D I A N A
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Apoyo mi cabeza contra el pecho de mi amado esposo que duerme tan profundo y pacifico que me da miedo despertarlo. Salí algo tarde del trabajo fue un turno tranquilo realizando dos cirugías a corazón abierto y varios controles de pacientes post operatorios. Apolión había preparado la cena y dejo un plato servido para mí en el microondas, no logre llegar a tiempo, otra vez. Ser cirujana es algo que había querido desde que era pequeña luego del accidente de mis padres afirme la idea de salvar vidas. Lo que jamás tuve en cuenta es que las horas de trabajo dentro del hospital serian demasiado largas.

- ¿Cómo estuvo tu día? - el sonido de la voz de mi esposo me sobresalta y moviendo un poco mi cabeza trato de buscar su rostro entre las penumbras de la habitación. Con su mirada concentrada en mis ojos y una sonrisa apenas visible entre las penumbras me estremecí ante su tacto en mi espalda baja. Apenas unas caricias suaves por mi columna que me hicieron estremecerme y pegarme más a su costado.

- perdón la segunda cirugía se alargó más de lo que se tenía previsto sé que prometí llegar para la cena... - con su mano libre poso su dedo sobre mi boca impidiendo que pudiera seguir hablando. Detrás de mí la puerta es abierta muy despacio por lo que veo a Apolión que observa a quien sea que este entrando. Un peso cae encima de nosotros y se arrastra metiéndose entre medio de ambos y cómo podemos nos acomodamos.

- tuve un sueño feo - susurra Nina mirándonos en las penumbras de la oscuridad - ¿puedo dormir aquí? - bajando las sabanas permití que mi hija se meta dentro de la cama para luego cubrirla. Besando su frente acaricie su rostro para que se durmiera, Apolión se acomodó en su lado de la cama porque Nina duerme mal y se atraviesa en medio de nosotros.

- no quiero que te sientas mal por no pasar mucho tiempo en casa mi flor porque tu trabajo es salvar vidas, pero tampoco quiero que te pierdas el crecimiento de nuestros hijos. Hoy a Nina se le aflojo un diente y con Anker le prometimos que no se lo sacaríamos hasta que llegaras tú - susurro en un tono bajo que a pesar de ser interrumpido por la lluvia que comenzó a intensificarse afuera logre sentir la tristeza en su voz.

- mi jefe está planeando reducirnos las horas de ciento veinte a ochenta horas semanales lo que me dejara más tiempo para estar en casa, cuidar de Nina, ver que Anker no se meta en líos con su tía Melione y pasar tiempo contigo sombritas - deje mi mano sobre el pecho de Nina que ya estaba durmiendo plácidamente entre medio de nosotros. Apolión pone su mano sobre la mía y la aprieta un poco.

- escucha Diana no quiero influir en tu decisión porque es tu trabajo y yo tampoco paso mucho tiempo en la casa no puedo quejarme - un trueno resuena fuera iluminando la habitación por un segundo y me sobresalta, la mano de Apolión me hace sentir segura sosteniendo la mía - hable con mi jefe y me redujo las horas entiende la situación de tener un hijo adolescente y una hija muy linda pero con complejo de pirómana - arqueo una ceja viendo a mi esposo y luego a Nina que se ve tan pacifica como su padre lo había estado hace algún tiempo.

- dime que Nina no prendió fuego las muñecas de otra compañera suya - bufé escondiendo mi rostro entre mis manos. Nina ya adquirió los poderes de su padre primero y al no saber controlarlos ella accidentalmente o es lo que quiero creer que paso quemo las muñecas de una de sus compañeras de kinder. Fue todo un escándalo que obligo a la maestra y directora a citar a los padres de la niña y a nosotros por el peligroso hacer de mi pequeña ángel. Los padres de la otra niña acusaron de pirómana a mi hija cosa que me hizo querer saltar de mi asiento y convertir en gallina a la mujer que me veía de nariz respingada. Su pequeña monstuita era un calco de su madre por lo que no castigue a Nina muy severamente, pero si la enviaré al campamento en vacaciones. Ya perdí tres celulares a causa de sus incontrolables incendios cuando se enoja y pierde el control de sus poderes.

