Capítulo 5
P.O.V Taehyung
El incómodo sonido del teléfono rozando contra la pequeña mesa de madera mientras vibraba, no cesaba. Levanté mi cuerpo apoyándolo en mis codos pero un intenso dolor de cabeza hizo que mi cuerpo cayera de nuevo, volviendo a la antigua posición.
Traté de sentarme despacio y tomando el móvil en manos me espanté al ver que ya se trataban de 01:00 p.m. Miré los ocho mensajes no leídas y las doze llamadas perdidas, todas de Hope y de un número desconocido preguntándome como y donde estaba y que había pasado.
Estaba prestes a responder los mensajes de Hoseok pero el percatarme que no me recordaba al cierto lo que había pasado la otra noche, me detuvo.
Frunci la frente, mi cabeza aún dolía junto a mi cuerpo.
[Desperté recién. Gracias por traerme ayer.]
13:03
Arrojé el móvil en la cama y mientras trataba de ponerme en pie sin soltar un gruñido de dolor, el móvil volvió a vibrar. Suspiré volviendo a sentarme, tomé el teléfono.
[No lo hice. Creí que Jungkook te había llevado. Llegó ayer a la fiesta, por ti... :/]
13:04
¿...Que...?
― 🌹 ―
...Jungkook...
Jungkook
¡¿Jungkook?!
Miré mi reflejo agotado en el espejo sacudiendo mi cabeza en negación.
No podía ser.
Debía ser mas otra de las tantas bromas de Hoseok... pero...
― 🌹 ―
-¡Desgraciado! ¡Mira que has hecho! ¡Eres un completo idiota!
- Kookie... Lo siento. Te compro otras mañana.
- ¡Jamás encontrarás otras como estás en un lugar como este! ¡Me harté de ti! ¡Termina tu solo!
― 🌹 ―
- Sus botas... ¿Ayer?
― 🌹 ―
Abrí mis ojos asustado sintiendo un pequeño dolor molestar la parte inferior de mi brazo, miré al frente y ahí estaba Jungkook.
¿Me acababa de peñiscar?
- Auch... Que malo...- Murmuré haciéndolo rodar los ojos graciosamente.
― 🌹 ―
Bajé la mirada hacia mi brazo con lo ojos bien abiertos.
― 🌹 ―
Lo vi suspirar pesadamente antes de quitarse el saco de lana que tenia por arriba y cruzar la calle.
[...]
Soltó mi mano y posicionándose a mi frente envolvió su caliente saco en mis hombros.
[...]
Mi cuerpo me traicionó y en cuestión de segundos caí contra el. Hundí mi cara en su cuello inhalando de ese maravilloso y único olor, esbozando una sonrisa contra su piel.
- No es momento para que seas un pervertido...- Musitó dulcemente.
[...]
Sus manos arrollaban mi abdomen conduciendome hacia algo borroso a nuestra frente. Mi cuerpo cayó sentado en algo que parecía ser un vehículo.
Solo me relajé cuando sentí el banco hundirse a mi lado. Sonreí y eché mi cabeza en su hombro. Mis párpados se rehúsaban a despegarse.
De cualquier manera, no quería despertar.
― 🌹 ―
Me miré espantando en el espejo.
- Creo que fue solo un sueño...- Musité aturdido.
En un impulso desesperado tire agua a mi rostro secando con la toalla que tenía al lado y enseguida dejando el baño a prisa. Casi pisaba fuera del cuarto cuando recordé que estaba aún en pijamas.
Caminé con rapidez hacia el guardarropa tomando un calentador gris, una blusa aburridamente blanca y un abrigo del mismo color que el calentador. Pasé las manos por mi cabello en un fracasado intento de arreglar los mechones revueltos, desistiendo de tal cosa, dejé la habitación, bajando por las escaleras apresurado.
- Mamá, dile que lo llamo cuando pueda.- Murmuró Jungkook mirando al piso.
- ¡Pero Kook! ¡Dice que te ha llamado unas cuantas veces y no le has contestando ninguna! ¡Se preocupa por t... Taehyung!- La expresión de decepción que tomaba el rostro de Jihee se transformó en una sonrisa de oreja a oreja. Para cuando volví a pestañear, sus brazos ya me arrollaban fuertemente. Por el hombro de la mujer, miré a Jungkook que nos observaba de manera silenciosa e inexpresiva.
