En el episodio anterior...

La final del torneo del Festival del Dios Dragón se ha visto interrumpida por una furiosa espiral de tiempo y espacio, desatada por la energía de Palkia y Dialga.

La situación se está volviendo cada vez más complicada: Berceo, Drake, Tsukasa, Volus, Hades, Quinella y Killua se han llevado a Palkia lejos de Dragnisia con el fin de apaciguarlo.

Pero el rey de Dragnisia cometió un gran error que fue creer que Palkia había descendido a este mundo fruto de su ira, pero resulta que vino huyendo.

Y no huyendo de cualquiera, sino de Dialga, cuya furia creciente ha comenzado por destruir la barrera de Babylon y causar estragos en la capital. Glaolo, Flareleon y el resto de guerreros se enfrentaron a él con todas sus fuerzas, pero sus ataques apenas han podido dañar al dios dragón del tiempo. Y en un ataque Distorsión, Glaolo se ha sacrificado empleando su mejor defensa para recibir el ataque, cayendo fuera de combate, y siendo reducido a un bebé.

Con las fuerzas principales dispersas por todo el país... ¿qué sucederá en esta batalla?

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Elizabeth bajó del Domus Draco para recoger a un derrotado y rejuvenecido Glaolo, poniéndolo a salvo en el interior. Dafne y Celeste fueron preocupadas por su apuro.

Elizabeth: Glaolo-sama... -miraba muy preocupada al bebé peliblanco- Vigorizar. -usó un hechizo curativo para curar las heridas del pequeño-

Dafne: ¡Lis! ¿Oh? ¿Y este pequeñín? -sintió intriga-

Elizabeth: Es Glaolo-sama... -dijo consternada-

Celeste: Ha recibido de lleno el ataque Distorsión del Gran Dialga para protegernos a todos...

Elizabeth: Sí...

Celeste: Voy a llamar a Berceo-san. -dijo determinada-

Dafne: ¿Puedes hacerlo?

Celeste: Sí. Con este colgante. -dijo señalando su colgante-

Celeste: Tenemos que hacer algo antes de que el Gran Dialga acabe con los caballeros...

Glaolo: Ga... ga.... ga! -el bebé quiso moverse de los brazos de Elizabeth-

Elizabeth: No, Glaolo-sama. Ahora no puedes salir. -dijo sujetando fuerte al bebé, acomodándolo en sus pechos-

Elizabeth: Ten fe. Nuestros compañeros lo conseguirán. -dijo sonriéndole al bebé-

Mientras tanto, Flareleon encabeza las ofensivas contra Dialga...

Flareleon: ¡Atacadle con todo! ¡¡Rugido del dragón del Truenooo!! -rugió con todo-

Lola: ¡Getsuga... Tenshou! -lanzó un tajo de reiryoku-

Los ataques explosionaron sobre Dialga, sin causarle daños.

Lola: ¡¡Maldito dragón de metal!! ¡¿Qué tenemos que hacer para hacerle daño?!

Flareleon: ¡Tendremos que seguir atacándole para descubrirlo! ¡No tenemos alternativa!

Flareleon: (Siendo un dragón de hierro, mis ataques de rayo no le harán nada...) (En cambio, los ataques de fuego deberían hacerle más daño.)

Flareleon: ¡Mereoleona! ¡Fuegoleon! ¡Lance! ¡Ataquen sin reservas! -mandó-

Fuegoleon: ¡De acuerdo!

Mereoleona: ¡Ni lo pidas!

Lance: ¡Muy bien!

Flareleon: ¡Yo le propinaré mi mejor golpe! -dijo acumulando maná-

Fuegoleon/Mereoleona/Lance: ¡¡Magia de Fuego!!

Fuegoleon: ¡¡Leo Rugiens!! -crea un león de fuego que exhala una bocanada de llamas-

Mereoleona: ¡¡Calidus Braquium - Bombardeo!! -controla el maná alrededor de Dialga, golpeándole con múltiples golpes de fuego-

Lance: ¡¡Diluvio de Llamas del Dragón del Purgatorio!! -controló la temperatura de las nubes e hizo llover fuego sobre Dialga, provocando una explosión-

Cuando el humo se disipa, Flareleon aparece encima de Dialga preparado para propinarle su mejor ataque.

Flareleon: ¡¡A ver cómo sobrevives a esto, Dilaga!!

Flareleon: ¡¡PUÑO DE LA DESTRUCCIÓN DEL REY DRAGÓN DE FUEGO Y RAYO!!

Flareleon golpeó violentamente la cabeza de Dialga con su mejor técnica. El dios dragón del tiempo cayó al suelo, provocando una polvareda.

Pero entonces...

Flareleon: ¿Eh...? ¡¡¡Aaaaaaaaaaaaargh!!!

Flareleon recibió de lleno dos cuchilladas de las garras de Dialga, perforándole parcialmente la parte inferior del tronco... Y mandándolo a volar a través de los edificios de la ciudad, hasta estamparlo contra el Domus Draco.

Flareleon: Amaterasu... -recitó en voz baja-

Lola: ¡¡Flareleon-chan!!

Eris: ¡¡Flare!!

- ¡¡Flareleon-niisama!! -sus cuñadas acudieron en su auxilio-

Flareleon: Aaaaaaagh...Maldito monstruo ... Me ha clavado las garras en el estómago... -se dolía mucho de la herida-

Élise: ¡Magia de Luz! ¡Milagro de la Diosa: Perfect Heal! -curó completamente las heridas de Flareleon-

Élise: Uf... -estaba agotada por el maná que había empleado- Menos mal... la hemorragia habría sido fatal si no se trataba rápido.

Flareleon: Gracias. Se nota que has aprendido de Berceo.