- no mi flor lo que quiero decir es que estaré más tiempo en casa los cadáveres pueden esperar - reímos no muy fuerte para que nos escuchara Nina por encima de la lluvia. Con un nuevo rayo cayendo para iluminar la habitación y luego con su estruendoso rugido estremecer los cristales de la ventana. Abrace a mi hija escuchando la risa de mi esposo y tomando una almohada pequeña se la arrojo a la cara.

- ¿Puedo dormir esta noche aquí? - sobresaliendo por encima de la lluvia y nuestras risas hablo Anker. Ambos nos miramos sorprendidos y volvimos a ver a nuestro hijo con su pantalón a cuadros y remera negra. Estirando mi brazo hacia él lo invito a meterse en la cama con nosotros. Entramos a algo apretados, pero es una cama King acomodándonos entramos los cuatro.

- Anker ¿paso algo? - pregunte cerca del odio de mi hijo que estaba ya con los ojos cerrados. Una mueca en su rostro me hizo entender que había tocado un punto sensible con mi pregunta y preferí callar.

- tuve una pelea con Bunnie, últimamente casi nunca podemos hablar y cuando se da la oportunidad ella no me escucha - comento con pesar - ah y también puede que si ustedes dos no van mañana al instituto me expulsen - ahora Apolión quería gritar, pero si lo hacía despertaría a Nina y luego de eso ninguno de los tres no podríamos dormir no solo por la tormenta. Dándole una mirada amenazante al padre de mis hijos logro que se comporte como un adulto y decido hablar.

- ¿qué paso con Bunnie? ¿Por qué van a querer expulsarte? - un trueno afuera hizo que me estremezca y sin querer estar más despierta dejo la charla para la mañana siguiente.

A N K E R
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Desperté con dolor en todo mi cuerpo, una pierna de Nina sobre mi panza y el brazo de mamá sobre mi rostro. El que parece haberse levantado primero fue papá su pedacito de la cama está vacío. Desde que tenía siete años no había pedido para dormir con mis padres, esta noche fue la excepción por que en verdad necesitaba tener a mi madre cerca.

- buenos días - mi padre aparece en el costado de la cama sentado en el suelo con todos los pelos parados. Su cara es pésima y no parece haber pasado una buena noche, detrás de mi noto a mi madre moverse y luego un golpe sordo contra el suelo seguido de un quejido femenino.

- mi espalda - giro para ver a mi progenitora tirada en el suelo con una de las sabanas envuelta en su pierna derecha y su cabello todo revuelto. - buenos días cariño - me saluda en cuanto me ve con una sonrisa en su rostro y puedo ver como los músculos de su cara se contraen para no soltar una carcajada. En mi espalda se me tira Nina moviéndome una y otra vez para que salga de la cama.

- levántate quiero que mamá me haga tortitas - subiéndose a mi espalda como si fuera un caballo de rodeo al que deban montar Nina salta para que me mueva llevándola a ella. Con algo de pereza me pongo de pie con cuidado de no pisar a mamá y dejo caer a mi hermana sobre la cama.

- no tan rápido muchacho - mi padre me llamo con su típico tono de que me castigaran yendo a casa de mis abuelos al mismísimo inframundo. - nos debemos una conversación los tres y luego con el director de tu instituto - los cabellos de mi nuca se erizan de solo pensar que mis padres tendrán que ver al director Boork. Por una simple broma no pueden expulsarme no es como si nadie se hubiera muerto de eso me encargaba yo. No debí haberle hecho caso a Bunnie, tuve que escuchar a Colín alejarme de los problemas y dejar que las cosas pasen, pero yo y mi estúpido corazón decidimos seguir a la descendiente de la Luna.