Sus ojos parecían un hoyo negro en el espacio, tan negros, intensos y bonitos que talvez sea una de las cosas que más me gustaban en el. Eran otra dimensión.
Esas negras esferas se apartaron de examinarme para vagar por el salón, pareciendo buscar algo que yo desconocía en ese momento. Cuando atrapó el saco negro, echado al sofá con sus ojos, se encaminó hacia el en silencio y lo tomó dirigiéndose hacia la puerta de entrada.
- ¡No!- El abrazo de Jihee empezaba a molestarme. Quería poder abrazar a Jungkook, oler hasta mas no poder de su fragancia, hundir mis dedos en esa cabellera oscura, poder tocar su delicada piel deliberadamente, sentirlo junto a mí; pero no podía y algo me molestaba porque siempre que me miraba, sentía que había algo que ocultaba, algo que el sabía y yo no.
Volví de mis pensamientos al ver que Jihee ya se había apartado y ahora alternaba su mirada de Jungkook a mi, de mi a Jungkook, incesantemente. Jungkook ya se había dado la vuelta y ahora me miraba, su ceja derecha la tenia alzada exhibiendo ese aire de superioridad que casi siempre lo acompañaba.
- Creo que será mejor que me retire.- Murmuró Jihee con una sonrisa juguetona en sus labios.- Voy a ver que hace tu mamá y si me necesita.
- ¡Oh, no!- Me miró sospechosa.- Es decir, puede quedarse si gusta.- Ella no hizo más que asentir enérgicamente. Mordí mi labio inferior, inevitablemente, mientras mis pasos avanzaban hacia el chico parado a la puerta. No quería mirarlo a los ojos, no quería sentirme intimidado bajo esa mirada que tenia.- Queria agradecerte... Por lo de anoche.- Lo miré, por más costoso que fuese, lo miré fijamente. Las palabras se perdieron y me olvidé que iba a decir.- E-es decir... No se que haría si no fuese por ti.- Silencio.- Creo... Creo que te debo una...- Complementé mientras mis dedos se encargaban de rascar mi cabellera nerviosamente.- Te gustaría... ¿Comer conmigo hoy?- Bajé mi cabeza.- Si quieres... Te enseño la ciudad y vamos a... No se... Tomar un helado, comer pizza... Lo que quieras.-Silencio.- Levanté la mirada para confirmar que seguía ahí.
- No...- Mis ojos se conectaron a los suyos. La manera en que negó fue tan fría que estremecí.- No tengo ganas de hacer eso, no junto a ti y... El helado le hace mal a mi piel, odio pizza y conocer un lugar como este sería la última cosa que haría.
Solo pude oír cuando la puerta golpeó en mis narices y mis ojos se cerraban con fuerza.
Idiota.
Eso soy, un idiota.
Por un momento. Por un pequeño momento llegué a pensar que talvez hubiera conquistado un milímetro del corazón de piedra de ese chico, pero no.
Soy un completo idiota por creer que cambiaría de carácter tan fácilmente.
- Taehyung... ¿Te encuentras bien?- Me giré al oír la dulce y penosa voz de Jihee inundar mis oídos. Le sonreí forzosamente.
- Seguro...
- Sobre Kook... lo siento por el. De verdad, no se que le pasa. Sabes... A veces me culpo que sea así con los otros, no fue fácil criarlo sola.- Jungkook por algunos segundos ya no estaba en mis pensamientos y mi atención estaba enfocada en la triste mirada y sonrisa de la mujer que ahora se encaminaba a pasos lentos hacia el sofá para tomar asiento.- Jungkook tuvo serios complicaciones desde que nació, su sistema mental, según los médicos, eran demasiados retrasados para su edad; comía porque yo lo forzaba, no sentía hambre; su sistema imunológico era tan débil que a cada vez gastaba unos cuantos dólares con sus remédios uno mas caro que el otro. Pero todo eso pasó ¿sabes? Todo ese tormento acabó pero junto a él, el pequeño Jungkook que sonreía por más que sintiese el mayor dolor, se fue también. Fue en una noche de Navidad, cuando Kook tenía cinco años, su padre llegó otra vez tarde del trabajo pero no se detuvo a saludar a su pequeño que ya lo esperaba en la puerta con una sonrisa y una carta de navidad en sus manos. Lo que me dijo en esa noche jamás lo olvidaré, me dejó el dinero que Jungkook necesitaba para la cirurgia y se fue. No tuvo el valor suficiente para despedirse de su hijo, Jungkook jamás lo vio; y con el tiempo la mentira de que "Papá esta viajando muy lejos pero volverá." ya no era más una solución para que Jungkook dejase de llorar por las noches, comiera o fuera a clases. Creció tan rápido que cuando me di cuenta, Jungkook ya no esperaba a su padre, se había tornado un chico antisocial, ya no era el mismo. Creo que si Jungkook hoy no está encerrado en casa y llorando, esa razón tiene nombre y apellido, le debo mucho a esos dos...- Su sonrisa era enorme mientras parecía divagar en pensamientos sobre alguien.
