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Capítulo 1

‒ ¡Ayúdame con las patatas, Tae! ‒Eunjin grita desde la cocina.

‒ ¡Voy, mamá! ‒Taehyung deja el libro que está leyendo a un lado poniéndose en pié de un salto. Camina hacia la recámara donde se encuentra la señora Kim.

La mujer tiene una cuchara entre los dientes, el gorro de cocina casi cubriendo sus ojos, su ropa y rostro sucios de harina mientras revuelve algo en el envase que lleva en los brazos. El joven no puede evitar reír.

‒ ¡Ayúdame y deja de reír! ‒exclama la aturdida mujer corriendo de un lado a otro, atrás de cosas‒ Termina de cortar las patatas, por favor.

‒ ¿No crees que es un exagero, mamá? Dijiste que eran solo una amiga y un niño y estás preparando todo un banquete ‒Taehyung comenta mientras se acerca a la mesa tomando una banqueta de madera para sentarse junto a la bandeja de patatas‒.

‒ Calla y termina eso. No hago nada más que lo necesario. ‒Taehyung ríe con su observación. A veces suele exagerar.

‒ ¿Puedo salir con Hope después que termine esto? ‒pregunta el joven mientras toma el cuchillo en sus manos.

‒ ¡¿Cuántos años crees que tienes, Tae?! ‒exclama Eunjin pareciendo un tanto disgustada‒ ¡Por supuesto! ¡Aún más tratándose de Hoseok! ¡Deja de ser patético, niño! ‒Una sonrisa se le escapa al moreno mientras pela la pequeña patata en sus manos.‒ Hablando en Hope, dile que avise a su mamá que paso a verla cuando pueda.

‒ Está bien.

‒ ¡Termina enseguida eso y anda a ducharte! ¡Estás hecho basura! ‒exclama la señora Kim.

‒ Tú también no estás muy atrayente que digamos. ‒El bullicio de la cuchara golpeando en las laterales de la olla deja de oírse. Taehyung eleva la mirada a verla y siente como algo impacta contra su rostro.

‒ No te atrevas a repetir eso. Pendejo. ‒El paño que tenía en el hombro lo ha arrojado a la cara de su hijo. El mencionado sonríe poniendo el paño en la mesa tratando de terminar su trabajo enseguida.

El amor que tiene por su madre es tan grande y le fascina la mujer que el universo le ha dado que a veces no se cree digno de ella. Termina su trabajo con las dichas patatas dejando la cocina en silencio y subiendo por las escaleras hacia su habitación a fin de ducharse. Tarda algunos minutos en estar listo, termina de arreglarse el cabello frente al espejo mientras se lo seca con sumo cuidado. Deja la habitación después de aplicarse un poco de perfume. Baja las escaleras y se encuentra a su madre acabando de sentarse al sofá mientras suspira largamente.

‒ ¿Te encuentras bien? ‒cuestiona haciendo con que la mujer se gire a verle.

‒ ¡Wow, que chico tan guapo! ‒contesta Eunjin ignorando la pregunta haciéndolo reír y rodar los ojos.

Y no es para menos, esa noche se ve espectacular. Los pantalones negros ajustados, la playera negra que muestra toda la amplitud del pecho moreno y musculoso junto a la chaqueta jeans que tanto le gusta usar lo hacen lucir simples y encantador, todo lo que Kim Taehyung es.

‒ Estoy bien, solo un poco agotada pero ya estaré mejor. Nada que una ducha no pueda solucionar ‒por fin responde a la pregunta de Taehyung‒. Anda, ya debes de estar atrasado. No te tardes mucho que no demoran en llegar. Si gustas, invita a Hope a que se quede esta noche, será divertido para el hijo de Jihee que encuentre a chicos de su misma edad para socializar ‒dice con una sonrisa bastante semejante a la de su hijo‒.

‒ Lo haré, mamá. Ahora debo irme ‒contesta acercándose a la mujer para plantar un beso en su mejilla y enseguida dirigirse a la puerta‒.

‒ Cuídate.

‒ Lo haré ‒dice antes de echarle un último vistazo y cerrar la puerta tras su espalda‒.

Taehyung abre una gran sonrisa cuando el viento helado de la noche viene de encuentro a su rostro. Le fascina como se siente.

