Capítulo 25| Corazón de Diamante
A P O L I Ó N
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Nos sentamos en la mesa junto a mis padres y los padres de Diana que mi padre trajo para poder pasar un rato como en los viejos tiempos. Mi flor lloro cuando pudo abrazar a sus padres mi madre se refugió en los brazos de mi padre al ver la escena el embarazo la puso muy sensible. Y cuando hable con ellos luego de disculpar a Alysa en la noche y pedirle alguna idea para declararme a Diana, aceptaron de inmediato traer a almorzar a los padres de esta y que pasáramos una tarde agradable en casa. Con lo que no contaba es que apareciera Ziara, pero de ella me encargare en cuanto vuelva a la fraternidad. Que espero que estando bajo el cargo de Aileen siga en pie cuando regrese, pensándolo bien espero que nadie termine chamuscado porque Aileen los puso en su lugar por no obedecerla.
- Gracias por esto - susurro Diana en mi oído cuando las ninfas nos dejaron el almuerzo frente a nosotros. Tome su mano por debajo de la mesa apretándola un poco, luego le agradeceré a Alysa por tener tan buena idea.
Mientras nosotros almorzábamos Diana pudo conversar con sus padres que por obvias razones no almorzaban, pero si mantenían una conversación fluida con su hija y mis padres. Lo que no pase por alto fue el ánimo de mi padre está más callado de lo normal y no parece disfrutar del almuerzo. Cuando esta Diana con nosotros mi papá está de buen humor porque mamá está contenta y si ella es feliz mi padre se pone feliz. Note como estaba todo el tiempo mirando a mi madre analizando hasta el último detalle de su rostro, de sus gestos, de su risa, esto solo me hacía pensar en lo peor y las visiones que Diana me contó comienzan a repetirse en mi cabeza.
- Creo que el tiempo ya se terminó - hablo el padre de Diana levantándose junto a su esposa. Todos nos pusimos de pie y mi flor corrió hasta donde estaban sus padres para abrazarlos. Esta vez no hubo lágrimas por parte de Diana ella los veía con una sonrisa mientras se despedía de ambos. Sus figuras fueron perdiendo fuerza y se hicieron cada vez más nítidos hasta que desaparecieron. Como si jamás hubieran estado con nosotros almorzando. Las llamas en la corona de Diana se encendieron intensificando su color, las llamas de la corona no la queman, la corona fue hecha especialmente para ella. Mi madre se la encargo a Hefesto específicamente cuando se enteró de que le pediría que sea mi novia. La reina del inframundo lleva esperando muchos años que yo siente cabeza con mi mejor amiga. Camine hasta llegar alado de mi flor y tome su mano llevándonos de nuevo al mundo mortal. Justo en la cochera donde mi moto estaba esperándonos, de un chasquido el hermoso vestido de Diana desapareció y volvió a su antigua ropa. Su cabello se soltó y la corona que estaba sobre su cabeza desapareció volviendo al inframundo.
- ¿Qué te parece un paseo en motocicleta? - ella asintió animada y sin decir más nada abrimos el garaje sacando mi moto para luego encenderla. Espere que Diana se subiera detrás de mi rodeando con sus manos mi cintura.
Maneje tranquilo saliendo de la ciudad me dirigía al acantilado el lugar con la mejor vista de toda la ciudad y sin dudas el lugar perfecto para pedirle a Diana que sea mi novia. Su pequeña mano aprieta mi cintura cuando paso a los autos sin mucho cuidado, no puedo evitar acelerar para sentir la adrenalina corriendo en mis venas. De pronto sus manos ya no están en mi cintura y luego escucho su grito eufórico mientras subimos la montaña por la carretera. Tardamos un poco en subir, pero al fin aparque en el sitio que Alysa preparo para mi mientras yo estaba almorzando en el inframundo.