Élise: Espero que sí. Me llevó mucho tiempo dominar este hechizo -dijo aliviada-

Flareleon: (...) -miró de nuevo a Dialga- Esto es imposible... Le he golpeado con todo lo que tengo... He empleado mi hechizo más poderoso... Y aún así... sigue tan pancho...

Dialga, entonces, recargó otro ataque Distorsión. Y el dios dragón...

Flareleon: ¡Atrás! ¡Va a disparar otra Distorsión!

Dialga disparó.

Pero entonces...

https://youtu.be/4zNCknGc6oc

- ¡Castigo de Oblivion! -un rayo de energía tenebrosa fue disparado contra la Distorsión de Dialga, pero ésta era aún más fuerte-

- ¡Phantom Mirror! -un gran espejo recibió la Distorsión de Dialga, y la devolvió con el doble de potencia al dios dragón del tiempo-

Dialga: ¡¡Gugyagyaaah!! -sintió daño-

Los autores de semejante milagro no podían ser otros que...

Berceo: ¡Siento llegar tarde!

Celeste: ¡Berceo-san...!

- Berceo/san/kun/sama/dono...! -su prometido había llegado para salvarlas-

Hestia: Berceo-kun... Volus-nii...

Berceo: He recibido tu llamada, Celeste. -dijo sonriendo a la Santa-

Celeste había imbuido de magia el colgante que le dió Berceo, lo que lo avisó al instante.

Volus: Palkia está bajo control. Pero veo que no podemos decir lo mismo de Dialga...

Berceo: Todo esto ha sido culpa mía. Es la primera vez que uno de mis planes sale tan mal.

Berceo: No sólo me he equivocado en los objetivos, sino también en la elección de oponentes contra los mismos.

Flareleon: Eso último ya me lo parecía. Mi magia de Dragon Slayer de Rayo hubiera sido más efectiva contra Palkia que contra Dialga.

Berceo: (...) -se lamentaba-

Élise: Berceo-san. Ahora mismo no importan los errores que cometas, sino como les pongas solución.

Alba: Dinos como podemos ayudar. No intenten hacerlo todo por ustedes mismos.

Yuri: Sólo danos una indicación y te seguiremos, Berceo-dono.

Flareleon y Berceo se habían fijado en el bebé que lleva Elizabeth en los brazos, que intentaba acudir al combate a como diera lugar.

Iris: Elizabeth-san, ¿y este pequeñín? Qué mono... -dijo un poco tierna-

Elizabeth: Es... Glaolo-sama.

Todos se quedaron callados durante 5 segundos hasta que reaccionaron.

- ¡¿QUÉEEEEEEEEEEEEEE?! -nadie se lo creía-

Elizabeth: Nos defendió de una Distorsión de Dialga, y acabó así...

Berceo: (...) Vayamos por partes... -trató de mantener la calma-

Berceo: Primero que nada... -usó magia telepática-

Berceo: (¡Regina!) (¡Liora!) (¡Contestad!) -llamó a las ginoides-

Liora: (¡Maestro, por fin!)

Berceo: (¡Informe de la situación!)

Regina: (Berceo.) (Dialga destruyó la barrera hace varios minutos.) (Aún la estamos reparando.) (No sabemos cuánto tardaremos en volver a levantarla.) (Los daños son tan masivos que no los abarcamos todos con Recovery.)

Berceo: (Dadme unos minutos y estaré con vosotros enseguida.) -aseguró antes de cortar la comunicación-

Berceo: Debemos contener a Dialga.

Rea: ¿Pero cómo vamos a hacerlo?

Volus: (...) Sólo el renegado puede hacerle sombra a la deidad del tiempo ahora mismo. -llegó a la conclusión-

- ¿El renegado? -las chicas no lo conocían-

Berceo: ¿Pero podrás doblegarlo mientras combate contra Dialga?

Volus: Es un riesgo que debemos correr. Con la Cadena Roja, puedo invocarlo. Y también puedo reducir su energía.

Volus: El punto clave del plan es impedir el terremoto espacio-temporal. Pero el tiempo ya está bastante distorsionado. Mientras Tsukasa y los demás mantengan a Palkia bajo control, podemos respirar tranquilos por el momento.

Volus: Pero necesito unos segundos para invocarlo...

Flareleon: Si eso es todo lo que necesitas, no se diga más. -dijo seguro-

Flareleon chasqueó un dedo. Y unas llamas negras azotaron repentinamente a Dialga.

Dialga: ¡¡Gugyagyaaaaah!! -sentía daño-

Berceo: ¿Cuándo has usado Amaterasu?

Flareleon: Antes de que me clavara las garras, le dejé un sello con mi último golpe.

Flareleon: ¡Os conseguiremos todo el tiempo que necesitáis! ¡Invocad a ese renegado y reparad la barrera! -dijo antes de volver a batalla-

Dafne: Las llamas de Amaterasu no se pueden apagar.

Hestia: ¡Pero el Gran Dialga podrá deshacerse de ellas a pesar de ello!

Elizabeth: No te preocupes, Hestia-san. Él no está solo.

Celeste: Es verdad. Ahora mismo... Le acompañan los mejores compañeros posibles. -dijo pensando en dos pelirrojas que el salvaje conocía bien-

Flareleon regresó al campo de batalla.

Lola: ¡Flareleon-chan! ¿Estás bien? -preguntó-

Flareleon: Sí. Ya me han curado. Tenemos que aprovechar el Amaterasu y sus debilidades para causarle aún más daños.

Lola: Vale. -acumuló reiryoku-

Flareleon: ¡Ruge, Raijuō!

Lola: ¡Muerde, Benigetsuga!

Ambos activaron su Shikai.

Lola: ¡Ittoryū: Tatsumaki! -empleó una técnica de espada para generar un tornado alrededor de Dialga-

Pero a pesar de que las llamas envolvían a Dialga, los daños no parecían agravarse.

Lola: ¿Nada...?

Pero entonces...

