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¡Voluntad Dragón!

Si me pongo a hablar de lo que me ha sucedido últimamente, me enrollaría demasiado, así que vayamos directamente al grano. Acabo de ascender a Gran Caballero Mágico y he sido nombrado Barón por mi futuro suegro, el rey.

Apenas recién me he instalado junto con Élise y mis amigas, y ya nos han encomendado una nueva misión. Debemos viajar a Bélgica, hasta la capital real de Laeken, y una vez allí, debo usar Gate para los reyes de ambas naciones se encuentren. Las razones me las guardo, pero bueno, será un viaje largo y peligroso. Así que contaremos con la compañía de una comitiva.

Una formada por caballeros hombres-bestia, oriundos de nuestro lugar de destino.

Gar: Soy Gar, comandante de la guardia real de Bélgica. -se presentó el hombre bestia del centro-

Fran: Fran Catnip, aventurera de Rango Oro. Seremos vuestros acompañantes. -habló la chica gato negra-

Había escuchado hablar de Fran. Por lo enana que parece, nadie diría que es una aventurera prodigio que se ha labrado un nombre al ser la más joven de la historia en alcanzar el rango oro.

Lyon: Capitán de la primera unidad de la guardia real de Francia, Lyon Ferrer. Mucho gusto.

¿Ferrer? Ah, es cierto. Lyon es hijo del General Ferrer. Hace poco que lo conozco, pero me parece bastante capaz. No voy a desconfiar de los elegidos por los que confían en mí.

Acto seguido, tomé la palabra e iniciamos conversaciones.

Berceo: Estaré a cargo de esta unidad. Soy Berceo Dacoeur, Gran Caballero Mágico.

Berceo: Y los caballeros mágicos que me acompañan son...

Berceo: Yuno y Mimosa, del Amanecer Dorado.

Yuno: Hola.

Mimosa: Mucho gusto.

Berceo: Asta y Noelle, de los Toros Negros.

Asta: ¡Buenas!

Noelle: Bueno, será un placer.

Berceo: Hestia Aquaria, de las Rosas Azules. Y Hades Unsworth, de los Pavos Reales Coral.

Hestia: ¡Encantada!

Hades: Llevémonos bien, ¿sí?

Berceo: También nos acompañarán nuestras compañeras aventureras.

Élise: Gracias por la oportunidad.

Alba/Iris: Será un placer.

Yuri: Ojalá disfrutemos del viaje. -dijo antes de hacer una reverencia-

También se presentaron dos personas más.

Lona: Soldados de las dos naciones cooperarán para protegernos hasta llegar a la capital real de Laeken. Soy Lona Strand, la embajadora. Y ella es mi hermanita, Lana.

Lana: Me alegra poder viajar con ustedes.

Berceo: Muchas gracias por vuestra disposición. -agradecí a todos-

Berceo: Ahora... ¿tenemos clara la hoja de ruta?

Gar: Sí, señor. -sacó un mapa-

Gar: Seguiremos la ruta hacia el noreste. Primero iremos a la ciudad de San Quintín, al norte de Francia. Después atravesaremos el Parque Nacional de Avesnois y las montañas de Elida hasta entrar en Bélgica. Pasaremos por Mons y Waterloo. Y una vez en Bruselas, nos recibirán unos compañeros que nos escoltarán hasta Laeken.

Berceo: De modo que pasaremos por cinco puntos de control. Sabiendo que iremos a pie, nos llevará unos tres días en llegar. Siempre que no sucedan imprevistos, claro.

Lyon: Nos aseguraremos de protegerlos en caso de emergencia.

Lona: Contamos contigo, Lyon-dono.

Lyon: C-claro! -se puso un poco colorado-

Berceo: Hm... (Presiento que este viaje va a ser interesante.)

Iniciamos el viaje. Llevamos tres carruajes para pasar desapercibidos. Yo voy volando para vigilar que no suceda nada. Bueno, Yuno también puede volar, así que me releva cada 2 horas.

Mientras tanto, Alba e Iris llevan uno de los carruajes. Y Yuri juega con las demás a las cartas, al reversi, ajedrez... cosas para matar el tiempo. Byakko duerme a pierna suelta dentro del nuestro.

Estoy usando mis Ojos Divinos y mi celular para vigilar que no nos ataquen. Pero durante el primer día, no hubo nada que nos llamase la atención. Pero por la noche...

Por ahora, no han habido complicaciones. Hemos pasado por San Quintín, tenemos provisiones de sobra y no nos hemos encontrado con ningún peligro. Entramos en el Parque Nacional de Avesnois, y decidimos acampar allí.

Berceo: (!) -sentí unas presencias ajenas, al igual que unos caballeros hombres-bestia- ¿Sintieron lo mismo que yo?

Fran: Sí. Se acerca algo, son unos cuantos. -oyó con sus orejas de gato-

Todos nos pusimos de guardia.

Gar: Han de ser bandidos de la zona. Nunca se es demasiado precavido.

Berceo: Dadme un segundo. -activo mis ojos divinos-

Los Ojos Divinos del Clan de las Diosas me permiten verlo todo como si estuviera viendo desde el cielo. Si aguzo los sentidos, puedo incluso sentir las intenciones de las personas que veo.

Berceo: Veo un total de 28 enemigos. Me encargaré de ellos. -acumulo maná-

Si replico lo mismo que Touya Mochizuki, me van a volver a llamar copión... Seré más original.

Berceo: Multiple Target: Lock. -marqué a los 28 enemigos con una combinación de conjuros-

Berceo: Bien, ya los tengo a todos en la mira... -creo una bola de luz- Paralyze: Enchant. -encanto la bola con el conjuro-

Berceo: ¡Magia de Creación de Luz! ¡Luz que persigue el mal: Shining Spear!

Disparé varias lanzas luminosas de la bola de luz, que persiguieron a los bandidos hasta golpearlos y dejarlos paralizados.

Berceo: Están paralizados. No se podrán mover. Aprovechemos para capturarlos.

Capturamos a todos los bandidos.

Berceo: ¿Qué hacemos con ellos?

Lyon: Enviemos a alguien a buscar a los guardias.

Lona: Siento los problemas, Lyon-dono.

Lyon: ¡N-no son problemas, de verdad! Solo cumplimos con nuestro deber... Iré a comprobar el perímetro. -se volvió a poner colorado-

Cuando vi a Lyon conversar con Lona, supe lo que se cocía aquí. Y no fui el único.

Berceo: Ah, conque aquí hay salseo...

Alba: Y que lo digas.

Hestia: La juventud.

Hades: Divino tesoro.

Berceo: ¿También se percataron?

Élise: Difícil es no darse cuenta.

Yuri: ¿Creen que Lyon-dono conoce los sentimientos de Lona-dono?

Iris: Ojalá que sí.

Alba: Seguro. No es tan lento como cierta persona. -me miraron todas-

Berceo: Pues no sé de quién hablas. -me hice el gil-

Iris: Será algo lento, pero Berceo-san es muy amable y caballeroso con todos.

Élise: Eso es verdad.

Yuri: Creo que hay un problema con la forma en la que piensa-degozaru.

Berceo: Pues perdón por pensar así. -me hice el mandón y me alejé-

Hestia: Uy, creo que se ha ofendido.

Alba: ¿Pero al menos entiende lo que pasa?

Hades: Tampoco va a entenderlo si se lo enseñamos a la fuerza.

Élise: Sed pacientes. Berceo-san es inteligente. No tardará en darse cuenta.

Berceo: -terminé de alejarme- (Si esperan que me enamore de ellas así, lo llevan claro.)

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Al día siguiente, proseguimos con nuestro camino. Entramos en el territorio de las montañas de Elida, y teníamos que atravesarlas para poder llegar a Bélgica.

