así que vinimos con él y me dediqué a apoyarlo en su pelea contra Kim Bum, y el conflicto de territorio que teníamos. Debo aceptar que yo misma mandé a H y a M a cazar a algunos de los enemigos de mi esposo —Confesó levantando el rostro, mostrándose tan altiva como siempre.

BaekHyun notó los rifles siguiendo al líder y se puso alerta, siguiendo cada movimiento del mayor casi sin parpadear.

—Depués de que NamJoon tuvo edad suficiente para gobernar, tuvimos una camada bendecida por el sol, fui muy feliz: en mi pueblo se valora al sol, así que era una verdadera bendición para mí, pero SooHyun no estaba contento, ni siquiera cuando ellos mostraron fuerza y poder superior. Cada vez, con la pelea de Kim Bum en curso, él se notaba más nervioso, paranoico. Hasta que conoció a H y lo convirtió en su mano derecha, en tutor de JongDae, en su protector y lo casó con Kim TaeYeon, para ligarlo con el clan dorado y no con el de Plata como estaba pensando hacer H.

Taemin se notaba aburrido, moviéndose de regreso con los ancianos y llamando la atención de BaekHyun hacia el concejo cambiaforma.

—Entonces quedé nuevamente embarazada y él rogaba y rogaba a la Luna que fuéramos bendecidos con uno de sus hijos, pero cuando nació TaeHyung, SooHyun simplemente enloqueció y llamó a mis hermanos en Busan para ocuparse de su enemigo.

Ella suspiró.

—Yo creí que había pasado algo con la paz y la unión con el clan de Plata, pero cuando hablé con mi familia me dijeron que el objetivo de ellos era directamente H y no pude creerlo. TaeYeon murió protegiendo a quien había dedicado su vida cuidando de nosotros, criando a mi hijo. Tal traición... No podía soportarla, pero SooHyun siempre amenazaba con lastimar a mi hijo menor...

Las uñas del líder estaban completamente desplegadas, listas para atacar y ChanYeol temió que atacara a su propia esposa, pero sus hijos la tenían protegida así que descartó aquello, deseando estar en la torre para observarlo todo en ves de ser un simple testigo como el resto de lobos de la manada.

—¿Por qué la ató hoy? —Preguntó JooHyun verdaderamente ofendida con ello, olvidando la naturaleza cambiaforma de YeaJi y solo viéndola como una mujer maltratada por la basura de su esposo.

—Supo que H, mis hijos y M vendrían hoy, temía que detuviera la ejecución, ya que desea intensamente que alguien mate a H para no tener que pelear con él por el liderazgo.

—Esto es demasiado complejo —soltó el anciano Lee.

—Creo que debería haber una pelea por el poder, si la manada lo desea, o simplemente dejar al heredero obvio tomar el mando —soltó el anciano Shim—. Pero ya sea una u otra, opino que debe haber una ejecución al agraviador de todos estos asuntos pasados que estamos conociendo.

—El nuevo liderazgo podemos decidirlo luego; somos una democracia ahora, podrían haber votaciones y así evitar peleas —comunicó Lee—, pero concuerdo en la ejecución primero.

—Kim SooHyun, por los crímenes que has cometido desde el inicio de tu nombramiento como líder, hasta tus últimas acciones, el consejo cambiaforma te declara culpable y-

El anciano no terminó de hablar debido al rugido de ataque que SooHyun había bramado mientras se lanzaba a ellos para desmembrarlos con sus uñas.

Tres cosas sucedieron entonces al mismo tiempo, TaeMin tomó el papel de protector alejando a los ancianos y a la humana del peligro, BaekHyun se lanzó contra SooHyun para detener su ataque recibiendo un profundo rasguño en el camino, y ChanYeol dio la orden de atacar, lo que causó que dardos paralizadores cayeran tanto sobre el Líder como sobre BaekHyun, pero dejando dormido solo al mayor mientras el peliblanco se quitaba el dardo y lo tiraba a un lado al mismo tiempo que su herida sanaba rápidamente mientras se acercaba a los ancianos para ver su estado, sorprendiendo a todos los espectadores con su fuerza y rapidez.

—¿Eso significa que Baek ganó y es el nuevo líder? —Preguntó KyungSoo a su pareja

—¡Sí! —Gritó su melliza mientras el rubio negaba suavemente.

—No fue una pelea oficial —le recordó JongIn.

—No, SooHyun estaba intentando atacar por la espalda como siempre y el verdadero líder de nuestra raza lo detuvo —dijo Choi SiWon con admiración y amplio respeto

—¿Saben? Me gustó eso de la votación —dijo SeHun incluyéndose en la conversación—, quizá hasta pueda postularme.