- ¡Quema, Metsuma Entēi! -activó su Shikai-

Una figura que Flareleon y Lola conocían bien pasó por delante de ellos y desenfundó su espada.

Lola: ¿Eh...? -creyó haber visto mal-

- ¡Ittoryū: Daishinkan - Kirikaze!

La técnica de la espadachina liberó un gran corte en llamas que se dividió en mil cuchillas de viento cortante, y agravaron aún más el daño a Dialga.

Flareleon y Lola no pudieron evitar sonreír y emocionarse al verla.

Lola: No... No puede ser... -no se creía que fuera ella-

Flareleon: Je. Llegas tarde, Cenicienta. Ya son más de las doce. -dijo sonriendo y algo burlón-

- Ya deberías saber que ese no es mi estilo. No... ¿Flare? -dijo Eris con gran picardía-

Lola: ¡¡Eris...!! -se alegró muchísimo de verla-

Eris: ¿Me has echado de menos, Lola?

Lola: No te imaginas cuánto. -dijo sin dejar de sonreír-

Eris Asura Liones se había unido a la batalla.

Flareleon: Bueno señoritas, si hemos terminado de alegrarnos por este reencuentro...

Flareleon: Os sugiero que primero terminemos con la tarea pendiente antes de ponernos al día. -dijo señalando con su espada a Dialga-

Flareleon: Las llamas de Amaterasu le están causando daños leves. Y con el torbellino que habéis creado, diría que lo habéis agravado por unos segundos.

Flareleon: Pero eso no será suficiente. Nos enfrentamos a un dios dragón. Hemos comprobado por las malas que es bastante resistente. Atacarlo físicamente sería como pegarle patadas a un muro de hierro. -dijo recordando el puñetazo que le pegó antes y la herida que sufrió-

Flareleon: Por eso, vamos a jugar con fuego... para ir desgastando su defensa. En algún momento cederá. -explicó-

Lola: De acuerdo. -captó la idea-

Eris: Suena bien. -le pareció buena la idea-

Flareleon: Entonces, vamos... ¡Es hora de darle a probar el poder de nuestro vínculo! -motivó desenfundando su espada-

Flareleon: ¡El poder que prevalece siempre en la eternidad!

Eris: ¡Las llamas de la ira que todo lo consumen a su paso!

Lola: ¡Vamos a pintar esta ciudad con la sangre de ese dragón!

Flareleon y las dos chicas estaban súper motivados. Y entonces, Flareleon se acordó de una audiencia que Berceo convocó para él...

Flashback

Hace cinco días, cuando el Festival del Dios Dragón comenzó...

Berceo citó a Flareleon en la Sala del Trono. El rey tenía una proposición que hacerle a su hermano mayor.

Flareleon: ¡¿Eh?! ¡¿Quieres que yo sea el Shogun de una región de Dragnisia?! -no se lo creía-

Berceo: Sí, Flareleon. Tú eres el indicado para gobernar la región que recogerá cultura asiática.

Berceo: Pretendo convertir Dragnisia en un reino multicultural. Un lugar donde todo el mundo pueda sentirse cómodo y pueda disfrutar de la variedad.

Flareleon: ¿Pero por qué quieres que sea yo uno de los gobernantes? ¡Si soy la persona menos indicada para gobernar! -creía-

Berceo: Te equivocas. Flareleon, tú tienes un carácter fuerte y una voluntad férrea. Mucha gente te admira y estaría dispuesta a seguirte hasta el fin del mundo. La verdad es que esa es una cualidad que compartes con Glaolo.

Flareleon: ¿Y por qué no se lo pides a Glaolo? Él sí que tiene madera de líder. Es diligente y siempre toma las decisiones más acertadas.

Berceo: Glaolo ha rechazado el ofrecimiento. Definitivamente él no es el mismo que era antes.

Flareleon: Ni me lo menciones. Eso ya lo sabía yo desde hace tiempo.

Flareleon: Podemos ayudarle con eso en otro momento, por ahora...

Flareleon: Necesito tiempo para pensarlo, es mucha responsabilidad.

Berceo: Claro. Tómatelo con calma.

Flareleon se retira de la sala.

Fin del Flashback

Flareleon: (¡Tengo que creer en mí mismo más que nunca!) (¡Aquí y ahora!)

Flareleon/Lola/Eris: ¡¡Bankai!! -Los tres activaron su Bankai-

Flareleon: ¡Eien no Gekirin!

Lola: ¡Chizome no Shiryūken!

Eris: ¡Fundo no Enkōzui!

El reiryoku de los tres se disparó enormemente. Su energía se dispersó por el aire, convirtiéndose en partículas de Ethernano que entraron en los Caballeros Mágicos.

Flareleon: ¡Escuchadme todos bien! -gritó bien en alto para que toda la ciudad le oyera-

Flareleon: ¡Vamos a quemar vivo a ese dragón hasta los cimientos!

Flareleon: ¡Magos de fuego, ataquen sin reservas! ¡Magos de agua, ataquen cuando su temperatura esté por las nubes! ¡Magos de apoyo, debiliten sus defensas y reforzad nuestros ataques! ¡Y Dragon Slayers, cuando las llamas ya no estén, no se contengan!

Flareleon: ¡No hay nada que temer! ¡Juntos somos fuertes! ¡No estamos solos! ¡Recuerden que todos los habitantes, tanto de este reino como de aquellos de donde proceden ustedes creen en nosotros!

Flareleon: ¡No podemos traicionar su confianza! ¡Esto no se trata de ganar o perder! ¡Estamos luchando para protegerlos a todos! ¡Vamos a vivir! ¡Vamos a sobrevivir! Y si no es así... ¡pues luchemos hasta la muerte con todo lo que tenemos dentro hasta el mismísimo final!