- ¿Esos... dos?- Frunci el ceño.
- Uno es el mejor amigo de Kook y el otro... Bueno, es alguien bastante especial para el.- Sus ojos se pegaron a los míos y por unos instantes me sentí mareado.
¿Amaría Jungkook a alguien?
Desde que lo conocí nunca me había detenido a pensar sobre sus posibles relaciones o gustos.
- Bueno... Voy a ver como esta tu mamá.- Dijo poniéndose en pie y rompiendo ese aire tenso. Revolvió mi cabellera y marchó a la cocina, pero antes de desaparecer se giró y con esa sonrisa juguetona me miró.- No te des por vencido tan rápido.
De nuevo esa sonrisa forzada escapó de mis labios mientras la veía darse la vuelta y marcharse.
Miré las escaleras que daban al segundo piso, rei con mis próprios pensamientos. Fui tan ingenuo en pensar que aceptaría, el era el exaltado Jungkook y yo el miserable Taehyung.
Levanté mi cuerpo del sofá mientras me encaminaba a nuestra habitación.
Nuestra.
Reí nuevamente mientras negaba con la cabeza ¿Parecía una pareja?
Talvez.
O no, no creo que exista el tipo de pareja que no se habla y cuando lo hace, es para discutir; que solo se hablan humanamente cuando uno está borracho; una pareja en que uno es un pozo de preguntas y el otro un corazón de piedra.
No.
Definitivamente no.
Ya desistí de él.
Creo que lo único que somos es un par de desconocidos incompatibles, viviendo por un corto período de tiempo bajo el mismo techo. Si. Incompatibles. Porque ya no consigo creer que pueda tener algo com ese chico, y desconocidos... Bueno, desconocidos porque lo único que se es su nombre, que solo se preocupa consigo mismo y que no le gusta el ramen, el helado ni la pizza...
La próxima vez que lo invite a comer, no mencionaré ninguna de esas tres cosas...
― 🌹 ―
- ¡TaeTae! ¡Baja a tomar la merienda!- Sin pierda de tiempo bajé de la habitación aventandome por las escaleras. Tenia bastante hambre.
Algo dentro de mi quería ver a Jungkook.
Arribé a la cocina con una gran sonrisa, sonrisa esa que se perdió inmediatamente al ver que junto a la mesa llena de cosas sólo estaban dos cuerpos femeninos. Mamá y Jihee, nada de Jungkook.
- Jungkook... ¿D-donde esta?- Las dos mujeres se miraron. Mamá llevaba una gran sonrisa y Jihee bajaba la cabeza mientras su sonrisa desaparecía.
- ¡Salió a conocer la ciudad, comer pizza y tomar un helado! ¡Al menos eso dijo!- Ni la gran sonrisa de mamá me contagiaba en ese momento.
― 🌹 ―
-No...No tengo ganas de hacer eso, no junto a ti y... El helado le hace mal a mi piel, odio pizza y conocer un lugar como este, sería la última cosa que haría.
― 🌹 ―
Me mintió.
Lo hizo descaradamente.
- Lo siento, no tengo hambre...
- Tae...
Si les está gustando, no olviden dejar su voto.
¿Que piensan de Jungkook?
Si que es malo ¿verdad?
¿O no?
Ya dejarán de odiarlo tanto.
;)
Te has olvidado el voto 👇 (: <3
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro