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Orgullo de caballero

Conseguí acumular méritos uno tras otro y logré superar al resto de ascendidos al convertirme en Caballero Mágico Avanzado de rango 1.

Hay quienes ponen en duda mi honestidad, pero no son gente cuyo reconocimiento merezca la pena. Abundan nobles muy irrespetuosos por aquí... Y cuando estuvimos por iniciar una gran escaramuza de maná, recibimos malas noticias.

Mensajero: ¡La capital está siendo atacada!

Todos nos pusimos en alerta.

Berceo: ¡¿Cómo?!

Fuegoleon: ¿Que están atacando la capital?

Berceo: (...) -mantuve la calma- Necesitamos una primera vista panorámica. ¿Shiren-san, haces los honores? -le pedí-

Shiren: Recibido. -saca su grimorio- Magia de Creación de Roca: Maqueta Mundial de Roca.

Klaus: ¿Es una maqueta de la capital?

Berceo: Sí, a escala, además.

Asta: ¡A-Asombroso!

Berceo: También incluye las voces y el maná de la gente. Ha extendido su propio maná por la zona y lo hace visible.

Berceo: Y ahora, un retoque extra... ¡Analyze! -usé un conjuro neutro sobre el hechizo de Shiren para complementarlo-

Aparecieron varios puntos diferentes. Los de color rojo son enemigos y los blancos son civiles. Los azules son aliados que están peleando ahora mismo.

Mimosa: Es de un nivel mucho mayor que mi Guía de la Flor Mágica.

Berceo: Son una cantidad de enemigos demasiado grande. ¿Cómo han podido atacar los nueve puntos cardinales sin que los percibiéramos?

Fuegoleon: Debieron aparecer de golpe mediante Magia Espacial de alto nivel.

Berceo: ¿Pero no se supone que la capital está rodeada por una barrera en la que determinados magos se turnan para crearla?

Fuegoleon: Así es. No debería ser posible entrar con Magia Espacial. A no ser que...

Berceo: Se pueden haber dado dos casos: Que hayan analizado la barrera y aprovecharan un punto débil por donde pasar... o que uno de nuestros magos nos traicionó.

Fuegoleon: Sea cual fuere, se trata de un oponente habilidoso.

Berceo: (!!) -tuve una idea- ¡Perdonen, estoy recibiendo indicaciones de Julius-sama! -sentía en mi cabeza-

Fuegoleon: ¿Del Gran Rey Mago Julius?

Nozel: ¿Qué es lo que dice? ¿Y cómo te las está está diciendo a ti?

Berceo: Me las está grabando en el cerebro mediante la magia de Marx-san... -procesaba-

Iris: ¿Estás bien, Berceo-san? -se me preocupó-

Berceo: Sí... Sólo estoy recibiendo la información más rápido de lo normal. ¡Denme sólo 10 segundos!

Alecdora: No hay tiempo. Hay que reforzar el castillo.

Asta: ¡¿A qué estamos esperando?! ¡Hay gente pidiendo ayuda! ¡Voy de inmediato! -echó a correr-

Noelle: ¡Asta!

Klaus: ¿Adónde vas! No comprendes la situación y no puedes detectar el maná.

Asta: ¡Iré donde haya más ruido! -dejó la sala a toda prisa-

Klaus: ¡¿Eres un animal o qué?!

Leopold: ¡Interesante! ¡Veamos de qué eres capaz! ¡Esperame, Asta! ¡Espérame, rival! -siguió a Asta-

Berceo: ¡Oye! -ni modo, ya se fueron- ¿Eh? -me percaté- (¡Será posible, van directos hacia...!)

Fuegoleon: Leo sigue siendo un niño. Tendré que disciplinarlo más tarde.

Berceo: ¡Bien! ¡Ya tengo todas las indicaciones de Julius-dono! ¡Aunque odien que les dé órdenes, escúchenme atentamente, por favor! ¡Son directas del Gran Rey Mago Julius!

Fuegoleon: Adelante, Berceo. Escuchamos.

Berceo: ¡Para empezar...! ¡Hestia, Hades, Alba, Iris, Yuri! ¡Vendréis conmigo hacia la Zona Sur!

- ¡Sí! -acataron todas-

Berceo: ¡Asta y Leopold se dirigen hacia el norte, donde se encuentra la mayor concentración de enemigos! ¡Van directos a la boca del lobo! ¡Capitán Fuegoleon y Noelle, vayan tras ellos! ¡La defensa del Sector del Norte correrá a cargo de los Reyes Leones Carmesíes y los Toros Negros!

Fuegoleon: ¡Recibido! -crea un león de fuego y se sube a él- ¡Acompáñame, muchacha!

Noelle: ¡Vale! -acató la orden-

Berceo: ¡Águilas Plateadas, vayan a la Zona Central, donde se concentra más maná!

Nozel: De acuerdo. -crearon un águila de agua y se subieron a ella para seguir las órdenes un poco a regañadientes-

Berceo: ¡Rosas Azules, la Zona Este les corresponde a vosotras!

Charlotte: No acepto órdenes de hombres, pero si son de un Gran Rey Mago, haré la excepción.

Sol: ¡Vamos, jefa!

Charlotte: Capitana para ti.

Berceo: ¡Los dos grupos de Amanecer Dorado se encargarán del noroeste y el oeste!

Berceo: ¡Alecdora, Mimosa, Yuno! ¡Vayan al noroeste! ¡Klaus, Hamon, Shiren, ustedes al oeste!

Alecdora: Defenderemos a la gente. Pueden estar seguros. -se subieron a un tornado de Yuno-

Klaus: ¡Vamos! -creó un carruaje de acero-

Hamon: Dejaré el postre para cuando terminemos. -se subió al carro de Klaus junto con Shiren-

Berceo: ¡Si no protegemos la capital, seremos una deshonra! ¡Es hora de cumplir nuestro deber como caballeros! ¡No dejen escapar al enemigo!

- ¡No! -están determinados a no dejarlos escapar-

Berceo: ¡Capturar al enemigo es prioridad! ¡Eso es todo! ¡En marcha!

Todos nos pusimos en marcha. Creé una esfera de maná a mi alrededor con el conjuro neutro fly y mis amigas se me unieron. Nos dirigimos hacia el sur.

Yuri: ¿El sur...?

Alba: ¡Por allá se encuentra Versalles!