Flareleon: ¡A todo el que aún le quede un ápice de orgullo o voluntad para luchar, que me siga! ¡¡¡A LUCHAR!!! -terminó de gritar quitándose el haori-

- ¡¡¡Vamooooos!!! ¡¡A por el monstruo!! ¡¡Venga!! -la motivación inundó a todos los guerreros-

Flareleon se marcó el mejor speech de su vida hasta el momento, y toda la ciudad lo escuchó. Los ánimos cambiaron brutalmente.

Lola: (¡Así se habla!) -pensó muy motivada-

Eris: ¡Je, je, je! (¡Qué subidón!) (Sin duda...) -pensaba-

Lola/Eris: (¡Este es el Flareleon del cual me enamoré!) -pensaron las dos pelirrojas-

Toda la ciudad, desde el palacio hasta el Domus Draco... todo el mundo se llenó de esperanza.

Mereoleona: ¡¡Vamos!! ¡Luchemos hasta la muerte contra la bestia! -acumuló maná-

Fuegoleon: ¡¿Estás preparada, anee-ue?! -acumuló maná-

Mereoleona: ¡Ni lo preguntes!

Mereoleona y Fuegoleon se metieron de lleno en el torbellino de llamas que envolvía a Dialga.

Mereoleona/Fuegoleon: ¡Mana Zone: Liberación! -emplearon la zona de maná y todo el poder mágico que pudieron reunir-

Mereoleona/Fuegoleon: ¡¡Magia Definitiva de Fuego!

Fuegoleon: ¡¡Ignis Columna - Magnum Pyra!!

Mereoleona: ¡¡Calidus Braquium - Purgatorio!!

Mereoleona/Fuegoleon: ¡¡Ruuaaaaargh!! -los dos hermanos Silvamillion Clover rugieron como leones con todo, empleando todo lo que tenían-

Una gran columna de fuego envolvió a Dialga, como si fuera el horno infernal.

Lance devoró todas las llamas que pudo para recuperar fuerzas.

Arkanus: ¡¡Diluvio circundante del Dragón del Rey Marino!! -disparó un torbellino de agua sobre Dialga para apagar las llamas-

El objetivo del plan de Flareleon era desgastar el acero del Dios dragón del tiempo para así provocarle más daños.

Flareleon: ¡Ahora! ¡Shinsoku! -atacó con velocidad divina-

Lola: ¡Colmillo destellante del dragón de la muerte! -de un tajo lanzó a varios dragones veloces-

Eris: ¡Gokka no Sakki! -atacó violentamente con su sed de sangre, y a gran velocidad con estocadas imbuidas en fuego infernal-

https://youtu.be/9kLne30wKKM

Flareleon volvió a entrar en Modo Raienryuu, y empleó todas las fuerzas que pudo reunir mientras todos los demás caballeros mágicos atacaban a Dialga.

Flareleon: ¡¡Metsuryuu Ogi: Dragon Breath!! -amplificó su poder-

Flareleon: (No vamos a perder...) (¡Pondré toda mi alma en este ataque!)

Flareleon: ¡¡¡Rugido del dragón de Fuego y Rayooooooooooo!!! ¡¡¡Ruuuuauaaaaaaaaaaaaaargh!!! -rugió con toda su alma-

El aliento de rayos flameantes cayó completamente sobre Dialga provocando una gran explosión de llamas.

Flareleon: ¡Escúchame bien, Dialga! -le gritó alto y claro-

Flareleon: ¡Los Dragon Slayers existimos para derrotar a los dragones como tú!

Flareleon: ¡Si te atreves a seguir haciendo daño a mis amigos...! -acumuló aún más maná-

La ira candente de Flareleon al elevar su energía y los rayos que desprendía eran tan grandes y constantes que ascendieron hacia las nubes, provocando una lluvia repentina. Las nubes eran de tormenta, por lo que el salvaje las usó como combustible para reunir aún más poder mágico.

Flareleon: ¡¡Seguiré atacándote una y otra vez, hasta no dejar rastro ni de tu existencia!! -reunió todo el maná que pudo reunir en sus dos manos-

Flareleon: -juntó todo el poder en sus manos- ¡¡CAÑÓN DE PARTÍCULAS EXPLOSIVO DEL DRAGÓN DEL TRUENOOOOOOOOO!!! - y lo proyectó en un único rayo de energía-

Flareleon disparó un rayo con la potencia de 100 cañones de plasma. Su potencia fue tal que la explosión afectó a Dialga y a un sector de la ciudad. Aunque ésta se regeneraba gracias a la magia de Berceo.

Flareleon: Ah... ah... ah... Ja, ja, ja, ja... ¿qué te ha... parecido eso...? ¿Eh, dios dragón del tiempo? -jadeaba del cansancio-

Pero entonces...

Dialga: ¡¡¡GUGYAGYAGYAAAAAAAAAH!!! -su rugido dispersó por completo el humo-

Todo el mundo estaba perplejo... Dialga apenas tenía algunos rasguños, pero seguía sin dar señales de agotamiento.

Flareleon: Esto es imposible... -estaba tan perplejo como los demás-

Dialga: ¡¡¡Gugyagyagyaaaaaaaaaaaah!!! -disparó una Distorsión hacia la ciudad, creando una cadena de explosiones que se llevaron por delante a los caballeros-

- ¡¡Aaaaaaaaaaaaaaaah!! -echaron a volar-

Lola/Eris: ¡¡Aaaaaaaaaaaah!! - tampoco pudieron evadieron la onda expansiva-

Flareleon: ¡¡Jodeeeeeeeeer...!! ¡¡Aaaaaaaaaaaaaah!! -maldijo antes de salir volando por la onda expansiva, al igual que el resto, estampándose contra unas rocas en las afueras de la ciudad-

Flareleon: Aaaaaargh... Es demasiado fuerte... ¡Es incluso más poderoso de Druk!

Lola y Eris se levantaban a duras penas.

Lola: ¿Qué hacemos? ¡A este paso, es cuestión de tiempo que palmemos por un ataque...! -preguntó desesperada-

Eris: Agh... ¡No tenemos alternativa! ¡Tenemos que aprovechar los intervalos de tiempo en los que usa la Distorsión y y lo que necesite para recargar!

Eris: ¡Usaré mi mejor baza! -acumuló reiryoku en su espada y saltó hacia encima de Dialga-

Eris: ¡¡Great Flare of Destruction!! -lanzó sus ataques llameantes-

Pero las llamas de Eris apenas le hicieron cosquillas a Dialga.

Eris: Ah... ¡¡No me jodas!! -dijo muerta de miedo y desesperación-

Dialga: ¡¡Gugyagyaaah!! -preparó un Foco Resplandor-

Flareleon: ¡Ah...! ¡¡Eris!! (¡Tengo que moverme...!) ¡Shinsoku! -se movió a velocidad divina-

Eris: ¡¡AAAAAAAAAAAAH!!

Dialga disparó el Foco Resplandor casi a quemarropa contra Eris. Pero Flareleon se puso delante de la pelirroja y el dragón, recibiendo de lleno el ataque.

Eris: ¡¡Nooooooo!! ¡¡Flareeeeeee!! -se horrorizaba mientras el salvaje caía al suelo-

La situación se estaba volviendo cada vez peor...

Pero lo peor... apenas estaba comenzando.

Volus: Gracias por esperar... -dijo mientras la Cadena Roja giraba sobre su espalda-

Volus: Podéis sentirlo, ¿verdad? Esa extraña sensación que atenaza y congela vuestros corazones...

- ¡Bishaaaaaan! -se oyó un rugido espeluznante por toda la ciudad-

De la Cadena Roja de Volus, emergió una nube negra aterradora... y del interior de la misma... surgió un tercer dragón.

Volus: ¡Giratina! ¡Destruye a Dialga! -ordenó-

Volus: ¡Os presento al Gran Giratina, el renegado! ¡El Dios Dragón de la Antimateria!

Giratina: ¡¡Giygogagohgwooh!! -rugió-

Giratina, como si no necesitara órdenes, atacó violentamente a Dialga.

Volus: ¡Eso es, Giratina! ¡Hostígalo con tus Golpes Umbríos!

Volus: ¡Hazle pagar por todo lo que nos está haciendo! -se dejaba llevar por el resentimiento-

Volus: ¡Ahora usaré la Cadena Roja para doblegarte! ¡Unamos fuerzas, Giratina! -motivó-

Pero Giratina simplemente rugió.

Volus: ¿Eh? ¿Qué es esta extraña sensación...? ¿Tan presuntuoso es para crecer que puede hacerlo motu propio? -sacaba sus conclusiones-

Dialga: ¡¡¡Gugyagyagygyaaaaaaaaaaah!!! -recargó otra Distorsión-

Lola: ¡Va a disparar!

Volus: ¡Usaré Phantom Mirror! -dijo acumulando maná-

Pero la Distorsión sería detenida por una ayuda inesperada.

- ¡Corte Vacío! -ordenó una voz-

Palkia apareció de repente y disparó un Corte Vacío con el que repelió la Distorsión de Dialga.

Quien ordenó el ataque a Palkia fue Tsukasa, quien estaba junto con Drake, Hades, Quinella y Killua, montados encima del dragón del espacio.

Desde ahí podían ver el estado de la batalla.

Glaolo como bebé... Flareleon fuera de combate... Lola, Eris y los caballeros mágicos atacantes casi derrotados... Y Berceo seguía intentando hacer funcionar la barrera sin éxito.

Hades: ¡Qué horror!

Tsukasa: ¡Esperemos no llegar demasiado tarde a la fiesta!

Killua: ¿Llamas a esto fiesta?

Drake: Dialga no parece herido en absoluto... ¡esto es una carnicería!

Quinella: Afortunadamente, Palkia puede detener las distorsiones de Dialga con sus ataques. Cada vez que un Corte Vacío golpea una Distorsión, el flujo del tiempo va volviendo poco a poco a la normalidad.

Hades: ¡Voy a trasladar a los heridos al domo para que puedan ser curados! - dijo moviéndose por las Gates-

Quinella: Ese tercer dragón, Giratina... Sus intenciones son completamente destructivas.

Tsukasa: ¿Por qué Volus habrá insistido tanto en invocarlo? ¡Intentar doblegar a un ser así es prácticamente un suicidio!

Drake: Las cadenas rojas no están sirviendo de nada...

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En Babylon, Berceo trabajaba apurado con las ginoides para reparar la barrera.

Berceo: ¡Full Recovery: Perfect Heal! -restauraba todas las partes dañadas-

Berceo: ¡¿Podéis hacerla funcionar?! -preguntó-

Regina: A ver... ¡Sí, todos los sistemas ya están operativos de nuevo!

Liora: Maestro, levantar ahora la barrera no es aconsejable. Con las tres deidades dentro de ella, no les costará nada volver a romperla.

Berceo: (...) Saldré y los echaré de la ciudad. -dijo antes de teletransportarse-

Berceo usó Teleport para volver a lo más alto del domo, y observar la situación con sus ojos divinos.

Berceo: Es terrible...

Berceo: Aunque Giratina pueda abrumarlos, no tardarán en volverse a cruzar...

Berceo: Y si Palkia aumenta más su energía, se producirá el terremoto espacio-temporal...

Berceo: ¿Qué puedo hacer...?

Berceo: Abuelo... Huanglong... Diosa Todopoderosa... ¡¿qué puedo hacer?! -se desesperaba-

La situación era una espiral de caos provocada por los tres dragones.

Y para colmo de males...

Berceo: (!!) -notí un olor nada nuevo para él- ¡Venga ya! ¡Justo ahora no!

El demonio Baal apareció en Dragnis con una legión de demonios de alto rango.