Pasando por un pueblo, le di un consejo a Lyon para que le hiciera un presente a Lona. Durante el camino, Iris se mareó, así que la compensé cargándola a caballito.

Iris: Lo siento, Berceo-san. -parecía avergonzada por tener que apoyarse en mí-

Berceo: No te preocupes. Es normal marearse en un camino con tantas curvas.

Lona: Estamos a mitad de camino. ¿Descansamos por hoy y partimos mañana? -preguntó-

Iris: No, no hace falta. Ya estoy mejor tras bajar un rato.

Bajé a Iris de mi espalda.

Alba: No pasará nada si te carga más tiempo, Iris. -insinuó-

Iris: ¡¿Q-qué dices, onee-chan?! ¡¿Qué significa?! -se puso colorada-

Berceo: ¿Te dió vergüenza que te cargara? -le pregunté-

Iris: N-no, no es eso. -respondió algo colorada aún-

Berceo: Pues avísame si te vuelves a marear. No me importa cargarte. Vuestra seguridad es prioridad para mí.

Alba: (Y dice eso después de hacerse el desentendido...) -suspiró tras pensarlo-

Yuri: -le pone la mano en el hombro a Alba- Es inútil forzarlo-degozaru.

Élise: Así es Berceo-san.

Berceo: -suspiré yo- (No pensé que lidiar con mujeres fuera tan enrevesado...) (!) -pensé antes de sentir como si algo nos observara-

Berceo: (¿Me lo habré imaginado?) -pensé-

Byakko: (No.) (Alguien nos observaba.) (Acaba de ocultar su presencia.) -me dijo por telepatía-

Berceo: (Estaremos más alerta.) -decidimos-

Lona: Berceo-dono, los preparativos ya han finalizado.

Berceo: De acuerdo. Prosigamos con la marcha.

Eché a volar de nuevo mientras la comitiva volvía a ponerse en camino. Pero estaba atardeciendo mientras recorríamos el sendero montañoso. Debatimos qué hacer.

Lona: Parece que no saldremos de Elida hasta el anochecer.

Berceo: Acampar en las montañas es peligroso. Corremos el riesgo de que nos ataquen los monstruos por la noche.

Yuno: Somos un grupo grande. No debería costarnos reducirlos.

Élise: Eso da un poco de miedo.

Berceo: Con Byakko cerca, los monstruos tampoco nos atacarán. Nuestras presencias son lo bastante intimidantes como para acobardarlos. -alenté-

Entonces, decidimos acampar. Pero una verdadera amenaza atacaría de noche...

Los animales se empezaron a alborotar misteriosamente.

Élise: ¡Berceo-san! -me llamó algo alarmada-

Berceo: ¡¿Qué pasa?!

Élise: No lo sé. Los animales se han alborotado de repente...

Berceo: (!!!) -sentí una presencia y un olor muy fuertes en las cercanías- ¡Viene algo! ¡Y sea lo que sea, es fuerte!

Fran: ¡Sí...! ¡Viene algo muy grande...! ¡Por el cielo!

Y cuando alzamos las miradas al cielo, fue cuando los vimos...

Berceo: Dragones...!

Gar: No puede ser. ¡¿Aquí?! -no podía creer lo que veían sus ojos-

Berceo: ¿No es frecuente ver dragones por aquí?

Lona: No. Los dragones viven en dos tipos de lugares en este planeta. Una es la Tierra Sagrada de los Dragones, que se encuentra muy lejos, en China. Pero en nuestra nación tenemos también terrenos sagrados donde ellos habitan. Nunca dejan esa zona ni se alborotan si no hay algún intruso.

Gar: ¡¿Alguién entró a su terreno?!

Lona: Es una posibilidad. En raras ocasiones también hay dragones jóvenes que salen para atacar otros asentamientos y causar estragos.

Berceo: Pues ahora mismo... -miro con mis ojos divinos- (!) ¡Casi un centenar de dragones se dirige a la aldea de Elida!

Gar: ¡¿Cómo?! ¡¿Casi cien?!

Lyon: ¿Qué hacemos...? Nuestra misión es proteger a la embajadora. No podemos permitir que suceda nada peligroso...

Gar: (...) Me sabe mal, pero... Para vencer a un dragón, necesitaríamos al menos a cien de nuestros mejores soldados. Pero ante cien, tal como somos ahora, no tendríamos ninguna posibilidad... Y herirlos sólo hará que se enfurezcan más.

Berceo: ¡Atended todos! -pedí la atención de todos-

Berceo: Quedaos aquí y proteged a Lona-san y al resto.

Berceo: Yo mismo mataré a los dragones.

- ¡¿Eeeh?! -nadie parecía estar de acuerdo con mi decisión-

Lyon: ¡¿Que los matará?! ¡¡Berceo-dono, es un suicidio!!

Alba: ¡¿Estás loco?! ¡No puedes enfrentarte a cien dragones tú solo!

Gar: No podemos permitir que vayas tú solo, Berceo-dono. Eres el capitán de esta unidad.

Berceo: (...) Es verdad... Nuestra misión sigue siendo mantener a salvo a Lona-san... Pero si ignoramos esto, podrían haber consecuencias nefastas... -tengo que pensar-

Berceo: (No estamos obligados a pelear.) (Pero...) (!) Ya sé. -tuve una idea-

Berceo: - tomé una piedra- ¡Modelling! -transformé la piedra y la moldeé para crear un espejo-

Berceo: ¡Enchant: Gate! -encanté el espejo con Gate-

Lyon: ¿Qué piensa hacer con ese espejo, Berceo-dono? -me preguntó-

Berceo: Lo he encantado para conectarlo con el Palacio Real de Versalles. Se me ha ocurrido que Lona-san y Lana se refugien en el palacio mientras lidiamos con el peligro. ¿Qué os parece? -le propuse la idea-

Lona: De acuerdo. Nos refugiaremos en el palacio real. Por favor, hagan todo lo que esté en sus manos para proteger a los aldeanos.

Gar: Entendido.

Fran: Nos haremos cargo.

Lona y Lana cruzan el espejo y entran en el Palacio de Versalles.

Berceo: Élise, por favor, ve y explica la situación a Su Majestad. -le pedí-

Élise: De acuerdo. Berceo-san, por favor, ten cuidado... -me tomó la mano-

Berceo: No te preocupes, querida. Sé lo que tengo que hacer. -le aseguré-

Ahora que nuestro objetivo está a salvo...

Berceo: ¡De acuerdo! ¡Todo el mundo directo a la aldea de Elida! ¡Debemos apresurarnos antes de que se produzcan daños irreversibles!

- ¡Sí! -respondieron mis amigas y soldados-

Fuimos todos a la aldea. Estaba en llamas.

Berceo: ¡Gar, Lyon! ¡Ocupaos de la evacuación de los soldados! ¡Mimosa, Noelle, Hestia, Hades, ocupaos de atender a los heridos! ¡Asta, Yuno, chicas, atraed a los dragones lejos de la aldea mientras yo devoro las llamas!

- ¡Vale! -todo el mundo siguió mis órdenes-

Berceo: ¡Byakko, protege a las chicas!

Byakko: ¡Entendido! -adoptó su forma original y acató la orden-

Creé a varios clones de luz para que uno cabalgara a Byakko y atrajera la atención de los dragones junto a todos los demás.

Berceo: ¡Magia de Luz! ¡Lanzas sagradas brillantes: Shining Javelin! -mi clon atacó a los dragones y atrajeron su atención. Mientras perseguían a mi clon, yo...

Berceo: Itadakimasu... -empecé a devorar las llamas que destruían la aldea-

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Mientras nosotros nos ocupábamos de sofocar los daños, en el Palacio real de Versalles, Élise contó a su padre lo sucedido.

