Se encontraban desayunando, raramente, nadie decía nada, el silencio empezaba a tornarse incómodo para las personas sentadas alrededor de la mesa. Jihee, como siempre, se hizo responsable por romperlo.

- ¿Necesitas algo del mercado, Eunjin?- Dijo lo primero que se le vino a la mente, se ganó la mirada de las tres personas restantes, todos sabían que algo andaba mal pero ni todos sabían qué era.

- La lista ya la terminé ayer.- Eunjin contestó y, apesar del clima entre los presentes, sonrió. Jihee la miró con otra sonrisa.

- Iré por todo después de la siesta. No te preocupes.- Contestó la señora Jeon.

Taehyung y Jungkook se miraron rápidamente antes de volver a comer. Seguían en lo mismo. Hablar lo mínimo necesario, Jungkook tratando de evitarlo todo el tiempo, Taehyung intentando descubrir que le pasaba al menor y así sucesivamente, realmente era un caos la situación.

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El reloj de la habitación del par de chicos ya casi marcaba las 2:00 PM y Jungkook decidió levantarse para ir a ducharse antes de salir junto a su madre a hacer las compras.

Según Jihee, Jungkook debía acompañarle para ayudar con las compras ya que Taehyung no debía esforzarse a causa de la herida en su pierna y Eunjin debía descansar. Jungkook sabía que algo estaba mal, su madre jamás le había obligado a ir de compras con ella, pocas fueron las veces en las que lo invitó, siempre que lo hacía era con sus amigas o sola.

Algo estaba pasando y aunque no tuviera ganas de salir, no se rehusó, estar por un poco de rato lejos de Taehyung y tomar aire fresco sería agradable.

Se encaminó hacia su maleta y sacó de allí las toallas y uno que otro hidratante y crema que solía usar después del baño junto a un par de ropa. Miró una ultima vez al cuerpo de Taehyung hecho bola, bajo las frazadas, girado hacia la pared y tuvo ganas de suspirar, pero no lo hizo. Empezaba a hartarse de tener que estar evitando al mayor por tanto tiempo. Se marchó al baño antes que su boca se abriese para decir algo indevido.

Cuando Taehyung escuchó la puerta del baño cerrarse se destapó y miró a su alrededor. La cama estaba vacía y en desorden, supuso que se había marchado a ducharse. Miró a su alrededor y algo llamó su atención.

Se trataba de un pequeño tirante color rojo, bastante llamativo, que pendía de la maleta mal cerrada de Jungkook. Taehyung armó una lucha interna para decidir si se levantaba para ir a ver que era o simplemente permanecía en su lugar. La verdad es que estaba curioso para descubrir de qué se trataba pero también tenía ganas de hacer nada.

Después de largos minutos se paró y caminó perezosamente hacia la maleta. Se agachó junto a esta y tiró de aquel pequeño objeto de color rojo.

"J y M"

Taehyung paralizó. J posiblemente de Jungkook pero ¿A quién le pertenecía la otra letra?

El cuerpo de Taehyung estaba inmerso en las tantas probabilidades que su mente empezaba a crear.

¿El "M" le pertenecía a alguna ex? ¿Sería su mejor amigo? ¿Jungkook ya tenía novia? ¿Un novio?

No podía ser. Taehyung no podía creer en lo que sus pensamientos acusaban.

Escuchó la manija de la puerta girarse, rápidamente arrojó el llavero dentro de la maleta y empezó a cerrarla lentamente.

- ¿Qué haces?- Escuchó la voz de Jungkook resonar en sus oídos. Levantó los ojos a verlo.

- Marchaba a la cocina cuando me di cuenta que estaba abierta.- Taehyung se paró quedando a altura de Jungkook. Se dedicó a observar al chico que tenia en su frente.

Lindo.

¿Por qué tan lindo?

- Te quedaron bien los jeans.- Fue lo único que confesó antes de dejar a Jungkook hacia atrás absorto en pensamientos, así como él.

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- Coge esas patatas por mi, hijo, por favor.- Jihee pidió viendo a Jungkook caminar lentamente dirigiéndose al alimento que se le había pedido.

Jungkook lanzó el saco de patatas al carro y esperó a que su madre empezase a moverse para hacer lo mismo. Jihee suspiró profundamente, quería saber qué se pasaba con su hijo pero no sabía cómo.