Baal: ¡Id, mis soldados! ¡Tomaremos ese poder!

Berceo: ¡Baal...! (¡Tengo que arrebatarle su Qlipha!) (¿Pero cómo?) (No sé qué hacer... ante tantos enemigos...!) (Dialga y Giratina siguen fuera de control...) (Ni siquiera Palkia podrá contenerlos por sí solo...)

Berceo: (Si tan sólo pudiéramos mediar palabra con los dragones...) (Pero no puedo usar ese hechizo si no pueden razonar siquiera...) -incluso el divino se desesperaba-

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Desde el Domus Draco, un bebé Glaolo había estado observando todo lo que sucedía.

Los ojos se le quedaron como omóplatos.

Muy profundo, en su interior, Glaolo tenía muchas dudas.

Glaolo: (¿Qué hago?) (¡¿Qué hago?!) (¡¿No puedo hacer nada?!)

Glaolo: (¡Maldita sea...!) (¡Con este cuerpo, soy completamente inútil!) -también estaba desesperado-

Glaolo: (Como no haga algo... ¡todos morirán!)

Ante dicho temor, Elizabeth abrazó un poquito más fuerte al bebé.

Elizabeth: No temas... Yo te protegeré... -dijo con ternura-

Glaolo: (No...) (Esto no...)

Entonces, Glaolo empezó a oír voces en su cabeza.

- Debes protegerla... -dijo una voz en su corazón-

Glaolo: ¿Eh? ¿Quién eres?

- Debes proteger a Elizabeth... -seguía diciendo dicha voz-

Glaolo: ¡¿Quién eres?! ¡¿Dónde estás?!

- No estoy en ninguna parte. Mi cuerpo cesó de existir hace milenios.

- Si te concentras, tal vez puedas verme en tu subconsciente.

Glaolo: (...) -se concentró-

Glaolo: ¡Oh!

Glaolo se encontró en su subconsciente con un hombre rubio de baja estatura.

Glaolo: ¡Te he visto en libros de historia sobre la antigua Gran Bretaña! ¡Tú eres... Meliodas! ¡¿Verdad?!

Meliodas: Sí.

Meliodas: Fui el rey del antiguo reino de Liones... así como el líder de los Diez Mandamientos del Clan de los Demonios.

Glaolo/Meliodas: Se me conoce como el Pecado de la Ira. Soy Meliodas, el Dragón. -dijeron los dos a la vez-

Meliodas: Veo que ya me conoces lo suficiente.

Glaolo: Es muy extraño... es la primera vez que te veo... Pero siento que te conozco desde siempre. ¿Por qué será? -preguntó entrañado-

Glaolo: Lo más extraño es... que sentí lo mismo cuando conocí a Elizabeth.

Meliodas: (...) Tanto Elizabeth como yo hemos reencarnado del mundo antiguo.

Elizabeth: Reencarnó una última y definitiva vez en esta época, como la última vástaga de la familia Liones.

Meliodas: Y yo... reencarné como el príncipe heredero de un imperio que venera a los dragones, es decir, en ti.

Glaolo: ¡¿Cómo sabes tú eso?!

Meliodas: Por que te he visto desde que naciste. No he podido comunicarme contigo hasta hace poco, cuando mi alma se despertó en tu interior.

Meliodas: Es muy curioso. Naciste en una familia que venera a los dragones... pero fuiste criado y viviste con una dragona hasta los 7 años.

Meliodas: Así pues, aprendiste la magia perdida Dragon Slayer, adquiriendo las características de los mismos.

Meliodas: Y además, emprendiste la búsqueda de tu dragón reuniendo las siete esferas de los deseos, con la esperanza de ver realizado tu deseo de volver a reunirte con ella.

Meliodas: En resumen, siempre has vivido vinculado a los dragones.

Glaolo: (...) Es verdad.

Glaolo: Pero sólo yo sé que los cuatro somos príncipes imperiales... Y ni siquiera sé si...

Meliodas: Tus padres están vivos.

Glaolo: ¡¿Eh?!

La noticia sacudió a Glaolo como un rayo.

Glaolo: Mis padres... ¿están vivos?

Meliodas: Sí. Ignoro dónde podrían estar... pero siguen vivos, te lo aseguro.

Glaolo: Nuestros padres están vivos...

Meliodas: Ahora... Tú eres el único que puede aplacar la ira del dragón del tiempo.

Meliodas: Te ayudaré.

Glaolo: ¿Oh?

Meliodas: Necesitas más poder para obligar a los dragones a escucharte. Yo te lo proporcionaré. Ya va siendo hora de que empieces a descubrir tu propio potencial. Observa y aprende.

Glaolo: Ah...! -sintió una fuerza increíble recorrer su cuerpo-

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El bebé Glaolo quedó envuelto en un capullo de oscuridad y salió volando de los brazos de Elizabeth en dirección a la arena del Domus Draco.

Elizabeth: ¡Glaolo-sama...! -intentó alcanzarlo sinéxito-

Una vez aterrizó sobre la arena... se produjo una explosión que originó un cráter.

https://youtu.be/3NRdvl3Bu2g

Una vez se dispersó el humo... se vió a un Glaolo diferente. Había vuelto a su edad normal, pero su cuerpo estaba cambiado. Sus piernas y su lado izquierdo se envolvieron en oscuridad, su brazo izquierdo se tornó una garra diabólica.

Los ojos de Glaolo se tornaron a un tono negro oscuro. Y en su frente llevaba una marca similar a un sol negro, que se extendía al lado izquierdo de su cara. El ojo izquierdo también se iluminó con una ominosa luz púrpura.

Todos los que podían ver a Glaolo estaban impactados y más aún desconcertados por su pavorosa transformación...

Glaolo: (...) -guardaba silencio mientras veía a los tres dragones-

Elizabeth: Glaolo-sama...!

Celeste: ¡¿Q-qué le ha pasado...?!