Toma el primer taxi que ve y sin tardanza llega al lugar acordado con Hoseok; y ahí está. Luce bien, como siempre, bajo la luz del poste alumbrando su típica enorme sonrisa. Al apear del taxi Taehyung camina a su encuentro.

‒ ¡Hope! ‒llama su atención al ver que hay más gente con él.

‒ ¡TaeTae! ‒Hoseok corre en dirección de Taehyung para lanzársele encima mientras le abraza con esmero.

‒ ¿Cómo estás? ‒pregunta Taehyung cuando Hoseok lo ha libertado de sus brazos.

‒ De maravilla, ¿y tú? ‒Esa gran sonrisa no se despega de los labios del mayor.

‒ ¡Bien! ¿A dónde vamos?

‒ Ya verás... ‒dice mientras revuelve la cabellera del menor de ambos con sus manos.

‒ ¿Quiénes son? ‒pregunta Taehyung señalando al chico con un cigarrillo en sus labios y a otro de piel pálida cerca suyo jamás vistos.

‒ Ven, te los presentaré ‒contesta Hoseok llevando a su primo por la muñeca hacia donde están los otros dos‒. Chicos, les presento a Kim Taehyung, mi primo de que les he hablado. Tae, estos son Namjoon y Yoongi. ‒El moreno hace una pequeña reverencia a los dos sujetos parados frente a él, ambos lo examinan detenidamente. Se siente incomodo.

‒ ¿Qué tal, Taehyung? ‒saluda el de piel más oscura con una torcida sonrisa debido al cigarrillo que aún no sale de sus labios.

‒ Un gusto... ‒murmura el blanquecino mirándolo de reojo de arriba a abajo. No parece muy interesado, a Taehyung le da igual.

‒ Un gusto conocerlos ‒contesta sonriendo. Los dos asienten‒.

‒ ¿Nos vamos? ‒pregunta Hope. Todos acuerdan y le siguen hasta donde están aparcado el Ibiza de Hoseok y un Munstang color amarillo que deja maravillado a Taehyung. Es su primera vez viendo a uno de verdad.

‒ ¿De quién es­­? ‒cuestiona Taehyung aún extasiado. Hoseok hace ademán con la cabeza hacia Namjoon. Taehyung al instante se cuestiona si Namjoon será alguno de esos millonarios infiltrados entre personas que no pertenecen a la clase social alta, como el moreno aparenta ser. Es una teoría que quiere comprobar.

‒ Nos vemos allá. Yo me llevo a Yoongi ‒afianza el moreno echando un vistazo al tal Yoongi que mantenía esa mirada perdida y aburrida; el blanquecino camina tranquilamente y en silencio abre la puerta al lado del conductor, arroja su cuerpo en el espacio y vuelve a cerrar la puerta. Namjoon, Hoseok y Taehyung se miran entre si y Namjoon no hace nada más que dar de hombros. Taehyung concluye que Yoongi es un tipo raro‒.

‒ Allá nos vemos. Te comes mi polvo, viejo. Cuídate ‒Namjoon bromea incitando al primo de Taehyung que no hace más que, como siempre, reír y subirse a su coche. Taehyung imita sus actos sentándose a su lado‒.

‒ ¿Qué tienen pensado hacer? ‒cuestiona el más joven prendiendo el radio.

‒ Sé paciente. Te gustará, de eso estoy seguro ‒asegura el mayor arrancando con fuerza siguiendo el coche de Namjoon que ya empieza a alejarse‒.

‒ ¿No dije que te gustaría? ‒alega Hoseok colgándose al cuello de su primo mientras suben los peldaños de madera que dan entrada a la casa de los Kim.

‒ Tenías razón. Esos tipos son geniales, me divertí bastante. Gracias por la noche.

‒ Te lo mereces, muñequito ‒Hoseok vuelve a revolver los cabellos del menor provocándole risa‒.

Taehyung saca sus llaves y abre la puerta de la casa mientras carga a Hoseok junto a él.

‒ ¡Llegué, mamá! ‒comunica Taehyung al percibir que todo está quieto.