Rey Theodore: Comprendo...

Chris: ¿Deberíamos enviar refuerzos a través del espejo?

Rey Theodore: Sin duda. Cien dragones son demasiado, incluso para Berceo-dono.

Élise: Yo no estaría tan segura de eso, padre.

Élise captó la atención de todos por su calma.

Eliana: Luces muy tranquila, Élise-neesama.

Élise: Porque es Berceo-san quien estará peleando contra los dragones. No tenemos razones para temer. Tengo el presentimiento de que tiene algo en mente.

Lana: Si tan sólo tuviéramos un mago antidragones... -dio desiderativa la pequeña de las Strand-

Lona: Es imposible, Lana. Los magos capaces de usar magia anti-dragones nunca se han visto en Europa.

Glen: ¿Magos anti-dragones? -era la primera vez que lo escuchaba-

Alan: ¿Alguna vez han escuchado de un mago capaz de matar dragones?

Alexei: No, nunca.

Eliana: Pues yo sí.

Todos prestaron atención a la princesa bibliófila.

Chris: ¿Lo has leído en alguna parte, Eli? -preguntó a su prometida-

Eliana: Sí. Son magos que usan una magia antigua, que se considera perdida. Según leí, adecúan su cuerpo para servirse de las dotes de los propios dragones.

François: -entra en la sala- Así es. Y los magos que emplean magia anti-dragones, son conocidos como "Dragon Slayers". -dijo con una tranquilidad asombrosa-

General Ferrer: François-sama.

Lona: Así es. Los Dragon Slayers pueden hacer frente a los dragones.

François: Entonces, si Berceo se encuentra allí, no tenemos nada que temer.

Chris: ¿Por qué lo decís, François-sama?

Lona: No me diga que Berceo-dono conoce...

François: ¿Conocer...? Jo, jo, jo, jo... Lo digo porque Berceo...

François: ... ES un Dragon Slayer.

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Todos han alejado a los dragones de la aldea. Son demasiados como para que los puedan contener entre pocas personas...

Pero ahora que he devorado las llamas de la aldea... ¡Los dragones están atacando a mis amigas!

Byakko: ¡Maldito mocoso que no habla el lenguaje humano! -entendía lo que decían los dragones, que nos querían comer por diversión-

Iris: ¡Ah...! -una bocanada de llamas iba directa hacia ella-

Alba: ¡¡Iris!!

La salvé in extremis.

Berceo: (...) No te fuerces demasiado. -le dije calmadamente-

Lyon: ¡El fuego ya se ha extinguido!

Gar: Berceo-dono... ¿se ha comido las llamas? No puede ser... Acaso es...

Berceo: Este fuego... estas llamas... -emito una aura llameante por el maná-

Berceo: Me traen recuerdos de mi abuelo...

Mis brazos se tornan garras... y las mangas de mi atuendo se rompen...

Berceo: ¡¡¡Ruaaaaaaaaaaaaaaaaaaaarrgh!!! -mi poder no para de aumentar-

Berceo: ¡¡Siento mis fuerzas renovadas!!

Berceo: ¡¡¡Ahora verán mi auténtico poder!!! -estoy listo!!!-

Mi poder mágico se dispara, hasta el punto de sentirse por toda la cordillera.

Iris: ¡¡Aaaaaaah!! -casi sale volando por la onda expansiva provocada por mi magia, pero Byakko se sirve de amortiguador-

Alba: ¡¿Berceo?! -casi no me reconoce-

Yuri: ¡¿Qué es esa forma?! -es la primera vez que me ven así-

Byakko: ¡¡N-no puedo creerlo...!! ¡Sabía que mi amo era un ser excepcional, pero esto jamás lo hubiera imaginado...! -también estaba impactado-

Iris: ¡¿Qué es, Byakko-san?!

Byakko: ¡Un Dragon Slayer! ¡Es un mago cuya magia le permite exterminar dragones!

Yuri: ¡¿Exterminar dragones?! ¡Eso es justo lo que necesitamos ahora mismo-degozaru!

Berceo: (...) -acumulo maná y lanzo un ataque-

Berceo: ¡¡Arded!! -disparé un rayo de energía solar que atravesó el cuerpo de un dragón y salió disparado hacia el cielo, dispersándose en cuatro rayos que envolvieron a varios dragones en una esfera de fuego-

Berceo: ¡¡Llamarada Solar del Dragón del Sol!!

Mi hechizo mata a todos los dragones que estaban dentro de la esfera, que caen destruidos por la explosión generada.

Nadie tenía palabras para describir lo que estaban viendo. Pero ahora mismo... sólo sé una cosa. ¡¡Que debo protegerlas!! ¡Y para lograrlo, mataré a estos dragones!

Me teleporté al punto más alto de la montaña y lancé varios rayos de sol contra los dragones para llamar su atención.

Berceo: ¡Eh, lagartos con alas! Vuestro oponente soy yo.

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Glaolosaiyan: Berceo, a cuántos dragones quieres enfrentarte?

Berceo: SÍ.

Glaolosaiyan: (En ese momento, al igual que yo, los dragones sintieron el verdadero terror.)

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Mi maná sigue en alza... Voy a acabar con esto cuanto antes.

¡Es hora de volar! ¡Vamos a pelear en su territorio, los cielos!

Berceo: -cambio las llamas de mi maná por viento- El cielo es mi amigo. Sentid la cólera del firmamento. -acumulé aún más maná, sirviéndome del de la naturaleza-

Berceo: ¡¡Metsuryuu Ogi!!

Berceo: ¡¡Zona de Maná: Devastación de Luz: Taladro del Cielo!!

De una rascada, varios tornados emergieron del cielo y despedazaron a los dragones que se vieron envueltos en los mismos. Pero algunos aún seguían generando estragos en tierra.

Así que me dejé caer mientras seguía acumulando maná. ¡Es hora de besar el suelo!

Berceo: ¡¡Uoooooooooooooooh!! ¡¡Desplome Terrestre del Dragón de Tierra!!

Sacudí el suelo con toda la fuerza de mi cuerpo y la tierra se destruyó al paso de los dragones, que caían a unos grandes agujeros creados por mi desprendimiento.

Byakko: ¡Ya no me cabe la menor duda! ¡Es magia cazadragones!

Gar: ¡¡No puedo creerlo!! ¡Los Dragon Slayers realmente existen!

Lyon: ¿Tan extraordinarios son?

Fran: Sí. Por que ya no existen apenas dragones que puedan transmitir sus enseñanzas a los humanos. Por eso, la magia antigua de cazadragones se considera una magia perdida.

Fran: ¡Pero jamás había oído que un Dragon Slayer pudiera usar hasta tres tipos de magia cazadragones diferentes! ¡Y Berceo-san ha utilizado Fuego, Viento y Tierra!

Aterricé sobre el suelo deteriorado, con mi peor cara de pocos amigos.

Byakko: E-esta es la Dragon Force... La forma definitiva de un Dragon Slayer.

Berceo: Ruuaaaaaarrrgggh... -solté un pequeño gruñido-

Varios dragones huyeron nada más verme la cara, y mi aliento, y mis colmillos.

Berceo: ¡¡Atreveos a atacar a más gente inocente, y no viviréis para contarlo!! -les gritaba a los lagartos con alas huidizos mientras les disparaba llamas-

Berceo: ¡¡Rugido del Dragón del Sol!! -disparé un rugido que actuó como un rayo láser-

Mi rugido mató a tres dragones más.