Sue: ¿Ese es Glaolo-niisama?

Dafne: Esa apariencia...

Drake: ¿Glaolo...?

Tsukasa: ¿De verdad es ese Glaolo, el que todos conocemos...?

Berceo: No... ¿Pero por qué...? -era el más desconcertado-

Berceo: Por qué Glaolo... ¿huele a demonio?

Glaolo: (...) -seguía en silencio-

En el interior de Glaolo, había una bestia... un pájaro enjaulado.

- Tú no eres el chico... ¿quién eres? -preguntó el pájaro enjaulado-

Glaolo (???): Conque tú eres uno de esos monstruos llamados bijuu...

Glaolo (???): Nanabi , el ave fénix de siete colas... -habló con un tono sombrío-

- Responde... -insistía el Nanabi-

Glaolo (???): No tengo porqué rendir cuentas a un pajarraco...

Glaolo (???): Tú naciste hace unos pocos años... tras renacer de un bijuu fallecido.

Glaolo (???): Tú no eres nadie comparado conmigo, quien he vivido durante varios milenios...

- ¿Eh...? -el pájaro no comprendía-

Glaolo (???): Pero debo reconocer que tu poder es inmensurable... así que lo tomaré parcialmente. -absorbió algo de chakra del pájaro-

Glaolo se envolvió en un extraño chakra bermellón y aumentó su energía. Era tan grande la misma que invadió la zona en forma de extrañas burbujas.

Lo más asombroso de todo era que la energía también llegaba a todas las personas de la zona, llenándolas de nuevas fuerzas.

Helena: Esa energía... es muy poderosa. -reconocía-

Elizabeth: Ya lo entiendo... -activó sus ojos divinos-

Elizabeth: Le estás ayudando, ¿verdad... Meliodas? -se preguntó sonriendo-

- ¡¿Ah?! -la energía llegó hasta las prometidas-

Alba: ¡¿Qué es esto?! ¡Me siento llena de fuerza!

Iris: ¡Qué maná más extraño...!

Berceo: Te equivocas, Iris. ¡Esto no es poder mágico, es chakra!

Yuri: ¡Nunca había sentido un chakra como este...!

Berceo: (¡Es el chakra del Nanabi, no hay duda!) (Pero se siente muy diferente al de Naruto y el Kyubi...)

Berceo: (¿Cómo ha aprendido Glaolo a amplificar el chakra del Nanabi llegar a toda la zona?) (¿Tendrá que ver con ese poder demoníaco que está mostrando?) -se preguntaba-

Drake: (¡Es la primera vez que siento el chakra del Nanabi en mi propia piel!) (¿Cómo lo estará haciendo Glaolo?)

En otro rincón de la ciudad, Lola y Eris recibieron dicho chakra junto con un inconsciente Flareleon, quien despertó que entrar la energía en su cuerpo.

Glaolo: (!) ¡Glaolo...! -sintió su energía-

Lola/Eris: ¡Flareleon-chan/Flare...! -se alegraron al verle consciente-

Glaolo acumuló todo el chakra posible.

Y creó una esfera de chakra.

Glaolo (Meliodas): Bijuudama. -disparó la esfera al trío de dragones-

Palkia, Dialga y Giratina intentaron esquivar la Bijuudama, pero ésta explotó antes de que pudieran moverse, causándoles un cierto daño.

Los demonios estaban aterrados por el poder de Glaolo. Todos excepto Baal.

Glaolo (Meliodas): (...) Mana Zone... -empleó el chakra disperso como una zona de maná que abarcó toda la ciudad-

Baal: ¿Qué es esto?

Por el brazo negro demoníaco de Glaolo habían unas extrañas marcas blancas que se iluminaban del mismo color que su ojo izquierdo.

Glaolo (Meliodas): Si la magia Dragon Slayer existe para matar dragones...

Glaolo (Meliodas): Congelamiento del Demonio de Hielo. -movió su brazo, congeló la ciudad y a todos los demonios-

Glaolo (Meliodas): Pues la magia Devil Slayer existe para matar demonios.

Glaolo (Meliodas): No está mal... No conocía esta magia. Este chico es increíble. Tiene una capacidad de adaptación más que prodigiosa... Ahora podrá volverse mucho más fuerte. -reconoció de su anfitrión-

Glaolo (Meliodas): Adelante. Muéstrame tu resolución.

Meliodas devolvió a Glaolo el control de su cuerpo y puso su alma a reposar.

Glaolo: (!) -recuperó la consciencia-

Glaolo: (...) -echó un vistazo por sus alrededores-

Glaolo: Bien. -dijo antes de teleportarse-

Glaolo usó Teleport para tomar a Drake, a Volus y a Tsukasa antes de reaparecer delante de Berceo y sus prometidas.

Berceo: ¡Glaolo! ¿Qué ha sido eso? ¡Toda la ciudad está congelada!

Glaolo: He conseguido que los demonios nos dejen en paz durante unos minutos. Debemos concentrarnos en doblegar a Giratina y detener a Dialga.

Elizabeth: Glaolo-sama... lo de hace un momento...

Glaolo: Sí, Elizabeth. Meliodas me ha ayudado.

Elizabeth: Así que era verdad... -dijo sonriendo-

Glaolo: Sí. Yo soy la reencarnación de Meliodas. -dijo sorprendiendo a todos-

Glaolo: Ya habrá tiempo para hablar... Vamos a solventar esta amenaza.

Drake: ¿Qué hacemos?

Glaolo: Primero tenemos que sacar a los dragones de la capital. Sólo entonces podréis levantar de nuevo la barrera, ¿no, Berceo?

Berceo: Sí. Estaba pensando en cómo podríamos hacerlo. Pero después de las horas de combate que hemos pasado con ellos, lo veo demasiado difícil. Todos los caballeros less han atacado con todo el poder que tienen... y aún así no conseguimos hacerles ni cosquillas.

