Capítulo 6
La claridad atravesaba por mis párpados cerrados, podía sentirla. Abrí los ojos con pesar, todo en mi aún estaba bajo el "efecto" del sueño.
"¿Quien fue el idiota que olvidó cerrar la ventana?"
Un poco disgustado y con el ceño fruncido me giré despacio hacia mi izquierda, donde un cuerpo encogido reposaba tranquila y lindamente.
"Ah si... El único idiota que había allí era Jungkook."
Jihee jamás debió aparecer justo en un momento como este, Jungkook no debía gustarme tanto, no se merecía, no creo que algún minuto siquiera se haya tomado tiempo para darse cuenta de cómo lo trato diferente, talvez no soy su tipo... No... Yo soy el tipo de casi todo el mundo, eso está descartado. Ese chico...
Es tan diferente, consigue ser detestable y hermoso, despreciable y agradable, idiota y perfecto, todo al mismo tiempo. Talvez sólo sea demasiado perfecto y no me he dado cuenta.
Suspire y me paré de la cama, encaminando hacia el baño. Me miré al espejo tomando el cepillo de dientes, miré de nuevo por la reja de la puerta y recordé todo lo que había pasado ayer cuando miré su rostro adormecido.
"Maldito Jungkook."
Cerré la puerta, debía dejar de mirarlo tanto, olvidarlo, volver a mi vida de antes: solo amigos, fiestas, trabajo, Hope y mamá. Necesitaba olvidarlo.
"Sólo faltan unos pocos días y se marcharán."
Me recordó mi interior haciéndome sonreír con la probabilidad de que mi vida volviera al normal en poco.
Pero...
Unos pocos días.
Unos pocos días para que mi cuarto volviera a tener una sola cama, unos cuantos días para que ya no hubiera un cuerpo tirado casi todo el rato al sofá con el móvil en la cara, unos cuantos días para que se fuera y unos cuantos días para que talvez jamás volviera a verlo.
Ya me apegue demasiado, otra vez. No puedo dejar que esto pase.
Terminé de hacer todo lo que necesitaba hacer dentro de esa pequeña pieza y regresé a la habitación. Lo miré una vez más, seguía en la misma posición, suspiré cerrando mis ojos por algunos segundos.
"Por favor, vida, no seas tan cruel conmigo."
Me aparté de donde estaba y después de vestirme adecuadamente bajé en busca de mamá y Jihee. Ahí estaban las dos, mamá estaba de espaldas haciendo algo en el balcón de mármol que ocupaba buena parte de la cocina y Jihee sentada arriba del mismo. Reí con la escena.
No sabia la edad de Jihee pero esa mujer parecía siempre feliz y más juvenil que yo y por supuesto, Jungkook que más se asemejaba a un viejo amargado que a un joven. La vi sonreír mientras devoraba mitad de la manzana con una sola mordida; ahora que lo pienso bien, ella no se parecía con cualquier mujer que haya visto, no recuerdo haberla visto usando algo como vestido o medio femenino, siempre con esos pantalones flojos que le caían increíblemente bien y esos abrigos largos, no se comportaba como mamá, mas bien parecía que siempre le gustaba saber como estaba y hacerla sonreír. Jihee si que era agradable.
"En mi otra vida que sea mi padre."
Rei con lo que pensaba, demasiadas películas y Hoseok.
- ¡Taehyung! ¡Buenos días!- La mujer brincó del balcón para, como siempre, ofrecerme un abrazo "demasiado" acogedor.
- Buenos días.- Contesté correspondiendo a su enorme sonrisa.
- Buen día, hijo.- Mamá saludó aún sin voltearse pero sabía que sonreía. Me alejé de Jihee y saludé a mamá dejando un casto beso en su mejilla.
- ¿Cariño, tienes hambre?- Mamá preguntó mientras yo me encargaba de irme a sentar al lado de Jihee que seguía con esa enorme sonrisa.
- ¿Tu que crees?- Jihee soltó una risotada a mi lado y otro de los paños de mamá, otra vez, vino de encuentro a mi cara. Creo que me estoy acostumbrando.
- ¿Olvidas tus modales, jovencito?- Mamá me empezó a regañar.
- Pero, mamá...!
- ¿Que te parece ir a ayudarme a arreglar el coche?- Jihee me susurró mientras se aguantaba las ganas de reír. Asentí enérgicamente escapando en silencio junto a Jihee de la cocina y dejando a mamá hablando sola.
El sol matutino golpeó contra mis ojos haciéndome semicerrar los mismos. Era agradable.
Seguí a Jihee hacia los fondos de la casa, donde supuestamente estaría el vehículo. La observé caminar hacia el automóvil y levantar el capó sin mucha dificultad, en silencio se encaminó al maletero y sacó de allí una pequeña caja negra que supuse ser las herramientas. El frío de la mañana helaba mis manos, así que las hundí en el bolsillo del abrigo y me dediqué a observar escrupulosamente cada uno de sus movimientos.
- ¿Cómo va tu relación con Kook?- Estaba tan concentrado en los movimientos que sus manos, ahora un poco sucias, hacían, que siquiera me di cuenta de que ahora estaba apoyada en el latón de la parte delantera del vehículo.