‒ ¡Hijo! ¡Hoseok! ¿Estuvieron bien? ¿Se divirtieron? ‒pregunta la señora Kim manifestándose en la sala de estar con sus cabellos medio húmedos. Termina de bañarse.

‒ Claro que sí, tía ‒contesta Hoseok mirando a su tía con una sonrisa mientras se acerca a abrazarla rápidamente‒.

‒ Me alegro... ¡Hijo, ya están llegando! JiHee me ha llamado a algunos minutos. Asegúrate de que tu cuarto est bien arreglado.

‒ Lo está, mamá.

‒ No te cuesta subir y certificarte...

‒ Pero...

‒ Kim Taehyung... ‒ la mujer amenaza entre dientes haciendo con que su sobrino largue una risotada.

‒ Aish, mamá... ‒lamenta Taehyung agotado.

‒ Ven TaeTae, yo te acompaño ‒Hoseok propone jalando el cuerpo de su querido primo en dirección a las escaleras que llevan directo a la habitación del joven Kim‒.

Ambos suben al cuarto y se dedican a arreglar una que otra cosa que se ha dejado esparcida después del baño de Taehyung. Después de la aprobación del mayor de ambos, los dos bajan de regreso a la sala en medio a risas.

‒ ¿Te diste cuenta de la mirada que te llevaba ese chico del sofá cuando fuimos a pedir bebidas? ‒Hoseok molesta al menor pasando su brazo por el cuello del mismo -otra gran costumbre que tiene, además de la típica sonrisa-, haciendo con que Taehyung le abrace por la cintura mientras ríe divertido‒ Te estuvo mirando toda la noche ¡No te creas, que si vi cuando te fuiste con él en dirección de los baños dejándome a mí sólo!

‒ ¿¡Sólo!? Que si estabas comiéndote a la mesera esa cuando regresé ‒acusa Taehyung molesto por la injusticia que se está llevando a cabo‒.

‒ ¡No me cambies el tema! ‒exclama Hoseok mientras ríe‒ Y bueno... ¿era bonito el tipo ese? No me fijé en sus facciones, sólo vi que te miraba.

‒ Hum... sí... era bastante bonito pero no era mi tipo...

‒ Ok. No era tu tipo pero fuiste a cogértelo al baño. Ok...

‒ ¡Hope! ‒exclama el menor con rubor en sus mejillas‒ Mamá pensará que soy un pervertido si te escucha ‒susurra mientras espía la cocina asegurándose de que la señora Kim no esté escuchando una conversación tan perversa‒.

‒ ¿Aún no está enterada?

‒ ¡Por Dios Hoseok!

‒ ¡Hijo! ¡Hobi! ¡Ha llegado JiHee! ‒se escucha la voz de Eunjin.

A los dos jóvenes localizados al fin de los peldaños solo les basta que miren al frente para poder ver una señora alta y bien conservada cruzar por la puerta de entrada trayendo consigo una gran bolsa de color rojo extravagante y una ropa llena de colores. Taehyung piensa que parece estar vistiendo la bandera LGBT en vez de ropas. La mujer es extravagante de por demasiado.

‒ ¡Jihee! ‒La madre de Taehyung abraza a la mujer desconocida mientras se dicen cómo han cambiado y cómo añoran el tiempo en que estaban juntas en época de colegio.

‒ ¡Que chico tan guapo y alto! ¡Es una ternura! ‒La señora avanza en dirección de Taehyung estrujándole el rostro con ambas manos.

‒ Ah... si... gracias. ‒contesta Taehyung con educación cuando la verdad es que se siente un poco intimidado por esa mujer. Es bastante... amigable, un poco demás.

‒ ¡¿Tu hermano?! ‒La señora Jeon se cubre la boca con las manos dramáticamente cuando sus ojos posan sobre Hoseok.‒ EunJin, creí que solo tenías un hij...

‒ ¡No! ‒Taehyung la interrumpe cuando ve que la mujer supone que Hoseok es su hermano. La idea le aterroriza.‒ No... Él es... mi primo ‒contesta el moreno mientras sonríe intentando transmitir serenidad, la única cosa que le hace falta en ese instante. Hoseok no hace más que reír a sus espaldas con la situación‒.