—Pero si todo se vuelve político, JunMyeon no tardará en querer hacerse líder —renegó KyungSoo.

—No bajo mi cargo, no —habló su hermana—; no pienso dejar que ese hombre vuelva a la política: ¡está loco!

—Es tu pareja —le recordó KyungSoo— y siempre dices que eres muy feliz con él.

—Y lo soy, lo quiero mucho, pero la que manda soy yo, no él. Ya sabes, a lo Beyoncé.

KyungSoo rodó los ojos y se abrazó a su pareja, quien no tardó en responder al gesto con un beso en la frente.

—¿Pueden parar de ser melosos por una vez en su vida? —Se quejó Dae mientras les señalaba a la obviamente incómoda escena: ChanYeol acercándose a BaekHyun.

—No ere ni intención dispararte, solo quería detener al ¿líder? ¿Ex-líder? Bueno, él. —Murmuró Chanyeol, nervioso.

El peliblanco bufó con una leve sonrisa y negó.

—No fuiste tú quien disparó y además, no me hicieron daño, así que no te preocupes —le dijo encogiéndose de hombros y comenzar a alejarse.

—¿Qué sucederá ahora? —le preguntó el peligrís mirándolo intensamente como siempre, con obvia esperanza en su semblante.

—Ellos discutirán sobre qué hacer y me avisarán cuando tomen una decisión —explicó encogiéndose de hombros y girándose para intentar marcharse una vez más.

—Preguntaba sobre nosotros —insistió el más alto—; ¿qué sucederá ahora entre nosotros?

—Nada.

La voz de BaekHyun sonó tan fría y concisa que hizo al peligrís retroceder y volver a mantenerse callado. No tenía sentido intentarlo, el peliblanco simplemente no lo quería ni lo haría en el futuro. Jamás se acoplarían y tendría que vivir observándolo desde lejos; aunque aquello no sonaba diferente a lo que llevaba haciendo por años antes de saber que se pertenecían, pero ahora que había estado cerca de él, que había memorizado su aroma y oído su voz, no podía simplemente volver a ser el acosador que siempre había sido; quería más, necesitaba más, aunque eso fuera solo tocar su mano.

—No va a suceder, ¿de acuerdo? —dijo H respondiendo a sus pensamientos.— TaeYeon no fue solo mi esposa, fue mi primer amor, la mujer de mis sueños y la perfecta loba de mis pesadillas. Lo era todo para mí y siempre lo será. Jamás podré darte lo que quieres... y no creo que merezcas vivir con eso, así que es mejor que te alejes, conozcas a alguien más y busques alguna manera de tener una vida lejos del pedazo de sombra en el que me he convertido.

Su voz se rompió al último momento y ChanYeol no podía decir que olía o sentía el sentir de H como se podía con cualquier lobo, pero algo en la mirada del peliblanco lo invitaba a permanecer a su lado, como alguien que clama querer morir, pero en silencio ruega ser salvado.

—Conozco a todos en el pueblo y no estoy interesado en nadie, hombre o mujer —le aclaró antes de recordar algo y atreverse a jugar con fuego—, excepto quizá el Capitán M —soltó inocentemente—. Él dijo que le parecía guapo, ¿crees que deba ir con él a Seoul y follarlo tan duro como espera?

La mandíbula de BaekHyung se apretó mientras su mirada iba a M y deseó desgarrarlo miembro a miembro cuando lo encontró sonriendo, obviamente atento a su conversación con el peligrís.

Bien podía gruñir como antes o simplemente dejarlo ir; al final del día, él mismo se estaba negando a mantener al peligrís.

—Su pareja era también alto y fuerte, así que estoy seguro de que la pasarán muy bien —respondió el peliblanco encogiéndose de hombros.

—Podríamos empezar esta misma noche ya que estoy seguro de que no tendrá dónde dormir y la reunión del consejo se ve larga —insistió ChanYeol, pero BaekHyun no parecía interesado.

—Espero que vivas solo y tu casa quede un poco apartada porque a M le encanta ser ruidoso —soltó con cierto tono meloso que hizo enojar al peligrís, preguntándose si es que acaso los capitanes habían estado juntos alguna vez.

BaekHyun le sonrió y le dio un par de palmadas en el hombro.

—Disfrútalo —le dijo alejándose de él hacia la salida, donde lo esperaba Tiffany, lista para ir a casa.

¡Hola!

¿Qué tal te está pareciendo la historia?

Gracias infinitas por leerla.