Iris: ¡Es posible que el duque Pierre y su familia corran peligro!

Berceo: Sí... Ja, ja ja... Incluso puede que la... familia real... -me esforzaba por contenerme algo-

Hestia/Hades: ¿Berceo-kun? -notaron mi risa-

Alba: ¿Cómo puedes reírte en un momento como este? -me reprochó-

Berceo: ¡Ja, ja, ja, ja, ja, ja! ¡Perdón, no puedo evitarlo...! ¡Es que...! Ja, ja, ja... ¡No me puedo creer que se lo hayan tragado!

Yuri: ¿Tragado? -no comprendía-

Berceo: Mentí sobre algo en todo lo que dije antes... Acerca de que era Julius-dono el que me transmitió las órdenes...

- ¿Eh? -mis amigas no lo captaban-

Berceo: El peligro sí que es real. Eso no es ninguna mentira. Pero ahora mismo, los caballeros mágicos no están siguiendo órdenes de Julius-dono... sino mías.

- ¡¿Jaaaaaaaa?! -no se lo podían creer-

Berceo: Mientras Shiren-san creaba su maqueta y yo usé Analyze, pude detectar las posiciones de todos los enemigos, y pensé enseguida en los movimientos que más nos darían la victoria.

Berceo: Ahora mismo, los caballeros se están enfrentando a enemigos a los cuales pueden vencer con relativa facilidad.

Berceo: Pero sabía que si era yo el que daba las órdenes, inmediatamente pasarían de mí. Así que me inventé que el Gran Rey Mago Julius me estaba enviando órdenes y se las pasé a todas.

Berceo: Lo único que no me esperaba fue la iniciativa de Asta y Leopold, pero al final, resultó de lo más oportuno. Han ido exactamente al punto donde tenía pensado mandarles.

Yuri: ¡¿Engañaste a todos para que fueran a combatir al lugar donde pudieran resultan más efectivos-degozaru?! ¡¿Y se te ocurrió todo eso en apenas unos segundos?!

Iris: ¡Pero Berceo-san...!

Alba: ¡Eso ha sido demasiado arriesgado! ¿Qué piensas hacer si tu plan no sale bien?!

Me puse serio.

Berceo: Asumiré la responsabilidad, por supuesto. Pero yo... ¡tengo plena confianza en mis camaradas!

Berceo: Ahora es cuando se podrá comprobar si son dignos de ser llamados caballeros Mágicos o no. El orgullo no les permitirá proteger a nadie. Si los nobles se tragan su orgullo y pelean para cumplir con su deber... será entonces cuando quedará probada su auténtica valía.

Berceo: Nosotros también tenemos un deber que cumplir. ¡Vamos, chicas!

- ¡Sí! -respondieron las cinco-

Nos pusimos en marcha y nos dirigimos hacia la capital real, Versalles, hacia el sur.

Todos los caballeros mágicos entramos en combate. Los invasores eran muertos vivientes.

Pero los caballeros mágicos tenemos nuestra propia arma: Magia.

Leopold: ¡Magia de Fuego: Llamarada Espiral!

Fuegoleon: ¡Magia de Fuego: Sol Linea!

Shiren: Magia de Roca: Proyectiles Rocosos.

Klaus: ¡Magia de Acero: Lanza Espiral Feroz!

Hamon: ¡Magia de Cristal: Veurre Fleur!

Alecdora: ¡Magia de Creación de Arena: Infantería Pesada de Armadura de Arena!

Mimosa: ¡Magia de Plantas: Cañón Floral Mágico!

Yuno: ¡Magia de Viento: Torreón Tornado!

Sol: ¡Magia de Creación de Tierra: Diosa Madre Furiosa!

Charlotte: ¡Magia de Espinas: Zarzas Cazadoras de Cuerpos!

Solid: ¡Magia de Creación de Agua: Serpiente Marina Cortante!

Nebra: ¡Magia de Niebla: Clones de Bruma!

Nozel: Magia de Mercurio: Lluvia de Plata.

Berceo: ¡Magia de Luz: Espadas Luminosas del Juicio!

Hestia: ¡Magia de Agua! ¡Hoja fría cortante: Aqua Slicer!

Hades: ¡Magia de Fuego! ¡Erupciones carmesíes: Explosión en Cadena!

Asta: ¡¡Black Hurricane!!

Nuestros ataques fulminaban a los muertos vivientes, invocados por Rades Spirito, el enemigo que los creó. El Capitán Fuegoleon lo atrapó.

Alba: ¿Va en serio? ¿Tan poderosos son los caballeros mágicos?

Iris: Los derrotaron a todos en un instante...

Yuri: Estos son los famosos caballeros mágicos de los que tanto he oído hablar-degozaru...

Pero tuve un extraño presentimiento...

Berceo: Es pronto para celebrar. Aún no ha pasado el peligro.

Berceo: (!) ¡Mana Zone: Dominio Espacial de Maná! -usé un hechizo para envolvernos a los seis en un espacio de maná-

Y un hechizo rebotó en el mío.

Pero varios hechizos de magia especial se llevaron a cabo en los puntos cardinales de la ciudad. Y al rato, dejé de sentir el maná de nuestros camaradas.

Iris: ¡¿Qué son esas masas negras?

Berceo: Magia espacial. Parece que se han llevado a casi todos los demás de la capital. Deben de encontrarse a cientos de kilómetros lejos de aquí.

Yuri: ¡¿Tan lejos?! -estaban todas preocupadas-

Me puse a pensar.

Berceo: (Asta, Noelle, Leopold, Fuegoleon y Yuno siguen aquí.) (¿Será que el objetivo del enemigo se encuentra en la capital?) (De ser así, no es extraño que se han llevado lejos a todos los caballeros posibles.)

Berceo: (¿Pero cuál será ese objetivo?) (Mientras no lo sepamos...)

Mientras nos acercábamos a Versalles, alguien me llamó.

- Ese es... ¡Sí! ¡Oyeeeeeee, Berceo-donooooooooo! -una voz conocida me llamaba-

Berceo: ¿Eh? ¿Quién me llama?

Iris: ¡Berceo-san, allí! -señaló-

Berceo: ¡Ah! ¡Es Albert-dono!

Bajamos al encuentro del duque.

Berceo: ¿Qué hace en plena calle durante un asedio enemigo? -pregunté-

Albert: ¡Berceo-dono, realmente parece que te ha enviado la Diosa! ¡Están solicitando tu presencia inmediata en el Palacio Real!