Una manta en el suelo junto a un árbol lleno de pequeñas luces que no se ven mucho pero cuando caiga un poco el sol se verán mejor. Nos sentamos con Diana en la manta y tomamos de una canasta que estaba allí un poco de torta de chocolate y algo de jugo de frutas.
- La vista es hermosa y las luces no sé cómo hiciste para que estén encendidas - acaricio mi cabello mientras observaba el árbol adornado con luces y algunas fotos de nosotros cuando éramos pequeños.
- Funcionan con pilas, quiero que este día sea especial - atraje su rostro al mío y la bese de forma lenta demostrando todo lo que mi oscuro corazón siente por ella. Diana es mi fuente de vida, ahora entiendo cuando Afrodita me decía que hasta la muerte se puede enamorar. Maldita bruja de tetas perfectas, aunque quiera negarlo tiene razón.
- Si estoy contigo todo es especial - susurra ella contra mis labios su aliento suave choca contra mi boca y debo contenerme el querer besarla hasta no tener aliento. Me siento mejor y tomo una de las fotografías que colgaban del árbol.
Es una foto de nosotros dos cuando teníamos cinco y siete años, aparecemos ambos trepados en un árbol disfrazados yo de pirata y ella de la princesa que rapto. Recuerdo que ese día la mamá de Diana nos había leído una aventura de piratas donde raptan a una princesa para obtener el tesoro del rey. Si mal no recuerdo el tesoro que buscaban era el corazón de diamante, la joya más preciada y pura del reino.
- ¿Diana recuerdas la historia de los piratas y el corazón de diamante? - le enseño la foto que tengo en mis manos y ella comienza a reír.
- Recuerdo esa historia y ese día termine con un brazo roto al caerme del árbol - continúo riendo mientras observaba la foto se detenía en cada detalle como queriendo recordar todo de ese día. Apoyo su cabeza en mi hombro y suspiro antes de agregar - Tú me besaste cerca de los labios y luego yo me caí del árbol rompiéndome el brazo - ahora que lo recuerdo bien ese día mi pequeño corazón se sintió culpable por que Diana se rompió el brazo por culpa de mi beso.
D I A N A
🔮🔮🔮
- Te pedí disculpas muchas veces - lo abracé por la cintura para que no se sintiera mal no fue su culpa que yo me rompiera el brazo sino mía por ponerme nerviosa y caer como bolsa de papas.
- Ese árbol todavía está en el patio de mi casa dijeron que lo talarían, pero jamás paso - sus manos acariciaron mi cabello, me separe de él viendo las fotos de nosotros a lo largo de nuestra vida. Hasta que encuentro la foto de nuestra primera cita, una tira con cuatro fotos donde ambos hacíamos el tonto en una cabina. Al girar la foto veo que tiene unas palabras escitas y como soy curiosa leo lo que pone.
Nuestros corazones latían a la par formando una música rítmica y constante.
Aun atónita por las palabras de esa fotografía tome otra donde ambos aparecíamos disfrazados como súper héroes para Halloween. Esa sería la última vez que podríamos salir a pedir dulces juntos el año siguiente ya seriamos adolescentes y ninguno de los dos quería hace el ridículo. Di la vuelta a la foto y como pensé tenía un mensaje escrito.
Ser raros juntos es lo que volvió nuestra amistad única.
Otra foto apareció delante de mí, una donde recuerdo bien donde fue tomada y por quién. Es reciente, recuerdo que Helen tomo la foto y luego nos la envió dijo que nos veíamos tiernos. Estábamos en la cafetería de Emma compartiendo un batido juntos. Nuestras miradas fijas era lo que hacia esa foto especial, sus ojos conectados a los míos. Gire la foto y efectivamente había otro mensaje.
Queriendo no perderme en esos bellos ojos cafés termine volviéndome vulnerable a tu mirada.
Quise ver a Apolión, pero una nueva foto fue lo que impidió que me girara. Esta es de la boda de Ylenia estábamos con Apolión bailando en la pista riéndonos de valla a saber qué cosa en esos momentos. Temblando gire la imagen para ver las palabras que helaron toda la sangre de mi sistema.