¿Que había dicho?
- ¿Eh?- Se dedicó a sonreír mientras volvía a tomar un destornillador y concluir su trabajo.
- Hablaba sobre Jungkook... ¿Qué ha pasado entre ustedes?- Mis ojos se abrieron desmesuradamente y el aire pareció retirarse de mis pulmones.
- ¿Q-que? Y-yo... Yo no le he hecho nada a su hijo, e-es decir no ha pasado nada, siquiera nos hablamos.- Mordisqué mi labio inferior brutalmente y mis manos se cerraron en puño nerviosa y torpemente. Frunci mi ceño al oírla reír con la cara hundida cerca del motor. Su cuerpo se impulsó hacia arriba para mirarme.
- Eres tan adorable...- Dijo mirándome mientras reía y enseguida arrojaba con éxito la herramienta en la pequeña caja.- No quise decir eso... Te preguntaba si lograste, no se, mejorar la comunicación entre ustedes o...
- Los llaman para el desayuno.- Me sobresalté al ver a Jungkook parado atrás de nosotros.
¿Habría escuchado nuestra plática?
Eso era de menos, lo importante es que...
Se veía hermoso esa mañana.
"Ahí vamos de nuevo. Momento de admiración matinal del mocoso."
Su cara estaba hinchada por el sueño, provocando que luciera tierno, sus ojos estaban semicerrados por cuenta del sol, sus hombros encogidos y sus manos hundidas en el saco esportivo color negro que llevaba, un casi puchero había en sus labios.
Perdido en pensamientos sólo me di cuenta cuando Jihee dejaba el lugar con una sonrisa. Miré aturdido a mi alrededor, el capó ya estaba cerrado, el maletero también, Jihee ya se había ido y probablemente visto mi momento de "admiración" hacia la belleza ajena.
Limpié mi garganta nerviosamente, por algunos segundos el hierbajo se tornó extremamente interesante.
Me atrevi a mirarlo, sus ojos estaban inexpresivos, parecía un poco agotado, su mirada permaneció conectada a la mía por más algunos segundos antes de que en silencio se diera la vuelta y marchara a casa nuevamente.
"Abocañé" torpemente un poco de aire y decidí seguir por el mismo camino que el chico de belleza exótica, a mi ver, percorrió.
― 🌹 ―
En tanto disponía el café en la pequeña taza de porcelana a mi frente, podía sentir algo mal en el ambiente. Jungkook, como nunca, estaba ubicado a mi lado, e infelizmente no fue por libre opción, Jihee se había encargado de sentarse junto a mamá frente a nosotros y la otra silla que sobraba estaba siendo ocupado por unos sacos que siquiera sabía o buscaba descubrir su contenido.
La conversación de mamá y Jihee era, extrañamente, a inaudibles susurros. Me contenté en, como Jihee mencionó, haber "avanzado" en mi relación con su hijo, haciendo con que se sentara a mi lado.
"Que ridículo todo esto."
Extendí mi mano a tomar el azúcar pero otra cosa vino junto a mi mano, esa piel lechosa y blanca rozó con la mía haciéndolo retroceder centímetros. Lo miré pasmado, me había tocado...
Sus ojos parecían tan asustados cuanto los míos, aparté mi mirada de la suya y...
"¿De quien era el azúcar? Lo había atrapó yo primero ¿no?"
Miré al pequeño objeto causante del encuentro corporal, de reojo miré a Jungkook y lo vi atrapar su labio nerviosa y deliciosamente.
"¡Taehyung! El azúcar... ¡Eso! ¡El azúcar!"
Debía concentrarme en de quien era y no en el mordisquear nervioso de un chico engreído como Jungkook.
Volví a mirar a nuestras manos próximas... Que en segundos dejaron de estar distantes.
Mi corazón "detuvo" sus movimientos cuando el menor que tenía a mi lado enganchó tímidamente nuestros dedos meñiques y atrapó suavemente con el resto de su mano el azucarero. Transportó el objeto hacia donde el estaba y mi mano junto a la suya también. Soltó el pequeño objeto y nuestras manos juntas por ese pequeño dedo el las bajó hasta quedar debajo de la mesa.
Mis ojos estaban abiertos como platos, mi corazón parecía que a cualquier momento explotaría y mis manos sudaban. Engulli seco cuando apoyó nuestras manos juntas en su muslo cubierto por el calentador, mi meñique fue liberado de su agarre y en un movimiento torpe dejé que mi mano escurriera por su muslo hasta colgar en el aire.
"¡Despierta, Taehyung!"
Pestañeé algunas vezes, miré espantado a Jihee y mamá. Ojalá no hayan visto nada, pudieran haber pensado otra cosa. Gracias al cielo seguían entretenidas en su plática. Miré de reojo a Jungkook, este parecía que jamás terminaría de revolver la leche que tenia a su frente.
Me concentré en mi desayuno, mi corazón ojalá no lo estuvieran oyendo, aunque eso fuera poco probable, guardé mi mano derecha en el bolsillo y con una sonrisa miré a mi meñique.
Me había tocado.