‒ ¡Que sonrisa más bonita! ‒comenta la señora Jihee ahora yéndose adónde Hoseok está parado‒ Aish... Ustedes don son tan llenos de vida, como me gustaría que mi Kook fuera como ustedes... ‒se lamenta la mujer. Taehyung se pregunta en su interior si "Kook" será el hijo de la señora Jeon. Siente curiosidad.‒ Por cierto... mencionando a Kook, tengo algo que pedirles... ‒dice la mujer acercándose al par de jóvenes como si estuviera a punto de contarles su mayor secreto‒ Pido que tengan paciencia con él y lo cuiden, es menor que ustedes pero es un insoportable. No le agradó mucho la idea de disfrutar las vacaciones aquí pero ustedes podrían hacer con que se arrepienta de haber pensado eso ¿verdad? ¿Pueden ayudarm...?

‒ Mamá saca mis maletas del coche que necesito cambiarme ‒Una dulce y melodiosa voz hace con que todos en la sala queden estáticos y entonces es cuando Kim Taehyung le ve por primera vez‒.

Es un par de centímetros más bajo que él, el flequillo le cae en los ojos, lleva un puchero de enfado en los tenues labios y presenta una piel que luce ser suave y delicada como la de un bebé.

«Entonces ese es "Kook"...» –piensa Taehyung consigo mismo.

Que el cielo ayude al joven Kim... pero ante los ojos del moreno, ese chico que acaba de pasar por la puerta es nada más ni nada menos que perfecto ¿Así se podría describirlo, o aún es poco?

Los grandes ojos del "desconocido Kook" miran, con hastío, a todos los presentes que tienen su atención dirigida a él.

‒ Anda, mamá. Necesito cambiarme y dormir ‒insiste el hijo de Jihee volviendo a atisbar a su madre mientras se pone uno de los auriculares que lleva colgando del cuello‒.

‒ ¡Kook! ¡Qué falta de educación! ¡Saluda a los presentes! ‒Jihee reprende a su hijo luciendo bastante enfadada.

‒ Hola, presentes ‒murmura con ironía el joven lanzando una ojeada más demorada donde están Hoseok y Taehyung abrazados. Se podría decir que esa mirada desinteresada tenía algo de maligno en ella‒.

‒ ¡Que chico tan lindo! ‒En cambio, la señora Kim parece maravillada con el chico que tiene en frente. Está a punto de abrazarlo, pero él la detiene con una de sus manos.

‒ Por favor, acabo de pasarme maquillaje ‒dice mirando a Eunjin con disgusto. Hoseok parece irritado con lo atrevido que ha solido ser ese niño ya que un suspiro controlado se oye de su parte en la recamara‒.

‒ ¿Maquillaje? ‒la dueña de casa pregunta con una sonrisa‒ ¡Es un verdadero ángel! ‒alega, sin sentirse ofendida, como era de esperarse‒ Jihee, deja que mis niños saquen las maletas ¡Ven conmigo a la cocina! ‒la mencionada asiente con una gran sonrisa tirando una llave al aire, Hoseok la abaraja sin mucho esfuerzo yendo hasta la puerta encargándose de pasar de largo por el párvulo ese. Taehyung considera la idea de saludar a "Kook" pero éste ya se ha sentado en el sofá sacando su móvil y perdiéndose en el mismo.

El moreno suspira y sale de casa siguiendo a su primo. Parece que acercarse a ese chico va a ser un poco más complicado de lo que se esperaba.

‒ No me gustó... ‒comenta Hoseok aleatoriamente mientras abre el maletero del coche con una mueca en su rostro.

‒ Es un tanto extraño... ‒responde Taehyung en medio al silencio nocturno mientras toma la valija que Hoseok ha puesto en sus manos.

‒ Atrevido y maleducado quieres decir ¿no? ‒contesta irónico el mayor terminando de sacar todo el equipaje que está en el maletero.

‒ Tal vez sólo está agotado por el viaje... ‒contrapone Taehyung tomando todo lo que puede haciendo el camino de vuelta a casa. Además de a Hoseok, intenta convencerse a sí mismo de eso.