Deseo ser la persona al final de ese altar al cual te unirás por siempre.
- Eres un ángel Diana - sus manos me tomaron de la cintura girándome para verlo a los ojos - La chica más hermosa que se dignó a hablarme a comprenderme, entender que pasaba por mi oscura mente. Viniste como una demoledora a romper todas las barreras que le impongo a todos los que me rodean. Haces que sienta lo que jamás nadie podrá igualar y eso duele. Duele cuando pienso que te hice llorar y te deje sola por seguir a alguien que no me haría sentir lo mismo que tú. - acerco su frente a la mía y yo solo cerré mis ojos sentía como empezaba a arder el tenerlos abiertos. Una lágrima caliente rodó por mi mejilla, pero él la seco con su pulgar tomando mi rostro entre sus manos. - Quiero pedirte y deseo que esto sea a tu altura... ¿quieres ser mi princesa del inframundo? - mis piernas flaqueaban y los latidos de mi corazón hacían eco en mis oídos. Aferrándome a sus hombros me mantenía en pie y al abrir mis ojos me encontré con los suyos grises no oscuros como en otras ocasiones.
- Si quiero ser tu princesa eso sería un honor príncipe Apolión - su mirada oscura volvió y sin esperar más me beso. Le correspondí poniendo mis manos tras su nuca las suyas apretaron más mi cintura atrayéndome más a él si era eso posible. Fue un momento único, pero como todo debía acabar, nos alejamos un poco y abrí mis ojos. Quería que esto no sea un sueño y que de verdad estaba pasando, ahora soy la novia de Apolión.
- Te quiero sombritas - lo abrace escondiendo mi cabeza en su pecho y esa música que tanto me gusta volvió a sonar. Los latidos de su corazón se aceleraron un poco.
- Yo también te quiero mi flor - me estrujo contra él y un viento nos envolvió a ambos.
Estuvimos un rato más viendo el paisaje de la ciudad hasta que decidimos volver a la casa. Algo me decía que Aileen nos necesitaba pues dejarla a cargo de una manga de salvajes no me parece buena idea ya se que la rubia es muy buena. Pero Apolión me aseguraba que ella podía con ese trabajo que ya estuvo a cargo del olimpo un par de veces y que los dioses son peores que sus hijos. Yo igual tengo mis dudas con respecto a dejarla a cargo sola.
Sentir el viento en la moto es uno de las cosas que más me gustan cuando estoy en este vehículo. Levante mis manos al cielo queriéndolo tocar mientras el viento envolvía mis dedos los cabellos que se escapaban del casco volaban. Grite cuando Apolión acelero un poco más y me aferre a su cintura mientras el esquivaba los autos. La adrenalina corría por mis venas llenándome de euforia y volví a gritar cuando acelero de nuevo.
- ¿Le dirás o piensas guardarte ese secreto? - cuestiona la que creo es Aileen.
- Solo hasta estar segura de esto no digas nada por favor Aileen - entonces la veo sentada en la cama esta Alida con una caja rosa entre sus manos. No hay que ser adivina para saber que esa caja contiene un test de embarazo.
- No lo diré si tu no dices el secreto de Diana - la pelirroja asintió escondiendo la cajita bajo sus almohadas.
- Cerrare mi boca y dejare que ella sea la que de la noticia - Aileen sonrió y fue a abrazar a la pelirroja que comenzó a llorar.
Frenamos frente a la fraternidad y parpadeo un par de veces para comprender que es lo que acabo de ver. Tengo que hablar con Nessa ella de seguro me ayudara a entender esta visión que más bien parece un puzzle difícil de descifrar.
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#FelízJuevesEnLlamas
Hola, Hola mis llamitas ¿qué les pareció el capítulo?
Acabo de correjir errores que pase por alto sin darme cuenta. Espero que les haya gustado la propuesta.
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