No. Me había tomado de la mano, fue casi eso ¿no?
Volví a mirarlo de reojo preguntándome como me trataría de ahora en adelante, suspiré pesadamente, conociéndolo, talvez vaya a actuar como si nada hubiera pasado.
- Permiso. Ya he terminado.- Lo miré asustado ¡¿Ya terminó de desayunar?!
Su cuerpo se arrastró hacia la sala y logré verlo subir las escaleras.
- Ah... Me retiro. Gracias por el desayuno, mamá.- Con una pequeña reverencia salí corriendo atrás de Jungkook. Llegué al cuarto enseguida y ahí estaba, poniéndose sus audífonos y con su móvil en manos.
A pasos pesados caminé hacia el, arrebatando el objeto de sus manos haciendo que se volteara a mi. No estaba asustado, probablemente sabía que vendría por el. Maldito.
- ¿Quieres hacerme el favor de devolverme lo que me pertenece?- Preguntó mirando a su móvil en mis manos.
- No.
- ¿Qué quieres?
- ¿Que fue eso allá abajo?
- No se de que me hablas.- Lo miré con ojos semicerrados. Ya sabía que se iba a hacer el desentendido.- Dime lo que quieres o largarte.- Agregó mirando al piso. Suspiré pesadamente ya cansado de que se comportara así. Lo miré sin paciencia, arrojé su móvil a la cama más cercana viéndolo observar asustado el camino que el objeto llevó.
Caminé velozmente acercándome más de donde el estaba. Pareció asustado por algunos segundos mientras retrocedía. Perfecto. Lo tenia.
Terminé de alcanzarlo y atrape su cuerpo contra el armario, jamás lo había visto tan asustado. Levanté mis manos apoyándolas en el armario arriba de su cabeza, impidiéndole de escapar.
Sus ojos asustados estaban pegados a los míos.
- Alé-Aléjate.
- ¿De verdad quieres saber que quiero?- Murmure contra su mejilla.
- No te atrevas a tocarme.- Reí mientras tocaba su mejilla con la mano que antes lo impedía de escapar.
- Tu lo hiciste...- Mi mano bajó hacia su pescuezo. Se había erizado.- Solo... Te devuelvo el favor.- Y para cuando pestañeó otra vez, lo había empujado a la cama que estaba a nuestro lado violentamente, sin tardanza y ya estaba bajo mío.
- ¿Q-que haces?
- ¿Que te parece que hago?
- Aléjate.
- Aléjame si puedes.
- Tu...
- ¿Yo?
- Te odio.
- No te preocupes, yo también.
Mi mano izquierda sostenía mi peso para no lastimarlo. La distancia entre nuestro rostros era mínima, o casi nada. Mi pierna derecha estaba entre sus piernas, mi mano derecha impedía que se moviera mientras me aprovechaba de la situación para tocar su pecho.
- Sueltame...
- ¿O?
- ...Te... Te morderé.
No pude evitar reír, era tan tierno nervioso.
- Me encantaría que lo hicieras...- Susurre.
Mi corazón estallaba tal fuegos artificiales.
Nuestra bocas casi pegadas.
Mi cuerpo estaba tenso como si fuera mi primer beso.
Mi rostro se movió un poco quedando de lado.
Quería besarle.
Deberas quería hacerlo.
Pero...
- ¡Hijo! ¡Hope ha llegado! ¡Lo mandé subir!- Mis ojos se abrieron como platos, miré a Jungkook, su mirada nerviosa y miedosa había cambiado para una llena de enfado y decepción.
No dudé un segundo en salir de arriba de su cuerpo y saltar a mi cama. Tomé mi móvil en manos y fingí ver algo extremamente interesante en este.
- ¡TaeTae!- Un pestañear y Hope ya estaba arriba mío abranzabrazando mi cuerpo.- ¿Cómo estás, muñeco?- Se quitó de arriba mío jalando para que me parase junto a él.- Espera... ¿Por que tienes las mejillas rosadas? Y tu ropa...- Me miró con malicia y enseguida a Jungkook, que nos miraba serio.
- No hacía nada.
- Jungkook también parece un poco despeinado... No me digan que...
- Olvídalo... Jamás haría algo así con un tipo como él.- Jungkook soltó parándose y mirándome.
"Entonces eres así... ¿Por qué me haces esto, Jungkook? Quiero odiarte, debía odiarte. Me tratas como a una basura. ¿En que eres mejor que yo?"
Mis manos se juntaron en puño, mis ojos se cerraron con fuerza, mi mandíbula se trincó, mordía mi lengua para no soltar ningún insulto al chico que ahora abandonaba la habitación.
- ¿Estas... bien?- Hope pasó sus brazos por mis hombros.
- ¿Tu que crees?
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Esto esta una caca, como mi vida.
Siento tardar.
Comenten lo que les está pareciendo. Si les está gustando, dejar el voto es gratis.
(∵')
¿Odian a Hope por acabar con el momento del Taekook o a Jungkook por ser tan____?
Ustedes eligen la palabra correcta para decirlo.
Voy a dejarles que lo odien bastante.
( ͡ʘ ͜ʖ ͡ʘ)
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