‒ Lo dudo mucho... sabes cómo me agrada casi todo el mundo, pero es que ese chico... hay algo en él que no me huele bien. Te puede parecer chistoso pero tengo un mal presentimiento sobre él ‒manifiesta Hoseok viniendo por detrás de Taehyung con algunas cosas en las manos. El más joven ríe por la manera en que su primo cuenta la cosa. Por otra parte, sabe que es verdad, Hoseok es amigo de casi todos los jóvenes del barrio y bueno, es extraño que alguien le caiga mal‒.

‒ Vamos solo probar ser amables con él... Puede que cambie ‒Taehyung observa a su primo sin dejar de caminar. Jung Hoseok se limita a dar de hombros y terminar de emprender su camino atrás de Taehyung de regreso a casa‒.

Taehyung observa el sofá donde antes estaba tirado el cuerpo del hijo de Jihee pero ahora el mueble se encuentra vacío. El joven Kim camina hasta las escaleras dirigiéndose a su cuarto con dificultad por las cosas que carga; siente que Hoseok ha dejado de seguirle, posiblemente ha dejado las cosas en la sala e ido a la cocina donde están Jihee, Eunjin y "Kook".

"Kook". A Taehyung le fastidia siquiera saber su verdadero nombre.

El moreno suelta todo el equipaje con que carga en la entrada del cuarto acompañado de un cansado suspiro, la puerta de la habitación está entreabierta y no hay manera de que termine de abrirla con las manos ocupadas.

El joven colmado de paciencia recoge todo nuevamente y lo deja en una esquina escura del cuarto. Camina pesadamente hasta alcanzar la llave de la luz, se quita la chaqueta dándose media vuelta listo para tirarla en la cama pero lo que ve le hace retroceder algunos pasos.

Ahí está. Tirado arriba de las cobijas que están debidamente organizadas encima de la cama que no le pertenece. El móvil cubre su rostro, sigue de auriculares.

‒ T-tu... ‒murmura aturdido Kim Taehyung mientras se cuestiona qué hace ese chico justo en su cama y por qué de las dos camas ha escogida la suya para tirarse.

«Eres un idiota, Taehyung... ¿Cómo el pobre iba a saber cuál de las dos era su cama?» ‒se reprende a si mismo en mente.

El dueño de la habitación traga grotescamente y se rasca la cabellera por no saber cómo hablarle al desconocido. Sabe que el contrario ya ha notado su presencia en la habitación; la luz no se hubiera encendido sola. De todas formas, "Kook" ha decidido ignorar su existencia.

‒ Hum... puedes acostarte en la otr...

‒ Si cambiarte es lo que quieres, poco me importa, hazlo. Llevamos lo mismo ahí en medio ‒dice sin mirar directamente a Taehyung, tan solo apunta con su dedo índice al medio de las piernas de Taehyung cuando hace referencia a "ahí en medio". Taehyung le mira retraído. No sabe cómo reaccionar‒.

‒ N-no. No es eso. Es que... esa es mi cama ‒contesta Taehyung nervioso. El contrario quita el móvil de su cara y mira al mayor disgustado‒.

‒ Siento molestarte. Siquiera quería estar aquí ‒contesta "Kook" sentándose en la cama dispuesto a salir‒.

‒ Oye... ‒Antes que Taehyung pueda mencionar algo más, el otro se marcha de la habitación.

«Que torpe eres, Tae.» ‒se regaña.

Se tira a su cama hundiendo su rostro en una de las almohadas.

«Espera. ¿Qué?» ‒se detiene.

Saca su cabeza de la almohada y la observa. Lleva un olor que jamás ha sentido, no es el olor del hidratante de Hoseok o el de su champú. Es como chocolate, pero más dulce y agradable; es el olor de "Kook".

Su almohada ahora lleva el perfume de ese chico bonito.

«Que paranoico eres, Taehyung.» ‒ríe mientras piensa en lo torpe que es todo eso pero sin dudar vuelve a hundir su rostro en la almohada e inhalar de esa fragancia hasta más no poder.

‒ Te llaman para la cena ‒comunica Taehyung sentándose al lado de "Kook" en el sofá que éste ocupa. El menor le dedica una mirada fría y extrañada, esa que no ha cambiado mucho desde que le vio por primera vez‒.

‒ ¿Es una broma? ‒pregunta el de piel blanquecina con una ceja alzada quitándose los audífonos.