- ¡¿En el Palacio Real?! -mis amigas estaban muy sorprendidas-

Berceo: ¿Qué quieren de mí en un momento como este? -pregunté un poco contrariado-

Albert: ¡Han envenenado a mi hermano!

Berceo: Su hermano... ¡¿Ah?! ¡¿Han envenenado al rey?! ¡Pues aprisa! ¡Dependiendo del tipo de veneno, sus efectos podrían ser mortales!

Pero entonces, unos enemigos nos cerraron el paso.

Berceo: Tch...!

Hestia: Berceo-kun, apresúrate y ve al Palacio.

Hades: Nosotras nos ocupamos de esto.

Alba: ¡Os ayudaremos! ¡Corre, Berceo!

Iris: ¡Debes curar al rey!

Yuri: Los venceremos a todos-degozaru. ¡Puedes estar seguro!

Berceo: De acuerdo. ¡Confío en vosotras!

Albert-dono y yo nos apresuramos hacia el palacio. Allí nos estaban esperando. Aunque fuimos recibidos por un hombre cuyo olor me repugnaba.

Albert: ¡Conde Quintín!

Quintín: Señor Duque... Vino en el momento perfecto. Acabamos de averiguar quién envenenó a Su Majestad.

Albert: ¿Cómo dice?

Quintín: La culpable es la embajadora de Bélgica. Les enviaremos su cabeza...

Albert: ¡No! ¡Será mi hermano quien tome una decisión!

Berceo: (Este tipo...) (No me gusta nada su olor.) (Desprende intenciones negativas.)

Quintín: ¿De verdad? Sus palabras son demasiado blandas para una mujer bestia.

Proseguimos por el palacio, pero antes...

Berceo: Slip.

Quintín: ¡Uaah! -reduje la fricción e hice que se la pegara por las escaleras-

Por los pasillos, habían algunas personas que me conocían.

- ¡Es Dacoeur Berceo!

- ¡Entonces, el rey está a salvo!

- ¡Contamos contigo, joven!

Berceo: ¿De qué me conoce toda esta gente?

Albert: ¿Es tu primera vez en el palacio real, Berceo-dono?

Berceo: No. Estuve aquí el año pasado, en el Banquete de Nochebuena como invitado de un Gran Rey Mago, como Padre François.

Berceo: ¿Pero quién me ha llamado con tanta urgencia?

- He sido yo. -me saludó otra voz amiga-

- ¡Berceo-sama! -me saludó otra voz femenina-

Quienes salieron a nuestro encuentro fueron el Príncipe heredero Christopher y Eliana-jou. También estaban con ellos el canciller Simon, hermano mediano del rey, el hermano mayor de Albert-dono; el Jefe de Asuntos Interiores Alexei, el caballero real Glen y el músico real Alan.

Chris: Gracias por acudir tan rápido.

Eliana: ¡Berceo-sama, estáis a salvo!

Alexei: ¿Te queda maná para salvar al rey?

Berceo: El maná me sobra. Pueden estar tranquilos. ¿Cuál es la condición actual del rey?

Simon: Agonizando. Tememos que vaya a más. -explicó-

Glen: Por ahora, no hay enemigos fuera, ¿no?

Berceo: Mis amigas están enfrentando algunos en las afueras del palacio.

Alan: Iremos a ayudar. -tomó la iniciativa junto con Alan-

Chris: Por lo pronto, ven, Berceo. Te llevaré ante padre. -me guió junto con Albert y Eliana-

Eliana: Se encuentra reposando en sus aposentos, acompañado la maga real y el general, además de la reina Mireille y Élise-neesama.

Berceo: ¿Élise-neesama? -es la primera vez que escucho ese nombre-

Chris: Mi hermana menor. Ya va siendo hora de que la conozcas, Berceo.

Berceo: Hm... -tuve un extraño presentimiento, pero no era uno malo-

Acudimos finalmente a los aposentos reales, donde el rey se encontraba agonizando en cama.

Rey Theodore: Agh... agh... -agonizaba de dolor por el veneno-

Élise: -tomó la mano de su padre, rogando por su pronta recuperación- Padre...!

Reina Mireille: Cariño... -su preocupación por su esposo era angustiosa-

General Ferrer: Majestad...

Albert: ¡Hermano! -entramos-

Reina Mireille: Albert-san, Chris... Ese muchacho...

Chris: Madre... Élise... Os presento a Berceo Dacoeur. -me presentó ante su familia sonriendo-

Élise: ¡Oh...! -sentí algo extraño en su mirada-

Berceo: ¡¿Mmm?! -sentí un pequeño clic al mirarla a los ojos-

Lo ignoro. Me acerco y hago el saludo de los caballeros.

Berceo: Estoy al corriente de la situación.

Berceo: Si me lo permiten, sanaré la dolencia que aflige a Su Majestad.

Reina Mireille: ¡Por favor! -me pidió-

Élise: ¡Salve a mi padre! ¡Se lo ruego! -me rogó-

Berceo: No se diga más. No me rueguen, por favor. -les pedí gentilmente-

Berceo: Lo curaré. Les doy mi palabra. -dije determinado-

Acumulé algo de maná y conjuré.

Berceo: Magia Curativa de Luz...

- ¡¿Magia de Luz?! ¡Creía que sólo los nobles eran afines a dicho elemento...! -la maga real se impactó al verme conjurar-

Berceo: ¡Recovery: Rayo de Luz Sanadora! -conjuré-

- ¡¿Recovery también?! ¡El conjuro neutro capaz de curar cualquier enfermedad...! -la maga real seguía sorprendiéndose sobremanera- (¡No es un caballero mágico corriente!)

Berceo: Con esto debería valer.

Rey Theodore: Oh... -se levantó renovado- Albricias... Me siento como si hubiera despertado de una pesadilla.

Reina Mireille/Élise: ¡Cariño/Padre! -ambas lo abrazaron-

Albert: Me alegro.

Chris: Sabía que lo conseguirías. -me puso la mano en el hombro-

Rey Theodore: ¿Cómo te llamas, joven? -me preguntó-

Albert: Hermano, él es Berceo Dacoeur, el hombre que curó la vista de Sena y salvó a Sue.

Chris: Creo que ya os hablé de él en alguna ocasión, padre. Hoy precisamente fue condecorado por Julius-sama en la ceremonia. Le hice venir porque estaba convencido de que podría ayudarte, y no me equivoqué.