Berceo: Ah... ah... ah... ah... Ruuaaaaaaarrrrgh... -jadeaba entre gruñidos-

Iris: B-Berceo...-san...? -se asustó al verme-

Berceo: Ja...? -les hecho mi mirada más aterradora-

Alba: Oye... Ahora tú das cien veces más miedo que todos esos dragones... -intentaba mantener la distancia segura-

Yuri: Berceo-dono... ¿nos reconoces-degozaru? -preguntó algo desconfiada-

Berceo: (...) -mi mirada las asustaba-

Berceo: Pues claro que os reconozco. ¿Creéis que soy idiota? -respondí algo cómicamente-

Mis amigas suspiraron de alivio.

Gar: ¡Informe de situación! ¡La evacuación ya está completa!

Lyon: ¡Los heridos también están siendo tratados!

Berceo: (...) -me concentro para concretar con mis Ojos Divinos cuántos enemigos quedan- Bien. Ya han muerto exactamente 80 dragones, y han huido 19.

Berceo: ¡Queda uno! -lo señalé venía directo hacia nosotros-

Berceo: ¡Sello de Cazadragones: Enchant! -encanté con mi magia de Dragon Slayer a todos mis aliados-

Berceo: Escuchad. Este es el plan. Voy a derribarlo.

Berceo: ¡Iris, cuando lo haga, córtale las alas!

Iris: Entendido.

Berceo: Alba, congélale las patas y la garganta. ¡Así no podrá escupir fuego!

Alba: ¡Bien pensado!

Berceo: Yuri, una vez congelado, córtale las patas con tu katana.

Yuri: ¡De acuerdo!

Berceo: Vamos allá. ¡Sun Ray! -disparé una rágafa de rayos de luz solar que derribaron al dragón-

Alba: ¡Magia de Hielo! ¡Colmillos fríos congelantes: Icicle Ground! -varios carámbanos emergieron del suelo para congelar al dragón-

Iris: ¡Magia de Agua! ¡Hoja fría y clara: Aqua Slicer! -disparó varios cortadores de agua que cortaron las alas al dragón-

Yuri: ¡Respiración del Trueno! ¡Sexta Forma: Lluvia Eléctrica! -de unos pocos cortes, propinó varias cuchilladas eléctricas que cortaron las patas al dragón-

Pero el dragón disparó una gran bocanada de fuego contra mis amigas. Y me interpuse entre ellas y la misma para protegerlas.

Iris/Alba/Yuri: ¡¡Berceo/san/dono!! -se alarmaron-

Pero devoré las llamas y aumentaron mi poder.

Berceo: ¡¡No te atrevas a hacer daño a mis amigas, miserable!! -aumenté mi maná por la furia-

Berceo: ¡¡Ve pronunciando tus últimas palabras!! -concentré el maná-

Berceo: ¡Mana Zone! -me aproveché del maná de la naturaleza para lanzarle un último ataque definitivo al dragón-

Berceo: ¡¡Nikkochō!! (Mariposas de la Luz del Sol)

Creé mariposas del color del sol y las agrupé formando un torbellino alrededor del dragón, causándole un daño grave que acabó con él.

Berceo: (...) Se acabó.

Yuri: ¡Lo conseguimos, Berceo-dono!

Iris: (...) Impresionante.

Alba: ¿En serio? ¿Qué se supone que eres? ¡Acabas de exterminar a ochenta dragones tú solo! -ya no sabía si estar impresionada o desconcertada-

Byakko: Gran trabajo, maestro. Una vez más, me quedé sin palabras ante tu poder.

Berceo: (!!) No bajen la guardia. -me dispuse a protegerlas al sentir otra presencia draconiana-

Otro dragón más apareció.

Acumulé maná y creé otra llama en mi mano.

Iris: ¡¿Otro más?! -se alarmaron-

Berceo: Otro más que viene a morir. -me dispuse a lanzarle la llama-

Byakko: ¡Amo, esper...! -intentó detenerme-

Dragón: Baja el brazo, hijo del dragón. No tengo intención de pelear.

Berceo: Dame una razón por la que deba creerte. -aún desconfiaba-

Byakko: ¡Monarca Celeste! Deberías educar mejor a los de tu especie. -habló-

Berceo: ¿Monarca Celeste? -otra bestia celestial-

Monarca Celeste: Esta presencia... No puede ser, ¿Monarca Blanco?

Byakko: Así es. Fue mi maestro, aquí presente, quien asesinó a ochenta de los cien dragones que vinieron a atacar esta aldea. Tus mocosos tuvieron el descaro de insultar a los de su especie inclusive.

Monarca Celeste: ¿Cómo? ¿Un humano es tu amo? -estaba sin palabras-

Monarca Celeste: Mis disculpas por mi falta de respeto. Suplico tu piedad.

Berceo: Hmph. -apagué mi llama- Mientras lo hayan comprendido, está bien. Pero si realmente eres quien gobierna sobre los dragones en esta época, deberías instruirlos un poco más. Sólo te aconsejo eso. -le dije claramente, sin pelos en la lengua y todo serio-

Monarca Celeste: Claro, por supuesto. Por cierto... -percibió algo en mí-

Monarca Celeste: Muchacho... Esas escamas y ojos dorados... Y este olor... Ah... -se percató completamente- No puede ser... Es imposible... No puedes ser el venerable Huanglong...

Berceo: (!!) -llamó mi atención- ¿Conoces a mi abuelo?

Monarca Celeste: ¡¿Tu abuelo?! -se sorprendió mucho-

Berceo: Huanglong... fue el Dragón Sabio del Cielo y la Tierra, ¿cierto? Él fue quien me enseñó esta magia de Dragon Slayer con la que he matado a los dragones invasores. También me crió desde que era un bebé.

Monarca Celeste: Comprendo...

Monarca Celeste: Muchacho... En señal de disculpa, ¿me permitirías poner mi poder a tu disposición, realizando un pacto conmigo?

Berceo: ¿Un pacto?

Byakko: Amo, lo recomiendo ampliamente. Si pactas con el Monarca Celeste, los dragones también seguirán tus mandatos.

Berceo: Comprendo... ¿qué necesitas para pactar? -pregunté al dragón-

Monarca Celeste: Basta con que me pongas un nombre. Bastante has demostrado aleccionando a mis camaradas. No deseo ver más sangre derramada.

Berceo: De acuerdo, pues te pondré un nombre...

Berceo: Seiryu. Así se te conoce en Japón.

Seiryu: -adopta una forma pequeña- De acuerdo, desde ahora seré Seiryu. Espero llegar a serte de ayuda, amo.

Berceo: Espero que hagamos de los dragones una raza más pacífica, Seiryu.

Seiryu: Nada me regocijaría más, amo.

Me tranquilicé, tomé una respiración, y deshice mi Dragon Force, volviendo a mi estado original.

Berceo: Fiuuuuuuu...

- Ah... -mis amigas cayeron de rodillas al bajarse la tensión-

Berceo: ¿Qué os pasa a todas?

Alba: ¿Que qué pasa?

Iris: ¿Estabas bien mientras pasaba todo esto?

Berceo: ¿Lo de conversar con un dragón? Eso no es nuevo para mí. Hay montones de dragones en la tierra donde nací y crecí.

Yuri: Es tan injusto-degozaru...

Hestia: Pero, ¿estás bien, Berceo-kun?

Berceo: ¿Por qué no iba a estarlo?

Hades: Te veías tan serio y enfadado que parecías otra persona completamente diferente...

Berceo: (...) -evité la pregunta y respondí con otra- Más importante, ¿estáis bien? ¿Os han herido?

- ¿Eh? -les sorprendió la pregunta?

Alba: No. Yo no tengo ninguna herida.

Iris: Sólo estoy algo exhausta... Pero no me han herido afortunadamente.

Yuri: Yo tampoco tengo ninguna herida-degozaru.