Berceo: El único ataque que, desde mi punto de vista, ha conseguido hacer daño de verdad a los tres dragones, es tu bijuudama, Glaolo.

Glaolo: No buscamos hacerles daño, sino tranquilizarlos. Nos dividiremos la batalla.

Glaolo: Tsukasa, has conseguido asimilar el poder de Palkia, ¿verdad?

Tsukasa: Sí.

Glaolo: Entonces, ve con Volus junto con Drake y los caballeros que aún puedan pelear, y ayudadle a doblegar el poder de Giratina. ¿Estás de acuerdo, Volus?

Volus: Completamente. Odio reconocerlo... pero yo solo no soy rival para el renegado. Necesitaré toda la ayuda posible.

Drake: Pues se la proporcionaremos. -dijo determinado-

Flareleon: ¡No os olvidéis de nosotros!

Flareleon llegó al Domus Draco con la ayuda de Eris y Lola, ya que apenas se podía mantener en pie por sí mismo.

Glaolo: Flareleon. Eris. Lola.

Berceo: Flareleon, debes descansar. No puedes combatir con unas heridas tan graves.

Flareleon: Aún no he dicho mi última palabra...! 

Flareleon: Giratina no está tan furioso como Dialga... Podremos atacarle con mayor cautela. Ese renegado es combativo por naturaleza, igual que yo. ¡Quiero responder a su ímpetu...!

Flareleon: ¡Todavía puedo luchar! -dijo determinado a seguir peleando-

Glaolo: (...) De acuerdo. Pero no te excedas. Ya has agotado mucho poder mágico. Me sorprendería demasiado que el chakra del Nanabi que dispersé antes te lo haya devuelto todo.

Flareleon: Sigo vivo gracias a ti, hermano. No traicionaré tu confianza ni tu energía.

Glaolo: ¿Todos los civiles están a salvo?

Gabriela: Sí. Están todos refugiados en las cámaras subterráneas del domo. Están protegidas por otra barrera, así que no tendremos que preocuparnos por ellos.

Glaolo: Bien. Vosotras también podéis usar las magias neutras de Berceo, ¿no?

Élise: Claro. Gracias a los anillos que encantó Berceo-san cuando se nos propuso.

Glaolo: Pues vamos a repetir la estrategia que hicimos con Palkia.

Glaolo: Usaremos Gate y Magia de Gravedad para trasladar a Dialga y a Giratina lejos de Dragnis. 

Tsukasa: Si lo que necesitáis es magia espacial, no busquéis más. -dijoa cumulando un misterioso maná-

Tsukasa emitió un maná púrpura misterioso. Y sacó una misteriosa esfera antes de emplear su última y mejor baza.

Tsukasa: ¡Asimilación Draconiana: Palkia! -su esfera brilló-

Tsukasa absorbió la esfera y vistió una armadura muy parecida a Palkia.

- ¡Ooooooohhh! -todos se impresionaron por el nuevo poder del caballero de Acuario-

Volus: ¡Realmente has logrado doblegar el poder de Palkia, el señor del espacio!

Tsukasa: En efecto. Palkia me reconoció como alguien digno de su poder. Y la prueba de ello es la Lustresfera que acabo de utilizar.

Berceo: ¡Ya lo entiendo! ¡Palkia te ha entregado su poder mediante Magia de Vínculo Orgánico! ¡Probablemente encantó la Lustresfera con su poder, y al entregártela forjó un vínculo contigo!

Glaolo: Ya veo. Así puede acceder al poder de Palkia empleando magia.

Volus: Tengo que hacer lo mismo con Giratina.

Glaolo: Yo haré lo mismo con Dialga.

Tsukasa: Entonces, yo mandaré a uno por un lado, y Palkia mandará al otro a otra parte.

Tsukasa: (¿Te parece bien, Palkia?) -preguntó a su nuevo amigo por telepatía-

Palkia: (Adelante.) -accedió-

Tsukasa: Palkia está de acuerdo.

Glaolo: Bien. Yo apaciguaré a Dialga. Os confío a Giratina.

Elizabeth: Pero Glaolo-sama, ¿cómo pretendes detenerlo?

Glaolo: Le dispararé otra bijuudama, y hablaré con él.

Berceo: ¡Pero Dialga no está dispuesto a meditar palabra!

Glaolo: Puedo oír los gritos...

Drake: ¿Gritos?

Glaolo: Sí... Los gritos desesperados de Dialga saliendo de su corazón.

Glaolo: Comprendo bien porqué se siente así...

Glaolo: Esto es algo que sólo yo puedo hacer. Confiad en mí. -dijo determinado-

Berceo: Muy bien. Mis prometidas, Palkia y yo te mandaremos a ti y a Dialga a un lugar donde ambos podáis conversar largo y tendido.

Berceo: Tsukasa mandará a Volus y a los demás a otro donde poder hacer frente a Giratina.

Berceo: Chicas, si los demonios se descongelan, hacedles frente o llamadme mediante el colgante de Celeste. -confió a sus prometidas-

Berceo: Una vez los dragones estén lejos, avisaré a las ginoides para que levanten la barrera.

Berceo: El destino del mundo depende del resultado de este plan. ¡Vamos, todos! ¡Es hora de aplacar la ira de los dioses dragón!

- ¡Sí! -respondieron todos a la vez-

Fin del capítulo 35

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La batalla final contra los dioses dragón del Tiempo y la Antimateria entra en su clímax...

Dialga es demasiado poderoso, y ha derrotado a varios guerreros, incluido Flareleon.

Volus ha invocado a Giratina, quien se une al combate contra Dialga.

Glaolo ha despertado el Modo Asalto, así como el alma de Meliodas, revelando que él es su reencarnación en este mundo.

El plan definitivo para detener al trío de dragones da comienzo...

¿Tendrán éxito?

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Por ahora...

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