Hice el saludo de los caballeros.

Rey Theodore: Comprendo. Me salvaste. Muchas gracias.

Berceo: Soy indigno de sus palabras, Su Majestad. Me alegra haber podido ayudar. -fui humilde-

Élise: ¿Tú eres Dacoeur Berceo-sama? -me preguntó con la cara algo roja-

Berceo: El mismo. -no sé porqué pero me sonrojé un poco al mirar a la princesa a los ojos-

Élise: ¡Muchas gracias por salvar a mi padre! -me agradeció con una reverencia-

Berceo: No son necesarios los agradecimientos. Actué de la manera que creía correcta. Me llena de dicha poder ayudar a los demás.

General Ferrer: ¡Bien hecho, muchacho! ¡Salvaste a Su Majestad! -me dió unas palmaditas en la espalda el general-

- Muchacho... Realmente tienes un don para la magia. -me habló la maga real-

Carol: Soy Carol, la maga oficial de la familia real.

Berceo: (!) -sentí más presencias enemigas- Disculpen mi atrevimiento, pero ahora mismo no es tiempo para habladurías.

Berceo: ¡La capital está siendo atacada!

Rey Theodore: ¡¿Cómo?! -no se había percatado-

Berceo: Su Majestad. Estaré encantado de prestarle mi ayuda cuantas veces necesite una vez haya cesado el peligro. Pero ahora, he de retornar a la batalla. Mis camaradas han caído en una trampa del enemigo, y andamos escasos de efectivos.

Rey Theodore: Entiendo. Pues no te entretengo más. Cumple con tu deber. Chris, General Ferrer, acompáñenlo. -ordenó-

Chris: Claro.

General Ferrer: ¡Sí, señor! -acataron la orden-

Berceo: Vamos, les explicaré los detalles de camino.

Élise: ¡Berceo-sama...! ¡Tengan cuidado...!

Berceo: ¡No teman!

Mientras salíamos del palacio, les expliqué la situación.

Berceo: Al principio de la batalla, los enemigos aparecieron de repente. Parecen haber encontrado la manera de atravesar la barrera que protege la capital y han aparecido mediante magia espacial sin ser percibidos.

General Ferrer: Imposible... La barrera está formada por varios magos que se turnan para crearla durante el día.

Berceo: El capitán Fuegoleon llegó a dos conclusiones: Que hayan aprovechado un punto débil de la barrera para pasar a través, o que uno de nuestros magos nos traicionó.

Berceo: Suponemos que uno de los enemigos es el usuario de Magia Espacial. Lo que desconocemos es su objetivo.

Berceo: Voy a comunicarme con todos. -me llevé los dedos a la cabeza y acumulé maná, que extendí por toda la ciudad-

Berceo: ¡Aquí Berceo! ¡Que alguien me conteste! -hablé por telepatía-

Noelle: ¡¡Berceo, necesitamos ayuda urgentemente!!

Berceo: ¿Qué sucede, Noelle?

Noelle: El Capitán Fuegoleon...

Berceo: ¡¿Cómo?!

Berceo: ¡No tengo elección! -hice sellos de manos-

Chris: ¿Qué pasa, Berceo?

Berceo: (Un momento, así no...) ¡Ahora les cuento! ¡Se me ha ocurrido una idea! -pensé-

Chris: ¿Una idea? -no comprendía-

Berceo: ¡Encantamiento Conceptual! -me encanté a mí mismo con un hechizo peculiar-

General Ferrer: ¡¿Encantamientos?!

Berceo: (No tengo chakra suficiente para usar esa técnica oculta...) (¡Pero si la convierto en un hechizo...!) (¡Podré hacerlo!) -tuve la idea-

Berceo: ¡Magia de Creación de Luz!! ¡¡Multiplicación Oculta: Clonación!!

Creé seis clones de luz emulando la técnica de multiplicación oculta de cuerpos.

Chris: ¡¿Y esos clones?!

Berceo: ¡Rastread la ciudad en busca de enemigos y devoren las llamas de los incendios!

- ¡De acuerdo! -mis clones se pusieron en camino-

Berceo: ¡No hay tiempo para charlas! ¡Mis amigas están en esa dirección! ¡Vayan a apoyar donde sea necesario! -echo a volar-

General Ferrer: ¡Oye!

Chris: No queda de otra... ¡Vamos!

Volé lo más rápido que pude. Mis clones también se dispersaron por toda la ciudad.

En la zona norte, el Capitán Fuegoleon fue herido de gravedad, y Asta, Leopold y Noelle resistían el asedio enemigo a duras penas.

Y entonces, nuestros camaradas extraviados regresaron a tiempo para salvarlos.

Berceo: ¡Justo a tiempo!

Justo pudimos confirmar al enemigo usuario de Magia Espacial: Valtos.

Alecdora: Nos enviaste bien lejos. -salió a su encuentro-

Valtos: Imposible. ¿Cómo regresaron tan pronto?

Alecdora: No me hizo ninguna gracia, pero todos colaboramos para regresar.

Alecdora: ¿Podríamos llamarlo Magia Compuesta Ultra?

Berceo: No es mal nombre.

Hamon: ¡Jo, jo, jo! ¡Cooperar de vez en cuando es refrescante!

Sol: Los hombres no cooperan mal.

Charlotte: Reconozco que son competentes.

Solid: Tch. Yo no quiero colaborar nunca más.

Nebra: No nos entendemos con las otras órdenes.

Nozel: No obstante, las nueve órdenes existen por un solo motivo.

Nozel: Proteger la paz de Francia.

Berceo: Fuegoleon aún respira... ¡Lo curaré! -acumulo maná-

Berceo: ¡Magia de Curativa de Luz: Alivio Relajante: Great Area Heal! -curé la herida de Fuegoleon, pero permanecía inconsciente, aunque también curé los daños de Asta y Leopold-

Mimosa: No... ¿Cómo pudieron hacerle esto a Fuegoleon-san?

El enemigo se reagrupó. 

Valtos: Si combatimos, acabaremos mal. Retirémonos.

Nozel: No tan rápido. Magia de Mercurio: Lluvia de Plata.

- ¡Magia de Gel: Salamandra Pegajosa! -un enemigo creó una salamandra viscosa para protegerse y raptaron a Asta-

Klaus: ¡Asta!