Hestia: Nosotras también estamos ilesas.

Hades: ¿Ves? Ni una sola herida. -se dió la vuelta para mirarse-

Berceo: -suspiré aliviado- Menos mal...

Berceo: No me hubiera perdonado que hubieran resultado heridas por mi culpa...

Así terminó una batalla explosiva en las montañas de Elida.

Pasé la noche tratando a todos los heridos restantes, reconstruyendo todo lo destruido, y recogiendo los cadáveres de los dragones que maté... Acabé exhausto después de usar tanto poder mágico de manera tan seguida.

Berceo: Fiuuuu... Estoy agotado...

Lyon: Buen trabajo, Berceo-dono.

Berceo: Lo mismo digo, Lyon-san.

Lyon: Te estoy profundamente agradecido por tus acciones heroicas.... Derrotar a más de cincuenta dragones en solitario... Me dejaste completamente sin habla.

Gar: Berceo-dono, ¿qué piensas hacer con los dragones muertos?

Berceo: ¿Eh?

Gar: Bueno. Tienes muchas opciones. Si vendes toda la materia prima, conseguirás una gran suma de dinero. Pueden ser usados para fabricar armamento y armaduras. Se puede hacer mucho mercado con setenta y ocho dragones.

Gar: Vuestras amigas dijeron que tú decides qué hacer.

Berceo: Hm... Creo que lo repartiré entre los aldeanos y nosotros. Les dejaré ocho dragones para que puedan abastecerse por mucho tiempo. Y las otras dos mitades se las dejaré a ambos países, como botín de guerra por la misión.

Gar: En nombre de los semihumanos de Bélgica, te doy las gracias, Berceo-dono.

Me eché a dormir en el suelo del cansancio. Cuando me desperté, tenía la cabeza recostada en el regazo de Élise. Y las demás me miraban con insinuación.

Berceo: ¿Ah...?

Élise: Buenos días, querido.

Berceo: Uaah! -me levanté del suelo-

Alba: Por fin despertaste.

Iris: Se te veía durmiendo muy a gusto...

Yuri: Parecía bastante satisfecho-degozaru.

Hestia: Je, je, je. Dormiste bien, Berceo-kun?

Hades: Vaya carita más mona tenías...

Berceo: Uhm... ¿Me he perdido algo?

- No, nada. -dijeron las cinco un poco molestas-

Élise: Vamos, vamos, hay que dejarlo estar. El piedra, papel o tijeras es sagrado. Sin rencores, ¿de acuerdo?

Alba: Ya lo sé. Jo...

Iris: Sí...

Yuri: Lo lamento...

Hestia: Ni modo...

Hades: A la otra será.

Berceo: (No sé porqué, pero siento que esto es por mí.) -pensé-

Lona: Berceo-dono. Prepárate, por favor. Vamos a partir.

Berceo: Muy bien.

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Proseguimos con la expedición, y finalmente, llegamos a Bruselas. Podíamos ver a tantos humanos como semihumanos conviviendo de manera común. Fue una escena que me alegró.

Fue entonces cuando llegamos al Palacio Real de Laeken, para reunirnos con el Rey Philippe. Y no estaba solo. Le acompañaban otras dos personas muy peculiares.

Lona: Majestad, yo, Lona Strand, he regresado de Francia.

Rey Philippe: Sí, buen trabajo.

Rey Philippe: Gar. Fran. Y caballeros franceses, me complace que protegieran a Lona y la escoltaran hasta aquí a salvo, como se esperaba.

- ¡Gracias, señor! -agradecieron los caballeros-

Rey Philippe: Ahora... Ustedes son el grupo de aventureros que envió el rey de Francia, ¿cierto? Escuché que uno de vosotros derrotó a ochenta de los cien dragones que atacaron la aldea de Elida, ¿es eso cierto?

Élise: Sí, es correcto. El hombre que me acompaña, Berceo Dacoeur, fue quien mató a ochenta de los veinte dragones que atacaron la aldea, obligando a los veinte restantes a huir. Y todas estas personas colaboraron para mitigar los daños ocasionados. -testificó-

Rey Philippe: ¿Y tú eres? -preguntó-

Élise: Mis disculpas por la demora. Soy la segunda hija del Rey Theodore Sausslind France, de Francia, Élise Sausslind France.

Rey Philippe: ¡Albricias! ¿Qué es lo que trae a la princesa de Francia a mi reino?

Élise: Nuestra alianza con Bélgica es importante para nosotros. Traigo conmigo una misiva por parte de mi padre. Le pido humildemente que la lea cuando tenga algo de tiempo. -le da la carta-

Rey Philippe: Comprendo. La leeré y consideraré bien antes de dar una respuesta lo más pronto posible. Hasta entonces, sentíos libres de sentirse como en casa en mi palacio.

Rey Philippe: Ahora que han concluido las formalidades...

Rey Philippe: Berceo, tú debes de considerarte un guerrero muy poderoso habiendo podido derrotar a ochenta dragones sin ayuda de nadie, ¿no? -me preguntó-

Berceo: Bueno, tanto como muy poderoso...

???: No se podía esperar menos de un Dragon Slayer. Aquellos que dominan el poder de los dragones siempre resultan ser unos contendientes formidables. -dijo alguien que venía entrando en la sala-

Un hada y una gigante entraron en la sala.

Lona: Fylgia-sama. Damaryss-sama. -los saludó-

Berceo: ¿Eh? -tuve una extraña sensación-

Rey Philippe: Habéis llegado justo a tiempo para recibir a nuestros visitantes.

Fylgia: Disculpen nuestra descortesía. Permítanme presentarnos. Me llamo Fylgia, soy el actual patriarca del Clan de las Hadas, es decir, el Rey Hada. Y ella es mi esposa Damaryss, la actual matriarca del Clan de los Gigantes, lo que la convierte en la Reina de su raza.

Damaryss: ¡Hola! Bienvenidos. -saludó amigablemente-

Qué extraño... Es la primera vez que me encuentro con Fylgia y Damaryss, pero no lo siento como tal... ¿por qué siento que no es la primera vez que nos vemos...?

???: ¿Él es el Dragon Slayer que mató al centenar de dragones invasores? Denoto un maná muy intenso en él... -dijo un hada más joven al entrar-

Fylgia: Este muchacho es Oberus, nuestro segundo hijo. Quien me sucederá como próximo Rey de las Hadas.

Oberus: Bienvenidos a Laeken. Ojalá disfruten de su estancia. -saludó-

- Mucho gusto. -saludamos los extranjeros-

Rey Philippe: Como iba diciendo... Berceo, me gustaría presenciar de primera mano el poder que te permitió cosechar tan magna hazaña.

Rey Philippe: ¿Entrenarías con nuestros soldados? -me pidió-

Berceo: ¿Eh? -me sorprendió un poco su petición-

Fran: Majestad. Me ofrezco a pelear contra Berceo-san. -se ofreció-

Berceo: Fran. -me sorprendió también su reto-

Fran: Berceo-san, por favor, permítame comprobar hasta dónde llega mi capacidad actual.

Damaryss: Un momentito, ¡yo también quiero pelear contra Berceo! -dijo-

Berceo: (...) Quien quiera enfrentarme, que se sienta libre de hacerlo. Acepto también duelos en solitario contra grupos. -dije algo callado-

Élise: ¿Berceo-san? -le sorprendió mi iniciativa-

Berceo: No me importa mostrarles mi fuerza. Pero que sepan... que pueden quemarse si juegan con fuego.

Rey Philippe: ¡Ja, ja, ja, ja! ¡Me gustan esas agallas! ¡Venga, hagámoslo!

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Todos fuimos a un espacio abierto para que pudiera usar todo mi poder sin reservas. Al final, sólo Fran y Damaryss se enfrentaron a mí. Todos observaban con intriga.