- ¿Por qué no lo llamas, hijo?- Jungkook bajó los ojos. Las manos escondidas dentro del gran bolsillo del abrigo, el cabello cubriendo toda su frente, su cabeza a mil.- ¡Jungkook, hijo, quiero ayudarte! Sé que algo está pasando, desde que llegaste aquí y ya no te reconozco más. ¡Soy tu madre y busco tu bien pero no me lo permites!- Jungkook miró fijamente a su madre haciendo que Jihee se percatara que algunas de las personas en ese pasillo del mercado los miraban.- Lo siento.- Jihee murmuró antes de ver a Jungkook mirarla con un poco de desprecio y alejarse. El noble corazón de Jihee se culpó.

Se apresuró a estar de nuevo lado a lado con Jungkook.

- Hijo, lo siento, yo...

- Quieres que le llame pero ¿Qué quieres que le diga? ¿La verdad? ¿Le digo que ya no soy el mismo chico que dejó Seúl? ¿Qué no lo he llamado con miedo de decirle que me está pasando?

- ¿Que verdad, Jungkook? ¿De qué hablas?- Jihee no tenía ni idea lo que su hijo decía.

- Olvida, mamá. Siquiera sé que estoy diciendo.- Mintió el joven. Volteó la cabeza para no tener que mirarle a la señora Jeon a los ojos.- Te espero en el coche.- Dijo antes de dejar hacia atrás a Jihee.

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Taehyung esperó hasta haber escuchado el sonido de la puerta cerrándose y cuando lo hizo estaba seguro, Jihee e Jungkook se habían ido. 

Sabía que estaba mal lo que estaba haciendo pero no podía evitarlo. Tenía sus dudas y quería descubrir la verdad para cada una de ellas.

Cuando supo que sólo eran el y su madre, que dormía en la otra habitación, en casa, se apresuró a correr en dirección a la maleta de Jungkook.

Elevó el equipaje y lo llevó hacia su cama. Lo abrió y se dedicó a observar la posición en que estaba todo para certificarse de dejar todo de la misma manera para cuando termine.

Empezó a remover todas las ropas y cosas que había allí dentro y comenzaba a frustrarse cuando una billetera de color café claro llamó su atención. La tomó y la abrió, la revisó y estaba completamente vacía a no ser por un par de dólares, se preguntó por qué tendría Jungkook dólares. Estaba a punto de arrojarla de nuevo al lugar de onde vino cuando algo lo detuvo.

"M y J"

Eso estaba gravado en una de las esquinas del pequeño objeto.

Era lo mismo que había visto ese inicio de tarde pero en orden invertida. Taehyung sintió como si hubieran mil agujas clavadas en su cabeza.

¿Qué era eso?

Empezó a guardar todo nuevamente asegurándose de que cada cosa estuviera en su devido lugar. Tomó la maleta y la dejó en el lugar inicial.

Marchaba frustrado hacia la cocina por algo de qué comer cuando su pie enredó en algo que hizo con que casi se caiga.

La mochila de Jungkook.

Observó esa cosa color gris que parecía casi vacía pensando en si debía mirarla o no. Odiaba pensar en sí mismo como un invasor de privacidad de los demás, pero, mientras lo meditaba, ya estaba con la mochila en manos abriendo el cierre.

Decidió mirar el bolsillo menor, ya que el resto parecía no tener nada. Metió su manos dentro intentando palpar algo cuando algo diminuto y frío tocó su dedo meñique.

Tomó el objeto que no fue capaz de reconocer y lo puso frente a sus ojos.

Dejó de respirar por algunos segundos.

Un anillo.

Pero no era un simple anillo.

"M y J - 2015"

Eso llevaba gravado el pequeño objeto dorado. Taehyung tenía los ojos desmesuradamente abiertos.

Dejó que el anillo se le cayera de entre los dedos y le fue imposible no dar dos pasos de distancia de ese objeto arrojado al piso. 

No sabía que pensar.

Tomó a prisa el anillo y lo arrojó con violencia en el bolsillo de la mochila cerrando segundos después. 

Se marchó de la habitación respirando pesado y entrecortado.

¿Tenía novia entonces?

¿Era una ex novia que lo hacía comportarse de esa manera? Tan cruel.

No, no era posible que tuviera novia en ese momento. Ya lo hubiera descubierto a través de Jihee o hasta el mismo Jungkook.

Suspiró más tranquilizado cuando al fin concluyó que Jungkook era de la manera en que era por la separación de alguien que quería bastante.

Taehyung sonrió satisfecho deseando que él fuera la persona que hiciera con que Jungkook olvidase cualquier decepción amorosa del pasado. 

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Espero y les esté gustando.

Gracias por los 1,11k de leídos. Sóis increíbles.

Lxs quiero un montón.

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Nos leemos enseguida.

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