Nozel: Un hechizo tan básico no puede resistir mi lluvia.

- Y ahora... ¡Herramienta Mágica Sombría! ¡Absorción! -le inyectó algo extraño a su hechizo y la lluvia de plata de Nozel se disolvió en la salamandra-

Klaus: Ha deshecho el hecho del capitán con facilidad...

Nozel: ¿Qué es esa herramienta mágica?

- Recuerden esto, caballeros mágicos.

- Destruiremos Europa.

Berceo: ¡No tan deprisa! ¡¡Magia de Sellado: Orbe del Silencio!! -acumulé maná y lo liberé, sellando la magia de los magos enemigos y anulando sus hechizos-

Berceo: ¡No crean que les dejaremos escapar, y menos después de lo que le hicieron a nuestros camaradas! -mi yo real llevó junto a Yuno-

Usé magia espacial para salvar a Asta del enemigo.

El enemigo ya no podía usar su magia.

- ¡¿Cómo?! 

- ¡No puedo usar mi magia!

Rades: ¡¿Pero qué pasa ahora?!

Valtos: ¡No puedo usar mis portales!

Berceo: Magia Espacial de Sellado. Prison: Prisión de Bolsillo.

Creé un campo de fuerza espacial cúbico en el que atrapé a los siete enemigos, y se fue reduciendo gradualmente.

- ¡¡Ahh!! ¡¿Qué pasa?! ¡¡Ahora noooo!! -la prisión se fue reduciendo hasta ser de tamaño de bolsillo, y la tomé con mis manos-

Berceo: Orbe del Silencio: Enchant. -encanté la prisión con esa magia-

Berceo: Listo. El enemigo ha sido capturado y no podrá usar magia.

Nozel: ¿Estás seguro?

Berceo: Digamos que lo mejor será que los pongamos en manos de los Cuatro Grandes Reyes Magos cuanto antes. Este ataque ha sido premeditado con antelación, ¿se han percatado?

Alecdora: Sí. Usaron magia que bloquea la Magia de Transmisiones, cortando la línea de mando. Por eso no vinieron refuerzos de fuera de la capital.

Berceo: ¿Y dónde están Julius-dono y compañía? ¿Por casualidad están fuera de la capital también?

Klaus: Sí. Justo ahora nos acabamos de enterar de que han sido convocados por la Cámara Internacional por una conferencia de emergencia.

Berceo: Demasiado sospechoso... Y encima, envenenaron al rey justo antes de que informaran del ataque. Así no pudieron enviar refuerzos desde el Palacio Real...

Nozel: Berceo...

Berceo: ¿Qué pasa?

Nozel: Si los Cuatro Grandes Reyes Magos estaban fuera y la Magia de Transmisiones estaba bloqueada, pues no puedes haber recibido órdenes suyas, ¿me equivoco?

Berceo: -se acabó la farsa- (...) Así es. Desde el principio de la batalla, estabais siguiendo órdenes de un plebeyo: servidor. No quería engañar a nadie, pero si no actuábamos rápido, las consecuencias podrían haber sido peores. Y además, si hubiera dicho yo las órdenes, no me habrían hecho el menor caso, ¿o no?

Charlotte: (...) Hemos protegido la capital y no han habido víctimas. Así que haremos la vista gorda por esta vez, ya que tu toma de decisiones ha sido correcta.

Nozel: Berceo, dijiste que te convertirías en un Gran Rey Mago, ¿cierto?

Berceo: ¿Y qué si lo dije? Eres de los que creen que los plebeyos nunca podrían hacer algo así, ¿no?

Nozel: No lo niego. Pero eso también te convierte en mi rival.

Berceo: Ah... -viniendo de un noble como él, eso sienta como un cumplido...-

Nozel: Continúa acumulando méritos. Responde a tus propias palabras con decisiones y acciones. Algún día probaremos personalmente... si eres digno de ser Rey Mago o no.

Berceo: Acepto el reto.

Nozel: Todos los capitanes tenemos el rango de Rey Mago. Alcánzalo, y midamos nuestras fuerzas. -futura referencia-

Y así quedé en paz con los nobles... o eso he entendido.

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Nos dedicamos a patrullar por la capital para asegurarnos de que no queden refuerzos enemigos o demás. Fuegoleon, Leopold y Asta fueron atendidos. Se reforzó la berrera mágica y se restauraron las transmisiones.

 Los Cuatro Grandes Reyes Magos: Julius, Licht, Lumiere y François, fueron informados del ataque y regresaron enseguida.

Julius: Ya veo. Alguien del nivel de Fuegoleon y no sabemos cuándo despertará... Fue un error de cálculo de mi parte.

Licht: No es sólo responsabilidad tuya, Julius. Tengo la sensación de que intentaron alargar la reunión todo lo posible para evitar que volviéramos pronto.

Lumiere: Parece que hemos picado como tontos en una trampa enemiga.

François: Me avergüenzo de mi propia incompetencia.

Charlotte: No, ha sido culpa de nuestra ineptitud.

Berceo: Pero hay algo que no me cuadra... ¿por qué montar todo esto, y al final sólo han podido herir de gravedad al Capitán Fuegoleon? ¿Cuál sería el objetivo del enemigo? No sabemos ni quiénes eran. 

François: Podemos preguntarles directamente. Para eso los has capturado, ¿no, hijo?

Berceo: Ah, pues... sí. -les muestro el cubo donde tengo atrapados a los enemigos-

Julius: Los interrogaremos más tarde. Berceo-kun, ¿nos permites? -me pidió-

Berceo: Faltaría más. Lo dejo en sus manos. -le entrego a Julius el cubo prisión-

Julius: Gracias. Le pediré a Marx que prepare todo para el interrogatorio.

Julius: De todas maneras, el cometido de los Caballeros Mágicos no cambia, que es proteger la paz en el reino. Continuaremos peleando por ella, entregándolo todo.

- ¡Sí! -respondimos todos los caballeros mágicos-

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Antes de que el día pudiese terminar, me convocaron de nuevo en el palacio. Querían mi ayuda para resolver un problema: el misterio tras el envenenamiento del rey.

Berceo: (¿Estará el atentado contra el Rey relacionado con el ataque enemigo?) (No dudo que si el rey cayera, la moral del pueblo se vendría abajo, pero por alguna razón, esto no me parece demasiada coincidencia...)