Fylgia: El duelo seguirá hasta que alguien sufra una herida grave o un bando admita la derrota. Está permitido el uso de magia de cualquier tipo.

Fran: Yo iré primera. -desenvainó su espada-

Damaryss: ¡Vale! -decidió esperar-

Berceo: Curaré cualquier herida que podamos sufrir. Así que... demos lo mejor. -me quito el abrigo-

Fylgia: Listos. ¡Pelead!

https://youtu.be/USadBP6uAhQ

Berceo: ¡Slip! -usé el conjuro neutro para hacerla resbalar-

Fran: ¡Hm! -salta antes y evita ser afectada por el conjuro-

Berceo: Vaya, es la primera vez que evitan mi Slip. -me sorprendí un poco-

Fran: ¡Hah! -atacó con su espada-

Berceo: -saqué mi Shukuma de Storage y bloqueé su tajo- ¡Hm!

Fran me atacaba con su espada y yo bloqueaba sus ataques con mi estoque de Shukuma. Ella no lo sabía, pero sentía como su maná iba disminuyendo por cada ataque.

Fran: Ese estoque... Absorbe el maná de todo lo que toca. Por eso siendo mi poder mágico reducirse con cada ataque... -se percató-

Berceo: Así es, te percataste rápido.

Berceo: Shukuma es una espada especial que absorbe pasivamente el maná de las proximidades, incluida la de aquel que la porta. Por esta razón, sólo pueden blandirla dos tipos de personas. Las personas que no tienen poder mágico... o que tienen un poder mágico inmenso, como es mi caso.

Fran: Ya veo... Pues cambiaré de estrategia... ¡Accel! -se movió tan rápido que la perdí de vista-

Cuando quise darme cuenta, Fran estaba detrás de mí. Y tuve que esquivar su ataque en el último segundo.

Fran: ¡A ver que tan rápido eres! ¡Accel! -volvió a usar ese conjuro-

Fran se movía tan rápido que no la podía seguir con mis ojos. Esquivé sus ataques hasta que ella paró para respirar un poco.

Fran: Ah... ah... -jadeaba un poco-

Berceo: (¡Qué rapidez!) (¡No puedo seguir sus movimientos con mis ojos!) -pensé algo nervioso-

Fran: Impresionante... Nunca me habían esquivado tantas veces en una batalla. -decía mientras dejaba de jadear-

Berceo: ¿Eso que estás empleando es un conjuro neutro? -pregunté-

Fran: Sí. Se llama Accel. Permite aumentar la agilidad. Pero al usarla, alrededor de mi cuerpo se crea una barrera mágica que drena el maná, por lo que no puedo usarlo de manera indefinida.

Berceo: Ya veo. Es un conjuro bastante bueno.

Fran: Coincido.

Berceo: Permíteme agradecerte por contármelo. ¡Accel! -usé el conjuro y me puse por detrás de Fran para atacarla con mi Shukuma, que ella bloqueó pese a la sorpresa-

Fran: ¡Ah...! ¿Cómo has...? No importa... -repelía mi espada con la suya-

Berceo: ¿Te parece que subamos una marcha a nuestro combate? -decía en plena escaramuza-

Fran: Adelante. -aceptó-

Berceo/Fran: ¡Accel! -elevamos nuestra velocidad y nos enzarzamos en una serie de escaramuzas con nuestras espadas-

Nadie podía ver nuestra pelea por la velocidad.

Alba: ¿Qué ocurre?

Yuri: No puedo ver nada...

Continuaba mi cruce de espadas con Fran.

Fran: ¡Tal vez seas más fuerte, pero yo soy más rápida! -decía en otro cruce de espadas-

Iba bloqueando sus ataques mientras hablábamos.

Berceo: La velocidad del cuerpo no lo es todo... ¡tu cabeza tiene que ser igual de rápida! ¡Accel, Boost! -combiné ambos conjuros neutros para superarla-

Fran: ¡Te tengo! -iba a chocar su espada con la mía-

Berceo: -choqué su espada con la mía y... ¡Puño de Hierro del Dragón de Tierra!

Fran: ¡¡Argh!! -al mismo tiempo que nuestras espadas chocaron, le propiné un puñetazo en el estómago con mi otra mano-

Mi puñetazo imbuido con el poder de la tierra impactó en Fran, mandándola a chocar contra los muros del lugar.

Fran: Agh... Me rindo...

Fylgia: ¡Fin del primer combate! ¡Ganador: Berceo!

Todos nos ovacionaron por nuestro duelo. Yo también reconocí el esfuerzo de Fran, y la curé.

Fran: Gracias por el duelo.

Berceo: Yo también he disfrutado.

Berceo: Ahora...

Damaryss: ¡Mi turno!

Damaryss: Peleemos a puño descubierto, ¿te parece bien?

Berceo: -guardé mi espada en Storage- Por mi vale.

Fylgia: ¿Listos? ¡Pelead! -inició-

Damaryss: ¡Muéstrame tus poderes de dragón! ¡Jaaaaaa! -se dispuso a golpearme con su guantelete izquierdo-

Berceo: ¡Hah! -intercepté su puño con el mío-

Se generó una onda expansiva de poder por nuestro choque.

- ¡Uaaaaah! -todos los espectadores se tuvieron que agarrar para no salir volando-

Hestia: ¡Cuánto poder!

Hades: ¡Y sólo han chocado puños...!

Fylgia: Esa es Damaryss, la reina de los Gigantes.

Fylgia: Y mi esposa todavía está lejos de mostrar todo su poder.

Oberus: Padre, ¿cree que Berceo-dono será...?

Fylgia: Sí, Oberus. Yo también lo creo.

Yuri: ¿Creer el qué-degozaru? -se preguntaba-

Damaryss: Je, je, je... Eres muy fuerte. Si no peleo con todas mis fuerzas, no tendré oportunidad contra ti. Así que... -aumentó su maná-

El maná de Damaryss... su olor me resultaba vagamente familiar. Y cuando vi brotar escamas de piedra de sus brazos y la esclerótica de sus ojos...

Damaryss: ¡¡Gankutsuryuu no Jinarashi!! (¡¡Terratemblor del Dragón de la Caverna!!) -sacudió el suelo con unas ondas que me impedían moverme-

Todo el mundo, yo incluido, nos sorprendimos sobremanera.

Berceo: Pero si esto es... ¡Magia de cazadragones de Tierra! -reconocía esta magia- Damaryss, ¡¿tú también eres una Dragon Slayer?!

Damaryss: ¡Sorpresa! ¡Así es! ¡Soy Damaryss, la Dragon Slayer Caverna! -reconoció-

Berceo: (Así que hay más Dragon Slayers aparte de nosotros cuatro...) -no me esperaba encontrar una en Europa-

Berceo: Entonces, imagino que puedes comer de esto... -acumulo maná-

Berceo: ¡Rugido del Dragón de Tierra! -rugí un estallido de arena-

Pero justo como imaginé, Damaryss devoró mi hechizo.

Iris: ¡Se ha comido el hechizo de Berceo-san! -se sorprendió, al igual que las demás-

Damaryss: ¡Ñam! ¡Estaba deliciosa! No esperaba que pudieras usar la misma magia que yo.

Berceo: Si eres una Dragon Slayer, tuvo que enseñarte un dragón, ¿no es así? -le pregunté-

Damaryss: Sí. ¡Me enseñó Komodo, el Dragón de las Cavernas! Aunque fue hace 400 años, no sabría decir si sigue vivo o no. -confesó-

Fylgia: Los dragones de aquella época sucumbieron ante Acnologia desde hace 400 años. Desde entonces, la población de dragones ha disminuido considerablemente. -explicó-

Byakko: Es verdad. Por eso habitan en territorios sagrados. Para evitar acabar en peligro de extinción.