‒ No... Si quieres te acompaño... ‒Taehyung ofrece con toda la inocencia y buena educación que tiene para esos casos. El contrario le mira incrédulo, Taehyung no entiende.

‒ En primer lugar: siquiera me aguanto en pie, lo único que quiero es una cama decente y dormir. Segundo: es una locura comer a mitad de la noche. Tercero: tu compañía no me hace diferencia. Buenas noches ‒El menor concluye su "Discurso de Superioridad y Desprecio" dejando a Taehyung completamente sorprendido con tal actitud. El más joven se para y marcha por las escaleras dejando a Taehyung atrás. El mencionado sigue boquiabierto, no sabe qué pensar, aún se cuestiona cómo ha tenido la osadía de desearle las buenas noches después de tanta falta de respeto. Está sorprendido y ofendido‒.

En uno de sus monólogos se castiga por haberse llegado a fijar en un mocoso detestable e irritable como lo es "Kook".


Después de cenar y entablar una animada conversación con Jihee, Hoseok y su madre, Taehyung se marcha a su habitación ya en pijama, está muy cansado. La casa ahora está en silencio y en su cuarto hay dos hombres más.

Hoseok ocupa el lado izquierdo de la cama de Taehyung y Jungkook -sí, por fin sabía su nombre, Jihee se lo había comentado accidentalmente durante la plática-, está encogido en la cama fronteriza a la del moreno.

El mencionado se acerca en silencio hasta dónde está ese "bonito pendejo engreído" -expresión criada por Taehyung para designar todo lo que Jungkook es en tres simples palabras- y lo admira por algunos segundos.

Percibe que su rostro se ve más delicado sin el maquillaje, sus ojos cerrados y sus labios entreabiertos le dan la apariencia de un ángel. Su pecho y abdomen cubiertos sólo por el pijama suben y bajan rítmicamente según su respiración.

«Espera. Ese pijama... ¡Es MI pijama!»

Taehyung mira sobresaltado al armario atrás de él, el cajón de los pijamas está abierto. Le ha robado el pijama...

«Maldito.» ‒piensa.

Encima ha dejado el armario desarreglado, siquiera se ha dado el trabajo de dejar todo en su lugar.

«Que atrevido.» ‒suspira.

Taehyung saca el móvil que lleva en el bolsillo y toma una foto. Un chico bonito, durmiendo calmamente, al lado de su cama, en su pijama. Sí, señor. Por supuesto se merece una foto.

El moreno sonríe con sus pensamientos y tomando la manta que solo cubre a Jungkook hasta la cintura, la sube hasta cubrir su pecho y taparlo mejor. Se encamina a su cama y arroja su agotado cuerpo en el espacio que sobra al lado de Hoseok.

‒ ¿Ya lo estás mimando? ‒La voz baja de Hoseok se oye al lado de Taehyung, el mencionado ríe.

‒ Cuidándolo. Es diferente ‒corrige Taehyung a su primo‒, y su mamá nos lo pidió ¿no? ‒pregunta con voz baja, no quiere despertar a Jungkook.

‒ Hubieras hecho lo mismo aunque no te lo hubiera pedido ‒asegura Hoseok con todo el conocimiento que tiene sobre su primo. El menor de ambos vuelve a sonreír, Hoseok tiene razón, le conoce demasiado bien‒.

‒ Tengo frio, me quitaste mi manta ‒murmura Taehyung cambiando el tema repentinamente‒. Ya solo abrázame y duérmete, imbécil ‒lo regaña el más joven. Hoseok ríe y lo siguiente que hace es tapar al hombre que tiene durmiendo a su lado y abrazarlo por el abdomen‒.

‒ Cuídate que no vayas a tener sueños húmedos con el pendejo ese ‒Hoseok comenta pegado a Taehyung. El moreno aplica un golpe en el estómago del contrario antes de reír bajo, llamarlo de idiota y desearle buenas noches‒.

Taehyung gira su cuerpo para poder admirar la cama al lado, Hoseok aún le abraza por la espalda y Jungkook sigue durmiendo tranquilamente.

«Ojalá mañana esté de mejor humor.» ‒es lo último que Kim Taehyung piensa antes de cerrar los ojos y sentir el sueño tomarlo poco a poco.

EDITADO

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