Rey Theodore: ¿Qué ganarían los de Bélgica acabando conmigo? ¡El crimen debió cometerlo otro para interponerse!

Albert: Yo también lo creo, pero las pruebas...

Rey Theodore: ¿Pruebas?

General Ferrer: Muchos vieron desmayarse a Su Majestad tras beber el vino que envió la embajadora.

Berceo: ¿Se desmayó tras ingerir vino?

Berceo: (No puede haber sido algo tan fácil...)

Berceo: Por cierto, ¿la habitación donde ocurrió el incidente sigue intacta? -pregunté-

General Ferrer: Sí. Ordené que nadie entrara ni tocara nada.

Berceo: ¿Podrían mostrármela, por favor?

El General Ferrer me muestra la escena del crimen.

General Ferrer: Este es el vino que bebió el rey. -me mostró una botella de vino-

Berceo: Permítame un segundo. -acumulo maná y lo extiendo-

Berceo: Search: Veneno.

Al usar ese hechizo, lo capté todo.

Berceo: Así que era eso.

Berceo: General, misterio resuelto. ¿Podría llamar al rey y a todos los que estuvieron aquí en el momento del incidente? Y al conde Quintín también, por favor.

General Ferrer: Enseguida.

Todos acudieron a mi llamado. Y al final también llegó el Conde Quintín a regañadientes. La sala se llenó de nervios.

Quintín: ¡M-Majestad! -puso cara de culpable enseguida-

Rey Theodore: Lamento las preocupaciones.

Quintín: Me alegra verlo bien. -su expresión lo decía todo para mí-

Chris: Berceo. Ya estamos todos.

Carol: ¿Y bien, Berceo-san? ¿Por qué nos has hecho llamar?

Berceo: Todos estaban presentes cuando el rey se desmayó. ¿Correcto?

Carol: Así es...

Berceo: Pues eso sólo quiere decir una cosa...

Berceo: ¡El culpable se encuentra entre nosotros!

Albert: ¿A qué te refieres, Berceo-dono?

Quintín: ¿De qué hablas, chaval? Ella es la culpable. -se refería a la mujer bestia que tenía a su  derecha, Lona Strand-

Lona: ¡Ya dije que yo no fui! -negaba-

Berceo: Silencio, por favor. Las acusaciones para el final. -orden en la sala-

Tomé la botella de vino.

Berceo: Afirman que Su Majestad se desmayó al ingerir del vino de esta botella servido en su copa. ¿Cierto, General?

General Ferrer: Sí, así es. -afirmó-

Quintín: ¡Lo que quiere decir que había veneno en el vino que trajo!

Lona: ¡Eso es mentira!

Quintín: ¡Cállate! ¡miserable mujer bestia!

Berceo: (¿Enserio?) (¿A nadie le parece sospechoso?) -pensé sarcástico-

Berceo: -suspiré- Inocente hasta que se pruebe lo contrario. No olviden esa regla de oro.

Berceo: Me gustaría verificar el caso paso por paso.

Élise: ¿Verificarlo cómo?

Berceo: Empecemos desde el principio. Esta habitación está igual que cuando ocurrió el incidente. Para comenzar con la verificación, he preparado una botella de vino sin veneno. -saco una botella con una etiqueta que dice "sin veneno"-

Berceo: Normalmente no bebería porque soy menor de edad. Pero... -tomé dos copas y serví vino en ellas- .... las leyes no van conmigo. General Ferrer, ¿le hace un trago? -tomé las copas y le ofrecí una al general-

General Ferrer: No lo entiendo, pero bueno.

- Chinchín. -brindamos y nos bebimos las copas-

General Ferrer: Sí, está bueno.

Berceo: Divino de la muerte, como lo dioses mandan.

Berceo: Ahora que han confirmado que no tiene veneno, serviré un poco en la copa de Su Majestad... -serví un poco de vino en la copa del rey-

Berceo: Dado que Su Majestad aún está recuperándose, su sustituto será... Ya sé, conde Quintín, ¿haría los honores? -ofrecí al conde-

Quintín: Eh... Yo... No... -se puso más nervioso-

Berceo: No se preocupe. Ya confirmé que no hay veneno en el vino. -respondí sonriendo falsamente-

Rey Theodore: Conde, ¿qué ocurre?

Quintín: Señor, bueno... -los nervios no le dejaban hablar-

Berceo: Vamos, que no le dé reparo.

General: ¡Yo haré que beba! -le atrapó-

Quintín: ¡Paren!

Entre el General y yo, hicimos que el Conde Quintín se bebiera el veneno.

Quintín: ¡Ayuda! ¡Veneno! ¡Me envenenaron! ¡Me muero! ¡Me muero!

Berceo: Conde Quintín, ya eliminé el veneno de la copa...

Quintín: ¡¿Qué?! -cayó redondito en la trampa-

Berceo: Entonces... ¿Por qué creíste que tendría veneno?

Albert: ¿Qué significa esto?

Berceo: Es parecido al frasco de gotas que le entregué para curar a su esposa, Albert-dono.

Berceo: El veneno no estaba en el vino de Lona-san... sino encantado mediante magia, en la copa de Su Majestad.

Albert: ¡¿En la copa?!

Lona: ¡Qué cobarde! -replicó-

Berceo: Utilizando el conjuro Search, pude detectar que la copa había sido encantada para envenenar a cualquiera que bebiera de la misma.

Berceo: Conde Quintín, puede parecer que hiciste una jugaba magistral encantando con Veneno todas las copas del rey...

Reina Mireille: Es terrible...

Berceo: Pero precisamente por eso, fuiste demasiado previsible.

Quintín: ¡¿Qué quieres decir con eso?!

Berceo: Si el falso testimonio que soltaste con que el veneno estaba en el vino de la botella fuera cierto... no sólo el rey, cualquiera que hubiera ingerido el vino se habría desmayado.

Quintín: ¡¡Aaaaaaaaaaaaah!! -se dió cuenta, demasiado tarde-

Berceo: Parece que no pudiste captar ese minúsculo detalle. El resto fue fácil.

La princesa me volvió a mirar con esos ojos...

Élise: ¡Maravilloso! -se maravilló-

Berceo: ¿Eh? -me llamó la atención-

Élise: ¡Eres muy sabio!

Berceo: Bueno, tardo como sabio... -no me lo creía-

Quintín: ¡No dejaré que me atrapen! -intentó escapar-

Berceo: ¡Slip!