Seiryu: Pero hay algunos jóvenes que hacen caso omiso...

Berceo: Komodo... Sí, conozco ese nombre. Interesante.

Damaryss: ¿A ti también te enseñó un dragón? ¿Cómo se llamaba?

Berceo: (...) Huanglong. Ese era su nombre. El nombre de mi abuelo.

Damaryss: ¡¿Huanglong?! ¡¿Dices que es tu abuelo?! -parece conocerlo-

Yuri: Hemos oído ese nombre por boca de Berceo-dono. ¿Tan famoso es ese dragón llamado Huanglong-degozaru? -preguntó-

Fylgia: Sí. Podría decirse que Huanglong es uno de los cuatro dragones más importantes de la era de los dragones.

Élise: ¿Los cuatro?

Oberus: La era de los dragones databa de hace 400 años, cuando se desató una guerra entre dos bandos.

Oberus: Un bando deseaba la convivencia con los humanos, el otro la despreciaba.

Oberus: Los humanos que batallaban junto con los dragones aprendieron la magia Dragon Slayer para derrotar a los invasores. Pero ese poder tenía un grave efecto secundario.

Hestia: ¿Efecto secundario?

Oberus: La dragonificación. Si el usuario utiliza excesivamente la magia de Dragon Slayer, gradualmente acaba transformándose en un dragón.

- ¡¿Cómo?! -todos se alarmaron-

Fylgia: Lamentablemente, cuando aquella guerra terminó, los humanos, empoderados por sus nuevos poderes, comenzaron a matar a todos los dragones. De hecho, Acnologia fue uno de esos humanos que sufrieron la dragonificación.

Fylgia: Para proteger a la raza Dragón, Belserion, el patriarca de todos los dragones en aquella época, confió el futuro de los suyos a sus cuatro hijos.

Fylgia: Eran cuatro dragones cuya inteligencia, poder y talento no tenían parangón. Colaboraron para rescatar a todos los dragones jóvenes y resguardarlos en un lugar seguro, lejos de la carnicería. Por esta hazaña, fueron reconocidos como los "Cuatro Dragones Sabios".

Élise: Los Cuatro Dragones Sabios...

Alba: ¿Quiénes eran?

Oberus: Cuatro dragones maestros de magia...

Oberus: Vyserion, la única dragona mujer, la "Dragón Sabio del Agua y el Hielo". Decían que su mirada bastaba para congelarle la sangre hasta a la bestia más feroz.

Oberus: Druk, el "Dragón Sabio del Trueno", cuyos rayos eran capaces de reducir a cenizas países enteros. Nunca hubo ningún dragón capaz de detener su frenesí de violencia desmedida.

Oberus: Shenlong, el "Dragón Sabio del Viento", siempre espoleaba hasta al humano y dragón más débiles a seguir avanzando. Él guió a los dragones hasta el lugar seguro.

Oberus: Y Huanglong, el "Dragón Sabio del Cielo y la Tierra", quien se encargó de guiar a sus camaradas con sus conocimientos, y avasallaba a sus enemigos con su inmenso poder.

Oberus: Éste último era el mayor y el más sabio de los Cuatro Dragones Sabios. Dicen de él que era el dragón más inteligente de su época.

- Oooooooh... -los espectadores parecían muy intrigados-

Alba: ¿Y qué fue de aquellos dragones?

Berceo: (...) Nuestros abuelos murieron hace tres años, salvando mi vida y la de mis hermanos...

Todo el lugar se silenció por el triste desenlace. Pero empecé a acumular maná.

Berceo: Si hoy estoy aquí... es gracias a mi abuelo, que tanto cariño y conocimiento me brindó.

Activé la Dragon Force.

Rey Philippe: ¡Oooh! -se sorprendió por mi estado-

Berceo: ¡Y para honrar su memoria...! ¡Uoooooooooooh! -aumenté mi poder-

Mi maná se hizo sentir por todo el lugar.

Berceo: ¡Debo seguir luchando! ¡Seguiré volviéndome más fuerte! ¡Aprenderé cada día, cada vez más! ¡Y viviré para proteger lo que es preciado para mí con mi vida, al igual que mi abuelo me protegió con la suya!

Berceo: ¡Veamos que tan dura es la defensa que has entrenado con Komodo! -acumulé mi maná en mi garra derecha-

Berceo: ¡Tenryuu no Namioroshi! (¡Onda de Viento del Dragón del Cielo!) -generé un tornado alrededor de Damaryss-

Damaryss: ¡Metal Pesado! -se protegió volviendo su cuerpo de hierro- ¡Nada puede atravesar mi mejor defensa!

Berceo: ¡Accel! aceleré y me puse detrás de Damaryss, haciendo contacto con ella-

Berceo: ¡Orbe del Silencio! -anulé su poder mágico-

Fylgia: ¡Esa es la maldición del Silencio! ¡Así que puede usarse como un hechizo!

Damaryss: ¡Uah! ¡Mal asunto! ¡Debí imaginar que podrías usar dos magias de cazadragones como Huanglong!

Berceo: ¿Dos? ¿Y esta no la cuentas? -acumulé llamas en mi puño derecho-

Damaryss: ¡¿Cómo?! ¡No puede ser!

Berceo: ¡Nitsueijin! (¡Cuchilla de luz del Sol!) -propiné una cuchillada de luz solar-

Damaryss: ¡¡Ay!! -le propiné un corte que la hirió-

Damaryss: ¡¿También conoces magia de cazadragones de Fuego?!

Fran: Es la primera vez que veo... a un mago antidragones capaz de emplear tres elementos de magia diferentes.

Berceo: Te corregiré. Este es un elemento que descubrí por mí mismo. Y que me sirvió para romper los grilletes que me limitaban a mi abuelo.

Berceo: Damaryss, Dragon Slayer Caverna... Ahora permíteme presentarme de nuevo...

Berceo: ¡Soy Berceo, el Dragon Slayer del Sol! -acumulé más llamas-

Berceo: Y ahora... Pongamos fin a este duelo. -concentré mi maná-

Damaryss: ¡Espera, espera! ¡Me rindo! ¡Me rindo! -se rindió-

Berceo: ¿Eh? -anulé mi magia-

Damaryss: Que no puedo usar magia por tu hechizo del silencio... ¡Y hoy no tenía en mente acabar chamuscada!

Berceo: Ah, perdón. Pues tengamos una revancha en otra ocasión, si te parece.

Damaryss: ¡Por mí, estupendo!

Fylgia: ¡Fin del duelo! ¡Ganador: Berceo!

Todos nos ovacionaron por el esfuerzo y el despliegue mágico.

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Esa misma tarde, hice la labor para la cual vine y utilicé Gate para que los reyes de Francia y Bélgica pudieran verse y sentarse a hablar.

Acordaron comenzar una alianza entre monarquías.

Esa noche, se celebró una pequeña fiesta de recepción en el palacio.

Ya habían unas imágenes que llamaban mi atención, como la de Asta bailando con Noelle y Mimosa...😏😏😏

Berceo: Este Asta no pierde el tiempo, ¿eh? Campeón.

Yuno: Tardará un poco en percatarse.

Berceo: ¿Eso crees, Yuno? Asta puede ser un poco tonto, pero aprende rápido. No creo que tarde demasiado en darse cuenta de lo que sienten Noelle y Mimosa.

Yuno: La cuestión es como reaccionará al darse cuenta...

Lyon: Berceo-dono. -se me acercó a saludar-

Berceo: Lyon-san.

Lyon: Luces muy bien con ese traje.

Berceo: Lo mismo digo.