- primero desayunamos como una familia medianamente normal - comento mi madre aligerando la carga negativa del ambiente - sin usar magia, fuego o viento dentro de la cocina - de forma amenazante mi madre salió con la frente en alto y los cabellos parados tuve que contener la risa si no quería que la señora Black me castigara.

Como mi madre ordeno primero desayunamos todos juntos en pijamas y con cara de no haber tenido una buena noche. La única que parecía contenta era Nina que saltaba de un lado a otro cantando una canción que mi abuela Perséfone le enseño. Mis padres no dejaban de darse miradas cargadas de cosas que solo ellos dos entendían y en cuanto mandaron a Nina a cambiarse el ambiente se transformó.

- ¿Por qué discutieron tú y Bunnie? - interrogo mi madre poniéndose de pie para lavar los platos sucios del desayuno. Deslizándome en mi asiento puse mis manos en la mesa mientras recordaba mi riña con la morena.

- la broma por la cual deben ir hoy a hablar con el director fue idea de Bunnie no mía mentí, para que su padre no se entere y la envié a un internado - jugando con mis dedos note como mi padre se tensaba en su haciendo y los platos se resbalaron de las manos de mi madre cayendo dentro de la pileta. Sabía que vendría el sermón del siglo, pero eso no me aterraba ni nada por el estilo solo pensaba en Bunnie y lo que estaría pasando en su casa. El señor White es un hombre algo estricto lo cual me hace dudar mucho como fue que logró cautivar a Selene la mismísima Luna, pero la cosa es que cuando tuvo que cuidar de Bunnie y esta comenzó a enseñar sus verdaderos poderes su actitud no es muy amable con su hija mayor. - tenía que mentir la estaba ayudando a hacer una broma. Comenzamos a hablar de algo y no tuvimos en cuenta las medidas necesarias y el experimento químico comenzó a hacer una extraña reacción y tuvimos que salir corriendo por que estallo - alzando mi mirada veo a mis padres mirándome, pero sin estar enojados como hubiera esperado que lo estén. Es decir, estalle el salón de química y ellos me miran como se hubiera muerto alguien bueno estuvimos cerca si Red no se hubiera agachado la tía Alida me estaría matando en estos momentos.

- hablaremos con el director tú no te preocupes a Bunnie no la enviaran a ningún internado - papá tomo la mano de mamá que estaba sobre su hombro y la llevo a sus labios depositando un suave beso. Desde que tengo uso de razón mis padres han sido así, muy cariñosos y derrochadores de amor en la casa en público son algo más reservados. Por lo que me cuentan mis tías mis padres fueron mejores amigos desde siempre pero siempre hubo un "clic" entre ambos que ninguno quería aceptar. Justamente lo que no me pasa con Bunnie ella desde que la conozco me hace sentir extraño, pero a ella no le pasa lo mismo.

- ¿no están enojados? - pregunte dudando porque era extraño no ver estallar a mi padre en gritos porque casi vuelo a la escuela por los aires. Ambos se miraron para luego sentarse frente a mí de manera calmada lo que me ponía aún más intranquilo.

- Anker estamos enojados por lo que hiciste alguien pudo salir herido o peor aún y si recibirás un castigo por eso. - hablo de manera calmada mi padre que comenzaba a notarse una vena sobresaliendo por su cuello. Que Zeus me ayude - pero somos tus padres y entendemos lo que hiciste nos parece algo valiente y muy noble además de estúpido - mi madre le da un codazo a mi padre que lo deja sin respiración por algunos minutos.

- lo que tu padre trata de decir es que te apoyaremos hijo, pero intenta buscar la manera de apoyar a Bunnie de otra forma como por ejemplo que les cuente la verdad a sus padres de cómo se siente - aclaro mi madre de manera dulce y calmada. Me pongo de pie y voy a abrazarlos ellos a pesar de haber sido padres muy jóvenes y muchas veces adictos al trabajo siempre saben que decir.

- los amo - espero que siguiendo su consejo las cosas en casa de Bunnie mejoren.

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#FelizJuevesEnLlamas

Capítulo dedicado a Tobia_809 lectora destacada 🖤