Quintín: ¡Uah! -se la pegó contra el suelo-

Berceo: -olfateé- No te dejaré escapar. -acumulo maná-

Berceo: ¡Magia de Tiempo: Chrono Stasis! -atrapé al conde en una esfera de tiempo-

Chris: ¡Anda! -hasta él se sorprendió-

Simon: ¡Pero si esa es la magia del Gran Rey Mago Julius-sama! -la conocía-

Berceo: Ya comprendo... Este olor... no se me olvidará tan fácil...

Rey Theodore: ¿Berceo-dono?

Berceo: ¡Encantamiento de Separación: Deus Zero! -anulé la magia del conde-

Carol: ¡¿Encantamientos?! ¡Así que aún quedan magos capaces de usar encantamientos...!

Chris: Así es, Carol-san.

Eliana: Berceo-sama tiene el poder de encantar a las personas u otros objetos con magia. A ese tipo de magos se les conoce como "Enchanters".

Separé al conde Quintín de lo que escondía, un demonio.

Berceo: -al ver al demonio, se me hinchó una vena de la furia que sentía- ¡Desaparece!

Demonio: ¡¡AAAAAAAAAGH!! -le lancé sobre él-

Saqué mi estoque de Shukuma y decapité al demonio antes de que tuviera tiempo siquiera para poder reaccionar. Se desintegró enseguida.

Berceo: -tomé una respiración- No vuelvas a aparecer ante mí... Nunca más... -susurré-

Me calmé y volví a guardar mi espada. Tomé otra respiración.

Tomé la esfera donde mantenía prisionero al conde Quintín.

Berceo: No merece la pena matar a este pazguato. Sugiero que lo arrojemos a la prisión. Yo mismo lo llevaré.

Rey Theodore: Coincido. General, guíalo. 

General Ferrer: Sí, señor. -acató la orden-

Rey Theodore: No te vayas aún, Berceo-dono. Nos gustaría darte las gracias como es debido.

Berceo: Como desee, Su Majestad.

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Encarcelamos al Conde Quintín en la prisión del castillo. Lo interrogaríamos al igual que a todos los enemigos que capturamos.

Resuelto el caso, la familia real me invitó a tomar el té. También estaban presentes Chris-san, Eliana-jou y también el Padre François.

El Rey Theodore. La Reina Mireille. El Príncipe Christopher y Lady Eliana. La princesa Élise. El Duque Albert y el Canciller Simon... Padre y yo estábamos ante toda la familia real.

Y no sé porqué, pero la princesa se sentaba a mi lado y no deja de mirarme... Bueno, no me molesta en absoluto que una chica tan guapa como ella me mire tanto... pero no puedo evitar tener pensamientos... ¿dulces? Es imposible que yo le guste a una princesa, ¿verdad? ¿Verdad...?

Rey Theodore: Nos hiciste un gran favor. Me gustaría devolverte el favor de haber salvado mi vida. Y recompensarte como es debido.

Berceo: Por favor, no se tome tantas molestias. Me alegra saber que me necesitaron y que pude satisfacer sus expectativas. No soy digno de ningún agradecimiento ni elogio.

Chris: Berceo, eres demasiado humilde. No haces daño a nadie aceptando recibir una recompensa por el servicio que has prestado, ¿sabes?

Berceo: Yo nunca busco remuneración en mis actos. No estoy tan desesperado como para usar mi magia únicamente para lucrarme.

Eliana: ¿Nunca buscas dinero con tu magia? ¿Y por qué te convertiste en caballero mágico, Berceo-sama?

Berceo: Únicamente por dos razones: Ayudar a los demás. Y por que me encanta la magia. Ya lo dije en una ocasión, nada me produce mayor dicha que ayudar a los demás haciendo lo que más me gusta.

Albert: ¡Ja, ja, ja, ja! También intentaste rechazar la recompensa que trataba de darte por salvar a Sue y curar a Sena. Tu altruismo es digno de admiración, Berceo-dono.

Berceo: La acepté porque no quería dejaros con mal sabor de boca.

François: Hijo, es admirable que siempre veles por los demás. Pero nunca harías mal por velar más por ti mismo.

Berceo: La Diosa me guía sobre mis pasos, Padre. Por eso no tengo necesidad de preocuparme en exceso por mí mismo. Prefiero el altruismo por sobre el egoísmo.

Berceo: Además, paradójicamente, ayudando a los demás también me ayudo a mí mismo.

Reina Mireille: Berceo-san, ¿me permitís una pregunta?

Berceo: Adelante, mi lady.

Reina Mireille: ¿Qué es lo que te motiva?

Berceo: ¿Lo que me motiva?

Reina Mireille: Sí. Quiero saber por qué ayudas tanto a los demás sin recibir nada a cambio. ¿A qué aspiras?

Berceo: La duda ofende, mi lady. Nunca actúo buscando nada. Ni recompensa, ni nada por el estilo. Sencillamente...

Rey Theodore: ¿Sencillamente...?

Berceo: Quiero llegar a ser Gran Rey Mago. Deseo llegar a convertirme en un caballero mágico digno del respeto, la confianza y la admiración de todos. Al igual que lo son Padre, aquí presente; Julius-dono, Licht-san, así como Lumiere-san.

Berceo: Y para ello... debo continuar acumulando méritos, volverme cada vez más fuerte, y ayudar a cuantas personas pueda alcanzar con mi mano...

François: Je. Pues hijo, créeme cuando te digo que hoy has alcanzado a montones de personas.

François: Lideraste con maestría, bravura y gallardía a los caballeros mágicos en nuestra ausencia, y conseguisteis defender la capital. 

Berceo: Pero hirieron de gravedad al Capitán Fuegoleon...

François: No se puede llegar a todas las personas. A cambio, lograste capturar a los enemigos que lo hicieron magistralmente. Y ahora, podremos conocer la identidad de los mismos.

François: Has actuado como todo un capitán de orden.

Berceo: (...) No me siento orgulloso, pero tuve que engañarlos haciéndoles creer que recibí órdenes de Julius-dono para que me hicieran caso. Tampoco me hace gracia reconocerlo, pero tuve un pequeño roce con algunos de ellos que pudo haber acabado en males mayores de no ser por la interrupción del ataque...

François: Míralo por el lado positivo. Les diste la oportunidad de probar su valía y la aprovecharon con brillantez.