Lyon: Por cierto, ¿ha visto a Lona-dono por aquí?

Berceo: Pues aún no...

Lana: ¡Berceo-san! -casualmente, su hermana vino a saludar-

Berceo: Oh, Lana-chan. ¿Y usted es...? -le acompañaba un semihumano mayor-

Olmo: Encantado de conocerlo, Berceo-dono. Me llamo Olmo, soy el padre de Lona y Lana. -se presentó-

Berceo: Ah, encantado de conocerlo. -nos dimos la mano-

Je, je. Voy a ayudar un poco a Lyon.

Berceo: Permítame presentarle a mi camarada.

Lyon: ¡S-soy Lyon Ferrer, capitán de la primera unidad de la Guardia Real de Francia! -se presentó algo nervioso-

Berceo: (¡Pero cálmate, burro...!) -pensé algo burlón-

Olmo: Te estoy agradecido por escoltar y proteger a mis hijas.

Lana: Gracias, Lyon-san. -agradeció sincera-

Lyon: ¡P-por favor, no se dan! ¡Es nuestro trabajo, después de todo! -humildad ante todo, va bien-

Berceo: ¿A qué se dedica, Olmo-san? -pregunté intrigado-

Olmo: Soy comerciante. Negocio con bienes de alta calidad, algunos procedentes de Francia.

Berceo: Interesante. Estaba pensando en iniciar algún negocio de producción. ¿Hay algún producto al que le interese echarle el guante o producir? -pregunté-

Olmo: Oh, bueno. Pues tenía en mente hacerme con un juego llamado Reversi. Pero es poco frecuente de ver en Japón.

Berceo: Oh, curiosamente tengo uno en mi colección. ¿Le interesaría?

Olmo: Oh, ¡le estaría muy agradecido! Siempre quise jugarlo.

Berceo: Lyon-san, ¿puedes llevárselo tú?

Lyon: ¡¿Ein?! ¿Yo?

Berceo: Lona-san conoce las reglas, así que puede enseñarles a jugarlo.

Berceo: A propósito... -le doy una palmadita en la espalda a mi compañero- Lyon-san es hijo del General Leon Ferrer. También está enganchado a juegos como el Reversi.

Olmo: ¡Jo, jo, jo! ¡Un hijo del mismísimo general Ferrer! Estaría encantado si visitaras mi humilde morada un día de estos, tengo muchas cosas que preguntarte.

Lyon: ¡Sí, señor! ¡Mañana mismo iré a visitarlo! -dijo con entusiasmo-

Berceo: ¡Je, je, je! (¡Ya he hecho mi buena acción de la noche!) (Mucha suerte, Lyon-san, aunque no la necesitarás.) -le deseé-

Berceo: ¿Eh? ¡Oooooh...! -algo entró en la sala que llamó totalmente mi atención-

Mis amigas llegaron para unirse a la fiesta. Y qué guapas están. Je, je, je. Bueno... yo también debo ser un buen caballero. Primero saludaré al rey, quien vino con ellas.

Rey Philippe: Muy buenas noches, Berceo. Te suenta muy bien el traje. Casi te confundo con un noble belga.

Berceo: Je, je... ¿Eso cree? (¿Me sientan bien los trajes?) -¿de verdad?-

Élise: Sí, Berceo-san. Luces muy bien. Sencillamente maravilloso. -me halagó-

Alba: Sí. Está hecho a tu medida, ¿verdad? -coincidía-

Iris: Sí... Muestra un encanto que no acostumbra uno a ver en ti.

Yuri: Ara, ara. Luces muy guapo, Berceo-dono.

Hestia: Sí. Muy principesco.

Hades: Estás hecho para llevar ropa elegante, Berceo-kun.

Jo, me voy a poner más colorado que Lyon-san con Lona-san... Por cierto, ella también recién entró a la sala. Ojalá Lyon tenga suerte, se ven muy bien juntos.

Berceo: Todas vosotras sí que estáis guapísimas. Ahora esta sala hasta luce más deslumbrante estando vosotras en ella.

Mi halago también las hizo sonrojar.

Berceo: Esto hay que inmortalizarlo. -saco mi celular- ¿Nos hacemos una foto? ¡Miren al pajarito!

Me saqué una buena foto con mis hermosas amigas.

Berceo: ¿Quieren fotos? ¡Las compartiré con todos ustedes más tarde! -ofrecí-

Lyon: ¡Por favor!

Lona: ¿Nos sacas una juntos?

Lana: ¡A mí también, por favor!

Rey Philippe: ¡Si no te importa...!

Berceo: ¡Patos al agua!

Saqué fotos a todos los que me lo pidieron. Entonces, descansé un poco para comer.

Berceo: Uaaah... Tengo agotado.

Oberus: Has hecho una gran labor como camarógrafo. Te felicito.

Berceo: Gracias, Oberus. Por cierto, ¿me permites una pregunta?

Oberus: Adelante.

Berceo: Antes te presentaron como el segundo hijo de Fylgia y Damaryss. ¿Tienes hermanos?

Oberus: Sí. Para ser exactos, tengo ocho hermanos.

Berceo: ¡¿Ocho?! Vaya, sí que tienen afinidad las hadas con los gigantes... ¿y eres el único que hoy está aquí?

Oberus: Mi hermana mayor está de viaje como aventurera, y hace años que no sabemos nada de ella.

Oberus: Mis hermanos menores también tienen sus propios quehaceres y ahora se encuentran fuera del palacio.

Oberus: Aunque ahora mismo... Oh. -vió algo que para mí era inusual-

Berceo: ¿Eh?

Vimos un oso de peluche que estaba vivo. ¿Khe? ¿Y me está pidiendo que le siga?

Oberus: Mira por donde, es Palma. eso significa que mi hermana está por aquí. Si quieres, síguelo y ve a saludarla. -me sugirió-

Berceo: ¿Que lo diga? ¿Al oso?

Oberus: Sólo te diré que mi hermana es algo... excéntrica.

Berceo: Vale...

Sigo al oso. Ya que hay una princesa, que menos que mostrar algo de respeto y saludarla.

El oso me siguió hasta un pasillo. Allí tuve un encuentro con esa princesa. Una chica muy extraña...

???: ¿Ara...? Trajiste a alguien bastante extraño esta vez, Palma. -dijo la chica-

Aquella chica... tenía alas de hada. Y una apariencia bien bonita, debo decir.

???: Bueno... ¿Quién podrías ser tú, chico extraño? -me preguntó-

Me llama extraño y ella es la que me parece extraña. En fin, la hipotenusa...

Berceo: Soy Berceo. Berceo Dacoeur.

???: Ah, vale. Tú eres ese Dragon Slayer del que hablaba mi madre, ¿no? El joven que derrotó por sí sólo a ocho decenas de dragones... -sabía quien era-

Berceo: ¿Tu madre? ¿También eres hija de Fylgia y Damaryss? ¿Quién se supone que eres tú?

???: Ah, perdón por mi presentación tardía...

Alice: En efecto, soy la tercera hija de Fylgia y Damaryss. La princesa de las hadas, Alice.

Alice: Aunque no lo parezca, soy mucho mayor que tú.

Alice: Las hadas y los gigantes cuentan con una longevidad bastante elevada. Puedes creerlo, ya que mis padres han vivido desde hace más de... al menos, dos milenios.

Berceo: ¡¿Dos milenios?! -no pude creerlo-

Alice: Si tuviera que decirte mi edad... tendría unos 613 años de edad.

Berceo: (...) Bendita longevidad de las razas primigenias. -no podría decir más, ya que me quedaría corto-

Alice: Indeed.

Alice: Has captado mi atención, Berceo. Háblame de ti.

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Fin del capítulo 6

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