Berceo: Sólo supuse que hay algo que valoran más que su orgullo como noble. Y lo encontré.

Chris: ¿El qué?

Berceo: Su orgullo como caballero. Su orgullo personal. No hay nada que un caballero mágico valore más que eso. Normalmente ellos preferirían sufrir antes que colaborar, pero incluso aparcaron sus tercos orgullos y colaboraron para retornar a la capital cuando cayeron en una trampa del enemigo. Eso son palabras mayores.

Chris: ¿Estás elogiando a los caballeros que se negaron a reconocer tu esfuerzo cuando te condecoraron por ello?

Berceo: Cometería un craso error negando el esfuerzo que han realizado. Puede que no me llegue a entender con alguno o con ninguno, pero siguen siendo mis camaradas. No dejaré que trivialidades como el orgullo o la apatía me impidan ayudarles, incluso si ellos niegan querer ayuda cuando más la necesitan.

La princesa parecía más que encantada escuchándome hablar. Y entonces, se levantó con una expresión decidida antes de dirigirse a sus padres.

Élise: -toma una respiración y se levanta- Padre, madre, me he decidido.

Rey Theodore: ¿Qué pasa, Élise? -preguntó a su hija-

Eliana: ¿Élise-neesama? -se preguntaba que pasaba, pero al mirar a su prometido Chris, se hizo una ligera idea-

Élise: Este hombre, Dacoeur Berceo-sama... ¡quiero que él sea mi esposo!

Berceo: ¡Cof, cof, cof! -casi me atraganto con el té- Ah... ¿Perdón? -me puse colorado-

¿Qué acabo de escuchar? ¡¿Y por qué Padre, Chris-san y Eliana-jou lucen tan contentos?!

Élise: ¿Me permitirías casarme con Dacoeur Berceo-sama, padre?

Rey Theodore: ¿Podrías razonármelo?

Élise: Sí. Berceo-sama hará feliz a todos los que estén a su alrededor. Su personalidad es muy noble, atrayente y agradable. Y su manera de ser... simplemente... me encanta.

Berceo: (No me puedo creer lo que estoy escuchando...) (¡Le gusto a la princesa!) -me puse bien colorado-

Élise: Por primera vez, siento que quiero compartir mi vida con este hombre.

Rey Theodore: Entiendo. Si te sientes así, no me opondré. A mí también me agrada. Y por supuesto, deseo que seas feliz por encima de todo.

Chris: Por supuesto, yo también estoy de acuerdo. Tenía el presentimiento de que sucedería algo así si llevaban a conocerse.

Albert: ¡Vaya, felicidades!

Eliana: ¡Cómo me alegro por ti, Berceo-sama! (Después de que yo no pudiera corresponder tus sentimientos...) -pensó esto último-

Reina Mireille: Esto es motivo de celebración.

Berceo: ¡Esperen un momento, s-il vout plait! -esto está pasando demasiado rápido-

Reina Mireille: Ara, ¿Qué ocurre?

Berceo: No es que me oponga, ¡¿pero no lo creen muy precipitado?! ¡Me acaban de conocer hoy mismo! ¡Soy extranjero, y no saben absolutamente nada sobre mí!

Rey Theodore: Eso es cierto. Pero si Élise te acepta, podemos estar seguros de eres bueno.

Berceo: ¿Cómo pueden estar tan seguros?

Reina Mireille: Bueno, los ojos de nuestra hija son especiales: Élise tiene ojos místicos.

Rey Theodore: Élise fue bendecida por la Diosa con los Ojos Místicos de la intuición. Le permiten conocer de la personalidad de alguien al mirarle.

Berceo: ¿Pero cuántos años tiene, para empezar?

Élise: Tengo once años...

Berceo: ¿Once? ¿No es un poco pronto para hablar de matrimonio? -me sofoqué un poco por la emoción del momento-

Rey Theodore: La mayoría en la familia real tiene una pareja a los 15 años. Pero Mireille y yo nos casamos a los 14 años, con el consentimiento de nuestros padres.

Rey Mireille: Sí. Fue el momento perfecto.

Berceo: -suspiré- (Ya no sé ni qué decir...) (¿De verdad que soy...?) ¿Eh? -la princesa me dió unos toquecitos-

Élise: Berceo-sama, ¿no os gusto?

En ese momento, unos pensamientos hicieron latir mi corazón como loco...

Berceo: (Qué...) (Qué...) (¡¡Qué lindaaaaaaaaa!!) (¡¡Qué linda es, por la Diosa!!) (¡¡Quiero darle un abrazo....!!) (¡¡No, quiero besarla!!) (Tranquilo...) (Tranquilo...) (Tiene 11 años... aún es una niña...) -me puse aún más colorado mientras intentaba relajarme-

Berceo: ¡Todo lo contrario! -le dije claramente-

Élise: ¡Entonces, no hay problema!

Berceo: ¿Pero no podríamos esperar al menos a que yo tenga 18 años? Considero muy precipitado llegar al matrimonio sin tener la educación ni la instrucción adecuada. -pedí-

Reina Mireille: ¿Cuántos años tienes, Berceo-san?

Berceo: Cumplí los 14 el pasado junio.

Rey Theodore: Estupendo. No hay ningún problema. Tendrás cuatro años para conocer a Élise. Si tras ese intervalo de tiempo conociendo a Élise no consideras el matrimonio, me rendiré. ¿Te parece bien?

Berceo: De acuerdo. Y por favor, no haga público nuestro compromiso hasta entonces. No quisiera provocar molestias innecesarias.

Rey Theodore: Claro. Tienes mi palabra.

Berceo: (Para entonces, la princesa tendrá 14 años...) (Tengo mucho trabajo por delante.)

Reina Mireille: Está decidido. Élise, usa estos cuatro años para ganarte el corazón de Berceo-san.

Élise: ¡Sí, madre! -estaba muy contenta y tomó mi mano-

Élise: Espero que me trates bien.

Berceo: Espero ser digno de vos, princesa. Ja, ja, ja... Je... Très belle. -dejé escapar-

Élise: ¿Oh?

Berceo: Tu as très belle... ("Eres muy hermosa...")

Élise: Oh! M-Merci beaucoup...! -se sonrojó tanto que se tapó la cara-

Chris: Berceo, qué galán.

Eliana: Je, je, je, je...

Siento que después de esto, mi vida no va a ser igual...

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Fin del capítulo 4

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